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Respuesta  Mensaje 1 de 5 en el tema 
De: matilda  (Mensaje original) Enviado: 04/07/2007 14:51

El tesoro oculto: La neutralidad de la red
Disney, Hollywood y los piratas de la Internet

Por Rafael Rodríguez Cruz.- Mientras muchas personas en Estados Unidos -y hasta en América Latina- andan buscándole méritos artísticos y políticos a la versión de Pirates of the Caribbean que acaba de salir, Disney y los verdaderos piratas del capitalismo contemporáneo concentran sus energías en algo menos noble: robarnos a todos el libre acceso que hasta ahora hemos tenido a la Internet. En esta versión real de actos de piratería, no hay nadie oriundo de El Caribe.



3 de julio de 2007

Desde
Washington DC (EEUU)

Los piratas son Disney y sus aliados cercanos de la llamada industria de las telecomunicaciones y de la información: ATT, Verizon, Comcast y Time Warner. Los cuatro gigantitos de las telecomunicaciones.

El reclamo de neutralidad

Saquémonos por un momento los pajaritos que Disney y Hollywood nos han metido en la cabeza. Mientras usted se deleita con las facciones y la apariencia física de Johnny Depp, los estrategas de Disney hacen lo que siempre han hecho: pensar como ideólogos del imperialismo y meterle a todo el mundo las manos en el bolsillo, adentro, bien adentro. Y si de paso lo enajenan aún más de la realidad en que vive, pues usted le ha pagado por los pajaritos que lleva en la cabeza. ¿De qué hablo? Hablo de que la verdadera batalla de piratería este verano no se está librando en las salas de cine de Estados Unidos o América Latina, sino en la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés). ¿Y cuál es el tesoro? Nada más y nada menos que una subasta proyectada de 700 megahertz en la Internet de banda ancha.

Los amiguitos de Disney –como en los cuentos de hadas- se han unido para, mediante la fuerza de su poder económico, quedarse con todo lo que puedan. Verizon, hay que recordar, tiene los derechos de distribución en la Internet de los programas de Disney y –mediante un acuerdo especial- niega acceso en su banda a aquellos que infringen en los derechos de autor de Disney. Bajo este arreglo, Verizon actúa efectivamente como un espía de Disney en su computadora personal. La ley prohíbe que esto se haga sin una orden judicial, pero igual lo hacen estos piratas de la vida real. Pobrecitos los amigos de Disney; sólo controlan el 98% del acceso al mercado de banda ancha. Ayúdelos, por favor: no deje de ver Pirates of the Caribbean y comprar los juguetitos y otras mercaderías.

Si lo que usted quiere es saber cómo piensa un pirata, olvídese de Jack Sparrow y del capitán Héctor Babossa. Mire, en su lugar, a lo que Verizon, Comcast, ATT, Time Warner y Disney tienen en planes para usted (y su familia) cuando en el futuro quiera usar la Internet. Hasta ahora, en la Internet ha prevalecido lo que se conoce como el principio de neutralidad. Bajo éste, las compañías que controlan la Internet no pueden discriminar en base al contenido de la información, la fuente o la propiedad de la misma.

Usted logra acceso a su servidor y una vez allí, pasa de una fuente de información a otra con mucha facilidad. Y si alguien quiere poner una página digital -y hasta cobrar por su uso- lo hace con relativa sencillez, pagando una prima no muy alta. Bueno, pues, eso es lo que le molesta a los amigos de Disney. Ellos quieren que la Internet sea como la televisión en cable; es decir, que usted compre un “package” con los lugares que puede visitar. Y, como puede imaginarse, serán las compañías las que decidirán cuáles sitios digitales entrarán en su contrato y cuáles no.

