Toda la década de los años veinte y hasta finales del treinta hubo intentos artesanales en el afán de llevarles a los aficionados los juegos, fundamentalmente de pelota, por excelencia el deporte masivo y popular. Se daba el caso de organizadores de campeonatos que se oponían a esta práctica, pues les afectaba el negocio, ya que mucha gente prefería escuchar el juego por radio.
Pero las emisoras continuaron incrementando, y ya en 1939 existían en Cuba 82 transmisores de onda larga y 11 de onda corta, con mayor incidencia en la capital del país. En la década de los cuarenta comenzaron a proliferar las transmisiones de pelota por la radio, en particular a través de la RHC Cadena Azul, COCO, CMW Onda Deportiva, CMCZ, Radio Salas y la Mil Diez.
Los primeros narradores, que después alcanzaron popularidad a escala nacional, fueron, entre otros, René Cañizares (Kañita), Manolo de la Reguera, Orlando Sánchez Diago y Cuco Conde. Más tarde se sumaron Felo Ramírez, Rubén Rodríguez, Gonzalo López Silvero, Rafael Rubí, Fernando Menéndez y Gabino Delgado.
Me contó Eddy Martin que, tanto Manolo Serrano como Manolo Ortega, cuando eran locutores de CMQ y de Mil Diez, incursionaron en la narración deportiva, pero se dedicaron finalmente a la locución, y hoy son figuras de referencia en la historia de la locución cubana.
En esa época algunas provincias se sumaron a la narración de la pelota a través de la radio. Entre ellas se destacaron Santiago de Cuba, con la Cadena Oriental de Radio, y narradores como Paquito Mirabén, Guillermo Enríquez y Guillermo Pérez, este último una de las voces de Radio Rebelde a finales de l958 y que murió en lamentable accidente en Santiago de Cuba después del triunfo de la revolución. También lo hizo la CMJK La Voz de El Camagüeyano, que contó con Gustavo Tomeu Riverón, testigo presencial de la llegada a Camagüey de los aviadores españoles Barberán y Collar, que en 1933 realizaron el vuelo Sevilla-Camagüey, el mayor sin escalas que registraba la historia hasta ese momento.
Otras localidades que a principios de la década de los cuarenta contaron con la transmisión de la pelota por radio fueron Ciego de Ávila, a través de la CMJI, con la narración de Pedro Margolles; Cienfuegos con el narrador Humberto Duarte, y Pinar del Río a través de la CMAB, con el periodista y comentarista deportivo Manolo Herrera. Más tarde se fueron sumando otras emisoras del país y nuevos y valiosos narradores.
Hasta 1949 las transmisiones de eventos deportivos consistían en describir el evento y ofrecer anuncios comerciales, que eran incluidos antes o después del juego; pero fue precisamente en la temporada de pelota profesional de ese año que la emisora Unión Radio, inauguró la era del narrador y comentarista. Lo hizo con Felo Ramírez en la narración y el periodista René Molina en los comentarios.
Los anuncios comerciales los incluían en la voz del locutor Roberto Canela. Unión Radio dio vida a un nuevo estilo de transmisiones deportivas que estuvo vigente hasta que se suprimieron los anuncios comerciales en los medios de difusión masiva, proceso que se inició el 22 de febrero en la CMQ y culminó el 19 de marzo de 1961 en el resto del país.
Con el triunfo de la Revolución y la creación del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) comenzó un gran movimiento deportivo. Surgió la necesidad de ampliar la divulgación a otras disciplinas del deporte, a cuya labor se aplicaron las radioemisoras, incluso en los municipios.
Recuerdo que en Radio Cadena Agramonte la transmisión deportiva estaba concebida como un gran espectáculo radial. Tuvimos la suerte de poseer siempre un dúo de narradores-comentaristas de excelentes cualidades artísticas y profesionales. Toño Rodríguez y Neneco Quevedo, en la década del sesenta, dieron paso a Carlos del Canto y Modesto Agüero. Cuando Modesto se trasladó para la televisión nacional, Del Canto unió su voz a la de José Antonio Cardoso, y detrás, esperando su momento, José Luis Basulto aparecía haciendo programas juveniles. Más tarde demostró su alta profesionalidad, voz, dicción y calidad.
A petición de la población, en 1980 la radio camagüeyana fue la primera en comenzar a seguir el equipo de pelota de la provincia, práctica que después siguieron la mayoría de las emisoras provinciales. Y hablando de pelota, mi memoria se detiene en aquella ocasión en que estaban Carlos del Canto y José Antonio Cardoso en el estadio Cándido González y hubo una falla del fluido eléctrico. Del Canto, muy solícito, encendió un fósforo y continuó con los comentarios. Previamente le había explicado al público lo que estaba ocurriendo. Sonrió y dijo: «Hombre precavido vale por dos». No se había percatado de nada hasta que sintió la risa de todos los que estábamos en la cabina.
En cuanto a las transmisiones, también desde otros países he conocido que la primera que recogió la historia fue en 1941, durante la discusión del título mundial de boxeo desde Nueva York. Fueron dos peleas que narró René Cañizares (Kañita), entre Joe Louis y Billy Conn. La primera en junio de 1941 y la segunda en junio de 1945.
