La llamada "guerra sucia" contra ETA de hace más de 20 años volvió el lunes a la actualidad en España tras unas polémicas declaraciones del ex presidente Felipe González en las que llega a afirmar que tuvo la posibilidad de volar a la cúpula de ETA en los años 90 y no lo hizo. Seguir leyendo el arículo
El Partido Popular y el Partido Nacionalista Vasco reaccionaron con dureza a las palabras del ex dirigente socialista al diario El País del domingo, que trajeron a la palestra de nuevo los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), que operaron contra ETA y su entorno con fondos del Ministerio del Interior bajo su gobierno (1982-1996).
"Lo que ha aseverado el señor González es algo que ya estaba prácticamente en el acervo común del conocimiento de todos los españoles (..) Existió una guerra sucia, que se llevaba desde el Gobierno y que por lo tanto el presidente del Gobierno era el máximo responsable", dijo la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, tras la Ejecutiva de su formación el lunes.
El ex presidente socialista aseguró que fue informado de que los máximos dirigentes de ETA iban a reunirse en Francia para preparar un atentado de gran repercusión con ocasión de la celebración de los Juegos Olímpicos en Barcelona en 1992.
"Tuve una sola oportunidad en mi vida de dar una orden para liquidar a toda la cúpula de ETA. Nuestra gente había detectado el lugar y el día de la reunión de toda la dirección en Francia. La posibilidad de detenerlos era cero. (..) La decisión es sí o no. Dije no", dijo González, de 68 años, a El País.
"Todavía no sé si hice lo correcto. Una de las cosas que me torturó fue cuántos asesinatos de inocentes podría haber ahorrado", añadió.
A las palabras de la representante del PP y numerosos editoriales y tertulias radiofónicas, se sumaron el lunes las palabras del presidente del PNV en Álava, Iñaki Gerenabarrena, que señaló que González había destapado quién era el "señor X", como aparecía referido el máximo dirigente del GAL en los sumarios de la investigación judicial y cuya identidad nunca trascendió.
"Que haya tenido la duda de si matar o no, habla muy mal de un presidente del Gobierno", añadió el presidente del PNV en Vizcaya, Andoni Ortúzar, en declaraciones recogidas por Efe.
El diario El Mundo, medio de referencia en la cobertura de las acciones de los GAL, dijo en su editorial que las palabras del político andaluz suponen "una confesión implícita de que estaba informado y autorizó la guerra sucia contra ETA en el sur de Francia". Además de las duras palabras contra González, El Mundo pidió al actual número dos del gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, que desvele su opinión sobre el asunto.
El presidente del Congreso, José Bono, llamó el lunes "cínicos" a quienes critican a González, "el mejor jefe de Gobierno que ha tenido España desde la A y hasta la X".
"Es algo que pertenece al pasado, los hechos que ocurrieron han sido juzgados por la Justicia, es más materia de historiadores desapasionados que de enemigos viscerales del presidente Felipe González", dijo el político socialista a RTVE.
"Felipe González es un hombre de Estado que nosotros respetamos de una manera muy especial, no hay que profundizar más", añadió el recientemente nombrado secretario de organización socialista, Marcelino Iglesias.
González llegó al poder en los 80, cuando ETA llevaba a cabo atentados constantes y contaba con un amplio apoyo social en el País Vasco. Dos altos cargos de su Gobierno, el ex secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera y el ex ministro José Barrionuevo, fueron condenados - y luego indultados - por el secuestro del empresario Segundo Marey, que llevaron a cabo los GAL, organización que acabó con más de 20 vidas, según trascendió en el juicio.
Las declaraciones de González llegan dos meses después de que ETA declarara un alto el fuego recibido con escepticismo por el Gobierno y en medio de las especulaciones de que ETA, muy debilitada por las acciones jurídicas y policiales de los últimos años, podría estar a punto de decretar un cese de la violencia verificable.