¿Pero cómo es esto posible? ¿No es acaso la Internet un lugar en que el libre acceso está garantizado? De nuevo, dejemos los pajaritos para las reseñas de películas. Aquí se trata de la piratería real. Y en ésta, los piratas malos tienen amigos verdaderamente poderosos. En el año 2005, Disney y los cuatro gigantitos de las comunicaciones, lograron que la FCC pusiera fin a toda reglamentación de la Internet de banda ancha en Estados Unidos. Para eso, contaron con la ayuda de dos o tres abogados que justificaron distinciones en donde en realidad no las había. Así, desde 2005 la FCC distingue entre servicios de telecomunicaciones y servicios de información.

Los primeros están sujetos a reglamentación por la FCC, incluyendo el no poder discriminar en el tráfico de información. La Internet ligada a la tecnología conocida como “dial-up” es un servicio de telecomunicaciones. No así la Internet por cable, de banda ancha en línea o satelital. Estos son servicios de información, que escapan a la reglamentación gubernamental estadounidense que prohíbe discriminar en cuanto al contenido y la fuente de información.

¿Qué impacto inmediato tendría todo lo anterior sobre su posible acceso a información como usuario de la Internet? Para empezar, el único lugar de acceso libre sería el sistema lento de “dial-up”. Si usted quiere moverse rápidamente (surfear, dicen algunos) con rapidez, tendrá que comprar un “package” en la banda ancha, pero sólo podrá ver lo que su proveedor quiera. Si usted desea poner su propia página digital, tendrá entonces que pagar una prima altísima por estar en banda ancha. De lo contrario, se queda en la banda “ flaca.” ¿Y qué pasará con la tecnología de “dial-up”, controlada como está por las mismas compañías que controlan la de banda ancha? Bueno, que desaparecerá más rápido que el barco de Jack Sparrow. O sea, que usted quizás tenga que leer su publicación de izquierda de nuevo en forma impresa.

Tan serio como eso es el asunto. El New York Times, del 1 de marzo de 2007, lo explica del siguiente modo: “Los usuarios de la Internet pueden obtener hoy acceso a cualquier portal digital en igualdad de términos. Los portales internacionales y nacionales, las páginas digitales de grandes corporaciones y los blogs personales, todos ellos aparecen en la pantalla del usuario del mismo modo cuando sus direcciones son escritas en el buscador. Cualquier persona puede subir una página y transmitir a todo el planeta […] Las compañías de teléfono y de cable, sin embargo, quieren ahora crear una Internet de dos carriles, uno lento y el otro rápido. Las compañías que paguen una prima alta lograran que sus páginas en la Internet lleguen a los usuarios en forma rápida. Las compañías y usuarios que no puedan pagar, transitarán en el carril lento.”

¿Qué pueden hacer los usuarios de la Internet? No mucho, si siguen pendiente a las películas tontas de Disney y compañía; mucho, si aprovechan el acceso libre que todavía prevalece en la Internet. Así, por ejemplo, el pasado 23 de marzo de 2007, la FCC solicitó comentarios al respecto de si debe permitirse la no neutralidad en el uso de la Internet, cosa que favorece a Disney y sus amigos de las telecomunicaciones. Decenas de miles de personas han expresado su oposición a que dos o tres compañías gigantescas de la información dicten la pauta de cómo ha de funcionar la banda ancha.

De hecho, existe una coalición conocida como Savetheinternet.com, a la cual se han unido grupos de derechos civiles e intereses tan poderosos como Google, Microsoft Amazon, Earthlink y Yahoo. La American Civil Liberties Union (ACLU), la Service Employee Union (SEIU) y Democracy for America también han dicho presente. Vale la pena orientarse sobre el tema y unirse a sus esfuerzos por lograr alguna reglamentación que proteja el acceso libre a la Internet.

Además, varias organizaciones de consumidores y de la prensa alternativa –entre ellas Media Access Project, Public Knowledge, Free Press y Consumer Union- están pidiendo que al menos 50% del espectro se reserve para Internet libre. Una encuesta llevada a cabo por esta última organización en enero de 2006, reveló que dos terceras partes de las personas que usan Internet en Estados Unidos están seriamente preocupadas con el modo en que las grandes compañías de telecomunicaciones bloquean y controlan el acceso a la información y los servicios.

