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General: CUBA ES MAS QUE UNA DEMOCRACIA
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De: matilda (Mensaje original) |
Enviado: 06/09/2006 04:45 |
Cuba es más que una democracia; un artículo con información imprescindible, de nuestro redactor Carlos Tena* inSurGente (Carlos Tena).- âDesde hace ya más de 28 años, una monarquía borbónica, impuesta por la dictadura, preside un país que imita el mal ejemplo de otras naciones, cuyos votantes no pueden participar en las cuestiones más fundamentales, ni tener un auténtico poder de decisión en delicados asuntos políticos (por ejemplo apoyar una invasión, el envío de tropas a Irak o al Líbano), si no es, a través de esos grupos de presión, dirigidos salvo honrosas excepciones, por un empresariado más que reaccionario, a los que se llama partidos políticosâ. (...) âCuba encontró, tras el triunfo de la Revolución sobre la dictadura de Batista, su propio modelo de democracia, basado en un sistema económico y político cuyos fines debían ser, por encima de cualquier otra condición, la justicia, la plena soberanía y la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, asegurando a la población su derecho inalienable a la educación, la sanidad, una vivienda digna, el acceso a la cultura y al deporte, además de garantizar la independencia del país, así como la identidad del pueblo cubanoâ. “La democracia debe ser un comienzo, no un final, me recordaba Julio Anguita cuando aún era Secretario General del PCE, ante el espectáculo que formaban algunos diputados y miembros del gobierno y del parlamento español, cuando se les llenaba la boca con el sagrado vocablo, como si en verdad supieran su significado y España hubiera cruzado el Rubicón. Resultaba patético escuchar a un franquista como Fraga Iribarne o a un presunto socialista como Felipe González, dar lecciones sobre ella...” El transcurso del tiempo puso a cada uno en su sitio y hoy, aquella democracia por la que se combatió en la clandestinidad, pero por la que también se lucha en el siglo XXI (la Ley de Partidos que controla a esos colectivos es una aberración jurídica del tamaño de Europa, aprobada para callar la opinión de cientos de miles de ciudadanos desinformados), es solo una sombra, un esbozo de lo que debería haber sido para nosotros, los españoles. Desde hace ya más de 28 años, una monarquía borbónica, impuesta por la dictadura, preside un país que imita el mal ejemplo de otras naciones, cuyos votantes no pueden participar en las cuestiones más fundamentales, ni tener un auténtico poder de decisión en delicados asuntos políticos (por ejemplo apoyar una invasión, el envío de tropas a Irak o al Líbano), si no es, a través de esos grupos de presión, dirigidos salvo honrosas excepciones, por un empresariado más que reaccionario, a los que se llama partidos políticos, cuyos militantes (o no) deciden, en nombre de millones de personas todo lo que esos ciudadanos no pueden evitar. Porque ¿decide el votante español el precio de la vivienda, de la gasolina, de la leche, de la fruta, la verdura, el teléfono, la luz, el agua? ¿Decide acaso quienes han de dirigir los colegios, las empresas, las agrupaciones, los institutos, las universidades? ¿Decide acaso qué personas deben formar las listas de un partido político?¿Sabe por qué se dispara el Euríbor, alimaña que destruye la frágil economía de una familia hipotecada treinta años? ¿Sabe por qué su salario siempre pierde valor ante el encarecimiento continuado de los bienes más elementales?. En suma ¿cómo va a estar interesado el pueblo español en la política, cómo puede hablarse de democracia cuando es más cierto que en las últimas consultas efectuadas, no han ejercido su derecho al voto ni el 51 por ciento del electorado? Por suerte, hay naciones donde la palabra âpartidoâ tiene un único significado: el pueblo. Todo el pueblo En su trabajo “Nuestro Camino: Análisis del proceso de rectificación”, el filósofo, escritor y ensayista cubano Darío Machado*, escribió hace ya algunos años: "...No escapa a la sociología política el hecho irónico de que se nos exija a los cubanos fórmulas aparentemente democráticas, como el pluripartidismo, que hace tiempo no puede exhibir nada ejemplar respecto a ese tema". Cuba encontró, tras el triunfo de la Revolución sobre la dictadura de Batista, su propio modelo de democracia, basado en un sistema económico y político cuyos fines debían ser, por encima de cualquier otra condición, la justicia, la plena soberanía y la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, asegurando a la población su derecho inalienable a la educación, la sanidad, una vivienda digna, el acceso a la cultura y al deporte, además de garantizar la independencia del país, así como la identidad del pueblo cubano. Aunque muchas democracias basadas en el pluripartidismo, vigiladas por las grandes multinacionales, y que ya no puede exhibir nada ejemplar respecto a los derechos fundamentales del ser humano, dicen asegurar que han logrado las mismas o similares conquistas que en la isla, nada mas lejos de la realidad, por cuanto esos partidos políticos, cuyos