A quienes se han unido a las campañas antiaborto con que estamos inundando la red, les pido que no aflojen el paso.
En 2006 hubo buenos éxitos:
En Dakota del Sur se decretó una ley que penaliza con cinco años de prisión a los médicos buitres.
En Nicaragua, se arreciaron penas contra abortistas.
En Chile, se rechazó un proyecto de ley abortista.
En Uruguay, el presidente Tabaré se fajó los pantalones y amenazó con vetar todo proyecto de ley abortista.
Sabemos que los viles seguirán insistiendo en zonas como Argentina y Portugal.
No cedamos y robustezcamos las campañas antiaborto en esas zonas. Además, continuemos con la presión a España, Reino Unido y otras zonas superabortistas, para que den marcha atrás.