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General: A ALLENDE LO MATARON LAS RATAS!!!!??
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Respuesta  Mensaje 1 de 5 en el tema 
De: Cacique_Indio  (Mensaje original) Enviado: 09/11/2005 23:25
TODO EL MUNDO CREIA QUE ALLENDE SE SUICIDO, PERO AL PARECER NO FUE ASI, CASTRO Y SUS RATAS DEL G2, PARECE QUE HICIERON UN BUEN TRABAJO TAPANDO LA COSA, QUISIERA QUE ALGUNO DE LOS FORISTAS SERIOS DE ESTE GRUPO ME DIJERA DONDE PUEDO CONSEGUIR INFORMACION SOBRE EL ARTICULO O LIBRO QUE DETERMINA QUE A ALLENDE LO MATARON LAS RATAS CASTRISTAS.
 
SALUDOS Y GRACIAS.


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Respuesta  Mensaje 2 de 5 en el tema 
De: mfelix28 Enviado: 10/11/2005 05:59

Si buscas en cualquier web gusana encontrarás hasta que Fidel mató a Juan Pablo I.

Pero ¡ perdona! eso es muy complicado para tí.

Además esas cosas están hechas para escualidos y gusanos que tragais dde todo,

Algo tendrá que ver que en diciembre hay elecciones en Chile.

Ya te lo explicaré con tiempo, además llegas con retraso, como siempre Gran Jefe, ya salió el desmentido del implicado:

En la propia Cubanet, ¡ que brutos sois los escualidos!

http://www.cubanet.org/CNews/y05/nov05/07o13.htm

Nuevas revelaciones en Francia: Se diluye versión sobre asesinato de Allende

Sobrina de Patricio de la Guardia rechaza el relato de un agente cubano que acusa a su tío de la muerte del ex Mandatario.

Erika Lüters Gamboa, Andrea Desormeaux. El Mercurio, Chile, 07 de noviembre de 2005.

Como una historia delirante y absolutamente falsa califica Ileana de la Guardia, sobrina de Patricio de la Guardia, el relato hecho por un supuesto ex agente cubano que se hace llamar Juan Vives, en el cual acusa a su tío de ser el presunto autor material de la muerte de Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973.

La narración de lo que él dice aconteció en La Moneda forma parte del libro "El magnífico", en el que cuenta su experiencia como integrante de la seguridad del Estado cubano. La misma historia fue recogida por el periodista francés Alain Ammar en "Cuba Nostra. Los secretos de Estado de Fidel Castro", basándose en el relato del cubano. Ambos libros fueron publicados recientemente en Francia.

Desde París, donde vive junto a su esposo, Jorge Masseti, desde noviembre de 1990, Ileana de la Guardia afirma a "El Mercurio" que, según su investigación, la verdadera identidad de Vives es Andrés Alfaya Torrado, nacido el 4 de junio de 1945.

El cubano, en conversación telefónica con "El Mercurio", confirmó que ese era su verdadero nombre y que el seudónimo de Juan Vives lo adoptó en 1980.

Ileana, quien es hija de Antonio de la Guardia, fusilado en la isla en 1989 acusado de narcotráfico, sale en defensa de su tío "molesta porque se le dé credibilidad a una persona que dice haber hecho y haber estado en ciertos lugares sin que esto concuerde con su biografía real".

Actualmente, Patricio de la Guardia (65) -quien llegó a ser uno de los combatientes de mayor confianza de Castro- cumple una condena de 30 años que le fue impuesta durante el mismo juicio en el que se condenó a muerte a su hermano gemelo. "Patricio no puede defenderse. Cada vez que recibe un llamado de la prensa internacional significa para él un endurecimiento de sus condiciones. Ahora, por lo que sabemos, está en arresto domiciliario. Nosotros preferimos no llamarlo para que no lo encierren nuevamente, como ya ha ocurrido", explica.

Con el que sí tiene comunicación Ileana es con un hijo de De la Guardia que vive en el extranjero. "A su hijo le aseguró que él nunca ha hablado con Juan Vives (o Alfaya), que no sabe quién es y que nunca había oído hablar de él en Cuba".

"Lo único que Patricio hizo fue sacar a la mayor cantidad de gente y proteger la embajada de Cuba en Santiago, que estaba a su cargo. En ningún momento mató a nadie y menos a Salvador Allende. Para mi tío todo esto es una barbaridad, una mentira", asegura Ileana.