principales cabecillas jamás se presentan ante sus conciudadanos sino en listas cerradas que la mayor parte de la población desconoce, se dedican a exhibir programas de acción política exterior e interior que nunca cumplirán, ofreciendo mítines en los que la mentira es el principal objetivo, ya que las promesas que se hacen a los posibles votantes, nunca llegan a ser realidad, excepto en casos puntuales, como fue el gesto simbólico del presidente Zapatero, retirando las tropas de Irak, pero bendiciendo aquella invasión ilegal, aliándose finalmente, como toda la Comunidad Levinsky (o sea, la Europea), junto a un personaje de raíces tan fascistas como George W. Bush. Hoy puede decidirse sin temor a engaño que en EEUU la censura, la vigilancia y espionaje de las personas, la delación, detenciones arbitrarias y ejecuciones sumarísimas, convierten al país en un inmenso campo de concentración, donde la participación política del ciudadano se limita de forma exclusiva a depositar un voto cada cuatro años. El éxito de esta formula es tal, que más de la mitad de la población rechaza ese derecho por considerarlo absolutamente inútil, al saber que uno u otro partido, republicano o demócrata, son prácticamente gemelos. Un bipartidismo exportado con éxito a Europa, que se mueve entre dos corrientes liberales, a cuál más radical, sin que el ciudadano tenga una real oportunidad de que su vida mejore. Ningún sistema que se diga democrático puede negar a sus ciudadanos el principal de sus derechos: una economía al servicio de la sociedad, que garantice así el resto de los derechos. En Cuba, esta democracia se encarna en un verdadero socialismo, que no obstante los ataques y bloqueos, que han costado al país miles de millones de dólares, que han sido condenado decenas de ocasiones en la ONU, sin que EEUU haya cumplido jamás lo allá exigido, ha sabido llegar a unos niveles mínimos de subsistencia, siendo el primer país de Latinoamérica en esperanza de vida, el ultimo en índice de mortalidad infantil, el primero en erradicar absolutamente al analfabetismo (cosa que ni EEUU, ni España, han logrado aun), con un nivel de asistencia sanitaria que en USA deja fuera a más de 45 millones de personas, siendo en fin, un país que está por encima de muchas de las naciones del entorno, aunque se exhiban cifras falsas y engañosas como el producto interior bruto, el salario medio, etc. Y es que la economía de mercado es incompatible con la verdadera democracia; con los verdaderos derechos humanos. Desde el final de la II Guerra Mundial, esas llamadas democracias pluripartidistas han tratado de destruir el socialismo, y lo han logrado, al menos en la llamada área soviética, mas no han conseguido desterrar el sistema político y social que China defiende con un éxito económico apabullante, aunque ciertos ortodoxos tilden de hipócrita e insostenible un sistema donde una doble economía ha elevado a la categoría de millonarios a algunos ciudadanos, mientras otros muchos siguen anclados en la pobreza. Aunque así fuera, China sigue desarrollando programas de un extraordinario calado político y social, para conseguir que, sobre todo la población campesina, tenga acceso a los bienes y avances de las sociedades urbanas. ¿Con qué derecho se exige a los demás lo que no se cumple en la propia casa? Es obvio que los experimentos europeos no tienen nada que ofrecer a Cuba. El ejemplo de los Estados Unidos tampoco sirve, porque su régimen político machaca los derechos humanos de la gente, al discriminar a las minorías étnicas, estableciendo enormes desigualdades sociales, con un sistema electoral complicado, dominado por la propaganda y el dinero, en manos de las presiones de las clases más pudientes. Cuando se elige un presidente, es apenas por una cuarta parte de la población, ya que la abstención creciente demuestra el absoluto desinterés y al desencanto en la participación política. Más allá del pluripartidismo, se puede afirmar que la economía de mercado, el neoliberalismo salvaje, tuvieron ya su oportunidad en la historia cubana (Machado, Batista) y no resolvieron los grandes problemas sociales. Una examen meticuloso del mundo hoy, permite que los cubanos hayan ganado en experiencia, viendo la parte positiva (insignificante) y la negativa (mucho mayor) de las sociedades contemporáneas de ese llamado primer mundo. En esta isla, donde casi el 95 por ciento de la población dispone de energía eléctrica, agua potable, sanidad, trabajo y educación, se puede afirmar también que un sistema “a la europea” suprimiría de un plumazo ese estado de cosas, abriendo una enorme zanja entre los ciudadanos, al establecer un sistema basado en el dominio de las clases sociales más elevadas, la diferenciación, la injusticia, la violencia policial, la censura, la vigilancia extrema, la delación y la desigualdad más rastrera. Ese no es el modelo que el cubano sueña. El suyo es manifiestamente mejorable, pero el ciudadano conoce perfectamente que el bloqueo asesino al que está sometido desde hace 45 años, impide un avance que no por veloz deja de ser constante. El período especial, que marcó a una generación entera, ha sido enterrado de