La piratería de Disney

Otra cosa importante es ser más cuidadosos al hacer reseñas de las películas de Disney, cuyo desdén por las culturas minoritarias es legendario. Consideremos a este respecto el estreno reciente de Pirates of the Caribbean, At the World’s End. Cierto es que Johnny Depp es un artista entretenido y no mal parecido. Y quizás hasta sea posible que esta película esté “repleta de elementos de leyenda que adornan una historia fantástica.” Pero de ahí a decir que encierre un mensaje progresista es otra cosa. Esa no es ni ha sido nunca la agenda de Disney. Comencemos por aclarar que Pirates of the Caribbean no es una trilogía de películas “inspiradas en una de las atracciones de un parque de diversiones.” Ese es otro de los pajaritos de Disney. Mucho antes de que Johnny Depp llegara a Hollywood (e incluso naciera), estaba Douglas Fairbanks.

Después de su extraordinario éxito en 1920 con la película super racista de La marca de El Zorro, Fairbanks decidió seguir cultivando las historias de aventuras con personajes estereotipados. En 1924 produce y actúa en El ladrón de Bagdad. En 1925 hace ambas cosas nuevamente en Don Q, el hijo de El Zorro. En 1926 produce, escribe e interpreta El pirata negro. Esta película fue uno de los grandes éxitos taquilleros del cine mudo. Junto a Fairbanks aparecen en escena Billie Dove (la mujer blanca y hermosa que hay que rescatar) y Donald Crisp (el jefe de la banda de piratas). El pirata negro fue la tercera película hecha en dos colores Technicolor.

¿Cómo compara Pirates of the Caribbean con la película de Fairbanks? La comparación es injusta. No hay un solo aspecto en que The Black Pirate no sea superior a la trilogía de Disney. La trama de la cinta de Fairbanks es superior; también la actuación, la escenografía, la música y por supuesto la intensidad de las escenas de acción. No voy a detenerme en las múltiples escenas que Disney roba descaradamente a Fairbanks sin darle crédito alguno. Literalmente, lo piratea. Por ejemplo, el barco de Fairbanks en 1926 es negro y la princesa que hay que salvar lleva en su pecho un medallón que la identifica. Con Disney, el personaje de Will Turner se une a los piratas para rescatar a su padre; en la obra de Fairbanks, para vengarlo.

Además, están las escenas de los cuerpos en el agua y la de la subida al tope del mástil con el cañón y la soga. Incluso el capitán Héctor Babossa es un plagio vergonzoso de un personaje de The Black Pirate; eso, en todos los detalles, desde la vestimenta y el sombrero, hasta la cojera y el mono. La cinta de Disney adolece de falta de color, de originalidad y de personalidad de los personajes. En la de Fairbanks, por el contrario, los piratas son realmente maravillosos y creativos. Las tomas subacuáticas son una obra de arte. Finalmente, está el propio Fairbanks.

De nuevo, la comparación no es justa: Fairbanks era un actor muy superior a Johnny Depp. Fairbanks creó la imagen del pirata que vencía a los demás con trucos, inteligencia y astucia, siempre con una sonrisa burlona en la cara. Proyecta, como Depp, una cierta feminidad, pero lo hace de manera mucho más genial. Además, Fairbanks era un gran atleta, espadachín y acróbata. Las piruetas y acrobacias que hace en The Black Pirate son increíbles. No usaba dobles. Johnny Depp no podría ni soñar con hacer algunos de los trucos que Fairbanks hace en su película de 1926. La escena en que este último captura un barco sin la ayuda de los demás piratas es físicamente imposible para alguien que no sea un atleta de primera. Y cuando Fairbanks sube al tope de un mástil con una persona al hombro y usando una sola mano para agarrarse de la soga, no usa un doble (como sí hace Johnny Depp).

