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General: Una luz de esperanza para la paz en Colombia .-
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Respuesta  Mensaje 1 de 10 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 28/08/2012 04:51

Marco legal para la paz, el as bajo la manga del presidente Santos

En caso que prosperen los acercamientos entre las Farc y el Gobierno de Colombia en Cuba, no se descarta que el grupo armado ilegal pueda colaborar en la elaboración de la ley ordinaria que reglamentará el acto legislativo de marco legal para la paz.

Por: Elpais.com.co I Colprensa Lunes, Agosto 27, 2012 - 7:50 p.m.
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Desde 1982, el Gobierno colombiano ha emprendido sin éxito diálogos para la paz con los diferentes actores armados del país. Para el año 2012, colectivos, y organizaciones civiles piden al Gobierno de Santos reactivar las mesas de negociación.

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Especial
Especial: 2 años del Gobierno Santos

Juan Manuel Santos concluye el 'primer tiempo' de su mandato entre luces y sombras. ¿Qué tanto avanzó Colombia y cuáles son los retos para los dos años que restan? Toda la información aquí.

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El marco legal para la paz será una herramienta fundamental del Gobierno de Santos para negociar el fin del conflicto armado con las Farc.

Archivo El País

El acto legislativo de marco legal para la paz, que aprobó el Congreso de la República en la pasada legislatura y que ya fue sancionado por el presidente Juan Manuel Santos, sería el as bajo la manga que le permitirá prosperar en los acercamientos del Gobierno con las Farc para llegar a un diálogo de paz.

Tras conocerse la noticia, a través de medios de comunicación y diversas fuentes, de un acercamiento entre ambas partes, que luego confirmó Santos, está claro que el marco legal para la paz sería la herramienta para establecer las reglas claras de juego.

Esta reforma a la Constitución establece, por ejemplo, que no se beneficiarán de la justicia transicional quienes hayan cometido delitos de lesa humanidad.

Aunque el acto legislativo ya está aprobado y para que entre en operación sólo se necesita la ley ordinaria que lo regule, no se descarta que las Farc puedan contribuir a la elaboración de esa ley ordinaria a través de las conversaciones que estaría adelantando con el Gobierno.

Sin embargo, está descartado que las Farc tengan algún tipo de vocería política durante el tránsito de la iniciativa en el Congreso de la República.

Puntos claves del marco para la paz

Aunque la norma le da la posibilidad a los miembros del secretariado de las Farc tener vocería política, aclara que estos no tendrán elegibilidad si son responsables de delitos atroces y de lesa humanidad.

La reforma constitucional otorgó elementos legales para "la terminación del conflicto armado interno y el logro de la paz estable y duradera, con garantías de no repetición" y solo será activado por el Presidente de la República.

Otra de las reglas que fijó el marco para la paz es que una vez sea presentada la ley ordinaria por el Presidente de la República ante el Congreso, esta tendrá un periodo de caducidad de cuatro años. Lo anterior con el propósito que el proceso no se extienda interminablemente.

La iniciativa estableció además garantías para que las víctimas tengan acceso a la verdad, la justicia y la reparación. Dice que por ley "se podrán establecer instrumentos de justicia transicional de carácter judicial o extrajudicial que permitan garantizar los deberes estatales de investigación y sanción, y se podrán crear mecanismos especiales de imputación" .

Así mismo, determina que cualquier proceso sólo se iniciará con la liberación de todos los secuestrados y los menores reclutados ilegalmente. Establece además que la justicia transicional no cobijará a los grupos que no hagan parte del conflicto o los que vuelvan a delinquir.

Luego de las diferencias, los ponentes y el Gobierno acordaron mantener la figura de los agentes del Estado, pero siempre que hayan cometido faltas en el marco del conflicto interno armado.

Habrá, a través de una Ley estatutaria, un tratamiento diferenciado para los distintos grupos armados al margen de la ley que hayan sido parte en el conflicto armado interno y también para los agentes del Estado, en relación con su participación en el mismo.

De la misma manera, se determina que al final del conflicto armado se podrá crear una comisión de la verdad. Una Ley estatutaria definirá su objeto, composición y funciones.

