MEDIO SIGLO DE VIVIENDA SOCIAL EN CUBA
HALF A CENTURY OF SOCIAL HOUSING IN CUBA
Dra. Arq. Dania González Couret1
1 Cuba. Facultad de Arquitectura, Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, La Habana, Cuba, Correo Electrónico: dania@arquitectura.cujae.edu.cu
Resumen
El próximo año 2010 cumple un siglo el primer barrio obrero proyectado y construido en Cuba. Después de 1959 la vivienda cubana se ha caracterizado por un estándar general y uniforme correspondiente al modelo de la vivienda social masiva nacida en Europa a inicios del siglo XX, y a diferencia de lo que sucede en otros países en desarrollo, continúa siendo una responsabilidad del Estado.
El artículo ofrece una panorámica de la evolución y tendencias de la vivienda social en Cuba durante la segunda mitad del siglo XX. Los inicios en los anos '60s se caracterizaron por la búsqueda de tecnologías apropiadas y nuevas formas de expresión para la vivienda social masiva de un país en desarrollo y en Revolución, intentando "erradicar" las condiciones habitacionales precarias, y las diferencias entre la ciudad y el campo. A partir de los 70s la vivienda cubana se vio comprometida con los sistemas de prefabricación de alta tecnología, como vía para dar solución a la demanda masiva. En los '80s cobró fuerza la conservación de los centros urbanos tradicionales y la crisis de los '90s obligó a abandonar definitivamente la industrialización pesada y buscar soluciones "alternativas". El trabajo concluye con el debate actual.
PALABRAS CLAVE: VIVIENDA SOCIAL, HISTORIA DE LA VIVIENDA SOCIAL, EVOLUCIÓN DE LA VIVIENDA SOCIAL.
Abstract
2010 will he the 100th birthday of the first working-class neighbourhood planned and built in Cuba. Since 1959, Cuhan housing is known for its general and uniform standards influenced by early XXth century European mass social housing. In contrast to the rest of developing countries, housing is still a responsibility of the State.
The present article offers an outlook of the evolution and trends of Cuhan social housing throughout the second part of the XXth century. lts beginning, in the 60s, was characterized by the search for appropriate technologies and new ways of expression for the mass social housing of a developing and Revolutionary country. Also, the government tried to "eradicate" the precarious housing condition and the differences between urban and rural areas. From the 70s, in order to meet massive demands, Cuban housing centred its efforts on the high-tech prefabricated system. In the 80s, conservation of traditional urban centres was promoted and the crisis of the 90s forced Cuba to definitely quit heavy industrialization and search for "alternative" solutions. The current debate on the topic closes the article.
KEYWORDS: SOCIAL HOUSING, SOCIAL HOUSING HISTORY, SOCIAL HOUSING EVOLUTION
Introducción
El próximo año 2010 cumple un siglo el primer barrio obrero proyectado y construido en Cuba, específicamente en la ciudad de La Habana: El Barrio Pogolotti. A esta experiencia le sucedieron otras pocas, escasas y aisladas, durante la primera mitad del siglo XX, entre las cuales se destaca el llamado Barrio Obrero de Guanabacoa, donde ya en 1950 el Arq. Antonio Quintana proyectó, junto a la vivienda unifamiliar aislada, edificios multifamiliares que aun hoy exhiben su calidad de diseño y ejecución.
Después del proceso revolucionario iniciado en 1959, la vivienda promovida por el Estado se ha caracterizado por un estándar general y uniforme que en la mayoría de los casos se corresponde con el modelo de la vivienda social masiva nacida en Europa a inicios del siglo XX: viviendas totalmente terminadas "llave en mano", construidas con materiales duraderos (hormigón armado) a partir de proyectos repetitivos de edificios multifamiliares en urbanizaciones abiertas. Así, al contrario de lo que ha sucedido en otros países en desarrollo donde este modelo falló para la población de menores recursos, la vivienda social en Cuba continúa siendo una responsabilidad del Estado, aunque la población ha seguido produciendo viviendas unifamiliares por autoconstrucción.
A continuación se ofrece una panorámica de la evolución y tendencias de la vivienda social en Cuba durante la segunda mitad del siglo XX.