El doble, por supuesto, no hace ni la mitad de la acrobacia de Fairbanks. En realidad, no hay muchos actores de Hollywood que puedan hoy hacer esta escena por sí solos; simplemente no los hay. Como historia de amor, la obra de Fairbanks es también muy superior a la de Disney. No hay un segundo aburrido en la cinta. En fin, incluso con sus efectos especiales, Pirates of the Caribbean resulta una producción artísticamente mediocre frente a The Black Pirate. Y eso que la cinta de Fairbanks es muda. Ya lo dijo el propio Disney al reflexionar sobre el significado histórico de su obra: “Nunca he dicho que mis creaciones sean arte; lo que son es parte del negocio de espectáculos, de la manufactura de entretenimiento.” Y en los negocios, como sabemos, todo cabe.

Hollywood y la manipulación mediática

Ahora bien, no se trata tampoco de escoger entre Fairbanks y Johnny Depp. Pirates of the Caribbean y The Black Pirate son producto del mismo medio ambiente: Hollywood. Y la agenda de Hollywood ya la sabemos: producir, mediante la manipulación del arte, ideología enajenante y favorecedora de los intereses imperialistas de Estados Unidos. Sobre todo, Disney y sus amigos siempre han buscado manufacturar conceptos ideológicos desmerecedores de las minorías étnicas, además de visiones que proyecten deformadamente a los países de Africa, Asia y América Latina. The Black Pirate, probablemente la mejor película de piratas de todos los tiempos, se estrenó precisamente en 1926, era en que Hollywood sienta sus bases de desarrollo a gran escala, haciendo en no poca medida películas despectivas de las minorías y clases oprimidas (exceptuando por supuesto a Charles Chaplin).

De esa época son La marca de El Zorro, las primeras grandes películas de Tarzán (1918-1930) y King Kong (1933). Hollywood nace, se expande y desarrolla, en no poco grado, fomentando los estereotipos raciales y étnicos. La versión de Scarface de 1932, que proyecta a los trabajadores inmigrantes italianos como faltos de moral, es también un gran ejemplo. Recordemos, Sacco y Vanzetti fueron ejecutados en 1927.

Un arreglo entre piratas

En The Black Pirate, Fairbanks habla de “la compañía de piratas” para describir la unión de los piratas en una organización inescrupulosa motivada por la búsqueda de riquezas y tesoros. Parecería que está hablando de Disney y sus amigos de las telecomunicaciones en los albores del siglo XXI. Se trata, como hemos visto, de verdaderos piratas que no reconocen otros códigos de conducta que aquellos que brotan de la acumulación de capital.

Es importante reconocer, entonces, que el enemigo a que nos enfrentamos en la batalla en contra de la manipulación mediática, no es tan sencillo como a veces se piensa. No se trata tan sólo de los medios de prensa y difusión tradicionales. Ahora el escenario se ha desplazado hacia la Internet. El objetivo de Disney y de las grandes corporaciones de cable y teléfono es –mediante acciones que no son sino actos de verdadera piratería- bloquear el libre acceso a la tecnología de banda ancha y transformarla, de un lugar de amplio flujo de información, a un instrumento de enajenación sistemática de las masas.

Vamos a tener que trabajar bien fuerte, obviamente, para evitar que Hollywood y Disney nos metan más pajaritos en la cabeza y nos roben de una de las invenciones potencialmente más revolucionarias del mundo contemporáneo.


  
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Respuesta  Mensaje 2 de 5 en el tema 
De: maribea05 Enviado: 04/07/2007 17:11
Ay que tener cara, oye! para criticar esto que según el autor pretender hacer "los grandes" emporios... y no tener la misma cara para criticar lo que hace el gobierno de Cuba dentro del territorio, que es un control absoluto y represivo de los sitios donde navegar!

Al menos, los grandes emporios lo hacen con fines de preservar los derechos  y toda esa vaina, que debiera pertener a todos... en Cuba se hace con fines ALTAMENTE REPRESIVOS y de control de la información.

El gobierno de Cuba se ha atrevido incluso a promover el control desde foros internacionales (a lo mejor de ahí fue que tomaron la malsana idea los emporios mencionados).

