MARIELA PÉREZ VALENZUELA Un quinquenio después de que los Jefes de Estado y de Gobierno de 189 países se comprometieron a impulsar el desarrollo, erradicar la pobreza y alcanzar la sostenibilidad ambiental, entre otras metas del Milenio, Cuba muestra avances relevantes en sus cumplimientos, a diferencia de la mayoría de los firmantes, algunos con alto nivel de desarrollo. Cuba había hecho suyos esos actuales propósitos internacionales desde el triunfo de la Revolución (1959) y algunas de las Metas se alcanzaron incluso antes de que en la Cumbre de las Naciones Unidas (ONU) del 2000 se trazaran ocho objetivos de desarrollo para el 2015. El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a la Isla, la desaparición del campo socialista europeo, que acarreó una reducción de los recursos disponibles, unidos a otros retos que la nación debió enfrentar, no detuvieron el programa revolucionario de beneficio popular. La ejecución de programas como el Materno Infantil, de Atención a Discapacitados y de Seguridad Alimentaria, y otros más recientes para elevar la cultura general integral y alcanzar el pleno empleo, entre otros propósitos, tienen su explicación en que para el Gobierno revolucionario el desarrollo humano siempre ha sido prioritario. En cambio, a los países ricos les falta interés y voluntad política para asumir la responsabilidad que contrajeron en el 2000, cuando, en el contexto de la ONU, se comprometieron a reducir a la mitad la pobreza extrema y el hambre imperantes en el pleneta, lograr la enseñanza primaria universal y la igualdad entre los sexos, en el año 2015 o antes. Asimismo, disminuir la mortalidad infantil y materna; detener la propagación del VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades; garantizar la sustentación del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo. Poco les interesa a los países ricos, encabezados por Estados Unidos, impulsar el cumplimiento de esas Metas. De ahí que ahora traten de impedir que la Asamblea General de Naciones Unidas, reunida hasta el próximo viernes en Nueva York, examine cómo se ha cumplido. Cuba, por su parte, demostrará con ejemplos concretos en la ONU cuánto es capaz de hacer un país pequeño, pobre y bloqueado, cuando existe voluntad política. Sin importar su origen social y el color de su piel, los cubanos, los de menores o mayores ingresos, se benefician por igual de la atención de salud gratuita y de una educación general con posibilidades de seguir estudios superiores, con las ventajas de los programas para la formación de trabajadores sociales o los cursos de superación integral para jóvenes desvinculados. Este año, el Gobierno incrementó el salario mínimo, medida que benefició a 1 657 191 trabajadores, así como un grupo de pensiones de Seguridad y Asistencia Social. Igualmente se elevó el salario de los sectores de la Salud y la Educación. Prácticamente el 100 % de los niños están matriculados en la enseñanza primaria y en el interés de perfeccionar cada vez más la educación y la preparación de los educandos, se introdujo el estudio de nuevas materias desde edades muy tempranas. Uno de los objetivos de desarrollo de la Cumbre del Milenio del año 2000 fue promover la igualdad de género. En ese sentido, Cuba fue el primero en suscribir y el segundo en ratificar la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer. El 66 % de los profesionales y técnicos ocupados en el 2004 eran mujeres; el 41,5 % de los graduados de la enseñanza técnica y profesional y el 63% de la universitaria eran muchachas, y su promoción a cargos de dirección es cada vez mayor. Nada hay más importante en Cuba que un niño. Durante estos años los científicos cubanos lograron importantes vacunas que protegen a los pequeños de más de una decena de enfermedades. Diez tipos de vacunas los amparan contra 13 dolencias transmisibles, como el tétanos y la hepatitis B, La tasa de mortalidad infantil fue de 5,8 por cada mil nacidos vivos en el 2004, la más baja de América Latina y al nivel de los países desarrollados. De igual forma, Cuba resalta en la región por sus niveles de maternidad sin riesgo. Según el Informe sobre Desarrollo Humano 2004, el nivel de la tasa de mortalidad materna el pasado año fue de 38,5 por 100 000 nacidos vivos, entre las más bajas de Latinoamérica. El combate al SIDA, enfermedad que mata a millones de personas en el mundo todos los años, es una cuestión priorizada en la Isla, donde en 1986 se inició un programa de Prevención y Control, que permite considerar a la epidemia de baja transmisión. A diferencia de otros países del orbe, como Estados Unidos, que de forma irracional e irresponsable resta importancia a la protección del medio ambiente, existe en Cuba una política ambiental nacional. El desarrollo en el país de un programa forestal, la ley sobre áreas protegidas (eran 35 el pasado año, algunas con reconocimiento internacional), y la educación ambiental son ejemplos de la importancia que se otorga a la protección del medio ambiente y al uso racional de los recursos naturales, también objetivos del Milenio. El país igualmente trabaja desde hace varias décadas en un programa nacional para extender los servicios de agua potable. Desde hace 10 años logró la Meta del Milenio de reducir a la mitad, para el 2015, el número de quienes carecen de acceso fijo al agua potable. Organismos internacionales calculan que en el mundo una persona de cada cinco vive sin acceso a agua potable, y dos de cada cinco no disponen de saneamiento básico. Otro de los compromisos asumidos por los Jefes de Estado y de Gobierno en la Cumbre del 2000 fue la creación de alianzas globales para el desarrollo. En esa ocasión, los países industrializados concordaron en apoyar a las naciones pobres en el cumplimiento de los planes hasta el 2015 mediante la donación del 0,7 % del PIB como ayuda oficial al desarrollo, un asunto de vital importancia aún pendiente. A pesar de ser un país en desarrollo, Cuba tiene una enorme vocación solidaria. En la actualidad mantiene relaciones de colaboración con 155 países. Al concluir el 2004, más de 35 724 cubanos trabajaban en unos 109 países; entre ellos, 23 896 colaboradores de la salud en 70. Jóvenes de muchos países estudian diferentes carreras universitarias en Cuba. En agosto último tuvo lugar la primera graduación de la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas y el Programa Integral de Salud se desarrolla actualmente en 28 países de América Latina, el Caribe, África y Asia. |