El Socialismo Democrático
Los estudiantes Universitarios e intelectuales de izquierda de diferentes ”índoles” o espectros de la izquierda nos debatíamos y rebatíamos el futuro del Socialismo en Centro América. Ubicados propiamente a salidas de los años 80 la caída del Bloque “Socialista” era ya un hecho y el derrumbe del Muro de Berlín, por lo menos del puramente físico, estaba ya iniciando. Para entonces no era fácil hablar de Socialismo.
Era la contradicción irónica de la historia, a saber, un sistema viejo y caduco había vencido sobre un nuevo fuerte en su inicio y pujante. Y como mayor ironía ,el dicho popular de mi tierra era más palpable: “Más sabe el Diablo por viejo que por Diablo”.
Por aquellos entonces era muy popular en todo los ámbitos intelectuales hablar del fin de las Ideologías. Los aún incrédulos del capitalismo callaban esperando pacientemente el acontecer de los nuevos tiempos, y los que todavía nos habíamos negado a aceptar la muerte, por los menos en el plano Ideológico del Socialismo, recurrimos a los clásicos. Todo parecía una torre de “Babel” “ideológica, y especialmente dentro de la izquierda y sus movimientos más antiguos.
Dentro de varios movimientos de izquierda la Socialdemocracia “como Ideología reconciliadora y “humanízate” del capitalismo se hizo popular”. Fue tan popular dicha corriente que destacados lideres de izquierda, se fueron descaradamente el ceno de la derecha sin que sus simpatizantes y correligionarios se dieran cuenta; y sí se dieron cuenta, fue algo normal para ellos.
En esta torre de “Babel” donde dentro de la misma izquierdo reinaba una especie de anarquismo de ideas, el neoliberalismo dentro en la “izquierda”. Al Igual que en Europa las ideas liberales de ciertos dirigente de “izquierda” se transformaron en neoliberalismo puro y clásico. A mucho de estos dirigente era clásico oírlos hablar de los “fracasos” del sector público y los grades “milagros” del sector privado. Y dentro de un discurso más radicalizado dentro de la izquierda, ya no del famoso celo revolucionario del cual estábamos acostumbrados a oír, sino de un pensamiento crudamente de derecha dentro de la izquierda, los debates pues, se volvían cada vez más acalorados e intransigentes.
En muchos movimientos de Izquierda sobre todo en los mayores de la región, a saber, FMLN y FSLN, es posible que dichos debates hallan dado algunos frutos positivos. Positivo en el sentido que para algunos militantes se abrieron más las puertas al debates de ideas. Debate que durante los periodos de las “izquierdas puras” estuvo cerrado. Es de esperar en este sentido, si vemos algún día lo positivo flotar en ese mar aún turbulento de la zona.
En verdad el debate de ideas enriquece. Pero no se puede negar que el debate de ideas es una riqueza de cuya sustancia cuantitativa y cualitativa se debe de saber emplear para el beneficio social del pueblo, y no sólo como beneficio de unos pocos. Estamos acá frente al problema de la elección del máximo dirigente del pueblo o de una Nación. Cabe en este sentido analizar la diferencia entre elección y elecciones. A esto sin embargo se debe de volver después con más detalles.
Pero volviendo a nuestro punto inicial. La construcción del Socialismo en centro América, o lo que es más correctamente hablando, la instauración de una Revolución Socialista en algún país de la región, fue siempre nuestro tema principal a debatir. Tema que cómo ya lo he explicado se diluyo cuando la caída del bloque “Socialista” en la Europa del Este. Pero el tema concreto y, hoy que el Socialismo Vuelve a resurgir con fuerza (dado los estrepitosos fracasos del capitalismo) sobre lo instauración de una Revolución Socialista en la Región vuelve a salir a luz, y a ser un debate igual de apasionado que antes.
Por un lado sabemos que Cuba es una Isla. Lo dijo un autor con tono irónico. El hecho que Cuba sea una Isla tiene sus grades ventajas. Ventajas que se derivan de la imposibilidad del imperio de formar una contra igual de letal y ofensiva como lo fue con Nicaragua. Sabemos que la Contra en nicaragua jamás tuvo raíces sociales, como movimiento guerrillero. De esta forma las Contra sobrevivió como movimiento guerrillero gracias a Honduras, que fue el país realmente oxigenaste para la contra.
Personalmente escuche el testimonio de compañeros salvadoreños que combatieron en las filas del FSLN contra la contra, decir como éstos en medio de los combates huían rumbo a territorio Hondureño y como dicho ejercito los proporcionaba cobijo.
Los salvadoreños en este sentido esperábamos igual suerte para nuestro país. Y especialmente nosotros que somos el país más pequeño de la zona y de todo América Latina. ¡El pulgarcito de la región!
En este sentido para nosotros encontrar formas y formulas para neutralizar a la burguesía son necesidad “urgentes”. Y de acá la posibilidad de una Revolución Socialista gradual. Es más o menos igual a lo que en nuestro país se llama una “revolución democrática”.