forma definitiva, y las buenas relaciones con países como Venezuela, Bolivia o China, aseguran que las mejoras se reflejen a pie de calle, aunque, insisto, el transporte urbano o la vivienda en las grandes ciudades, sean todavía un grave problema a resolver. Pero miles de ciudadanos, de políticos, de verdaderos demócratas, trabajan por ello, a pesar de las ingentes dificultades de acceso a los materiales por culpa del embargo y el asedio constante que ejerce EEUU, chantajeando incluso a los países que mantienen relaciones comerciales con la isla. El proceso democrático cubano se ha desarrollado pues entre las agresiones constantes del imperialismo. El objetivo de la democracia cubana es que todo ciudadano se sienta y se sepa pueblo, parte fundamental de la sociedad, en igualdad de condiciones y oportunidades. El ideal que persigue la democracia socialista cubana, no se puede basar en la fórmula para asignar a cada cual un sueldo que provenga de un mercado dirigido por manos privadas, promovido cansinamente por la publicidad y la mentira. La democracia socialista cubana no puede caer en la trampa de identificar la felicidad y el bienestar, con la sola posesión de recursos materiales. Aquí se aspira a ofrecer un consumo responsable, adecuado, que permita también crear las condiciones para asegurar un desarrollo más completo del ser humano, huyendo de la idea de elevar a la categoría de religión la tenencia de objetos innecesarios, ofrecidos como imprescindibles por medio de spots de televisión, anuncios en prensa y radio, concursos, etc., cuando lo verdaderamente necesario no se promociona o destaca. La democracia socialista exigió de una Revolución y de un tiempo para convertirse en lo que hoy es, y la mejora continua manteniendo y desarrollando en la conciencia y la energía de los trabajadores. Con su unidad. En la sociedad cubana se ha desarrollado, al mismo tiempo, una cultura que permite a un número siempre mayor de ciudadanos, comprender que su vida de cada día y su participación en las tareas de la sociedad, son básicas para construir un estado en el que todos se sientan iguales en lo fundamental. |
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De: SadCHARLOTE |
Enviado: 07/09/2006 17:59 |
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De: mfelix28 |
Enviado: 07/09/2006 20:59 |
Tienes casi la razón en que no s epublica nada sobre el sistema electoral cubano en España. No interesa, la gente cree que no existen elecciones. Pero hay unos cuantos residentes en España a los que nos interesa que se vaya sabiendo, y se va sabienod. De ahí el casi: Mira, en gallego y en galicia: Eleccións en Cuba e o silencio dos medios de comunicación Juan Marrero
Teño a certeza de que nos titulares dos xornais do seu país ou nos espazos informativos da TV xamais vostede leu ou veu nos últimos anos nova algunha sobre as eleccións en Cuba. Non existen para os grandes medios de comunicación, porque os seus donos as excluíron da axenda informativa. O que si non faltou nunca neses medios é a afirmación dalgúns comentaristas tarifados ou políticos defensores de intereses alleos ou adversos aos pobos de que “baixo a ditadura de Castro en Cuba non hai democracia nin liberdade nin eleccións”. Trátase dunha consigna que se repite frecuentemente para facer honra a aquel pensamento dun ideólogo do nazismo de que unha mentira repetida mil veces podería converterse nunha verdade. Eleccións na Cuba revolucionaria houbo desde 1976. Nestes intres celébrase o décimo-segundo proceso electoral para elixir aos delegados ás Asembleas Municipais do Poder Popular, máis ou menos equivalentes aos concelleiros noutros países. Non dar información sobre as eleccións na Cuba, coma tampouco á súa obra de saúde, educación, seguridade social e outros temas, obedece a que os poderosos do mundo do capital temen a propagación do seu exemplo, á vez que fique completamente ao nú a ficción de democracia e liberdade que por séculos se vendeu ao mundo. Á luz das eleccións convocadas para o próximo 17 de Abril, quero somentes comentarlles, dentro da maior brevidade posíbel, catro rasgos do proceso electoral en Cuba, aínda susceptíbeis de perfeccionamento, que marcan substanciais diferenzas cos mecanismos existentes para a celebración de eleccións nas chamadas “democracias representativas”. Eses aspectos son: 1) Rexistro Electoral; 2) Asembleas de Nomeamento de Candidatos a Delegados; 3) Propaganda Electoral; e 4) A votación e escrutinio. O Rexistro Electoral é automático, universal, de balde e público. Ao nacer un cubano non só ten dereito a recibir educación e saúde de balde, senón que cando chega aos 16 anos de idade automaticamente se lle inscribe no Rexistro Electoral. Por razóns de sexo, relixión, raza ou filosofía política a ninguén se lle exclúe. Tampouco se pertence aos corpos de defensa e seguridade do país. A ninguén se lle cobra un só centavo por aparecer inscrito, e moito menos se lle somete a engorrosos trámites burocráticos como exixirlles fotos, selos do timbre ou a toma de pegadas dixitais. O Rexistro é público, o que permite que todos poidan saber quen son os posíbeis electores en cada