La Asociación Encuentro de la Cultura Cubana, considerada por sus responsables editora de la revista que “puso en jaque el monopolio cultural del régimen (cubano)” recibió el pasado año una subvención de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) de nada menos que 400.000 euros, simplemente para el portal de Internet cubaencuentro.com, más otros 100.000 en otra partida presupuestaria posterior. Llama la atención que la cuantía supone más del diez por ciento de los fondos totales por valor de 3.786.381,00 euros que se distribuían entre 38 proyectos aprobados en esa convocatoria del mes de mayo.
No era la primera vez que a la Asociación Encuentro le llovían de esta agencia -considerada el órgano de gestión de la política española de cooperación internacional para el desarrollo- subvenciones millonarias para su página de Internet, el año anterior, le concedieron 400.000 euros y en 2006 otros 200.000, según confirmó la Agencia a Le Monde Diplomatique.
Creada en el año 1995, la revista Encuentro lleva recibiendo fondos de la AECID desde al menos el año 2.000. Pero llama la atención que fue en al año 2004, con la llegada del partido socialista al poder, cuando se disparan las ayudas, en el año 2000 fue 27.000 euros, 24.000 en 2001 y 60.000 en 2003. El 2004 se duplican a 120.000 euros y el 2005 se triplican a 180.000.
Esta asociación anticastrista no solamente recibe fondos de esta institución. Según su web, “para llevar a la práctica sus proyectos, la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana ha contado con el apoyo de numerosas instituciones”. Entre ellas encontramos organismos del gobierno español, como la citada Agencia Española de Cooperación Internacional o la Dirección General del Libro del Ministerio de Cultura; gobiernos regionales españoles (Junta de Andalucía, Comunidad Autónoma de Cantabria, Gobierno de Aragón); una institución europea (Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos, Comisión Europea); banca pública española (Fundación ICO, Fundación Caja Madrid); instituciones ligadas al gobierno estadounidense (National Endowment for Democracy, The Ford Foundation, The Open Society Institute, Cuba Study Group) y organizaciones ligadas a la internacional socialdemócrata ( Centro Internacional Olof Palme de Suecia y Fundación Pablo Iglesias de España).
Preguntado sobre la razón de una subvención tan cuantiosa para una página web, el director editorial de Encuentro, Pablo Díaz Espí, respondió a Le Monde Diplomatique que “no se trata de una página web, sino de un Portal de asuntos cubanos (Cubaencuentro.com) que mantiene al acceso del lector toda la información publicada desde diciembre de 2000, los cincuenta números de la revista Encuentro de la Cultura Cubana, directorios (que registran información oficial del gobierno cubano junto a las del exilio) y abarcan centros de documentación, casas editoriales, estudios cubanos, enlaces de arte, cultura, bibliotecas, bases de datos, deportes, medios de comunicación, etc.”. Hemos recogido información sobre el coste informático del mantenimiento de un portal similar. Según Miguel Sáez, de la empresa Turianet, el presupuesto anual aproximado de su empresa es de 550 euros por el alojamiento o hosting, 40 por el dominio y otros 250 por el mantenimiento técnico, en total 800 o 900 euros anuales. Una cantidad sensiblemente menor a los 400.000 que está recibiendo cada año la Asociación Encuentro para el mantenimiento de su web solamente de la AECID.
Todo indica que la empresa informática encargada del mantenimiento del portal de Encuentro es Iguana Information Technologies S.L., con sede en Madrid. Consultado el registro mercantil, se puede comprobar que esta empresa tiene como único accionista a Manuel Desdín, quien en lugar de haberla registrado como sociedad unipersonal tal y como establece la ley, lo ha hecho como Sociedad Limitada, ocultando así que sólo hay un solo propietario. Desdín es, a su vez, vocal y director de tecnología de la Asociación Encuentro. La relación Desdín, Iguana S.L. y Encuentro se confirma sólo con ir a una de las novelas del que fuera director de Encuentro Jesús Díaz, ya fallecido. En ella, titulada Las cuatro fugas de Manuel, se relata la vida de Manuel Desdín. Un cable de agencia difundido con motivo de la publicación de la novela afirma:
“Manuel, que actualmente vive en España exiliado y que estuvo presente en esta entrevista, no ha podido seguir estudiando Física, pero ideó e implementó un software de alta tecnología como soporte del diario digital Encuentro en la red, en el que el autor y un grupo de intelectuales cubanos expresan sus ideas democráticas”.
De modo que parece que la crítica al gobierno cubano y la generosidad gubernamental española también puede generar pingües beneficios.
La asociación también está registrada en el estado norteamericano de La Florida como Encuentro de la Cultura Cubana, Inc., aunque su actividad en este país es mínima. Según su director editorial, Pablo Díaz, la tirada de la revista es de 4.500 ejemplares y las cifras de acceso de su web durante el pasado mes de marzo fueron de “215.000 usuarios únicos (390.000 visitantes), 24 millones de hits y 2.594817 páginas vistas”. Unos datos que le sitúan a la altura de humildes medios locales como el Diario de León o La Opinión de Málaga, según la OJD.