A partir de l962 los Juegos Centroamericanos y Panamericanos, las Olimpiadas, los Campeonatos Mundiales y otros de importancia, se han transmitido por la radio cubana de forma ininterrumpida, primero a través de Radio Progreso y más tarde por Radio Rebelde para todo el país. Radio Habana Cuba lo ha hecho en unos casos y en otros ha llevado al mundo una información actualizada de los principales juegos.
El antecedente que conocí relacionado con los Centroamericanos fue el celebrado en 1950, cuando la emisora CMBZ Radio Salas envió al narrador Rafael Rubí, que pudo transmitir algunos juegos de pelota mientras el locutor Eddy Martin agregaba a la transmisión los anuncios comerciales desde la cabina en La Habana.
El deporte revolucionario realizó la primera transmisión desde el exterior, lo que constituyó también la primera vez que se transmitían unos Juegos Centroamericanos. Fue desde Jamaica en 1962, por las ondas de Radio Progreso. Las disciplinas deportivas narradas fueron béisbol, boxeo, fútbol y baloncesto en las voces de Eddy Martin y Rafael Gavilán. Como técnicos Abelardo Noa, de Radio Habana Cuba, y el ingeniero Miguel Ángel Solano.
Cuba ganó los Juegos Centroamericanos de 1966 en Puerto Rico, pero lo más importante: defendió su derecho a participar. En esta ocasión se transmitió por Radio Progreso en las voces de Eddy Martín como narrador, y en los comentarios se alternaron Gustavo Tomeu Riverón, entonces director de divulgación del INDER y Juan Marrero, quién asistió como periodista del diario Granma.
En 1963 la radio cubana estuvo en los Panamericanos de Sao Paolo, Brasil, para transmitir béisbol, boxeo, atletismo e informaciones de otras disciplinas. En esta oportunidad la radio utilizó las voces de Eddy Martín y Rubén Rodríguez. Allí compartieron con Juan Antonio Salamanca, Manolo Álvarez –que habían asistido como periodistas y Juan Ealo como técnico beisbolero. A partir de ese momento la radio ha estado en todos los Juegos Panamericanos: Winnipeg en 1967 y Cali en 197l, narrados por Juan Antonio Salamanca y Héctor Rodríguez. René Navarro y Eddy Martín lo hicieron en México en 1975 hasta Winnipeg en 1999. A este último asistieron como narradores y comentaristas de radio Roberto Pacheco, Ramón (Piti) Rivera, Julio César Bayard, Nelson Acosta, Digno Rodríguez y Rondón Jorge. Ellos fueron testigos presenciales y pudieron narrar, con dolor y amargura, el vil despojo a tres de nuestros mejores pesistas y esa gloria del deporte cubano para todos los tiempos: Javier Sotomayor.
En Juegos Olímpicos el único antecedente del que se tiene noticias fue el de las Olimpiadas de 1948 celebradas en Londres. En esa ocasión el narrador de la emisora habanera Radio Salas y periodista del diario Avance, Manolo de la Reguera, emitía por onda corta desde la BBC de Londres hacia su emisora en La Habana un boletín de cinco minutos diarios con informaciones sobre el evento deportivo.
Los Juegos Olímpicos se transmitieron por vez primera en Cuba en 1968, cuando fueron celebrados en México. Las voces de Héctor Rodríguez y Francisco Mastrascusa trajeron alegría a cada rincón del país cuando narraron, entre otras, las dos medallas de plata en los relevos 4 x 100 femenino y masculino, y la actuación del boxeo con las dos medallas de plata conquistadas por Enrique Regüeiferos y Rolando Garbey.
Para los Juegos Olímpicos de 1972, desde Munich, en la República Federal de Alemania, la radio cubana tuvo la narración de Eddy Martin, quien relató todos los programas de boxeo, atletismo y partidos de baloncesto. Pudo contar con la colaboración del periodista Ricardo Sáez de Juventud Rebelde.
En esta ocasión la radio cubana transmitió los tres momentos más impresionantes del deporte revolucionario hasta entonces. Fueron las tres medallas de oro del boxeo cubano: Teófilo Stevenson, Emilio Correa y Orlando Martínez. Cuba no ganaba medalla de oro en esta disciplina en Juegos Olímpicos desde 1904. También en esta oportunidad el baloncesto cubano tuvo la mejor actuación con medalla de bronce, y Silvia Chivás se alzó también con el bronce olímpico.
Ya en 1976 la radio viajó a las Olimpiadas de Montreal con Bobby Salamanca, Diego Méndez, Ramón (Piti) Rivera, René Navarro y Eddy Martin. En 1975 la televisión cubana había iniciado transmisiones desde el exterior a partir de los Juegos Panamericanos celebrados en México. Desde Montreal la señal de video llegaba por satélite, y la señal de audio por vía telefónica, lo que obligaba a la puesta de voz en los estudios de la televisión en Cuba, donde se encontraban Héctor Rodríguez, Roberto Pacheco, Modesto Agüero, José A. Quevedo, Miguel Ángel Iglesias y Antolín León. Esto explica que la narración de Héctor Rodríguez sobre las espectaculares carreras de Alberto Juantorena se hicieran desde La Habana. Si Juantorena corrió con el corazón, la descripción de Héctor la inscribí, entre signos de admiración, en la historia de las extraordinarias proezas que hemos hecho también con el corazón.