circunscrición. No actual proceso electoral en Cuba, publícase en lugares de masiva afluencia de público en cada circunscrición, desde o 15 de febreiro e até o 17 de marzo, o que se chama o Rexistro Primario de Electores, a fin de que calquera elector ou un familiar deste poida detectar erros nos seus nomes e apelidos, na numeración do billete de identidade ou no enderezo onde reside. Todas as observacións que cheguen ás autoridades electorais correspondentes se procesan con vistas a incluír ou excluír a electores con capacidade legal no Rexistro de Electores oficial que se exporá en cada colexio electoral, a partires do 6 de abril. Todo este mecanismo público posibilita, dende os inicios do proceso electoral, que cada cidadán con capacidade legal poida exercer o seu dereito de escoller ou resultar escolleito. E impide a posibilidade da fraude, o que é moi común en países que se chaman democráticos. A base da fraude en todas partes está, no primeiro lugar, en que a inmensa maioría dos electores non saben que teñen dereito a votar. Iso só o coñecen ou dominan unhas poucas maquinarias políticas. E, por iso, hai mortos que votan varias veces, ou, como acontece nos Estados Unidos, decenas de milleiros de afroamericanos non son incluídos nos rexistros porque algunha vez foron condenados polos tribunais, malia ter cumprido as súas sentenzas. O que máis distingue e diferencia ás eleccións en Cuba de outras son as asembleas de nomeamento de candidatos. Noutros países a esencia do sistema democrático é que os candidatos xurdan dos partidos, da competencia entre varios partidos e candidatos. Iso non é así en Cuba. Os candidatos non saen de ningunha maquinaria política. O Partido Comunista de Cuba, forza dirixente da sociedade e o Estado, non é unha organización con propósitos electorais. Nin postula, nin escolle nin revoca a ningún dos milleiros de homes e mulleres que ocupan os cárregos representativos do Estado cubano. Entre as súas fins nunca estivo nin estará gañar bancadas na Asemblea Nacional ou nas Asembleas Provinciais ou Municipais do Poder Popular. En cada un dos procesos celebrados até estas datas teñen sido propostos e elixidos numerosos militantes do Partido, porque os seus concidadáns os consideraron persoas con méritos e aptitudes, pero non debido á súa militancia. Os cubanos e cubanas teñen o privilexio de postular aos seus candidatos sobre a base dos seus méritos e capacidade, en asembleas de residentes en barrios, demarcacións ou áreas nas cidades ou no campo. A man ergueita faise a votación nesas asembleas, onde resulta electo aquel proposto que obteña maior número de votos. Para o actual proceso celebraranse máis de 41 mil asembleas de nomeamentos de candidatos nas máis de 15 mil circunscricións electorais constituídas nos 169 concellos do país. No proceso electoral de 2002-2003 participaron máis de 8 millóns de cubanos nas asembleas para postular aos candidatos, o que significou un 81 % dos electores. Nada semellante ten lugar no mundo. É unha proba de democracia real que outros non poden amosar. En cada circunscrición electoral hai varias áreas de nomeamento, e a Lei Electoral garante que polo menos dous candidatos, e até 8, poidan ser os que aparezan nas papeletas para a elección de delegados o l7 de abril. Outra característica do proceso electoral en Cuba é a ausencia de propaganda custosa e ruidosa, a mercantilización que está presente noutros países, onde hai unha carreira pola obtención de fondos ou por privilexiar a unha ou outra sinatura de relacións públicas. Ningún dos candidatos postulados en Cuba pode facer propaganda a prol de si mesmo, por suposto, ningún precisa ser rico ou dispor de fondos ou axuda financeira para se dar a coñecer. Nas prazas e rúas non hai actos a prol de candidato algún, nin manifestacións nin carros altofalantes nin follas voandeiras coas súas fotos, nin promesas electoralistas; na radio e na televisión, tampouco; na prensa escrita, tampouco. A única propaganda a executan as autoridades electorais e consiste na exposición en lugares públicos, na mesma área de residencia dos electores, da biografía e foto de cada un dos candidatos. Ningún candidato é privilexiado sobre outro. Nas biografías se expoñen méritos conqueridos na vida social, a fin de que os electores poidan ter elementos sobre condicións persoais, prestixio e capacidade para servir ao pobo de cada un dos candidatos e emitir libremente o seu voto polo que considere o mellor. A característica final que queremos comentar é a votación e o escrutinio público. En Cuba non é obrigatorio o voto. Como o estabelece o Artigo 3 da Lei Electoral, é libre, igual e segredo, e cada elector ten dereito a un só voto. Ninguén ten, logo, nada que temer se non acude ao seu colexio electoral o día das eleccións ou se decide entregar a súa papeleta en branco ou anulala. Non ocorre como en moitos países onde o voto é obrigatorio e a xente vai compulsada para evitar que lle impoñan unha multa, a leven aos tribunais ou incluso para non perder un emprego. Mentres noutros países, incluíndo Estados Unidos, a esencia radica en que a maioría non vote, en Cuba garántese que todo o que o desexe