Se faculta al Fiscal General de la Nación que haga una priorización de los delitos para investigar los que sean cometidos en contra de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario y los demás, para los cuales podrá determinar la suspensión de la pena en casos específicos.



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Respuesta  Mensaje 2 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 30/08/2012 12:33
 

Cuba sería el primer escenario para negociaciones entre Gobierno y Farc

El excomisionado de paz, Víctor G. Ricardo, dijo a Caracol Radio, que no es conveniente involucrar a los países vecinos en negociaciones de paz.
Caracol | Agosto 26 de 2012
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Crecen los rumores de un posible acercamiento entre el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Farc en donde La Habana, Cuba sería su primer escenario.

Las Farc ubicaron en La habana a Jaime Alberto Parra, el primero de sus voceros más conocido como Mauricio Jaramillo o ‘El Médico’, quien se integró al bloque José María Córdoba en la región de Urabá y después de la muerte del ‘Mono Jojoy¿ tomó su posición en el secretariado y asumió la comandancia del bloque oriental de las Farc.

El excomisionado de paz, Víctor G. Ricardo, dijo a Caracol Radio, que no es conveniente involucrar a los países vecinos en negociaciones de paz.

“Yo soy de los que creo que nunca uno debe involucrar en las negociaciones a los países vecinos porque pone en riesgo las relaciones políticas, económicas y comerciales bilaterales. Por supuesto hay países que pueden servir como negociadores, pero la negociación de la paz depende exclusivamente del gobierno colombiano”, aseguró.

Las Farc y el Gobierno Santos para avanzar hacía un diálogo de paz tendrían en cuenta principalmente que el tema sería sobre las Fuerzas Armadas.

Respuesta  Mensaje 3 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 30/08/2012 12:35

Rafael Correa apoya acercamientos entre Gobierno y Farc

Rafael Correa apoya acercamientos entre Gobierno y Farc
Rafael Correa

Por: RCN La Radio

En diálogo con el canal ecuatoriano Gama TV, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, apoyó los acercamientos entre el gobierno colombiano y las FARC para buscar la paz.

 
 

"Dios quiera (...) que este proceso de paz que se ha iniciado llegue a un feliz término y se acabe esa guerra fratricida que ya dura medio siglo y que ya perdió su razón de ser. Esto no va a ningún lado, se trata solamente de desgaste mutuo de violencia", manifestó el mandatario ecuatoriano.

"Es ahora o nunca que las Farc y los demás grupos irregulares colombianos pueden lograr la paz y hacerle un gran bien a Colombia y al continente entero" acotó finalmente el presidente de Ecuador.

El mandatario ecuatoriano aseguró que un proceso de paz entre el gobierno colombiano y las Farc puede ser una de las mejores noticias que ha recibido la región en los últimos años, destacó que la guerra que ya completa medio siglo en Colombia también le cuesta a los países de la región, resaltó que Ecuador gasta anualmente 120 millones de dólares para cuidar


Respuesta  Mensaje 4 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 30/08/2012 12:39
Cauca: Acercamientos entre el gobierno y las farc
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Martes, 28 Agosto 2012
 
 
 
 

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Los pueblos indígenas representados en la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca “Cxhab Wala Kiwe” - ACIN, saludamos los acercamientos entre el gobierno nacional y las FARC para empezar conversaciones que den término al conflicto armado interno. Manifestamos nuestra satisfacción porque el presidente Santos y la insurgencia hayan escuchado el grito airado de las comunidades, afectadas por las acciones bélicas de unos y otros. Saludamos que la inmensa mayoría de colombianas y colombianos se hayan expresado positivamente ante estos anuncios.
 
La oposición de sectores de la pura extrema derecha, tanto la armada y como la desarmada, a que se abra el camino de la negociación política solo puede explicarse por la insania de sus voceros y porque saben que una solución negociada deberá acabar mínimamente con la influencia de quienes derivan sus ingresos y su poder del crimen, del asesinato, de la corrupción y de la amenaza a las organizaciones populares y a la democracia.
 
