A propósito del aniversario 45 del MININT José Antonio Fornaris, Cuba Verdad LA HABANA, Cuba - Junio (www.cubanet.org) - El pasado 6 de junio el Ministerio del Interior de Cuba celebró su aniversario 45. Los medios de comunicación dieron amplia cobertura a la efemérides. La televisión destacó el acto central conmemorativo, donde un general de ese cuerpo armado afirmó en su discurso que todos los cubanos somos miembros del Ministerio del Interior. Según él, esas palabras pertenecen a Fidel Castro. Nunca había visto al Ministerio del Interior desde ese ángulo, pero el planteamiento puede resultar interesante. Así las cosas, cuando la policía detiene en la vía pública, sobre todo en zonas por donde transitan los turistas, a los jóvenes negros, varones y hembras, para exigirles que se identifiquen, lo están haciendo contra sus propios colegas. O cuando en un centro de detención golpean a un detenido, están golpeando a un homólogo. También, lógicamente, son miembros del Ministerio del Interior los casi cien mil cubanos que se encuentran recluidos en las prisiones de la Isla. De esa forma, además, los miles que cada año emigran de Cuba son parte de esa institución armada. A su vez, son muchos los que no han recibido por años los módulos que periódicamente se les entrega a los miembros de esa entidad; además de que suman millones los que nunca han ido a los centros de recreación que, lógicamente, posee ese ministerio, y donde los artículos que se consumen tienen precios simplemente simbólicos. Hay que resolver esa situación. Al margen de las palabras del general, que sólo eran propaganda política, tenemos que a uno de los hombres que fue pilar fundamental de ese ministerio, el ex ministro y General de Brigada José Abrantes, no se le mencionó en el acto para nada. Precisamente fue Abrantes quien pronunció el discurso clausura en el acto por el aniversario 28 del Ministerio del Interior. En aquel momento, 6 de junio de 1989, el ministro señalaba: "Como en ningún otro instante experimentamos la certeza de que el país avanza por el camino correcto. Al igual que todos los revolucionarios, vemos con entusiasmo y admiración cómo triunfan las ideas de Fidel, cómo ellas se transforman en avances concretos, y cómo, a pesar de todas las dificultades, estamos haciendo más que nunca con menos recursos". Más adelante aseguraba: "Los delincuentes y el lumpen se identifican cada día más como reserva e instrumento de la contrarrevolución., y aunque inconscientemente, sirven a los fines de ésta". Meses después, el general Abrantes fue condenado a 15 años de cárcel por "corrupción y descomposición en la propia dirección del Ministerio del Interior". En relación con esos hechos, un extenso editorial del diario Granma afirmaba: "El ministro del Interior, no obstante sus delicadísimas tareas, carecía de un sistema de contrainteligencia interior. Es decir, la dirección política y estatal, entre otras fuentes, se informaba del reto del país y del mundo por medio del MININT, pero sabía muy poco de lo que pasaba realmente en el propio ministerio". Al final, el editorial aseguraba: "En nuestro país, como justamente expresara el Comandante en Jefe Fidel Castro, no puede haber dos mundos, sino uno solo: el mundo de los trabajadores. No puede haber dos verdades: la verdad de la batalla heroica por el desarrollo y contra las dificultades, que libra nuestro pueblo, y la verdad de camarillas privilegiadas, venales y derrochadoras". Hace 19 años que se publicó el editorial, y parece que todo está igual. O peor, porque hace pocos meses Fidel Castro dijo que la situación del robo generalizado y la galopante corrupción podrían dar al traste con la revolución; es decir, con el régimen. Pero los dos mundos también están presentes en otros sensibles temas de la realidad nacional, y así vemos cómo a los cubanos no se les permite alojarse en los hoteles de su país, y cómo es de enorme el apartheid político imperante, pues sólo los que apoyan a los gobernantes incondicionalmente pueden tener participación en la vida política de la nación. Los que piensan diferente son tratados como seres humanos de segunda clase. El régimen es débil y basa su seguridad en su cerrada ideología y en su política de exclusión. No obstante, en este aniversario 45 del MININT, soy de los que piensa que en ese ministerio hay personas inteligentes y con mucha información sobre la realidad actual del mundo. Circunstancia que los convierten en personas útiles para trabajar en las vías que conduzcan al bienestar general de la población cubana. |