poida facelo. Nas once eleccións efectuadas en Cuba desde 1976 até estas datas, máis do 95 % dos electores teñen ido a votar. Nas últimas eleccións fíxoo o 97, 6 %. O reconto dos votos nas eleccións cubanas é público, e pode ser presenciado en cada colexio por todos os cidadáns que o desexen, incluso a prensa nacional ou estranxeira. No mundo, sen dúbida, hai moitas crises, e entre elas hai que incluír a electoral. Os mecanismos que se utilizan en moitos países son xa obsoletos e inoperantes. A ética está polo chan, e as motivacións da xente, moitas veces fartas de fraudes, de promesas incumpridas polos candidatos, de oportunismos políticos, da non solución ás crecentes necesidades dos pobos, fan que se rexistren altos índices de abstencionismo e apatía dos electores. Cuba pode dicir con arruallo que esa crise non a acompaña, pois concibiu un sistema electoral que é como un traxe á medida do seu corpo, aínda que estamos conscientes de que aínda require maior pulimento e perfeizoamento. Aspiro simplemente a que con estes rasgos enunciados, un lector sen información sobre a realidade cubana resposte a algunhas preguntas elementais, como as seguintes: Onde hai maior transparencia electoral e maior liberdade e democracia? E onde se lograron mellores resultados electorais: en países con moitos partidos políticos, moitos candidatos, moita propaganda ou na Cuba silenciada ou manipulada polos grandes medios, monopolizados por un fato de empresas e magnates cada vez máis reducido? Aspiro a que algún día, cando menos, na grande prensa cese o muro de silencio que se ten erguido sobre as eleccións en Cuba, ao igual que noutros temas como a obra de saúde pública e a educación, e iso poida ser fonte de coñecemento para outros pobos que merecen un maior respecto e un futuro de máis liberdades e democracia. |
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De: mfelix28 |
Enviado: 07/09/2006 20:59 |
Y la traduccion: Te explica clarito el porque las elecciones en Cuba no tienen eco en la gran prensa mundial:: Tengo la certeza de que en los titulares de los periódicos de su país o en los espacios informativos de la TV jamás usted ha leído o visto en los últimos años alguna noticia sobre las elecciones en Cuba. No existen para los grandes medios de comunicación, porque sus dueños las han excluido de la agenda informativa. Lo que si no ha faltado nunca en esos medios es la afirmación de algunos comentaristas tarifados o políticos defensores de intereses ajenos o adversos a los pueblos de que “bajo la dictadura de Castro en Cuba no hay democracia ni libertad ni elecciones”. Se trata de una consigna que se repite frecuentemente para hacer honor a aquel pensamiento de un ideólogo del nazismo de que una mentira repetida mil veces podría convertirse en una verdad. Elecciones en la Cuba revolucionaria ha habido desde 1976. En estos momentos se celebra el décimo-segundo proceso electoral para elegir a los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular, más o menos equivalentes a los concejales en otros países. No dar información sobre las elecciones en Cuba, como tampoco a su obra de salud, educación, seguridad social y otros temas, obedece a que los poderosos del mundo del capital temen la propagación de su ejemplo, a la vez que quede completamente al desnudo la ficción de democracia y libertad que por siglos se ha vendido al mundo. A la luz de las elecciones convocadas para el próximo 17 de abril, quiero solamente comentarles, dentro de la mayor brevedad posible, cuatro rasgos del proceso electoral en Cuba, aún susceptibles de perfeccionamiento, que marcan sustanciales diferencias con los mecanismos existentes para la celebración de elecciones en las llamadas “democracias representativas”. Esos aspectos son: 1) Registro Electoral; 2) Asambleas de Nominación de Candidatos a Delegados; 3) Propaganda Electoral; y 4) La votación y escrutinio. El Registro Electoral es automático, universal, gratuito y público. Al nacer un cubano no sólo tiene derecho a recibir educación y salud gratuitamente, sino que cuando arriba a los 16 años de edad automáticamente se le inscribe en el Registro Electoral. Por razones de sexo, religión, raza o filosofía política a nadie se le excluye. Tampoco si pertenece a los cuerpos de defensa y seguridad del país. A nadie se le cobra un solo centavo por aparecer inscripto, y mucho menos se le somete a engorrosos trámites burocráticos como exigirles fotos, sellos del timbre o la toma de huellas dactilares. El Registro es público, lo que permite que todos puedan saber quienes son los posibles electores en cada circunscripción. En el actual proceso electoral en Cuba, se publica en lugares de masiva afluencia de público en cada circunscripción, desde el 15 de febrero y hasta el 17 de marzo, lo que se llama el Registro Primario de Electores, a fin de que cualquier elector o un familiar de este pueda detectar errores en sus nombres y apellidos, en la numeración del carnet de identidad o en el domicilio donde reside. Todas las observaciones que lleguen a las autoridades electorales correspondientes se procesan con vistas a incluir o excluir a electores con