La sobrina de De la Guardia también descalifica la versión que el periodista Ammar entrega en su libro sobre los acontecimientos ocurridos en 1973 en La Moneda.

"En ambas publicaciones, toda la parte relacionada al golpe militar en Chile se da a entender que todo fue culpa de los cubanos, como si los responsables del golpe militar no hubieran existido. Creo que es una maniobra bien burda y baja; pone a Allende como un cobarde y a los chilenos que estuvieron a su alrededor también", enfatiza.

Amigo de infancia

Al desmentido de Ileana se suma desde España el reconocido poeta y periodista disidente cubano Raúl Riveros, quien fue amigo de infancia de "Andresito", como él lo llama. "Él no se alzó contra Batista, ni alcanzó en esa guerrita ningún grado militar porque en esa época nos dedicábamos, allá en Morón, a jugar baloncesto y a tomar Coca-Cola de a medio (cinco centavos) en los bares y cantinas del pueblo. Leíamos a Salgari y los muñequitos de El Llanero Solitario, tendríamos 14 ó 15 años y estábamos en el primer año de bachillerato", recuerda.

Luego en La Habana, "durante los sesenta y setenta, vi también a menudo a Andrés siempre como un tranquilo estudiante de francés y después como traductor en el Minrex (Ministerio de Relaciones Exteriores)", prosigue Riveros.

Pero ¿qué interés tiene Alfaya en acusar a De la Guardia? "Puede que haya algo o alguien detrás de todo esto, gente que tenga temor del rol que pueda jugar mi tío en determinado momento. Puede ser por dinero, por ganar notoriedad, no lo sé", expresa Ileana.

Riveros cree que "Andresito ha utilizado fragmentos de historias que le contaron o se imaginó, para hacerse una vida heroica o apasionante o apasionadamente heroica", remata.

TESIS

LA VERSIÓN dice que Allende no se suicidó, sino que fue asesinado por un agente cubano por órdenes de Castro para impedir que el Mandatario se entregara o asilara.

© El Mercurio S.A.P


Respuesta  Mensaje 3 de 5 en el tema 
De: Cacique_Indio Enviado: 10/11/2005 11:59
JOLIINES MENTIROSO FELIX, DIJE "FORISTAS SERIOS", PERO EN FIN SE OS AGRADECE, AUNQUE YO EN ESE DESMENTIDO NO PUEDO CREER EN VEZ DE DESMENTIDO, POS CREO QUE UN MENTIDO, YA QUE VINIENDO DE VOS Y SIENDO ACEPTADO POR VOS Y VOS NO TENEIS CREDIBILIDAD.
 
VALE, TRATARE DE BUSCAR INFORMACION UN POCO MAS CREIBLE, CUYA FUENTE NO TENGA NADA QUE VER CON LAS RATICAS.
 
SALUDOS Y PODER INDIGENA!!!!!! 
FUERA CASTRO!!!!
 
P.D., PARA LOS IGNORANTES QUE HABLAN DE QUE EN CUBA NO HAY INDIGENAS: PODER INDIGENA: (AUNQUE EN CUBA NO HAYA INDIGENAS, PERO LOS HUBO, TAINOS, CARIBES, ARAWACOS Y HA QUEDADO EN LA SANGRE DE LOS CUBANOS)

Respuesta  Mensaje 4 de 5 en el tema 
De: matilda Enviado: 10/11/2005 17:59

Testimonio de Beatriz, hija de Allende


Nunca Beatriz Allende había tenido que enfrentar a una multitud como la que la escuchó y aplaudió ese día en la Plaza de la Revolución. Fidel tuvo que arreglar los micrófonos, demasiado altos para ella. Sólo en muy breves instantes su voz se quebró, en un momento giró la cara y el Comandante Fidel Castro le entregó un gesto de solidario aliento y le dijo: «Vas bien. Un poco más despacio. » 

La narración de Beatriz, que a pocas horas de los sucesos habló ante más de un millón de personas de su padre asesinado, es un ejemplo hasta en su estilo: sobrio, distanciado, donde una militante revolucionaria habla de su padre como de otro militante, únicamente refiriéndose al «compañero presidente». Beatriz Allende dijo textualmente:

No vengo a pronunciar un discurso, vengo sencillamente a decirle a este pueblo solidario y fraterno cómo fueron las horas que vivimos en el Palacio de la Moneda en la mañana del día 11 de septiembre.

Vengo a decirles a ustedes cuál fue la actitud, cuál fue la acción y cuál fue el pensamiento del compañero presidente Salvador Allende bajo el ataque de los militares traidores y fascistas.