Los inicios
Al triunfo de la Revolución en 1959, la sociedad cubana estaba ampliamente estratificada y una buena parte de la población vivía en condiciones de pobreza. El problema de la vivienda había sido denunciado por Fidel Castro en su alegato de autodefensa durante el juicio por el asalto al Cuartel Moncada en 19532, que se convirtió en el primer programa de acción de la Revolución triunfante ("El programa del Moncada"). Así, la vivienda constituyó uno de los objetivos más importantes entre los primeros programas sociales de la Revolución.
Las primeras acciones llevadas a cabo por la Revolución fueron encaminadas a mejorar las condiciones de vida de la población en áreas urbanas y rurales. Se "erradicaron" muchos asentamientos precarios y se entregaron nuevas viviendas a sus habitantes en comunidades o barrios diseñados y ejecutados integralmente con viviendas terminadas "llave en mano", servicios, infraestructura y espacios públicos. Las tipologías arquitectónicas empleadas fueron diversas, ya sea viviendas individuales aisladas y pareadas de una y dos plantas o edificios multifamiliares de tres y cuatro plantas. Las viviendas se construían generalmente con materiales y tecnologías tradicionales, pero también se emplearon elementos prefabricados de pequeño formato, como es el caso del sistema constructivo "Novoa", renombrado como "Sandino" a partir de la primera comunidad rural ejecutada con éste.
Estas primeras viviendas y urbanizaciones se caracterizaron por una alta calidad de diseño y ejecución, en correspondencia con las tendencias arquitectónicas más avanzadas de la época. En algunos casos, los proyectos arquitectónicos de los edificios de vivienda fueron repetidos en diversos lugares, pero existía una variada gama de diseños que, aunque en ocasiones se repetían, no llegaron a constituir proyectos típicos para reproducir a gran escala.
Desde los primeros anos se inició la planificación física y territorial y se estructuró el sistema nacional de asentamientos. Las diferencias entre la ciudad y el campo eran notables, por lo cual se brindó especial atención al desarrollo de asentamientos rurales, con vistas a mejorar las condiciones de vida de la población en esas zonas y evitar, al mismo tiempo, la migración a la ciudad, garantizando la continuidad de la producción agrícola. Tanto en zonas rurales como urbanas se organizó y se inició la terminación del sistema educacional y de salud, con la ejecución de nuevas escuelas y centros asistenciales. Esto se complementó con obras e infraestructura para la producción industrial y agropecuaria y un sistema de instalaciones recreativas para la población, mediante las llamadas "playas del pueblo", en contraposición a las privadas existentes hasta entonces.
La realización más importante de esa época fue la "Unidad Vecinal Camilo Cienfuegos", en La Habana del Este, que siguió los parámetros del modelo urbano moderno (Figuras 1 y Foto 1). El conjunto de 28 Ha3 quedaba rodeado por grandes avenidas al interior de las cuales el tránsito vehicular era sólo a partir de calles de servicio tipo "cul de sac". El espacio urbano, totalmente peatonal, quedaba conformado por edificios de diferentes diseños y alturas (tres tipos de edificios de cuatro plantas y dos tipos de proyectos de once pisos), e integralmente diseñado y ejecutado, con el equipamiento urbano y la delimitación del espacio público, semipúblico y privado, que tributaba a las viviendas en plantas bajas de los edificios de cuatro pisos. Los servicios se concentraron en una zona y los terrenos deportivos se ubicaron en el centro del conjunto, lo cual constituye una de las mayores críticas que ha recibido esta paradigmática urbanización. La ejecución fue financiada con los fondos de la lotería nacional y las viviendas resultaron muy económicas (60.00 USD por m2), a pesar de su alta calidad.
FIGURA 1: PLAN GENERAL DE LA UNIDAD VECINAL CAMILO CIENFUEGOS EN LA HABANA DEL ESTE. 1959 -1961.
Fuente: Cuba. Architecture in Countries in the process of development. Seventh Congress if the international Union of Architects, La Habana. Septiembre de 1963
FOTO 1: Unidad Vecinal Camilo Cienfuegos en La Habana del Este. Vista actual de la urbanización. Foto de la autora, agosto 2008.