capacidad legal en el Registro de Electores oficial que se expondrá en cada colegio electoral, a partir del 6 de abril. Todo este mecanismo público posibilita, desde los inicios del proceso electoral, que cada ciudadano con capacidad legal pueda ejercer su derecho de elegir o resultar elegido. E impide la posibilidad de fraude, lo que es muy común en países que se llaman democráticos. La base del fraude en todas partes está, en primer lugar, en que la inmensa mayoría de los electores no saben quienes tienen derecho a votar. Eso sólo lo conocen o dominan unas pocas maquinarias políticas. Y, por eso, hay muertos que votan varias veces, o, como pasa en Estados Unidos, decenas de miles de afroamericanos no son incluidos en los registros porque alguna vez fueron condenados por los tribunales, a pesar de haber cumplido sus sentencias. Lo que más distingue y diferencia a las elecciones en Cuba de otras son las asambleas de nominación de candidatos. En otros países la esencia del sistema democrático es que los candidatos surjan de los partidos, de la competencia entre varios partidos y candidatos. Eso no es así en Cuba. Los candidatos no salen de ninguna maquinaria política. El Partido Comunista de Cuba, fuerza dirigente de la sociedad y el Estado, no es una organización con propósitos electorales. Ni postula, ni elige ni revoca a ninguno de los miles de hombres y mujeres que ocupan los cargos representativos del Estado cubano. Entre sus fines nunca ha estado ni estará ganar bancas en la Asamblea Nacional o en las Asambleas Provinciales o Municipales del Poder Popular. En cada uno de los procesos celebrados hasta la fecha han sido propuestos y elegidos numerosos militantes del Partido, porque sus conciudadanos los consideraron personas con méritos y aptitudes, pero no debido a su militancia. Los cubanos y cubanas tienen el privilegio de postular a sus candidatos sobre la base de sus méritos y capacidad, en asambleas de residentes en barrios, demarcaciones o áreas en las ciudades o en el campo. A mano alzada se hace la votación en esas asambleas, donde resulta electo aquel propuesto que obtenga mayor número de votos. Para el actual proceso se celebrarán más de 41 mil asambleas de nominación de candidatos en las más de 15 mil circunscripciones electorales constituidas en los 169 municipios del país. En el proceso electoral de 2002-2003 participaron más de 8 millones de cubanos en las asambleas para postular a los candidatos, lo que significó un 81 % de los electores. Nada similar tiene lugar en el mundo. Es una prueba de democracia real que otros no pueden exhibir. En cada circunscripción electoral hoy varias áreas de nominación, y la Ley Electoral garantiza que al menos dos candidatos, y hasta 8, puedan ser los que aparezcan en las boletas para la elección de delegados el l7 de abril. Otro rasgo del proceso electoral en Cuba es la ausencia de propaganda costosa y ruidosa, la mercantilización que está presente en otros países, donde hay una carrera por la obtención de fondos o por privilegiar a una u otra firma de relaciones públicas. Ninguno de los candidatos postulados en Cuba puede hacer propaganda en su favor y, por supuesto, ninguno necesita ser rico o disponer de fondos o ayuda financiera para dar a conocerse. En las plazas y calles no hay actos en favor de candidato alguno, ni manifestaciones ni carros altoparlantes ni pasquines con sus fotos, ni promesas electoreras; en la radio y la televisión, tampoco; en la prensa escrita, tampoco. La única propaganda la ejecutan las autoridades electorales y consiste en la exposición en lugares públicos en la misma área de residencia de los electores de la biografía y foto de cada uno de los candidatos. Ningún candidato es privilegiado sobre otro. En las biografías se exponen méritos alcanzados en la vida social, a fin de que los electores puedan tener elementos sobre condiciones personales, prestigio y capacidad para servir al pueblo de cada uno de los candidatos y emitir libremente su voto por el que considere el mejor. El rasgo final que queremos comentar es la votación y el escrutinio público. En Cuba no es obligatorio el voto. Como lo establece el Artículo 3 de la Ley Electoral, es libre, igual y secreto, y cada elector tiene derecho a un solo voto. Nadie tiene, pues, nada que temer si no acude a su colegio electoral el día de las elecciones o si decide entregar su boleta en blanco o anularla. No ocurre como en muchos países donde el voto es obligatorio y la gente va compulsada para evitar que le impongan una multa, lo lleven a los tribunales o incluso para no perder un empleo. Mientras en otros países, incluyendo Estados Unidos, la esencia radica en que la mayoría no vote, en Cuba se garantiza que todo el que desee pueda hacerlo. En los once elecciones efectuadas en Cuba desde 1976 a la fecha más del 95 % de los electores han ido a votar. En las últimas elecciones lo hizo el 97, 6 %. El conteo de los votos en las elecciones cubanas es público, y puede ser presenciado en cada colegio por todos los ciudadanos que lo deseen, incluso la prensa nacional o extranjera. En el mundo, sin duda, hay muchas crisis, y entre ellas hay que