México: Los prófugos del infierno no van al cielo
- Jueves 14 de Abril de 2011 02:01
- Neo Club Press
Una película de horror. Así describía un presentador miamense los crímenes perpetrados por el cartel de Los Zetas en el municipio de San Fernando, estado mexicano de Tamaulipas, donde recientemente fueron encontradas fosas comunes con más de cien cadáveres.
Lo que no dijo el presentador fue que entre las decenas de muertos, emigrantes en camino a Estados Unidos, muy probablemente habría algún cubano.
Los cubanos que escapan del infierno castrista se las ven cada vez más peliagudas para llegar a Estados Unidos atravesando la frontera mexicana. De hecho, algunos de ellos nunca llegan a Miami, ni a ninguna parte. Es decir, lisa y llanamente los matan.
La firma en octubre de 2008 del Memorándum de Entendimiento entre Cuba y México ha sembrado de espinas la ruta mexicana hacia “la yuma”, convirtiéndola en una suerte de carretera hacia el infierno. Del infierno castrista al infierno de Los Zetas.
Un informe especial “Sobre Secuestro de Migrantes en México”, de febrero de este año, estableció que entre abril y septiembre de 2010 se documentaron “214 casos masivos”, para un total de 11,333 víctimas, de las cuales 44.3% eran hondureños, 16.2% salvadoreños, 11.2% guatemaltecos, 10.6% mexicanos, 5% cubanos, 4.4% nicaragüenses, 1.6% colombianos y 0.5% ecuatorianos.
Este cinco por ciento de cubanos, sin embargo, resulta engañoso, dado que el poder adquisitivo de los cubanoamericanos facilita que paguen los rescates de sus familiares en México –con lo cual el secuestro nunca se convierte en estadística--, por un lado, y por el otro el sistema totalitario vigente en Cuba, donde la prensa es un mero instrumento del castrismo, dificulta el libre flujo de información.
Esta última circunstancia también estimula el comportamiento criminal de las autoridades mexicanas con los emigrantes cubanos, al verse amparadas por el hecho de que el politizado gobierno de La Habana es incapaz de proteger a sus nacionales en el exterior, más bien todo lo contrario.
Porque no sólo se trata de Los Zetas u otras bandas. Los abusos, torturas y extorsiones a cubanos también llegan por la esquina azul de las autoridades mexicanas, desde el Instituto Nacional de Migración (INM), pasando por la Policía, hasta la Marina.
De hecho, 16 policías del municipio de San Fernando fueron detenidos en los últimos días por encubrir los crímenes perpetrados por el cartel de Los Zetas en esa localidad.
En su travesía mexicana, algunos de los cubanos que escapan del averno comunista nunca llegan al cielo. Se quedan en las fosas comunes que bordean la frontera con Estados Unidos, e incluso son deportados a la fuerza a Cuba, tras ser golpeados y extorsionados por las autoridades aztecas. De vuelta siempre al infierno.
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