Estas primeras realizaciones desarrolladas y financiadas por el estado no contaron con la participación de la población beneficiaria, ni en el proceso de concepción (planeamiento y diseño), ni durante la ejecución. En ocasiones, cuando las viviendas iban dirigidas a sectores poblacionales marginados y acostumbrados a vivir en condiciones precarias de subsistencia, tampoco se desarrolló una labor social y educativa que les permitiera asimilar las nuevas condiciones de vida que se le ofrecían y adaptarse a ellas, e ir transformando sus costumbres y formas de vida. El resultado fue que en ocasiones algunas familias abandonaron las nuevas viviendas e intentaron regresar a su lugar de origen y en la mayoría de los casos, las edificaciones se deterioraron rápidamente por el uso inadecuado y la falta de mantenimiento.
LOS 60´S: EN BUSCA DE LA ARQUITECTURA SOCIAL DE UN PAÍS EN DESARROLLO Y EN REVOLUCIÓN
Numerosas fueron las experiencias desarrolladas en la primera década de la Revolución encaminadas a la búsqueda de tecnologías apropiadas y las necesarias formas de expresión de los nuevos "contenidos". Las investigaciones y la experimentación en relación con las tecnologías constructivas trataban de encontrar soluciones que permitieran construir rápidamente y de forma masiva viviendas económicas a partir de los recursos disponibles.
Se pueden identificar dos direcciones principales en estas búsquedas: por un lado, la experimentación con sistemas prefabricados de alta tecnología, y por otro, sistemas de elementos simples de pequeño formato, como es el caso del ya mencionado Sistema Sandino. Dentro de las soluciones de alta tecnología también pueden identificarse dos tendencias, ejemplificadas en sendos prototipos experimentales ejecutados, que intentaban mostrar caminos a seguir, aunque ninguno de los dos fue posteriormente repetido.
Una de estas tendencias proponía la producción de elementos prefabricados ligeros que permitieran armar células habitacionales espaciales para ser posteriormente izadas y situadas en su posición definitiva dentro de cierta composición volumétrica. En el caso del proyecto de los arquitectos Mercedes Álvarez y Hugo D'acosta4, los elementos prefabricados ligeros eran de asbesto cemento, resistentes por su forma de doble curvatura e incorporaban de forma integral el equipamiento interior (Fotos 2 y 3).
FOTO 2: Vivienda experimental en materiales laminares. Mercedes Álvarez y Hugo D'acosta, 1965 - 1968. Imagen exterior del prototipo realizado en asbesto cemento. Fuente: SEGRE, Roberto. 10 años de Arquitectura en Cuba Revolucionaria. 1 a. ed. La Habana, Ediciones Revolucionarias. 1970.
FOTO 3: Vivienda experimental en materiales laminares. Mercedes Álvarez y Hugo D'acosta, 1965 - 1968. Imagen interior del prototipo realizado en asbesto cemento. Fuente: SEGRE, Roberto. 10 años de Arquitectura en Cuba Revolucionaria. 1 a. ed. La Habana, Ediciones Revolucionarias. 1970.
Esto daba como resultado un espacio mínimo como el de un tráiler, no susceptible de ser transformado. Por otra parte, los elementos delgados de asbesto cemento que por su poco peso favorecerían el izaje de las células habitacionales completas, nunca garantizarían condiciones térmicas apropiadas en ios espacios interiores y su forma exterior generaría serios conflictos con la evacuación del agua de lluvias y la humedad.
Posteriormente, en los anos '80s, los tres hijos de este matrimonio de arquitectos también abrazaron la profesión y en el trabajo de diploma realizado en un equipo conformado por los tres hermanos conducidos por sus padres, retomaron esta idea para el proyecto de una comunidad donde habitarían trabajadores de un centro de investigación, en el cual las unidades espaciales disenadas por sus padres veinte anos atrás se insertaban en una megaestructura que cruzaba por encima de la ciudad existente. Este proyecto, que hubiera encajado muy bien en las utopías de los anos '60s, se encontraba en los '80s fuera de contexto, no sólo por el marco teórico de referencia a escala internacional, sino también por las condiciones materiales y económicas para su realización en Cuba.