Pero sigamos repasando las fuentes de financiación de esta asociación, por ejemplo la Fundación Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy-NED). Según su último anuario publicado, el de 2007, la NED reconoce esa financiación con 215.000 dólares a la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana. Desde el año 2.000, fecha en que se puede consultar en la página web oficial de la NED, Encuentro ha estado recibiendo cantidades anuales entre 65.000 y 210.000 dólares hasta contabilizar desde el año 2000 al 2007 un total de 1.033.135 dólares (en el año 2006 la cantidad fue de 210.135 y en 2005, 200.000, en 2004 fue 85.000; en 2003 fue 65.000; en 2002 fue 95.000; en 2001, 80.000; en 2000, 83.000). Se trata de una cantidad impresionante procedente de Estados Unidos para una organización que se dedica a Cuba y que tiene su actividad principal en España. Ya en el informe de balance anual del año 1998, se decía lo siguiente: “La estrategia de la NED ha sido apoyar y promover la publicación de Encuentro de la cultura cubana, una revista trimestral de Humanidades, la cual recibe colaboraciones escritas por intelectuales y académicos de la Isla, y circula ampliamente dentro y fuera de Cuba”.
Esta financiación lleva a que desde La Habana consideren a esta asociación una operación de injerencia del gobierno de Estados Unidos. Desde Encuentro, Pablo Díaz confirma estos ingresos pero defiende su independencia: “Recibimos fondos de la National Endowment for Democracy al igual que la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, de Gabriel García Márquez; la Campaña del No a Pinochet; la organización Amigos de Nelson Mandela en el Congo. También hemos sido acusados de recibir fondos de la Fundación Ford, que ha apoyado sostenidamente proyectos dentro de Cuba con la Casa de las Américas, el Instituto de Relaciones Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, el Centro de Estudios de América, el Centro de Estudios de Estados Unidos y la asistencia de académicos e intelectuales cubanos a los Congresos de LASA. El abanico de nuestras fuentes de financiación es muy diverso y ninguna de estas instituciones jamás ha interferido en nuestra línea editorial”. Sin embargo, Díaz no nos facilitó el dato del presupuesto anual de la asociación, limitándose a señalar que “depende de las subvenciones obtenidas y ha tenido muchas fluctuaciones a lo largo de 13 años”
Se trata de dilucidar cómo de independientes son las instituciones que la financian, sin duda la Agencia Española de Cooperación –ligada íntegramente al gobierno español- no lo es, pero si consultamos la página oficial de la NED para ver si la consideramos gobierno estadounidense o fundación independiente encontramos en su presentación que sus fondos proceden de la Administración norteamericana:
La aportación que recibe anualmente del Congreso le permite conceder cientos de fondos al año a grupos que promueven la democracia en África, Asia, Europa central y del Este, Latinoamérica, Oriente Próximo y la antigua Unión Soviética.
E incluso en la ceremonia de inauguración oficial ¡en la Casa Blanca!, el entonces presidente Ronald Reagan afirmaba:
Bueno, la esperanza se ha hecho realidad. La Fundación Nacional para la Democracia (NED), una corporación privada, con fines no lucrativos fundada por el Congreso, será la pieza fundamental de este esfuerzo. Todos los estadounidenses pueden estar orgullosos de esta iniciativa y de la labor del Congreso que la ha hecho posible.
La NED se crea durante el gobierno de Ronald Reagan en 1983, en un periodo en que no cesaban de salir a la luz escándalos de la CIA, lo que hacía necesario crear algún organismo de seductor nombre que asumiera de forma legal lo que mediante acciones encubiertas estaba resolviendo la CIA. Así nace la NED con el fin de “apoyar instituciones democráticas en todo el mundo a través de esfuerzos privados, no gubernamentales”. Ya en su definición se encuentra la primera falsedad porque, como se puede comprobar en sus informes financieros anuales, hasta el último centavo proviene de la administración estadounidense. The New York Times la definió de este modo el 31 de marzo de 1997: “la Nacional Endowment for Democracy, fue creada hace 15 años para llevar a cabo públicamente lo que ha hecho subrepticiamente la Agencia Central de Inteligencia durante décadas, gasta 30 millones de dólares al año para apoyar partidos políticos, sindicatos, movimientos disidentes y medios noticiosos en docenas de países…”.
El analista William Blum revela en su libro El Estado agresor. La guerra de Washington contra el mundo, cómo la NED manipuló elecciones en Nicaragua en 1990 y en Mongolia en 1996, y “ha ayudado a derrocar a gobiernos electos democráticamente en Bulgaria en 1990 y Albania en 1991 y 1992”. La NED tuvo un protagonismo fundamental en la financiación y organización del golpe de Estado contra Hugo Chávez en Venezuela en abril del año 2002, tal y como ha documentado Eva Golinger en su libro El Código Chávez. Operación que sigue todavía vigente, desde 2005 a 2007 la NED ha manejado tres millones de dólares para sus actividades en Venezuela, de ellos, sólo en 2005; 107.200 dólares fueron para la organización Súmate, cuya presidenta formó parte del directorio que apoyó el golpe de Estado. Además, la USAID destinó otros 7’2 millones para la Oficina de Iniciativas para la Transición con sede en Caracas.
