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Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: matilda  (Mensaje original) Enviado: 25/04/2005 20:56
LO QUE OCURRE CON LA SITUACION DE LOS PRESOS DE LOS EE UU EN GUANTANAMO ES UN SECRETO A VOCES, QUE, COMO EXIGE EL RESPETO  POR LOS "DERECHOS HUMANOS", DEBE SER EXPLICITADO PARA QUE NO QUEPAN DUDAS ACERCA DE LA "PROBIDAD" DE QUIENES SON LOS "PALADINES" DEL RESPETO DE DICHOS DERECHOS.LOS MISMOS QUE SOMETEN AÑO TRAS AÑO SU PODERÍO AL REFERENDUM, QUE SIGNIFICA LA VOTACION EN LA ONU, CONTRA CUBA,O CONTRA QUIEN LES PLAZCA.
LA DELEGACION CUBANA  EN LA ONU,PRESENTÓ UN PROYECTO DE RESOLUCIÓN COPATROCINADO POR BELARUS,SIRIA ,LIBIA Y VENEZUELA, QUE SIN PREJUZGAR O CONDENAR, SOLICITA INFFORMACIÓN SOBRE LA SITUACION DE LOS PRISIONEROS EN LA BASE DE GUANTANAMO Y PIDE QUE LOS RELATORES DE LAS NACIONES UNIDAS PUEDAN VISITAR A LOS ALOJADOS EN ÉSE LUGAR.
LA INICIATIVA OBTUVO 8 VOTOS A FAVOR, 23 ABSTENCIONES Y 22 VOTOS EN CONTRA, MUCHOS DE LOS QUE VOTARON EN CONTRA ,PARADOJICAMENTE, PERTENECEN AL GRUPO DE LOS MÁS ACÉRRIMOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS.- LA UNION EUROPEA.- POR EJEMPLO.
PARECE SER QUE A BUSH NO LO VOTARON SOLO LOS YANQUIS, Y QUE LOS VALORES "OCCIDENTALES Y CRISTIANOS" DESAPARECEN A LA HORA DE LAS CONVENIENCIAS O TEMORES.
QUE GUANTANAMO ES UN CENTRO ILEGAL DE TORTURAS, ES UNA REALIDAD QUE NO ESCAPA AL ENTENDIMIENTO DE TODO EL MUNDO, PERO AL PARECER LAS VERDADES DEPENDEN DEL CANTOR QUE ENTONE EN LA ONU, YA QUE NO HA SUSCITADO NI SIQUIERA UN PEDIDO DE INFORMACION.- YA NO LES CONFORMAN LAS FOTOS DE LOS "EXCESOS" O "DAÑOS COLATERALES" AHORA QUIEREN VER LA PELÍCULA  DE "JURASIC PARK" POR COMPLETO.
EL DELEGADO ESTADOUNIDENSE ESGRIMIÓ QUE EL PROYECTO SE TRATABA DE UNA REPRESALIA POLÍTICA,( QUE SERÁN LOS ATAQUES CONTRA CUBA???) PERO SE LE OLVIDÓ RESPONDER ( POR ESO ES EL DELEGADO NORTEAMERICANO) CUÁNDO EE UU PERMITIRÁ A LOS RELATORES ESPECIALES DE LA CDH VISITAR A LOS DETENIDOS EN GUANTANAMO.-
EL DELEGADO DE LOS PAÍSES BAJOS  ADUJO, QUE LA PROPUESTA CUBANA "NO CONTRIBUYE A MEJORAR LA SITUACION DE LOS DETENIDOS EN LA GUERRA CONTRA EL TERRORISMO" (SIC)QUÉ HABRÁ QUERIDO DECIR? EN FIN , " UN FANTASMA RECORRE EUROPA" DIRÍA ÉL.(YA SABEN QUIEN)
LO QUE NO DEJA DE SER PREOCUPANTE Y NO ES UN DATO MENOR, ES SABER SI LA POSTURA DE LA UNION EUROPEA EN LA COMISION DE DERECHOS HUMANOS DE LA ONU ,IMPLICA UN AVAL  EXPLÍCITO A LAS POLÍTICAS BELIGERANTES DEL GOBIERNO NORTEAMERICANO,AÚN EN CONTRA DE LA OPINIÓN DE SUS PROPIOS PUEBLOS.
SI ES ASÍ,AÚN CUANDO SE TRATE DE UNA POSTURA COYUNTURAL,SE PONE EN EVIDENCIA EN MANOS DE QUIENES ESTÁN "LOS DERECHOS HUMANOS", Y EN MANOS DE QUIENES ESTÁN LAS INSTITUCIONES QUE SUPIMOS CONSEGUIR Y EN LAS QUE YA NADIE CONFÍA.
SALUDOS 
MATILDA
 