El inicio de conversaciones es un efectivo hecho de paz que responde a la exigencia de la sociedad. La ACIN ha exigido a estos actores la terminación de las confrontaciones y en los últimos meses hemos decidido atravesarnos físicamente a la guerra con la fuerza de la movilización pacífica. Desde nuestra experiencia y compromiso, proponemos y reiteramos:
 
1. La sociedad colombiana es más --¡mucho más!-- que el gobierno y la guerrilla, y no puede ser excluida de la negociación. Las organizaciones de la sociedad civil debemos tener un lugar protagónico en el proceso que se inicia, y no solo ser invitados de piedra. Con más razón las organizaciones indígenas, afros, campesinas, obreras y populares debemos tener un lugar decisorio en la terminación de la guerra y la construcción de la paz.
 
2. Es el momento para que la sociedad colombiana entera, y no solo el Estado y la insurgencia, iniciemos un diálogo profundo sobre las reformas políticas y socio-económicas que se requieren para apuntalar el fin del conflicto armado y para sustentar una paz duradera. Proponemos conformar un espacio para realizar este análisis común y buscar fórmulas de solución creíbles a los gravísimos problemas de inequidad y falta de democracia.
 
3. Proponemos a la insurgencia y al gobierno nacional que ordenen el cese de actividades militares ofensivas en todo el país, mientras se desarrollan los diálogos entre actores militares, y los diálogos que adelantemos las organizaciones de la sociedad civil.
 
4. Reiteramos la disposición de que los territorios indígenas del norte del Cauca sean escenario para los diálogos de la sociedad civil, así como los que se realicen con y entre los actores armados en un contexto de necesario cese del fuego; la Guardia Indígena está orientada para brindar las condiciones de seguridad a todo aquel que --sin armas-- quiera venir a construir las bases de la Colombia soñada y en paz.
 
5. Los diálogos políticos son propicios para que todos los actores armados acepten de inmediato la realización de Diálogos Humanitarios que produzcan compromisos radicales en materia de no uso de armas de efecto indiscriminado, no reclutamiento de menores, no violencia sexual contra las mujeres, no desplazamiento y respeto pleno a la autonomía de las organizaciones sociales.
 
6. Se hace urgente la convocatoria de los Consejos nacional, departamentales y municipales de paz, y de otros espacios mixtos, para activar la participación de los órganos públicos y las organizaciones de la sociedad civil.
 
7. La realización de un Congreso Nacional para la Paz, que diferentes organizaciones populares venimos diseñando, ante los nuevos hechos se hace más importante para el país y de más urgente realización.
 
8. En este momento urge la más intensa movilización popular, y en general de todas las colombianas y colombianos, para que los actores armados asuman este momento con la importancia que se requiere. Llamamos al país a realizar una Gran jornada por la paz de Colombia para dejar en claro que quienes estamos por la paz somos más: ¡somos millones!
 
Cuenten con nosotros para la paz. Nunca para la guerra.
 
Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca – ACIN
 

Respuesta  Mensaje 5 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 30/08/2012 12:44
De otro lado ....  que dicen los enemigos de la paz   :
 
Uribe: diálogo con las FARC sirve a la campaña de Chávez Leído 42 veces
Lunes, 27 de Agosto de 2012 20:39

BARRANQUILLA- El expresidente colombiano Álvaro Uribe consideró que la mesa de negociación de paz entre el jefe de Estado, Juan Manuel Santos, y las FARC solo servirá para impulsar la reelección del mandatario venezolano, Hugo Chávez.

Durante un foro con estudiantes de Barranquilla, Uribe criticó duramente las eventuales conversaciones entre funcionarios y guerrilleros e insistió que el líder bolivariano "paga la permisividad de Santos" con esas negociaciones.

"Todo estaba cantado. La permisividad del gobierno de Santos con Chávez, la legitimación que el Gobierno ha hecho de la complicidad de Chávez con la guerrilla la paga Chávez sentándolos en la mesa para que eso le sirva a la reelección", reiteró.

El ex mandatario, que se convirtió en uno de los principales críticos de quien fue su ministro de Defensa, afirmó que "esa actitud tiene un costo muy grande".

"Dos años de descuidos de la política de seguridad democrática, del recrudecimiento del terrorismo. Y este Gobierno piensa que a la paz se llega negociando con un terrorismo que permitió", opinó.