En cuanto al caso cubano, según el ex agente de la CIA, Philip Agee: “A principios de los años 80, se tomó la decisión de que se requería más que las operaciones terroristas para imponer un cambio de régimen en Cuba. El terrorismo no había funcionado, ni la invasión de Playa Girón, ni el aislamiento diplomático de Cuba que había disminuido de a poco, ni el embargo económico. Ahora Cuba sería incluida en un nuevo programa mundial para financiar y desarrollar organizaciones no gubernamentales y voluntarias, de lo que llegaría a ser conocido como la sociedad civil dentro del contexto de las políticas neoliberales globales de EE.UU. La CIA y la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID) jugarían un rol crucial en este programa así como una nueva organización establecida en 1983: The National Endowment for Democracy (NED) (Fundación Nacional por la Democracia)”.
Otra de las instituciones estadounidenses que nutren a Encuentro de la Cultura Cubana es la Fundación Ford. De ella recibió, según se puede comprobar en la web de la propia fundación, 600.000 dólares en 2004, otros 600.000 en 2006 y 400.000 en 2008. No consta en el portal información referente a años anteriores, pero la revista cultural cubana La Jiribilla ya informaba en el año 2002 que fueron de 60.000 dólares en 1999, 235.000 en 2000 y 600.000 en 2001.
La británica Frances Stonor Saunders en su libro La CIA y la guerra fría cultural, y el sociólogo estadounidense James Petras han documentado ampliamente la relación de la Fundación Ford con la CIA. Según Saunders, la CIA considera a fundaciones como Ford "la mejor y más plausible forma de cobertura para financiamientos”. Por su parte, Petras señala que “la conexión entre la Fundación Ford y la CIA fue un esfuerzo conjunto, deliberado y consciente, por fortalecer la hegemonía cultural imperial de EE.UU. y debilitar la influencia política y cultural de la izquierda”. Es curioso, pero durante la guerra fría, en 1953, ya se creó con ayuda de esta Fundación y de la agencia de inteligencia una revista que se llamaba del mismo modo que la cubana, Encouter.
Y sigamos con los fondos procedentes de Estados Unidos. Tenemos a The Open Society Institute, una fundación con sede en Nueva York, creada en 1993 por el multimillonario George Soros para apoyar sus fundaciones en Europa oriental y central y en la ex Unión Soviética. El proyecto consistía en lograr consolidar el abandono del comunismo en la región. El editor del blog Penúltimos días y militante anticastrista de origen cubano, Ernesto Hernández Busto, señala que preguntó a The Open Society Institute a cuánto ascendía su apoyo financiero a la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana, la respuesta de Luis Montero, responsable de comunicación para Europa de dicha institución fue la siguiente: “Con respecto a su pregunta, le informo que el Open Society Institute dio apoyo financiero a la Asociacion Encuentro de la Cultura Cubana desde el 1999 hasta el 2007; durante esos 8 años el apoyo financiero TOTAL fue de $320,000.00”.
A pesar del perfil de las instituciones que financian a Encuentro, Pablo Díaz insiste en que “Encuentro tiene como objetivo primordial el constituirse en un espacio abierto al examen de la realidad nacional cubana. El proyecto surge con el propósito de disponer de un medio donde se pudieran debatir libremente todas las posiciones estéticas y políticas cubanas”.
Algunas de las instituciones citadas por Encuentro como patrocinadoras lo hacen mediante la inserción de publicidad. Lo que permite observar anuncios curiosos que muestran más una intención de inyectar fondos que lograr difusión publicitaria. Por ejemplo una página entera para anunciar el número de primavera de 2008 de una revista de la Universidad de Alcalá en la edición de otoño de Encuentro de ese mismo año o un anuncio de Programa de la Fundación Cajamadrid de Conservación del Patrimonio Nacional, que no parece que sea un tema muy relacionado con la cultura cubana.
Y todo ese dinero para una página web y una revista que edita cuatro números al año. Su director editorial, Pablo Díaz, reconoce que la labor de la asociación en España es principalmente, “la publicación de la revista trimestral Encuentro de la Cultura Cubana y la publicación del portal digital Cubaencuentro.com”. Ya, con motivo de una entrevista a los diez años de su nacimiento, la actual presidenta, Annabelle Rodríguez, explicaba que la creación de la publicación fue un encargo de cargos españoles bien relacionados con Estados Unidos que comenzaron por darle 90.000 euros del erario público. Entre ellos, Inocencio Arias, que fue embajador en ese país y Javier Solana, ministro de Asuntos Exteriores en el gobierno de Felipe González y que posteriormente, como hombre de confianza de los norteamericanos, pasó a ser el secretario general de la OTAN.
Una vez más, Cuba, o mejor dicho la política de acoso al gobierno cubano, se convierte en un punto de encuentro -nunca mejor dicho-, entre gobiernos socialdemócratas europeos, gobierno estadounidense y fundaciones privadas neoliberales.
Pascual Serrano es periodista. Acaba de publicar “Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo”. Península 2009