incluir la electoral. Los mecanismos que se utilizan en muchos países son ya obsoletos e inoperantes. La ética está por el piso, y las motivaciones de la gente, muchas veces hartas de fraudes, de promesas incumplidas por los candidatos, de oportunismos políticos, de no solución a las crecientes necesidades de los pueblos, hacen que se registren altos índices de abstencionismo y apatía de los electores. Cuba puede decir con orgullo que esa crisis no la acompaña, pues ha concebido un sistema electoral que es como un traje a la medida de su cuerpo, aunque estamos conscientes de que aún requiere mayor pulimento y perfeccionamiento. Aspiro simplemente a que con estos rasgos enunciados, un lector sin información sobre la realidad cubana responda a algunas elementales preguntas, como las siguientes: ¿dónde hay mayor transparencia electoral y mayor libertad y democracia? y ¿dónde se ha logrado mejores resultados electorales: en países con muchos partidos políticos, muchos candidatos, mucha propaganda o en la Cuba silenciada o manipulada por los grandes medios, monopolizados por un puñado de empresas y magnates cada vez más reducido? Aspiro a que algún día, al menos, en la gran prensa cese el muro de silencio que se ha levantado sobre las elecciones en Cuba, al igual que en otros temas como la obra de salud pública y la educación, y ello pueda ser fuente de conocimiento para otros pueblos que merecen un mayor respeto y un futuro de más libertades y democracia. |
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De: SadCHARLOTE |
Enviado: 08/09/2006 01:42 |
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De: SadCHARLOTE |
Enviado: 08/09/2006 03:25 |
Los cubanos y cubanas tienen el privilegio de postular a sus candidatos (Para la Presidencia?)sobre la base de sus méritos y capacidad, en asambleas de residentes en barrios. Jajajajajajjaajjajjajaja |
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De: maribea05 |
Enviado: 08/09/2006 05:08 |
Sadiiiiiiiiiiiiiiiiii se te fue la mano, hermanita! guaaaaaaaaaaaaajajajajaja Hasta me he hecho nini de la risa!!!!!!
Yo quisiera ver a Papiyo (a quien considero una persona que respeta las libertades, al menos la de expresión lo ha demostrado aquí con creces que la respeta, ya que este es el único site de defensa al castrofascismo que conozco que permite que participemos los anticastristas), en una reunión para elegir al Delegado del Poder Popular... pero además, no sé siquiera si él sabe "la menéutica" del asunto... porque, no matter what, todo viene de lo más elaboradito para que los mismos sean los mismos, ergo, INAMOVIBLES.
Y todavía hay quien dice que ésa es la verdadera democracia!
Alabao!© |
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De: mfelix28 |
Enviado: 08/09/2006 06:51 |
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De: mfelix28 |
Enviado: 08/09/2006 08:34 |
Sad y Maribea: Tremendo papelón el que os toca hacer, la Sadita riendose de que en Cuba no se elige directamente al presidente( no se que pinta la foto del niño) y Maribea hablando de votar por el presidente. Y resulta que Sadita aún no se entera que los presidente en USA los eligen los compromisarios, no los votantes. Pero peor es el caso de Maribea, que estoy seguro que sabe que en la colonia donde vive ni eso, el puertorriqueño no vota. Y , ahorrate, porque es más ridículo aun, Maribea, el explicarnos que si el puertorriqueño coge un avión y se tira seis meses viviendo en USA puede votar, claro está que debe encontrar trabajo en USA e irse con la familia ( ¿o la dejaría seis meses en P.R?). Mira sad, como sabemos como eres, seguro que no te enteras de lo que votas , si votas, que esa es otra porque el gusano es muy poco votador, en contra de sus grandisimos deseos de poder votar a la americana que dice. Encima el voto popular no VALE NADA en USA, vale el de los compromisarios y además cuenta la mayoría absoluta, así en la vida podrá presentarse un independiente con posibiolidaes de ganar. Mira Sad, aprende algo de tu sistema electoral: Suponte que solo hubiera tres estados en USA y cada uno tuviera diez compromisarios y se presentasen dos candidatos, el A y el B. Estado 1 votos por A... 9 votos por B ... 1 gana A Estado 2 votos por A... 4 votos por B... 6 gana B Estado 3 votos por A 4 votos por B ... 6 gana B Ganador de las elecciones "B" Votos de A.... 9+4+4= 17 Votos de B..... 1+6+6= 13 Ha pasado muchas veces, aparte de Bush, el csso más sonado fue el de Kennedy Además tampoco hay ninguna ley que obligue al compromisario de "A" ( para lo que fue votado) dar su voto a "A", puede "traicionar" ( intere$e$ ideologico$) y darselo a B. Los partidos eleigen a los candidatos, que hacen la campaña gracias a los fondos de los grupos empresariales ( que luego pasan factura) y los compromisarios escogen al presidente. ¿Dondes estás tú , Sad? No, gracias, para tí toda esa "democracia." |
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De: maribea05 |
Enviado: 08/09/2006 10:17 |
Pues yo si lo sé y la Sadi estoy segura que también. La diferencia es que, como diría Galileo "pero se mueve" y allí es un PERO NO SE MUEVE. ¿ve? ¿Quién es el del papelón?