Samper apoya

El ex jefe de Estado Ernesto Samper, manifestó que el actual presidente impulsó políticas agrarias y de apoyo a las víctimas del conflicto armado que crearon el mejor escenario posible para una negociación.

"Nunca estuvieron tan alineados los astros como ahora en la búsqueda de una política, no solo de paz, sino de reconciliación nacional", declaró a la cadena de televisión Caracol. (ECHA- Agencias)


Respuesta  Mensaje 6 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 30/08/2012 12:47
Miércoles 29 de Agosto de 2012 - 02:51 PM

‘Simón Trinidad’ y ‘Sonia’ deberían estar en acuerdo de paz

Archivo/VANGUARDIA LILBERAL
Simón Trinidad’ y ‘Sonia’ deberían estar en acuerdo de paz
(Foto: Archivo/VANGUARDIA LILBERAL)
Dijo que las amenazas contra Colombianos y Colombianas por la Paz se incrementaron desde el anuncio del presidente Santos.

La exsenadora Piedad Córdoba se refirió este miércoles al anuncio del Gobierno Nacional de llevar acercamientos con la guerrilla de las Farc y dijo que los cabecillas de ese grupo armado, alias ‘Simón Trinidad’ y alias ‘Sonia’ deberían estar presentes en ese proceso.

"Ellos deberían estar aquí como una muestra de voluntad porque así como han hecho concesiones de todo orden en busca de la impunidad, pues yo creo que este es un espacio importante", dijo Córdoba.

Así mismo, en rueda de prensa la vocera de Colombianas y Colombianos por la Paz dijo que tiene información que señala que las guerrillas de las Farc y del ELN estarían dispuestas a entrar a un cese de hostilidades, con el propósito de afianzar los diálogos y pidió a las Fuerzas Militares que también consideren esa posibilidad.

Este colectivo pidió al Gobierno Nacional y a la guerrilla de la Farc que se les permita participar en los acercamientos que ambas partes están llevando para lograr acuerdos de paz.

Esa petición también la dio a conocer la exsenadora, quien además reconoció la posibilidad que, en caso de llegar a un acuerdo de paz, exmilitantes de la guerrilla de las Farc podrían llegar al movimiento Marcha Patriótica y a otras agrupaciones sociales y políticas.

Córdoba dio a conocer que a partir del momento en que el presidente Santos reveló que el Gobierno ha hecho acercamientos con las Farc para hablar de paz, las amenazas en contra de Colombianas y Colombianos por la paz se han incrementado.

“Nuestra tarea debe ser de reiterar el compromiso de la paz con la sociedad colombiana y el movimiento social tiene mucho que plantear”, aseveró Córdoba.

Así mismo, la excongresista dijo que le tiene sin cuidado si los anuncios de paz por parte del Gobierno Nacional tienen como propósito la eventual reelección del presidente Juan Manuel Santos.

Córdoba dijo que entre las propuestas con que llegarían, en caso de ser aceptados como participantes en una mesa de diálogo, es la posibilidad de crear un régimen unicameral “que acabe con los vicios que se presentan en el Congreso de la República”.

Así mismo, señaló que es importante que bases como la de la Julia, en la Uribe, sean retiradas del casco urbano.

Igualmente, defendió el eventual papel del presidente Hugo Chávez en los acercamientos con la guerrilla.

"Es importante la presencia de Chávez en la medida que Colombia es un país limítrofe", indicó.

Y continuó: "Estoy convencida que las FARC desde que empezaron las liberaciones unilaterales estaban construyendo un camino hacia la paz".

Finalmente, pidió al presidente Santos que exhorte a los altos funcionarios a que bajen el tono de sus declaraciones.

"Que el ministro Juan Carlos Pinzón le bajen el tono para que no se llene el proceso de incertidumbre", agregó.

Publicada por
COLPRENSA, BOGOTÁ

Respuesta  Mensaje 7 de 10 en el tema 
De: Gran Papiyo Enviado: 30/08/2012 18:31
Jueves, 30 de agosto de 2012
Avanza la creación de una mesa de diálogo en Colombia

Cuba y Noruega de garantes

La mesa de diálogo se asentará en Oslo, la capital noruega, pero su sede principal será La Habana. Venezuela y Chile acompañarán el proceso. Negociarán sobre temas agrarios, políticos, militares y el tráfico de drogas.