El pueblo cubano, desde luego, conoce la realidad, pero en muchos otros países la campaña de mentiras levantadas por la junta fascista y secundada por las agencias del imperialismo norteamericano pretende correr una cortina sobre los hechos que ocurrieron en La Moneda, trinchera de combate del presidente Allende.

Vengo a ratificarles que el presidente de Chile combatió hasta el final con el arma en la mano. Que defendió hasta el último aliento el mandato que su pueblo le había entregado, que era la causa de la revolución chilena, la causa del socialismo.

El presidente Salvador Allende cayó bajo las balas enemigas como un soldado de la revolución, sin claudicaciones de ningún tipo, con la absoluta confianza, con el optimismo de quien sabe que el pueblo de Chile se sobrepondría a cualquier revés y que lucharía sin tregua hasta conquistar la victoria definitiva.

El cayó con invariable confianza en la fuerza de su pueblo, con plena conciencia del significado histórico que habría de tener su actitud al defender con su vida la causa de los trabajadores y de los humildes de su patria.

Pero hay algo más: Cuba y Fidel estuvieron presentes en sus palabras y en su corazón en aquellos instantes difíciles. Fuimos testigos de su lealtad hasta la muerte, de los lazos de profundo afecto que lo ataban a este pueblo, a su revolución y a su comandante en jefe, Fidel Castro.

Prácticamente todo el último mes que precedió al golpe del 11 de septiembre lo vivimos en guardia permanente. Apenas pasaba un día sin que surgieran rumores de alzamientos militares y de golpes de estado.

Esa mañana del martes 11 recibimos noticias inquietantes y supimos que el presidente Allende muy temprano había marchado hacia Palacio. Hacia allá nos dirigimos aún sin conocer la magnitud de lo que estaba ocurriendo.

Fue sólo en el trayecto hacia La Moneda, al tener que sortear en varias oportunidades las barreras de Carabineros, quienes en franca actitud hostil impedían el paso hacia la casa de gobierno, lo que nos hizo comprender la gravedad de la situación.

Logramos llegar a La Moneda aproximadamente faltando diez minutos para las nueve. En su interior estaba la guardia normal de Carabineros, los cuales tenían a su cargo la protección de Palacio. No obstante, antes de entrar al edificio habíamos visto a carabineros de los alrededores en plan de rendición o de plegarse al golpe.

En La Moneda confirmamos de inmediato que se trataba de un golpe de estado completo con la participación de las tres ramas de las Fuerzas Armadas y Carabineros.

Dentro del edificio el clima era de actividad combativa, apoyaban al presidente un grupo mayor que lo habitual de compañeros de su seguridad personal, los cuales habían ocupado sus puestos de combate. Se había distribuido el escaso armamento pesado. Además, se integró un grupo del Servicio de Investigaciones que siempre trabajó en coordinación con los compañeros de seguridad personal.

Se encontraban también un grupo de ministros, subsecretarios, exministros, técnicos, personal de prensa y de radio. Estaban presentes médicos, enfermeros, personal de la planta administrativa de La Moneda, los que no quisieron abandonar el lugar, decidiéndose a combatir junto a Allende. Estaban, por último, sus colaboradores más cercanos. De todos éstos, once eran mujeres.

Al pasarle una de las numerosas llamadas telefónicas que se estaban recibiendo, lo vi por primera vez en ese día. Estaba sereno, escuchaba con tranquilidad las diferentes informaciones que se le entregaban y daba órdenes y respuestas que no admitían discusión.

Personalmente había recorrido ya y recorrería en varias ocasiones más los puestos de combate corrigiendo la posición de fuego de algunos compañeros.

Pronto se iniciaría el fuego de infantería, el ataque de los tanques y de la artillería golpista sobre el Palacio Presidencial. Nuestros compañeros respondían con sus armas.

Supimos que desde temprano los militares golpistas conminaban repetidamente al presidente para que se rindiera, pero él rechazó siempre en forma tajante e inapelable todos los ultimátums que le hicieron los golpistas.

Jamás le observamos dudar un solo instante. Por el contrario, siempre reafirmaba su decisión de combatir hasta el final y de no entregarse a los militares traidores, a los que ya llamaba por sus nombres: fascistas.

También supe que desde por la mañana había recibido visitas y continuaría recibiendo llamadas de los partidos de la Unidad Popular y del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, manifestándoles sus decisiones de combatir.