Porque, señor, el punto a discutir es LOS GOBIERNOS NO PUEDEN SER INAMOVIBLES, MUCHO MAS CUANDO SALEN TAN MALOS!!! |
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De: maribea05 |
Enviado: 08/09/2006 11:59 |
Además, es como siempre una táctica INFANTIL –mamiiiiii pero si Pedrito lo hace iguaaaaaal!– eso de que no sólo no se reconozca LO MAL que se le está demostrando que lo hace, sino que además pretenda justificarlo con lo mal que pueda hacerlo otro. |
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De: mfelix28 |
Enviado: 08/09/2006 13:42 |
Ya me lo imaginaba, pero es que no me gusta llamar CINICA a la gente directamente, simpre espero que sea un error. Así que cuando Sad dice: tienen el privilegio de postular a sus candidatos (Para la Presidencia?) Y tu le sigues la corriente con lo de : Sadiiiiiiiiiiiiiiiiii se te fue la mano, hermanita! En realidad sabían que estaban mintiendo, ni el yanqui elige al Presidente ( y en casi ningún país) y en Puerto Rico, ¡ oh gran defensora de los votos! ni siquiera a los compromisarios, directamente no les dejan votar. Bueno otra vez que nos han dejado en ridículo. ¿ no? |
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De: llabrada |
Enviado: 08/09/2006 15:25 |
loamericanohacen, loamericanodicen y con eso to' 'ta justifica'o Cuanta profundidad y sabiduria!!!!!!!!!!! Gusanamente feliz, Luis |
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De: maribea05 |
Enviado: 08/09/2006 17:08 |
Oiga, emefelix, xisigueexcribiendoaxitanerrático, no habrá forma de entenderlo na'
El punto, y no sé (y no me interesa ni me importa) por qué tiene que venir con lo del cinismo, es, de NUEVO, que la formas "más democrática del mundo", le impide al pueblo cubano mover y remover un gobierno fatal de malo. Mientras que la forma "menos democrática" permite a la gente incidir en que el gobierno que los represente cambie si no sirve. Digo, la muestra está, los cambios se dan, y definitivamente nos equivocaremos muchas veces, pero aprendemos en las equivocaciones, a diferencia de la "verdadera democracia" que hay en Cuba, que vive cada vez más ahogada en su gran equivocación.
Y sí, claro que sí, que solito usted se ha dejado en ridículo! |
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De: matilda |
Enviado: 08/09/2006 18:51 |
en Cuba, que vive cada vez más ahogada en su gran equivocación.Félix,mijo,no te olvides de que la población en Cuba, babea y mueve la cola,debido a la implementación del "conductismo de Pavlov"no deben conocer todas las herramientas de "su" sistema,aunque esto lo digo poco convencida porque un cosa que hice uan de las veces que estuve en Cuba fué relevar las asambleas barriales , sus métodos de participación y cooperación quedé asombrada del elevado nivel de organización. pero,ya se sabe debía ser un barrio "preparado" para los visitantes.Porque los cubanos ya se sabe ,viven ahogados en su equivocación y hay buena gente por ahi que pretende avivarlos.De buenos nomás. saluditos matilda |
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De: SadCHARLOTE |
Enviado: 08/09/2006 20:34 |
Elecciones Libres "Muy Libres" Para Elegir a Fidel Castro Las elecciones Libres en Cuba son "Muy Libres" , si "muy libres" para "elegir libremente" a Fidel Castro que es "elegido" con mayoría absoluta (100%) por los 609 miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Ellos a su vez fueron promocionados por el único Partido Legal de Cuba y elegidos por el 97,6% del electorado. Sí,si !cómo no! sí hay una puesta en escena que "hay elecciones", con una sola opción , con un solo candidato"El Tiranosaurio" y un solo partido y a si y todo ,vemos que con su estado de pánico constante tampoco se expone en estas "Elecciones" a ser elegido con la participación directa del pueblo ya que como mismo dice el Viejito Asesino de Cuba , ! mi pais! las elecciones Son Únicas y por eso él es elegido año tras año por el "100% de los "diputados" como Primer Secretario del Único Partido permitido en Cuba, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Comandante en Jefe del Ejército de Cuba, y finalmente "Presidente" de la República Cubana, el Ayatola Cubano, Fidel Castro. Chito! Coño, que éste es el mejor chiste que me han hecho en años. jajajajajjajajajajaja Y yo me sigo M*ando de la risa ante la hojita de Parra que le quieren poner a la Dictadura y disfrazarla de Democracia
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