 


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Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: matilda Enviado: 27/04/2005 07:59
Tortura e impunidad en la "guerra contra el terror"
Reed Brody (*)
Página/12 - Buenos Aires

Mañana se cumple un año desde que el 28 de abril de 2004 se hicieran
públicas las primeras fotografías en las que soldados estadounidenses
aparecen humillando y torturando a detenidos en la prisión Abu Ghraib,
en Irak. Poco después de que las fotografías salieran a la luz, el
entonces secretario de Estado Colin Powell dijo a los líderes
mundiales: "Vean a Estados Unidos. Vean cómo tratamos este asunto.
Vean cómo Estados Unidos hará lo correcto".

Pero Washington no está haciendo lo correcto. Más bien, Washington
practica lo que el gobierno de cualquier república bananera hace
cuando sus abusos son descubiertos: encubrirlos y asignar culpa a los
subordinados.

Cada día hay nuevas evidencias de que el maltrato de prisioneros
musulmanes, lejos de ser un incidente aislado en Abu Ghraib, ocurrió
de manera sistemática en Afganistán, Irak, Guantánamo, Cuba y en
"lugares secretos" alrededor del mundo. Hay casos en Afganistán en que
los detenidos fueron golpeados, mantenidos desnudos y privados de
sueño durante largos períodos de tiempo. Prisioneros de Guantánamo han
sido encadenados en posiciones dolorosas y mantenidos en cuartos
helados e incluso algunos fueron forzados a sentarse en su propio
excremento. Por medio de un programa de "entregas extraordinarias", la
CIA ha enviado sospechosos a países como Egipto y Siria para
someterlos a interrogatorios, y han sido torturados. Otros detenidos
de la CIA simplemente han "desaparecido", mantenidos en lugares
secretos sin notificar a sus familias, sin acceso al Comité
Internacional de la Cruz Roja ni vigilancia de ningún tipo sobre su
tratamiento y, en algunos casos, sin confirmación de su detención.

Esta forma de abuso en varios países no fue el resultado de actos
individuales de soldados que violaron las reglas. Se trata del
resultado de decisiones tomadas por la administración de George Bush
para distorsionar, obviar o desechar esas mismas reglas. El secretario
de Defensa, Donald Rumsfeld, por ejemplo, cuestionó públicamente la
relevancia de las Convenciones de Ginebra y puso en juego métodos
ilegales de interrogación –como el uso de perros guardianes para
aterrorizar a los detenidos– que han surgido una y otra vez en los
informes de abuso. Fue el propio presidente Bush quien, según diversas
fuentes, dio la autorización a la CIA para "entregar" a detenidos y
detener a otros en "lugares secretos".

El gobierno de Estados Unidos es consciente de las serias denuncias de
abuso y torturas en Afganistán desde 2002, y después en Irak. Sin
embargo, ni Rumsfeld ni los otros dirigentes se opusieron a estos
maltratos ni advirtieron que deberían cesar. Al contrario, las
investigaciones de las muertes bajo custodia se han prolongado sin
resolución. Los soldados acusados de crímenes contra los detenidos,
incluyendo todos los casos de asesinatos en Afganistán e Irak, han
eludido el castigo judicial hasta que las fotografías de Abu Ghraib
fueron reveladas el pasado mes de abril.

Con el escándalo que surgió después de las fotografías de Abu Ghraib,
el Pentágono ordenó por lo menos nueve investigaciones diferentes. Dos
de esas investigaciones demostraron que las políticas de interrogación
de Rumsfeld contribuyeron a la tortura y abuso en Irak y Afganistán.
Pero los investigadores no tuvieron las facultades –ni la
independencia– para sacar las conclusiones necesarias ni para asignar
la responsabilidad política y legal a Rumsfeld u otros oficiales que
aprobaron las tácticas ilegales.