Le llamó por teléfono en varias ocasiones uno de los generales traidores llamado Baeza. Supe también que le habían ofrecido un avión donde podía irse con su familia y colaboradores para el lugar donde él quisiera. El presidente les respondió que como generales traidores no podían conocer lo que era un hombre de honor, despidiéndolos, indignado, con tan fuertes palabras que no pudiéramos repetir aquí.

El presidente tomaba medidas para librar un combate largo, se desplazaba continuamente de un lugar a otro. Pidió se revisaran los lugares más seguros para proteger a los combatientes de los futuros bombardeos aéreos. Se informaba de la cantidad de alimentos y agua almacenada.

Impartió órdenes de que el grupo médico tuviese listo el pabellón quirúrgico para atender a los heridos. Designó a un compañero para que agrupara a las mujeres y llevarlas a un lugar seguro mientras se les convencía de que debían abandonar La Moneda.

Pidió que se quemara la documentación, incluso la personal, que pudiera comprometer a otros revolucionarios. Envió hacia el exterior a tres compañeros, dos de ellos mujeres, a cumplir una misión en favor de la futura resistencia.

Ya en aquellos momentos supimos que los carabineros destinados a la protección de Palacio se habían plegado a la junta fascista.

Pude después conversar un momento a solas con el presidente. Me dijo otra vez que iba a combatir hasta el final. Que para él estaba sumamente claro lo que iba a pasar, pero que tomaría las medidas para que el combate se librara de la mejor forma. Que iba a ser duro, en condiciones desventajosas. Sin embargo, agregó que era consciente de que ésa era la única actitud que le cabía como revolucionario, como presidente constitucional, defendiendo la autoridad que el pueblo le había entregado. Y al no rendirse ni entregarse jamás, dejaría en evidencia a todos los militares traidores y fascistas.

Manifestó su preocupación por las compañeras que estaban allí, por su hija Isabel. Que todas deberían salir del palacio y además preocuparnos de mamá, porque se estaba combatiendo en Tomás Moro y ella se encontraba allí.

Me dijo luego que se sentía en cierto modo aliviado de que este momento hubiese llegado, porque así las cosas quedaban definidas y quedaba liberado de la incómoda situación que lo había mortificado en los últimos tiempos, en que mientras era el presidente de un gobierno popular, por otro lado las Fuerzas Armadas, valiéndose de la llamada Ley de Control de Armas, venían reprimiendo a los obreros, allanando industrias y vejando a sus trabajadores. Esto ya me lo había dicho antes.

Su presencia de ánimo era extraordinaria, con gran disposición de combatir. En sus palabras se reflejaba la serena visión de los acontecimientos y del rumbo que necesariamente habría de tomar la lucha revolucionaria.

Planteó que lo importante era la conducción política futura. Asegurar una dirección unitaria de todas las fuerzas revolucionarias; que los trabajadores iban a necesitar una conducción política unitaria. Que por eso él no deseaba allí sacrificios estériles e inútiles; que habría que esforzarse por lograr esa dirección política unitaria que encabezara la resistencia que comenzaba ese día, y que para ella se necesitaría una acertada conducción política.

Prácticamente esto mismo les planteó a los ministros y colaboradores, a los cuales reunió en el Salón Toesca. Les reiteró una vez más su decisión de defender con su vida la autoridad presidencial. Agradeció la colaboración de ellos durante esos tres años, ordenando a los hombres que estuvieran armados a retomar un puesto de combate, y a los que estaban desarmados, que lo ayudaran, primero a convencer a las mujeres que debían abandonar La Moneda, y luego hacerlo ellos, porque no quería sacrificios inútiles, cuando lo importante iba a ser la organización y la dirección de la clase trabajadora.

Allí fue la última vez que vi a uno de sus amigos y colaboradores más cercanos, el amigo de la revolución cubana, el compañero periodista Augusto Olivares, quien iba arma en mano a ocupar su posición de fuego.

Las mujeres y otros compañeros pasamos los últimos ratos cerca del pabellón quirúrgico y en el único pequeño local subterráneo, donde se almacenaba papel. El presidente llegó hasta allí con su casco militar verde olivo. Empuñaba un fusil automático AK que le había regalado el comandante Fidel con la leyenda: «A mi compañero de armas».

Se avecinaba el bombardeo aéreo. Los aviones pasaban haciendo vuelos rasantes. En forma enérgica nos ordenó, sin más dilación, que las compañeras deberían abandonar de inmediato el palacio. Se fue dirigiendo a cada una de nosotras en forma individual explicándonos el porqué seríamos más útiles afuera y del compromiso revolucionario a cumplir.

