Lo gritó a los cuatro vientos, pero lo hizo al estilo Luis Aragonés: mirando a la carita a los jugadores del Real Madrid, de quienes le separaba una fina valla metálica: "¡A ocho puntos, a ocho puntos! ¡Españolitos, ya os hemos ganado vuestra Liga española, que os den!", seguía picando Piqué, embriagado por la alegría de verse con su tercer título liguero consecutivo desde que Pep lo rescató de las garras del malvado Ferguson.
Al final, más de un jugador del Madrid -Ramos, Casillas, Carvalho, Pepe y Adebayor estaban por allí- se encaró con el central e incluso tuvieron más que palabras. Los insultos jugaban un partido de tenis con la valla de separación como red.
También alguno de los ayudantes de Mourinho, siempre presentes en la escena del crimen, presenció El Piqué del siglo y mandó al central azulgrana que se metiera en su vestuario y dejara de tocar las narices.
Pero la cosa no acabó ahí. Piqué, crecido por un empate que le daba la Liga al Barça, emplazó a los madridistas para la final de mañana. "¡Españolitos, ahora os vamos a ganar la Copa de vuestro Rey!", les espetó el barcelonés. La contestación que recibió fue directa al mentón. "A ver si te pones tan chulito cuando vayas con la selección", le dijeron los madridistas.
Pepe, que no rehúye una buena trifulca, también se metió de por medio cuando la cosa se iba calentando. Los del Barça le acusan de escupirles, pero el portugués lo niega.
Lo que ocurrió en el túnel es sólo el aperitivo de lo que puede pasar mañana sobre el césped de Mestalla. Los jugadores del Madrid están picadísimos -y no sólo con Piqué- y los del Barça no están dispuestos a rehuir la pelea si pintan bastos. Menos mal que se prevé que diluvie en Mestalla, porque la final va a jugarse ardiendo.