ANYWAY en mi caso, que soy coherente y consistente con mis principios y mis condenas, CONDENO ENERGICAMENTE CUALQUIER ESFUERZO O PRACTICA DE CONTROLAR EL ACCESO A INTERNET. Preténdalo hacer quien sea, de cualquier lado, por más emporio o gobierno que sea.

Que habrá que actualizar legislación, para detectar y castigar los casos de accesos indebidos, robos de identidad, piratería de películas y música, pornografía infantil, manejo inadecuado de la red, etc., claro, estoy muy de acuerdo. Que se cree una Interpol-Internet, especializada en esas cosas y con las debidas leyes, y lo fácil que puede ser, o difícil, dependiendo de las características del usuario, detectar malos manejos, se encuentre y lleve a la justicia a los violadores de las nuevas leyes que regulan, igual que en la vida diaria no virtual, el uso de la red. Eso sí.

PERO REGULACIONES DE NAVEGACION, INTRANETS DENTRO DE INTERNET, ETC. NOOOOOO, POR PARTE DE NADIE. Ok?! De Nadie!

Respuesta  Mensaje 3 de 5 en el tema 
De: matilda Enviado: 04/07/2007 19:27
Me acordé de un informe que publiqué hace unos días y creo que viene bien retomar ciertos puntos,para aclara la desvirtuación que se hace sobre el uso de internet en Cuba.
. Cuba sólo dispone de 124 megaBytes/seg en bajada de satélite y de 65 megaBytes/seg en subida, una ridiculez.

En eso tiene razón: es una ridiculez, pero le faltó agregar que es impuesta por los Estados Unidos que decide cuál es el ancho de banda que puede contratar la Isla. Cualquier hotel o café internet que no esté ubicada en el archipiélago cubano disfruta un ancho de banda igual o superior al que dispone toda Cuba para sus transmisiones por Internet. ¿Por qué Pasquali olvida este dato? ¿Por qué elude decir que cada Megabyte le cuesta a Cuba cuatro veces más caro que a todo el mundo y tiene que pelearlo con uñas y dientes? La isla pudo contar con navegación internacional solo a partir de 1996, con un condicionamiento político: forma parte del paquete de medidas de la Ley Torricelli (1992) [3] para “democratizar la sociedad cubana”. Esta Ley también decreta –y está vigente hoy- que cada Megabyte (rango de velocidad de conexión) contratado a empresas norteamericanas o sus subsidiarias debe ser aprobado por el Departamento del Tesoro. Estableció limitar esa contratación y decidió sanciones extraordinarias –multas de 50 000 dólares por cada violación- para quienes favorezcan, dentro o fuera de EE.UU., el negocio electrónico o el más mínimo beneficio económico de la Isla a través de la red.

Este párrafo nos aclara lo costoso que resulta al gobierno cubano porveer de internet a sus ciudadanos,una preocupación que al parece los EEUU,no tienen en cuenta aunque dicen defender la libertad de espresión, cualquier intento por interpretar esta realidad como un intento de "cinturón" que luego cargue el gobierno cubano,es pura "especulación",sobre todo teneiendo en cuenta las "tácticas limpitas" que suele utilizar USA con todo aquél que se le opone o fastidia.

Asi que chicuelos,nada de especular!

El número de conexiones a internet es el menor de Latinoamérica (0,9x100hab). ¿Qué se oculta al ampliar la capacidad informática de Cuba si la población no tiene acceso a internet?