Volvió a plantear que lo importante era la organización, la unidad y la conducción política de su pueblo.

A mi me reprochó que estuviera ahí con este embarazo, que mi deber era irme junto a los compañeros de la embajada de Cuba. Me hizo saber que había sufrido como en carne propia las provocaciones y agresiones de que habla sido víctima la representación diplomática cubana en los últimos meses. Que creía que ese día iban a ser provocados, que podría haber combate. Y que por eso debería estar junto a ellos.

Personalmente nos condujo hacia la puerta de salida por la calle Morandé. Ahí tomó la decisión de pedir un alto al fuego y un jeep militar para que las compañeras pudieran salir sin problema. Minutos antes había barajado la posibilidad de que nos tomaran como rehenes para exigirle una vez más su rendición. Pero nos dijo que de ser capaces de hacer eso, no lo harían vacilar; que, al contrario, ésta sería una prueba más ante el pueblo chileno y el mundo entero hasta dónde llegaba la traición y el deshonor del fascismo y que esto sería para él un motivo más para combatir.

Así lo dejamos justo antes de iniciarse el bombardeo aéreo, combatiendo junto a un pequeño grupo de revolucionarios, donde también quedaba, una compañera que se ocultó para combatir con ellos. Y ésta es, compañeros, la imagen que conservo del presidente; ésta es la imagen, queridos hermanos de Cuba, que quisiera hoy dejar en la mente y en el corazón de cada uno de ustedes.

Imagen que se levanta con orgullo revolucionario en esta plaza, donde hace sólo unos meses alzó su voz emocionada para traerles el mensaje solidario y agradecido de nuestra patria, de nuestros trabajadores, de sus niños, mujeres y ancianos.

En este acto solidario con Chile quisiera decirles lo que me pidió les trasmitiera a ustedes.

Me lo confió en La Moneda bajo el combate: dile a Fidel que yo cumpliré con mi deber.

Dile que hay que lograr la mejor conducción politica unitaria para el pueblo de Chile.

Señaló que se iniciaba ese día una larga resistencia y que Cuba y los revolucionarios tendrían que ayudarnos en ella.

Hoy, desde este territorio libre en América, podemos decirle al compañero presidente: tu pueblo no claudicará, tu pueblo no plegará la bandera de la revolución; la lucha a muerte contra el fascismo ha comenzado y terminará el día en que tengamos el Chile libre, soberano, socialista por el que combatiste y entregaste tu vida.

Compañero presidente, ¡venceremos!

Este testimonio fue extraido del libro "Grandes Alamedas: El combate del presidente Allende", del autor Jorge Timossi, publicado en La Habana 1974.


Respuesta  Mensaje 5 de 5 en el tema 
De: Cacique_Indio Enviado: 10/11/2005 17:59
ILEANA DE LA GUARDIA ES SOBRINA DE DE LA GUARDIA Y TRATARA DE DEFENDERLO Y EL POETA RIVERO, SE VE QUE FUE AMIGO DE DE LAGUARDIA, AUNQUE ES BASTANTE SERIO, NINGUNO DE LOS DOS ESTUBO EN EL LUGAR Y EL TIEMPO EN DONDE SUPUESTAMENTE ALLENDE SE SUICIDO.
 
EN FIN, "MENTIROSO FELIX", SEGUIRE INVESTIGANDO DE FUENTES MAS CREIBLES Y SI DESCUBRO QUE ES FALSO LO DE ALLENDE, POS OS DARE LA RAZON, NO TENGO NIGUN EMPACHO, SOLO BUSCO LAVERDAD, COMO SIEMPRE LO HE HECHO, RECORDAD QUE SOY LIBRE COMO YA OS DEMOSTRE EN  OTRAS OPORTUNIDADES, COSA QUE VOS NO SOIS, YA QUE, COMO HA QUEDADO DEMOSTRADO,  SOIS UN SERVIL ADORADOR DEL DICTADOR GENOCIDA DE CUBA.
 
P.D. : SUPONGO QUE VOS ACEPTAÍS TODA LA VERSION DE CUBANET, DE RIVERO Y DEL MERCURIO Y NO SOLO LO QUE OS CONVIENE, ES DECIR, ACEPTAIS QUE EN CUBA HAY TORTURAS Y PRISIONEROS POLITICOS Y EJECUCIONES POLITICAS.
 
SALUDOS RATICA.


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