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Raúl Castro, presidente de Cuba, uno de los países garantes, junto con Noruega, del proceso de paz en Colombia.

Cuba, Noruega, Chile y Venezuela participarán del proceso de paz entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), informó ayer la cadena de radio RCN, que tuvo acceso a un documento firmado por las partes en conflicto. El texto forma parte de un acuerdo firmado en La Habana por delegados del gobierno y la guerrilla, que sienta las bases para empezar las negociaciones sobre política de desarrollo agrario integral, participación en política, fin del conflicto, solución al problema de las drogas ilícitas, víctimas y reparación e implementación, verificación y refrendación (del eventual acuerdo de paz), según señaló la estación de radio.

El documento, que empezó a discutirse el 23 de febrero y habría sido firmado el lunes, señala que la paz “es una obligación de ambas partes” y que la mesa de diálogo se asentará en Oslo, la capital noruega, pero que su sede principal será La Habana, aunque podrá sesionar en otros países. Asimismo, establece que se desarrollarán conversaciones con el apoyo de los gobiernos de Cuba y Noruega, como garantes, y los gobiernos de Venezuela y Chile como acompañantes, y que de acuerdo con las necesidades del proceso se podrá en común acuerdo invitar a otros países.

RCN reveló a comienzos de la semana que las partes acordaron instalar la mesa de diálogo el 5 de octubre en Oslo, tras una fase de conversaciones preliminares en las que participaron Alejandro Eder, consejero presidencial para la Reintegración, y Rodrigo Granda, miembro del equipo de Relaciones Internacionales de las FARC. Luego se sumaron el consejero para la seguridad nacional, Sergio Jaramillo, y el ministro de Ambiente, Frank Pearl, así como Jaime Parra, alias Mauricio Jaramillo o El Médico, miembro de la cúpula de la guerrilla colombiana, y Jesús Carvajalino, alias Andrés París, otro alto jefe de ese grupo.

Con el título “Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, el texto señala que en la mesa podrán participar hasta diez personas por cada parte, aunque cada delegación podrá estar formada por hasta 30 miembros. A raíz de las insistentes versiones de prensa sobre contactos entre las partes, el presidente Juan Manuel Santos admitió el lunes que su gobierno tuvo acercamientos con las FARC en busca de un proceso de negociaciones que acabe con el conflicto armado interno que afecta al país desde hace cinco décadas.

Santos, que no dio muchos detalles, dijo que las aproximaciones se basan en tres pilares: “aprender de los errores del pasado para no repetirlos, darle fin al conflicto y mantener operaciones y presencia militar en todo el país”. Asimismo, el mandatario afirmó que el otro grupo guerrillero que opera en Colombia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), puede sumarse eventualmente al proceso, después de que su máximo jefe, Nicolás Rodríguez, alias Gabino, declarara su intención de hablar de paz. Distintos sectores políticos y sociales reaccionaron con esperanza a la confirmación de Santos sobre los acercamientos y ofrecieron respaldo al gobierno para que la negociación culmine con éxito.

“Es un conjunto de países muy equilibrado”, señaló León Valencia, director de la Corporación Nuevo Arco Iris (CNAI), un centro de estudio sobre el conflicto y la paz. El experto dijo que Cuba, que acogió varios diálogos colombianos de paz, y Venezuela, que facilitó acercamientos con fines parecidos, le dan mucha confianza a las FARC. “Noruega y Chile también le dan mucha confianza al gobierno colombiano”, agregó el funcionario.

Esa intervención, rechazada por el ex presidente Alvaro Uribe, fue valorada por la ex senadora Piedad Córdoba, líder de Colombianas y Colombianos por la Paz (CCP), que facilitó la entrega de una veintena de rehenes de las FARC en los últimos años. “La presencia de Chávez es importante en la medida en que Colombia es un país limítrofe”, apuntó la militante de los derechos humanos durante una reunión con la prensa convocada en Bogotá.

