En un acto de cierre de campaña, al que asistieron varios miles de personas, el gobernante ratificó su convicción de que el próximo tres de diciembre conseguirá su tercer triunfo, que le permitirá seguir ''escribiendo las páginas de la Venezuela nueva''.

''Para nosotros el reto no es ganar, de más está decirlo: ¡Más nunca nos ganarán! Se trata de asegurar la victoria, evitar emboscadas contrarrevolucionarias que estarán a la orden del día en las próximas horas. Se trata de ganar de manera arrolladora, abrumadora (...) el tres de diciembre, que es un día de prueba para nosotros, tenemos que estar muy por encima de los triunfos anteriores'', sostuvo, al tiempo que era aplaudido por una ''marea roja'' que repletó varias amplias avenidas del centro de Caracas.

Dijo que la meta de los bolivarianos es superar el 60 por ciento de los votos que consiguieron en el referendo de 2003, y rumbo a 10 millones de votos.

Anunció a sus seguidores que la diana para convocarlos a la jornada electoral sonará a las tres de la madrugada, mientras que otro grupo de ciudadanos encargado de vigilar el proceso deberá estar en los centros de votación desde la media noche del día anterior.

Chávez recordó, además, que es ''fundamental'' para la revolución ''llevar la abstención al mínimo'' y ''lograr la mayor cantidad de votos'', así como que no se baje la guardia hasta el fin del proceso, luego que se hayan contado los sufragios y emitido los resultados.

''Han pasado ocho años (...) Juntos hemos hecho muchas cosas, pero juntos y fortalecidos, en el futuro, en estos próximos años, es que haremos muchísimas cosas más, en este camino de la construcción de la Venezuela socialista del siglo XXI'', destacó.

Efectuó un reconocimiento a las autoridades comiciales por el trabajo desempeñado hasta ahora, así como a las Fuerzas Armadas, que se encargarán de resguardar el proceso comicial.

Dijo que la victoria del tres de diciembre no sólo se la dedicará a los venezolanos, sino también a los 50 años de la llegada del barco Granma, comandado por Fidel Catsro, a las costas cubanas, y a los pueblos de Nicaragua, Brasil, Bolivia, Argentina, y a Suramérica en general.

Vestidos de rojo, color que identifica a los seguidores de Chávez, y ondeando la bandera de Venezuela, los ciudadanos gritaban consignas a favor de su candidato, quien propone profundizar el carácter socialista de la Revolución Bolivariana, proceso de cambio que encabeza desde 1999.

De acuerdo con los organizadores del cierre de campaña, para este acto se esperaban unos dos millones de personas, por lo que se estableció que la concentración de la ciudadanía debía efectuarse en varias avenidas y no en una sola, como se habían efectuado en el pasado.

La denominada ''marea roja'' se propone opacar a la ''avalancha azul'' del aspirante opositor Manuel Rosales, que el sábado cerró campaña en Caracas con una concentración al este de la ciudad.

La propuesta bolivariana se basa en la distribución equitativa de los recursos del Estado y la riqueza petrolera, de manera que lleguen por igual a todos los sectores de la sociedad.

En los ocho años de gobierno de Chávez, en Venezuela se han adelantado planes de corte social para atender las necesidades básicas de la población y ofrecer soluciones de fondo al problema de la pobreza y la exclusión social.

El jefe de Estado venezolano también ha promovido el desarrollo de los pueblos latinoamericanos a través del fortalecimiento de la integración regional.