Más de lo mismo, para preparar el terreno, y otro dato manipulador. Cuba ha tenido que construir un proyecto de acceso social e intensivo, de modo que el 90 por ciento o más de las computadoras son utilizadas por más de un individuo. Es puro sentido común. Si usted tiene que distribuir la capacidad de conexión de un hotel para 12 millones de habitantes, solo puede hacer dos cosas: o dárselo a un grupito de personas o buscar una alternativa que garantice el empleo más amplio y racional de ese recurso. Eso ha hecho. Se priorizan las universidades, los centros culturales y de salud, los medios de prensa y los Joven Club de Computación -más de 600 locales que funcionan en todas las localidades del país, las 24 horas al día y que ofrecen cursos para todas las edades en los que se aprende a utilizar estas tecnologías-. Un millón de personas se han graduado en esos cursos, mientras que en todas las escuelas hay laboratorios de computación, con un promedio de 20 estudiantes por computadora. En Cuba hay 146 aulas en parajes remotos de las montañas, a las que asiste solo un niño y que son atendidas por un maestro y varios instructores, uno de ellos de computación. ¿Por qué un país bloqueado y pobre invertiría millones de dólares en instruir desde muy temprana edad en el conocimiento de la informática? Si el gobierno está interesado en limitar y censurar el acceso a Internet, ¿para qué entrena en el uso de las computadoras más modernas a más de 2 millones de niños y adolescentes, incluyendo aquellos que viven en parajes perdidos de las serranías? ¿Por qué se silencia esta verdad, fácilmente comprobable?

Este párrafo nos explica que si Cuba ha tenido que crear un proyecto para el uso intensivo de internet , es sentido común que se privilegie la utilización hacia el estudio y la investigación.Para que más gente pueda utilizarlo.

6. Cuba es uno de los 13 países que más censura internet.

¿Dónde están las pruebas? Hasta ahora lo único que sustenta semejante afirmación es la machacona repetición de la frase, sin un sustento real. Los más feroces incitadores de esta campaña, citados alegremente en todos los informes del Departamento de Estado norteamericano, intentaron probarlo y utilizaron para ello métodos ilegales. Reporteros sin Fronteras envió clandestinamente en octubre de 2006 a una periodista francesa, que estuvo viviendo un mes en la Isla y presentó poco después el resultado de su trabajo de espionaje, bajo el seudónimo de Clarie Voeux. El Miami Herald la entrevistó y dio cuenta de los resultados de la investigación, que según ella “habían sido sorprendentes”. Los cafés de internet en los hoteles y oficinas de correos permitían libre acceso a los sitios web, inclusive a los considerados subversivos. “Me sorprendió poder visitar todos los sitios web… Se trata de control del acceso, no de censura'', dijo al diario. [4] Y, efectivamente, ahí está el informe, pero “misteriosamente” nadie ha reparado en él.

Ahá y lo dicen los de Reporteros Sin Verguenza nomás y lo publica el Miami Herald.......

7. El cubano normal y corriente no puede usar internet.

Falso. Lo que nadie puede es usar solo para sí mismo un canal tan estrecho de navegación, aunque posea todo el dinero del mundo. Si el país repartiera en unas pocas manos el estrecho espectro de enlace satelital, convertiría la navegación en red en un imposible para los cientos de miles de cubanos que hoy se enlazan a ella. El canal de fibra óptica que conectará a Cuba y a Venezuela es para nosotros una gran esperanza. No solo mejorará la calidad de la navegación, sino que dará la posibilidad de extender este servicio a los hogares de los cubanos, un sueño que es mucho más antiguo de lo que cabría suponer. En 1969 se creó en Cuba el Instituto Central de Investigaciones Digitales (ICID). Quien revise las intervenciones públicas del presidente Fidel Castro en esa época se tropezará frases como esta: “Somos un país sin recursos naturales, pero tenemos un recurso muy importante, la inteligencia del cubano. La computación logra eso y estoy convencido de que cada cubano podrá contar en el futuro con máquinas como estas” [5] . ¿Qué otro objetivo podría tener un país que está formando a millones de personas en el uso de la computación?

Confiamos en que así será,nos preparamos para entonces.

matilda


Respuesta  Mensaje 4 de 5 en el tema 
De: maribea05 Enviado: 04/07/2007 21:43
Fíjense como claramente se le da la vuelta al tema central... para desviarlo cuando el matiz que adquiere "no conviene".

Ay dió!

Respuesta  Mensaje 5 de 5 en el tema 
De: Azali5 Enviado: 04/07/2007 21:43
Matilda ,MENTIRAS!!


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