Finalmente, el sueño de las unidades espaciales totalmente prefabricadas nacido en la Cuba de los anos '60s, culminó en los '70s con la ejecución en el Centro Técnico para el Desarrollo de los Materiales de Construcción (antiguo Centro de Investigación de la Construcción), de un prototipo experimental de "célula habitacional" de hormigón armado que podría ser izada para el montaje de un edificio de viviendas al estilo del Hábitat 67 realizado por Moshe Safdie en Montreal.
El otro enfoque para resolver los problemas de la nueva vivienda en Cuba a partir del empleo de la alta tecnología fue promovido por el Arq. Fernando Salinas, quien fuera su principal ideólogo. Sus teorías acerca de la necesaria producción industrializada masiva y la economía de la vivienda, pero al mismo tiempo de su variedad, flexibilidad y adaptación al contexto así como a sus habitantes, constituyeron un paradigma, no sólo en Cuba, sino también en otros países de América Latina. A pesar de que la práctica cubana posterior no aplicó su teoría, ésta es aún hoy casi completamente válida5.
Esta tendencia abogaba también por unidades modulares, pero que en este caso no constituían células habitacionales completas, sino módulos estructurales abiertos y flexibles para la transformación def espacio interior, subdividido mediante elementos ligeros y el propio equipamiento, y con cierres prefabricados, también modulares, que permitían una variedad en la expresión exterior de las viviendas, siempre y cuando se tratara de un conjunto pequeño que no llegara a resultar monótono. Es el caso del sistema abierto "Multiflex" (Fotos 4 y 5), que venía siendo elaborado por Salinas desde 1965 y fue aplicado en un trabajo presentado por un equipo de estudiantes conducido por él y premiado en el concurso estudiantil del Congreso Internacional de la Unión Internacional de Arquitectos de 1969 en Buenos Aires6.
FOTO 4: Prototipo experimental de vivienda construida con el sistema Multiflex, 1969. Imagen exterior. Foto de Paolo Gasparini. Fuente: VEJAR, Carlos. Y el perro ladra y la luna enfría. Fernando Salinas: diseno, ambiente y esperanza 1 a. ed. La Habana, Ediciones Unión. 1994.
FOTO 5: Prototipo experimental de vivienda construida con el sistema Multiflex, 1969. Imagen interior. Fuente: VEJAR, Carlos. Y el perro ladra y la luna enfría. Femando Salinas: diseno, ambiente y esperanza 1 a. ed. La Habana, Ediciones Unión. 1994.
Sólo un prototipo experimental de este sistema integrado por varios módulos fue construido en El Wajay, en la periferia de la ciudad de La Habana. Posteriormente, otras pocas realizaciones, todas experimentales, han retomado este concepto de la vivienda "soporte", pero finalmente, las divisiones interiores ligeras y móviles han debido ser sustituidas por elementos sólidos fijos, ante la imposibilidad de ser mantenidos y repuestos por parte de sus habitantes.
A pesar de la limitada aplicación de estos planteamientos teóricos, la vivienda social cubana de los '60s fue, en general, altamente cualificada. Los edificios multifamiliares hasta tres o cuatro plantas siguieron los códigos de la arquitectura moderna con influencias brutalistas, pero teniendo en cuenta las condiciones climáticas calido - húmedas, y las soluciones espaciales interiores trataron de ser tan flexibles como las tradicionales paredes de carga lo permitían. A pesar de la repetitividad de los proyectos, la extensión de los conjuntos desarrollados fue limitada a los espacios ya urbanizados pero no edificados dentro de la trama urbana de la ciudad consolidada, de manera que se pudo evitar la monotonía que la repetición a gran escala hubiera podido generar. Por otra parte, se completaba la urbanización con los espacios públicos, el equipamiento, la vegetación, y tanto los materiales de construcción y terminación como la ejecución eran de buena calidad.
El compromiso con la prefabricación pesada interrumpió la continuidad de las experiencias anteriores.