Como resultado, sólo unos cuantos soldados de bajo rango, tal como el
suboficial Charles Graner y la soldado de Primera Clase Lynndie
England, que fueron fotografiados en Abu Ghraib, han tenido que
enfrentar cargos criminales. Pero ningún líder civil en el Pentágono,
la CIA u otra parte del gobierno ha sido acusado.
Sin embargo, no son los soldados los que obviaron las convenciones de
Ginebra, los que autorizaron métodos ilegales de interrogación o
aprobaron la "desaparición" y "entrega" de detenidos. Hasta que no se
enjuicie a los oficiales de alto rango que aprobaron o toleraron los
crímenes en contra de detenidos, todas las manifestaciones de "asco"
hechas por el presidente Bush acerca de las fotos de Abu Ghraib no
tendrán significado alguno. La única manera que esto puede suceder es
nombrando un fiscal especial que no dependa de la administración Bush.

Si no hay una asignación real de responsabilidades por estos crímenes,
los responsables de este tipo de atrocidades en todo el mundo
señalarán a este trato de prisioneros por parte de EE.UU. como una
excusa y una legitimación para evitar la crítica a sus propias
conductas. El mundo, por lo tanto, sigue observando –y esperando– para
ver si Estados Unidos "hará lo correcto".

(*) Consejero jurídico de Human Rights Watch y autor de varios
informes sobre los crímenes de los EE.UU. en contra de detenidos.
 

Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: mfelix28 Enviado: 27/04/2005 15:59
"The Guardian" relata los malos tratos que padecen los reclusos en la base de EEUU
Las entrañas de Guantánamo
Tentativas de suicidio, aislamiento absoluto, prohibición de hablar o rezar, inyecciones paralizantes, medicación forzosa, interrogatorios sin fin, tortura mental y traslados brutales.
El periódico británico The Guardian publicó recientemente una descripción de 17 páginas sobre las condiciones de vida en la base de Guantánamo. Durante un mes, el periodista James Meek ha hablado con los pocos presos que han sido autorizados a abandonar la base norteamericana de Cuba. También ha recopilado experiencias de visitantes e internos.
Uno de los testimonios recogidos es el del ciudadano francés Nizar Sasi en una tarjeta que envió a su familia. "Si quieres una definición de este lugar, es que no tienes ningún derecho a tener derechos", explica Sasi, que creció en un suburbio de Lyon y fue detenido cuando luchaba con los talibanes en Afganistán.
Sasi es uno de los 660 presos de la base, donde hay gente de 40 nacionalidades y donde se hablan 18 lenguas. Aunque hablar es un lujo en Guantánamo. "Pasé el primer mes en total silencio", afirma el paquistaní Sha Mohamed, que ya ha sido liberado.
La mayor parte de los prisioneros llegaron a Cuba procedentes del centro de detención de Kandahar en Afganistán. El largo vuelo con escala lo realizaron encadenados al suelo del aparato, con las manos esposadas a la espalda y el cuerpo inmovilizado.
"Una de las cosas que aprendes de los americanos es que son muy violentos cuando están trasladando a gente", afirma Abdul Razaq, un paquistaní profesor de inglés. "Me apretaron tan fuerte las muñecas, que durante dos meses no pude usar la mano derecha. Te agarran por el cuello y te lanzan dentro del avión sin el menor miramiento", añade Razaq. Algunos presos llegaron a Cuba con la nariz rota.
El Camp X-Ray, ahora cerrado, era un campo de concentración en toda la regla. El mundo entero vio las primeras imágenes de los presos, vestidos con monos color naranja, las manos y los pies atados con cadenas, los ojos vendados, la boca amordazada y los oídos tapados.
En la etapa inicial, en Camp X-Ray se prohibió toda práctica del Islam. "Durante el primer mes y medio no nos dejaron hablar con nadie ni nos permitieron rezar en nuestra celda. Sólo nos daban 10 minutos para comer. Cuando quise orar, cuatro o cinco guardianes me golpearon". "Después de un mes y medio, nos declaramos en huelga de hambre", relata Mohamed Saghir, también paquistaní. En algunos casos, los prisioneros fueron obligados a alimentarse a la fuerza. En otras ocasiones, los guardianes utilizaron gas paralizante. Al final, se permitieron los rezos y se distribuyeron ejemplares del Corán.
La vida en la base se desarrolla en pequeñas celdas de dos por tres metros, hechas de malla de alambre, lo que impide toda intimidad. Cada prisionero ha sido interrogado entre 10 y 20 veces, con entrevistas de unos 90 minutos, lo que supone, según The Guardian, 15.000 horas de transcripciones y 200 millones de palabras.
Salvo excepciones, las preguntas son siempre las mismas. "¿Quién es Osama?" "¿Conoces a los líderes de Al Qaeda?" "¿Los has visto alguna vez?" Ninguno de los prisioneros ha hablado de torturas o agresiones durante los interrogatorios. Lo peor de Guantánamo, aseguran los que han salido, es el aislamiento y la incertidumbre. Los presos no saben que ha habido guerra en Irak. Tampoco les han explicado por qué han perdido libertad y si serán procesados o liberados.
El panadero paquistaní Sha Mohamed intentó suicidarse cuatro veces en Guantánamo. En una de las ocasiones, los gritos de sus compañeros de las celdas contiguas alertaron a tiempo a los guardianes.
Mohamed, de 23 años, fue liberado en mayo, sin cargos. Su detención fue un error por el que nadie le ha pedido disculpas. Desde que retornó a su casa en el valle de Swat, tiene pesadillas.
"Lo que tengo más dañado es el cerebro. No me siento bien ni física ni mentalmente. Soy otra persona", declaró a The Guardian.
En Kandahar, primero, y en Guantánamo, después, fue interrogado 10 veces. En el campo de concentración, sus intentos de quitarse la vida comenzaron tras pasar un mes aislado en una celda de castigo, sin explicación alguna. El tratamiento médico consistió en inyectarle, contra su voluntad, una droga que lo dejó paralizado. "Me negué, pero siete u ocho me agarraron y me pusieron la inyección. Estuve paralizado durante un mes, no podía pensar ni hacer nada. Me dieron tranquilizantes y me dijeron que mi cerebro no funcionaba bien. A alguna gente le ponían la inyección cada mes", afirmó Mohamed, que ahora sólo encuentra sosiego cuando sale a pescar. Tras 18 meses de encierro, EU le dio un documento, declarándolo inocente, pero el vuelo de regreso lo hizo encadenado.
El equipo de abogados militares encargado de defender a los detenidos de la base de Guantánamo ha sido destituido por el Pentágono, después de que algunos letrados protestaran por las condiciones en que van a celebrarse los juicios.
La información, que ayer ofrecía en portada el diario londinense The Guardian, coincide con lo expresado por los abogados a la revista neoyorquina Vanity Fair, que se queja de que las normas establecidas para los procesos violan sus obligaciones éticas.
La Administración de George Bush ha ideado unos tribunales especiales llamados "Comisiones Militares", basados en un modelo de principios de la década de los 40, con el que fueron juzgados los saboteadores alemanes durante la II Guerra Mundial. El procedimiento, establecido siete años antes de que se escribiera la Convención de Ginebra sobre prisioneros de guerra, desprecia las leyes del Derecho Internacional y el propio sistema de justicia militar de Estados Unidos.
Las normas de las comisiones militares permiten a los representantes del Gobierno escuchar las conversaciones entre los abogados y sus clientes. Una vez condenado, el preso no tendrá la posibilidad de apelar contra la sentencia ante un organismo independiente.
Los abogados que hablaron con Vanity Fair consideran imposible que se pueda llevar a cabo un juicio justo. Su intención es demandar al Gobierno de Estados Unidos por dictar unas normas ilícitas. El Departamento de Defensa americano ha negado las acusaciones.
En el limbo jurídico 
Desde hace ya casi dos años, 660 prisioneros, sospechosos de vinculaciones terroristas, permanecen encarcelados en la base militar estadounidense de Guantánamo, en la isla de Cuba. Los detenidos se hallan en una especie de limbo jurídico, ya que no han sido acusados formalmente de ningún cargo ni han sido declarados prisioneros de guerra, una figura jurídica bien definida en las leyes internacionales.
La Administración de George Bush optó por denominarles "combatientes ilegales", con el fin de privarlos de sus derechos como prisioneros de guerra.
En el Reino Unido, uno de los más importantes y prestigiosos magistrados del país ha denunciado las violaciones que están cometiendo en Guantánamo. El juez de la Cámara de los Lores, Johan Steyn, poco sospechoso de simpatías terroristas, ha calificado las detenciones de "monstruoso fracaso para la justicia".
"El propósito de retener a los prisioneros de Guantánamo ha sido y es el de colocarles fuera del alcance de la ley, fuera de las protección de los tribunales y dejarlos a merced de los vencedores", ha declarado el magistrado Steyn. 
 

Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: mfelix28 Enviado: 27/04/2005 15:59
AMNISTÍA INTERNACIONAL
Índice AI: AMR 51/001/2005 (Público)
Servicio de Noticias: 002/05
6 de enero de 2005
http://web.amnesty.org/library/Index/ESLAMR510012005
 
Guantánamo: La lucha por nuestros hijos...
Los informes sobre abusos crónicos traen más angustia, pero también nuevos motivos para abrigar esperanzas
por Khalid Al-Odah, padre de Fawzi Al-Odah, detenido en Guantánamo

Todos los días abro el periódico con una persistente aprensión que últimamente ha demostrado estar justificada. Un titular tras otro informa sobre abusos y torturas sistemáticas en la base naval de Guantánamo o los confirma. Mi hijo, Fawzi Khaled Abdullah Fahad Al-Odah, ha estado detenido sin causa en la base desde finales de 2001.
Nuestro consuelo es que estas continuas revelaciones podrían ser una ayuda poderosa para los esfuerzos que se están desplegando a fin de conseguir el debido proceso para Fawzi y para todos los prisioneros de Estados Unidos en Cuba. Como Fawzi, estos hombres jóvenes están privados de libertad sin disfrutar ni el derecho a juicio que las leyes estadounidenses otorgan a las personas acusadas de delitos ni la protección que acuerdan los Convenios de Ginebra a los prisioneros de guerra.
El Comité de Familias de Kuwait, que fundé en enero de 2002 para pedir el debido proceso para los doce kuwaitíes detenidos en Guantánamo, ha contado con el apoyo de Amnistía Internacional, el Comité Internacional de la Cruz Roja, Human Rights Watch y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Todas estas instituciones nos han brindado su amplio y generoso apoyo. Nuestra postura también cuenta con el apoyo de periodistas de todos los sectores del espectro político. Afortunadamente, la Corte Suprema de Estados Unidos ha afirmado claramente el derecho de estos detenidos al debido proceso en tres fallos emitidos en junio de 2004.
Ahora, los informes diarios sobre abusos contra los derechos humanos podrían ayudarnos a dar otro paso adelante.
A medida que, inquietantemente, Guantánamo se va pareciendo cada vez más a Abu Ghraib a los ojos del público, esperamos poder alcanzar al número más elevado y diverso de personas con un coro de protestas tan universal que el presidente Bush no tendrá más remedio que escucharnos. Rezamos para que, por fin, el presidente encuentre cada vez más apoyo a los detenidos de Guantánamo entre muchos más sectores del público estadounidense.
Incluso las voces de sus propios altos funcionarios, pasados y presentes, deben seguir oyéndose claramente. El propio George Tenet, ex director de la CIA, ha admitido por fin que al menos nueve de los doce, entre ellos Fawzi, no han cometido ningún crimen.
Aunque ya en 2002 se especulaba sobre la posibilidad de que estos nueve hombres fueran puestos en libertad, el público debe entender la estrategia política que sostiene a Guantánamo. Muchos de nosotros, tanto kuwaitíes como estadounidenses, consideramos que se ha mantenido deliberadamente a Guantánamo en el centro de atención, en medio de una controversia que el gobierno de Bush acoge con agrado. Mientras el público siga centrando su atención en Guantánamo, seguirá ignorando la existencia de 24 centros de detención secretos, revelada en un informe de Human Rights First.
De cualquier manera, es imprescindible que nuestros motivos sean absolutamente transparentes. Pedimos el debido proceso o la liberación inmediata, conforme a los fallos de la Corte Suprema. Acogeremos con alegría la liberación inmediata, pero aceptaremos el debido proceso, especialmente a la luz de los expedientes judiciales hechos públicos en diciembre de 2004 en los que se confirmaba que los doce kuwaitíes se hallaban en mal sitio en mala hora cuando fueron atrapados por unos cazadores de recompensas que los vendieron a Estados Unidos.
Nuestras pruebas de que estos jóvenes kuwaitíes eran trabajadores de una organización de beneficencia que cumplían con sus deberes religiosos tendrán validez en cualquier tribunal de justicia imparcial.
Fawzi ha participado en actividades de beneficencia en la región desde 1996. Todos los meses de Ramadán recogía donaciones para la construcción de aulas y aljibes. Solía pedirme dinero prestado porque siempre daba el suyo a los demás. Como era profesor de Corán, tenía derecho a vacaciones estivales y, en el año 2000, decidió usar parte de ellas para enseñar en pueblos de Pakistán. Tras su captura, recibimos una carta reenviada por la Cruz Roja de Kandahar en la que decía: "Papá, mamá, no se preocupen por mí. Estoy bajo la custodia de los estadounidenses, que me interrogarán y descubrirán que soy inocente. Regresaré a casa muy pronto".
