Los habaneros, acostumbrados a ser anfitriones de numerosos encuentros internacionales, saben cómo continuar con sus actividades diarias sin que los numerosos séquitos de alto nivel, las múltiples actividades colaterales o el sistema de seguridad, que cubren la ciudad en el eje este-oeste del litoral capitalino, sean un obstáculo para su vida normal La municipalidad ha aprovechado la ocasión para remozar el aeropuerto internacional, reparar más de veinte de sus principales avenidas y 1.200 edificaciones. Casi todos los hoteles han sido acondicionados para acoger a los 3.000 participantes entre delegados, periodistas e invitados.
Los ministros de Exteriores y responsables de alto nivel de los países miembros avanzan en estos momentos en la redacción final de los documentos y resoluciones que deben aprobarse en la reunión de presidentes y primeros ministros del 15 y 16. Mientras, la prensa internacional sigue empeñada en especular y dar rienda suelta a la posible aparición y participación en esta importante reunión del comandante Fidel Castro, convaleciente de una delicada operación, después de confirmarse que oficialmente es el jefe de la delegación cubana. Ya se ha anunciado que se entrevistará con algunos presidentes y seguramente lo veremos, restablecido, en algunas actividades de importancia.
Reforma de la ONU
Sea como fuere lo más importante de esta cita es la decidida voluntad de un importante grupo de países de impulsar y renovar esta organización de países del sur para que juegue un papel decisivo en una profunda reforma de la ONU, cada día más necesaria e imprescindible ante la política unilateral e impositiva de EEUU y sus aliados.
El derecho iraní a un desarrollo nuclear pacífico, la ocupación de Palestina, la agresiva política sionista, las guerras de Irak y Afganistán, el injusto orden económico internacional, el bloqueo a Cuba y la ocupación ilegal de la base militar de Guantánamo o la cooperación sur-sur, temas sobre los que se discute en estos momentos en La Habana, pretenden ser los ejes de una postura común asumida por casi dos tercios de los países miembros de la ONU.
El primer reto, poner de acuerdo a naciones tan diversas en una agenda internacional única, va tomando cuerpo en una ciudad que se ha convertido, por unos días, en la capital del Sur del mundo. El segundo reto no tardará mucho, y será ver si en la próxima Asamblea General de la ONU, que comenzará el 9 en Nueva York y donde estarán presentes de nuevo todos los mandatarios que asisten a la cita habanera, las posturas que se adopten en esta Cumbre son capaces de hacerse sentir con la fuerza, unidad y la determinación que una buena parte de la humanidad necesita con urgencia. -