La planta de prefabricación de "grandes paneles" donada por la Unión Soviética a finales de los '60s ubicada en San Pedrito en la ciudad de Santiago de Cuba, ocasionó importantes cambios en la construcción de viviendas en Cuba, ya que a partir de entonces fue necesario construir masivamente viviendas que usaran esa tecnología. La primera experiencia de aplicación de estos sistemas fue en el Microdistrito José Martí de esa ciudad, donde los profesionales cubanos adecuaron los moldes para elementos de pared (de 30 cm de espesor por las necesidades de aislamiento en el clima frío de la URSS) a las condiciones cubanas, tanto climáticas como económicas. Esto condicionó la expresión del único proyecto arquitectónico típico de edificio en forma de un bloque prismático con el que se conformó esta urbanización (Foto 6).
FOTO 6: Distrito José Martí en Santiago de Cuba, 1970. Fuente: REBELLÓN, Josefina. Arquitectura y desarrollo nacional. Cuba 1978. 1a ed. La Habana, Editorial CEDITEC. 1978.
Posteriormente, se desarrollaron los sistemas cubanos de grandes paneles y se instalaron diversas plantas de prefabricación para la producción de los elementos de estos sistemas en diferentes lugares del país. El llamado Gran Panel 4, más que un sistema constructivo, era un proyecto típico de un edificio prismático de cuatro plantas, que había sido descompuesto en partes (paredes, entrepisos y cubiertas), para ser prefabricadas por separado, pero que cuando éstas eran izadas y "montadas" en el lugar que definitivamente ocuparían durante toda la vida útil del edificio, el resultado era siempre el mismo.
Este único proyecto se repitió en todas las llamadas "zonas de nuevo desarrollo" que surgieron en la periferia de las ciudades cubanas, durante los anos '70s y '80s. En la ciudad de La Habana, por el contrario, la mayoría de los edificios construidos en estas urbanizaciones abiertas al estilo del Movimiento Moderno, no eran precisamente prefabricados, sino "semi" prefabricados (se prefabricaban en obra los entrepisos y cubiertas, pero las paredes eran de albanilería tradicional), a pesar de lo cual, también se repitió casi un único proyecto típico.
Este proyecto típico que se extendió por todo el país, ni siquiera se adecuaba a los requerimientos del clima cálido - húmedo de Cuba, ya que era construido con paneles delgados (10 cm) de hormigón armado sin protección contra el sol y la lluvia. Por otra parte, no se adecuaba a las tradiciones ni a la identidad local. Así, al salir de cada centro urbano o poblado, perfectamente identificable y adentrarse en los barrios de nuevo desarrollo, resultaba imposible adivinar en qué lugar del país el observador podría encontrarse. Sin embargo, el uso de estos sistemas y proyectos típicos permitió construir viviendas de forma rápida y masiva en la década de los anos 70s.
Lamentablemente, en ocasiones estos proyectos fueron también construidos en asentamientos rurales, con la intención de mejorar las condiciones de vida de los campesinos (Foto 7). Entonces, las ideas de la "modernidad" y la buena calidad de las viviendas se asociaban al edificio multifamiliar de hormigón armado, mientras que la vivienda rural tradicional (el bohío) realizado con materiales naturales disponibles localmente y de excelente comportamiento térmico se asociaba con atraso y pobreza. Así, en los asentamientos rurales donde se introdujo el edificio multifamiliar como símbolo de modernidad y bienestar, se combinaron las desventajas de la vida urbana (falta de privacidad y relación con el suelo para la producción de alimentos) con las de la vida rural (lejanía y bajo nivel de servicios y comunicación), lo cual unido al carácter cerrado de estos asentamientos donde los descendientes no podían producir su propia vivienda para continuar habitando en el lugar, fue una de las causas del envejecimiento sin reemplazo de estas poblaciones, el abandono de las mismas por las nuevas generaciones, y por tanto, la falta de mano de obra agrícola que se produjo en las siguientes décadas7.
FOTO 7: Comunidad rural pecuaria en La Habana, década de los anos 70's. Fuente: REBELLÓN, Josefina. Arquitectura y desarrollo nacional. Cuba 1978. 1a. ed. La Habana, Editorial CEDITEC. 1978.