Después recibimos nueve cartas más, pero no hemos recibido ninguna desde noviembre de 2002. Afortunadamente, una delegación enviada por el gobierno kuwaití creó un canal de comunicación. Los delegados vieron a Fawzi en enero de 2004. En esa fecha, según los informes, tenía buen ánimo y seguía confiando en que un día lo dejarían en libertad.
Pero cuando regreso a casa del trabajo encuentro a mi mujer llorando en un rincón. No sé qué hacer. Trato de consolarla pero, a veces, me despierto en medio de la noche y la encuentro en la habitación de Fawzi. "No debemos abandonar esta habitación, debemos mantener su calor hasta que él regrese", dice.
Todas las familias están sufriendo grandes padecimientos. Para algunas de ellas, el cabeza de familia está atrapado en Guantánamo. Seis de los doce hombres están casados y tienen hijos. Afortunadamente, el gobierno kuwaití ha proporcionado alguna ayuda económica. Todos nos apoyamos y ayudamos los unos a los otros. Y seguimos luchando, en los tribunales, en los medios de comunicación, a través de canales diplomáticos oficiales, en nuestro sitio web (kuwaitifreedom.org) y en colaboración con organizaciones como Amnistía Internacional.
Nos alienta también el reciente fallo histórico emitido en la causa de Salim Ahmad Hamdan en el que se afirman los derechos que le asisten conforme a los Convenios de Ginebra. La decisión del juez James Robertson representa un clavo en el ataúd de la comisión militar y su terca insistencia en que los detenidos de Guantánamo entran en una categoría única de la humanidad: ni delincuentes acusados ni prisioneros de guerra. El derecho común, que es el régimen jurídico aplicable en Estados Unidos, dice que la decisión del juez Robertson se aplica también a otros detenidos. Se trata, obviamente, de una herramienta útil en nuestro arsenal jurídico.
Parece, pues, que al menos una de las tres ramas del gobierno estadounidense está cumpliendo con sus obligaciones. Pero, como indica la aparente indiferencia del presidente frente a los fallos de la Corte Suprema, un clavo no es suficiente. El ataúd en el que esperamos poder enterrar esta continua distorsión de la justicia estadounidense necesita muchos clavos como éste.
Hoy, mientras escribo, los progenitores de los kuwaitíes tienen una serie de preocupaciones prácticas de carácter urgente. En un fallo emitido en octubre por una corte federal se concedió a mi hijo y a otros dos detenidos el derecho a mantener una entrevista no supervisada con sus abogados. Tememos que nuestros hijos no confíen en ellos, ya que algunos funcionarios de Guantánamo se han hecho pasar por abogados para obtener información. Los funcionarios también se han hecho pasar por representantes de la Cruz Roja.
Hemos escrito a mano cartas introductorias que ayudarán a nuestros abogados a superar este problema, porque en ellas nuestros familiares reconocerán nuestra letra. También hemos preparado un vídeo en el que se muestra a los familiares reunidos con los abogados. Quiero que el pueblo estadounidense sepa que no tuvimos más remedio que recurrir a estos extremos, aunque más no sea como otro indicio más del clima totalitario que reina en Guantánamo.
Como Ana Frank durante los oscuros días de los campos de concentración nazis, sigo creyendo que la mayoría de la gente es buena. Habiendo combatido en la Guerra del Golfo junto a tropas de Estados Unidos, creo que el pueblo estadounidense es especialmente bueno y compasivo. El pueblo estadounidense y el pueblo kuwaití están unidos por estrechos lazos, o por lo menos lo estaban. Mi temor es que los actos políticos del gobierno de Bush destruyan esos lazos, que es exactamente lo que quieren los terroristas.
El Comité de Familias de Kuwait ha hecho todos los esfuerzos posibles para transmitir su mensaje al pueblo estadounidense, pese a que no podemos hacerlo en suelo de Estados Unidos, ya que no nos conceden el visado. Hemos organizado marchas en Londres, donde el apoyo popular a nuestra causa es considerable. Cada vez que marchamos, llevamos cintas amarillas. Confío en que el pueblo estadounidense reconozca en ese símbolo perdurable el vínculo entre nuestra dignidad humana y la suya.
Este artículo ha sido escrito por un colaborador externo y no refleja necesariamente la postura de Amnistía Internacional.
Para más información, sírvanse dirigirse a:
http://www.kuwaitifreedom.org ">Project Kuwaiti Freedom


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