Otro momento cumbre de la narración deportiva de la radiodifusión se produjo durante los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, con un total de 220 horas en vivo, con lo cual se superaron las transmisiones de Barcelona 1992 y Atlanta 1996, citas a las que acudió la radio cubana para aventajar las transmisiones de Moscú 1980, que tenían el récord anterior. Los Juegos de Sydney fueron descritos por un equipo de narradores y comentaristas que integraron Roberto Pacheco, Julio César Bayard, Ramón (Piti) Rivera, Diego Méndez, Luis Izquierdo y Juan Carlos Alemán. En esta ocasión la asistencia técnica la ejecutó Alexei Mediavilla, de Radio Rebelde.
En 1961 Unión Radio comenzó a transmitir el mundial de béisbol en Costa Rica, en las voces de Felo Ramírez, Rubén Rodríguez y René Molina. Las transmisiones se suspendieron por el ataque mercenario preparado y financiado por Estados Unidos a Playa Girón.
Entre los campeonatos mundiales transmitidos recuerdo muy especialmente el de béisbol de 1969 en República Dominicana, con la gran victoria cubana; y el de Cartagena en 1970, donde Cuba ganó el Campeonato Mundial después de una extraordinaria faena de José Antonio Huelga frente a Burt Hurton de Estados Unidos.
El país ha sido sede de innumerables eventos que la radio ha podido difundir ejemplarmente, gracias a un numeroso grupo de profesionales para la narración y los comentarios, en los que se han destacado también otros narradores y comentaristas, los que además de laborar en la diversificación de las transmisiones deportivas desde todas las provincias, en ocasiones han brindado sus voces para ampliar las posibilidades de Radio Rebelde ante compromisos internacionales en Cuba y en el exterior.
Normando Hernández, Carlos del Canto, José Antonio Cardoso, Julio Duartes, Digno Rodríguez, Rondón Jorge, entre otros, son voces de emisoras provinciales que se han unido muchas veces a las de Roberto Pacheco, Ramón (Piti) Rivera, Julio César Bayard, Antolín León y Diego Méndez para enriquecer las ondas nacionales.
Cuando se hable de eventos internacionales celebrados en Cuba, hay que volver la mirada hacia el trabajo de la radio cubana durante los XI Juegos Panamericanos, celebrados en la ciudad de La Habana como sede, y Santiago de Cuba como subsede. Fueron transmitidas 1743 horas a través de ocho emisoras, y laboraron 904 compañeros. El peso de las transmisiones recayó en Radio Rebelde, Radio Revolución de Santiago de Cuba, la COCO y Radio Cadena Habana, para el país, y Radio Habana Cuba para el exterior. Radio Progreso, Radio Reloj y Radio Taíno, sin abandonar otras opciones, brindaron cobertura informativa.
En el país fueron atendidas 15 radioemisoras que transmitieron más de ciento ochenta horas desde los estadios y en las cabinas habilitadas en Radiocentro central que funcionó en los Estudios 2, 3, 4 y 6. Otras 14 radioemisoras del continente recibieron 460 materiales, vía teléfono. Radio Habana Cuba paseó la imagen de estos juegos históricos y se convirtió en el vocero por excelencia de esta victoria sin precedente del deporte panamericano y del pueblo de Cuba.
Cuando volvemos al camino recorrido llegamos a la conclusión que el deporte y la radio han marchado en perfecta armonía durante ochenta y cinco años. Primero fue la individual señora galena que más tarde dio paso al gran receptor de batería o electricidad alrededor del cual la familia se acomodaba para reír, llorar o alegrarse de acuerdo con la preferencia de los colores asignados a cada equipo que decoraba el juego de pelota para hacer predominar el azul, el rojo, el verde o el anaranjado. Todo ello con la consabida dramaturgia aportada por los profesionales que han hecho de la narración deportiva un verdadero espectáculo no carente de los ingredientes del drama, el humor o la tragedia, en dependencia del estilo personal y el de cada radioemisora, con el buen manejo de los amplios conocimientos sobre la disciplina deportiva y la técnica narrativa.
Hasta que llegó el momento en que el enorme receptor fue sustituido por el moderno transistor de baterías, capaz de trasladarse en la palma de la mano o en un bolsillo, y al que era posible ubicarle los audífonos y convertirlo así en el diálogo exclusivo oyente-narrador, donde el segundo traslada al primero hasta la instalación deportiva para hacerlo ver y disfrutar como el mejor de los espectadores. Decisivamente las transmisiones deportivas, fundamentalmente la pelota, son de las cosas que se mantienen entre lo mejor y más imperecedero de la memoria. radial en Cuba.