Un fenómeno que caracterizó la producción de viviendas en Cuba durante los años '70s fue el Movimiento de Microbrigadas, a través del cual los centros de trabajo constituían brigadas para construir viviendas que una vez terminadas, eran otorgadas en asambleas de trabajadores a aquellos que más las necesitaban o las merecían, con independencia de que hubieran participado o no en su ejecución. El trabajo de los que iban a construir las viviendas era asimilado por el resto del colectivo, de manera que todos con su esfuerzo contribuían al logro de ese objetivo. Por esta vía se construían, fundamentalmente, edificios semi prefabricados, con tecnologías tradicionales, que no requerían de mano de obra altamente calificada. La población (no necesariamente los futuros habitantes de las viviendas) participaba en la construcción de los edificios, pero no en su planeamiento y diseño.
Además de los sistemas prefabricados de Grandes Paneles, otros sistemas constructivos de alta tecnología fueron desarrollados durante los años '70s por Centro Técnico de la Vivienda y el Urbanismo, que contaba con una planta experimental de prefabricado donde se produjeron todos los elementos con los cuales fueron construidos los edificios altos del Microdistrito Plaza de la Revolución en el corazón de La Habana (Foto 8), y que fueron posteriormente exportados al resto de las ciudades del país. Este microdistrito fue desarrollado en una zona que ya se encontraba urbanizada pero no edificada en 1959, a partir de una trama en retícula que fue parcialmente alterada por la introducción de edificios del tipo pantalla y superbloques. No obstante, el ordenamiento urbano tradicional y su centralidad han sido factores positivos que diferencian este microdistrito de otros localizados en la propia ciudad de La Habana o en otras ciudades del país.
FOTO 8: Vista general del Microdistrito Plaza de la Revolución en los años '70s. Fuente: REBELLÓN, Josefina. Arquitectura y desarrollo nacional. Cuba 1978. 1a. ed. La Habana, Editorial CEDITEC. 1978.
Entre los sistemas constructivos de alta tecnología experimentados en esta zona de la ciudad de La Habana y extendidos posteriormente al resto del país se encuentra el sistema yugoslavo IMS (Instituto de Materiales de Servia), compuesto por tramos de columnas prefabricadas con una longitud total de cuatro pisos y losas casetonadas también prefabricadas en plantas, que se unían por medio de cables postesados (Foto 9).
FOTO 9: Edificio de 12 plantas en construcción con el Sistema IMS. Fuente: REBELLÓN, Josefina. Arquitectura y desarrollo nacional. Cuba 1978. 1a ed. La Habana, Editorial CEDITEC. 1978.
Otro ejemplo lo constituye el sistema constructivo de Moldes Deslizantes, desarrollado con asesoría húngara a partir del empleo de hormigones de altas prestaciones, de manera que los moldes y toda la superficie de trabajo se iban desplazando hacia arriba mediante la acción de mecanismos hidráulicos, para dejar conformados los muros de hormigón armado (Foto 10).
FOTO 10: Edificio de 20 plantas en construcción con el Sistema de Mol-des Deslizantes. Fuente: REBELLÓN, Josefina. Arquitectura y desarrollo nacional. Cuba 1978. 1a. ed. La Habana, Editorial CEDITEC. 1978.
Con estos sistemas constructivos se desarrollaron varios proyectos que fueron posteriormente adaptados y construidos en otras ciudades cubanas, pero las soluciones arquitectónicas no se adecuan a los requerimientos climáticos (ventanas de vidrio expuestas sin protección solar) ni espaciales (ausencia de espacios para lavar y secar la ropa) ni urbanos, pues su inserción en centros urbanos como el de Pinar del Río y Ciego de Ávila (Foto 11) generó un alto contraste y ruptura con la ciudad tradicional.
FOTO 11: Proyecto típico de edificio de viviendas de 12 plantas insertado en el centro histórico de la ciudad de Ciego de Ávila. Foto tomada por la autora, Agosto 2006.
Los primeros intentos de rehabilitación urbana durante los anos '70s ignoraron los valores de la ciudad tradicional. El paradigma del Movimiento Moderno estaba vivo aún y manzanas tradicionales completas fueron demolidas para insertar nuevos edificios típicos de viviendas sin tener en cuenta las regulaciones urbanas vigentes. Un buen ejemplo de esto lo constituyen las intervenciones urbanas desarrolladas a finales de la década en el barrio de Cayo Hueso en Centro Habana y en la Esquina de Tejas en El Cerro.
Recuperando la ciudad tradicional