México, 22 abr.- "No voltees eres un idiota. Yo soy tu
familia", Jesús apenas había sonreído y alzado una
ceja para saludar a sus progenitores. "Acuérdate que
aquí no tienes familia", decía el despectivo
instructor de los Marines de Infantería.
"Recuerda que aquí no tienes madre pinche mexicano
sucio", le espetó. Jesús saltó como disparado por un
resorte y recibió un puñetazo en la cara como parte de
la disciplina castrense, relata Fernando Suárez del
Solar sobre el entrenamiento de su hijo.
Estaban en plena misa dominical y Jesús fue reprendido
de esa manera por voltear hacia donde estaban sus
padres. Más tarde, el mismo instructor se encargó de
romperle una pierna, aunque el Ejército de Estados
Unidos impidió que la carta donde Jesús contaba eso
llegara a sus padres.
La familia de Jesús Suárez se enteró del incidente
después de la muerte del joven, ocurrida en Irak el 27
de marzo de 2003, a una semana de que Estados Unidos
lanzara la guerra contra el país del golfo pérsico
rico en petróleo. "He hecho mi propia investigación",
afirma el padre del infortunado soldado de 19 años.
"Son carne de cañón", dice don Fernando, quien rechazó
la nacionalidad estadounidense postmortem que le
ofrecía el "US Marine Corps.", y hoy se encuentra en
México para denunciar la condición de esclavitud y
humillaciones que reciben a diario 17,461 mexicanos
que hay en las fuerzas regulares del vecino país.
El incidente es sólo una parte de las vejaciones que
padece la minoría de "hispanos" reclutados, denuncia.
Luego del "entrenamiento" viene la muerte en un país
lejano. Jesús no escribió más, murió a la semana de
llegar a Irak.
Un día antes de su muerte, el 26 de marzo de 2003,
Estados Unidos arrojó 20 mil bombas de racimo contra
escuelas y hospitales iraquíes, de las cuales explotó
20 por ciento y el resto quedó activa. La unidad de
Jesús fue enviada no obstante el peligro para su
integridad.
"Mi hijo pisó una bomba estadounidense en el sur de
Bagdad y recibió la primera atención médica dos horas
y media después, pese a que había una base militar
española a 15 minutos. Yo mismo hice ese tiempo a
pie", indica.
Por primera vez autoridades del gobierno mexicano
escucharon al afligido padre, los diputados federales,
Juan José García Ochoa, integrante de la Comisión
Interparlamentaria México-Estados Unidos y Eliana
García Laguna, de la Comisión de Derechos Humanos,
quienes tomaron nota de su caso.
El ejército mintió diciendo que Jesús murió de un
balazo en la cabeza, pero cuando fui allá en diciembre
de 2003 me di cuenta de todo: "Cómo es posible que
hayan desatado una guerra porque supuestamente Irak
tenía armas ilegales y mi hijo murió precisamente por
una bomba racimo, arma prohibida por la Convención de
Ginebra".
También puso énfasis en el limbo jurídico en el que se
encuentran estos mexicanos ya que el artículo 37 de la
Constitución Política establece que si un ciudadano
sirve a un gobierno extranjero, pierde su
nacionalidad. Esto es aprovechado por el Ejército
estadounidense con los mexicanos ubicados en un limbo
jurídico para convertirlos prácticamente en esclavos,
explica Suárez del Solar.
De esta manera, los mexicanos que entran al ejército
de la potencia quedan desprotegidos de las garantías
individuales que otorga la Constitución mexicana, como
es la prohibición de la esclavitud (artículo primero)
y las demás que salvaguardan sus derechos humanos.
Don Fernando, una persona sencilla, es la prueba viva
de un drama que ya cuenta 89 connacionales muertos en
Irak hasta ahora, aunque según el Pentágono apenas son
25.
Fue así como Suárez del Solar se convirtió en
activista contra la guerra y junto con la organización
"Ojos bien abiertos" (Eyes Wide Open) ha colocado
tantas botas militares y zapatos frente a la Casa
Blanca, como miles son los soldados caídos y los
civiles asesinados en Irak hasta ahora.
Don Fernando ha cobrado conciencia de la realidad,
ahora lleva ayuda a Irak y en la próxima ocasión
planea entrar por Irán. "La vez anterior, el gobierno
jordano nos impidió el paso a un kilómetro de la
frontera iraquí y ahora daremos un rodeo por esa vía",
nos comenta.
Suárez del Solar, quien dirige la organización
Guerrero Azteca indica que los malos tratos ocurren
desde antes del entrenamiento y no se limitan a la
base Pendleton en San Diego, California, por lo que
urge una campaña de información consular de parte del
gobierno mexicano para evitar las trampas de un
reclutamiento engañoso.
Asimismo, su organización se encuentra en lucha contra
las medidas racistas a la que se exponen los
inmigrados como la operación Minuteman de vigilancia
armada en la frontera mexicano-estadounidense, así
como se ha manifestado contra la Ley 200 en Arizona y
la disposición RH418 que desconoce la matrícula
consular*.
También destacó el absurdo de que Estados Unidos
promovió un voto contra Cuba en la Comisión de
Derechos Humanos de Naciones Unidas, cuando es el país
que más viola los derechos humanos en Abu Ghraib,
Irak, en Guantánamo, Cuba e incluso en su propio
territorio.
Concluyó que la infantería de la Armada y el Cuerpo de
Marines de aquel ejército es donde más riesgo corren
los migrantes por la naturaleza de sus acciones
bélicas y que precisamente es ahí a donde enrolan a
los hispanos por lo que urge la atención del gobierno
y la sociedad mexicanos.
De paso criticó el pésimo desempeño del secretario de
relaciones exteriores mexicano, Luis Ernesto Derbez,
quien se empeña en colocarse al frente de la
Organización de Estados Americanos a cambio de una
actitud sumisa frente a Estados Unidos.
*La matrícula consular es un documento que otorga las
representaciones diplomáticas mexicanas en Estados
Unidos a los mexicanos emigrados. Para algunos, es el
único documento para su identificación.
* Periodista mexicano