Este hotel es encantador. La estructura, quiero decir.
¡El personal está formado por PEDIGüEÑOS! Si en Cuba están intentando erradicar estas cosas, ¡deberían empezar por aquí! Vine desde Australia y estaba encantado de conocer a los familiares de un gran amigo mío que vinieron desde La Habana. Decidimos quedar con nuestros amigos en el hotel y, cuando mis invitados vinieron a verme, un guarda de seguridad con mala pinta intervino y me dijo que, si quería invitar a cubanos al hotel tendría que cuidar de él... por la friolera de 60 CUP (60 dólares americanos) (soy consciente de la política de Castro de mantener separados a los turistas y a la gente local). No obstante, me sentí muy avergonzado y mis amigos estaban cerca, así que le di el dinero, nos tomamos una copa y nos separamos. Es despreciable que La Habana venda esto como su hotel número uno. Sí, es un hotel precioso y la ubicación es increíble, pero, si queréis autenticidad o respeto como turistas, eso no se encuentra aquí. ESTE LUGAR ESTÁ MUY CORRUPTO.