SALUDOS REVOLUCIONARIOS 
(Gran Papiyo)      

Respuesta  Mensaje 8 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 30/08/2012 22:49
 
De nuevo en busca de la paz

El Turbión

 

El anuncio público sobre la firma de un acuerdo de acercamiento entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) para adelantar un eventual díalogo de paz no sólo confirma lo que ya se venía rumorando en los corrillos cercanos a la Casa de Nariño sino que cambia el panorama político nacional, redefiniendo de qué manera se desenvolverán los sucesos por venir en los próximos meses.

La alocución presidencial del pasado lunes corrobora lo anunciado el viernes 24 por el Canal Capital y posteriormente por Telesur: desde hace varios meses se venía negociando en secreto un acuerdo entre el gobierno Santos y la guerrilla más antigua del mundo para iniciar negociaciones. El documento, firmado en La Habana bajo el auspicio de varios gobiernos amigos del proceso de paz –en particular Venezuela, Cuba y Noruega– aún no se ha revelado ni se conocen los puntos definidos por los negociadores de ambas partes, sin embargo, ya ha trascendido que las conversaciones iniciarán el 5 de octubre en Oslo (Noruega).

En su escueta intervención ante los medios nacionales, el presidente Juan Manuel Santos confirmó que se vienen adelantando estas “conversaciones exploratorias con las FARC para buscar el fin del conflicto”, aunque no hizo mención a la existencia del documento y planteó como “principios rectores” para los acercamientos que “primero, vamos a aprender de los errores del pasado para no repetirlos; segundo; cualquier proceso tiene que llevar al fin del conflicto, no a su prolongación; [y] tercero, se mantendrán las operaciones y la presencia militar sobre cada centímetro del territorio nacional”.

El mandatario colombiano aseguró también que el “el ELN ha manifestado a un medio de comunicación internacional su interés en participar en conversaciones dirigidas a poner fin a la violencia. A ese grupo guerrillero le digo que, dentro del marco de estos principios rectores, ellos también podrían ser parte de este esfuerzo por terminar el conflicto”, aunque no mencionó si existían contactos con otros grupos armados, como el EPL.

Enemigos de la paz

No será fácil para el gobierno ni para las FARC llevar a cabo estos diálogos. Múltiples han sido los intentos, desde el surgimiento de las guerrillas actuales, a mediados de los años 60, para llevar a cabo negociaciones de este tipo: todos y cada uno han sido saboteados por sectores de ultraderecha de las clases dominantes y el alto mando militar que, de manera pública o a través de una violencia sin recato en contra de negociadores y bases sociales de la insurgencia, han evitado que el anhelo de paz se convierta en realidad.

Y esto resulta particularmente evidente en la actualidad, cuando distintos sectores de las clases dominantes sostienen una fuerte lucha entre sí para definir el dominio sobre el aparato estatal y el rumbo del país. El expresidente Uribe, hasta la semana pasada, había venido usando la posible existencia de estos diálogos como arma política contra Santos, denunciando que el actual mandatario, quien fuera su ministro de Defensa, había abandonado la seguridad como prioridad para el crecimiento económico del país, a través de la inversión extranjera.

Luego del anuncio presidencial, Uribe ha guardado un curioso silencio en las redes sociales y sólo se conocen sus declaraciones en un evento en Barranquilla, donde calificó como una “ofensa a la democracia” al acercamiento entre el gobierno de Santos y las FARC, y una entrevista que dio a El Heraldo, unas horas antes de la alocución televisiva de Santos, donde se pregunta: “¿qué puede negociar una democracia con el terrorismo? Van a negociar la elegibilidad de terroristas”.

Ambos sectores de las clases dominantes, representados en Uribe y Santos, tienen relativa unidad en que deben terminar la guerra para facilitar la inversión extranjera y el dominio de las empresas transnacionales, principalmente del sector minero energético, y en que implementando la estrategia de copamiento militar que han aplicado durante más de una década, con el Plan Colombia financiado por EE.UU., pueden llevar a las guerrillas a la rendición o a una mesa de diálogo.

Sin embargo, el hecho de negociar con la insurgenca alrededor de los temas fundamentales, de las causas de la guerra, hoy aumenta la división entre ellos, pues para la ultraderecha liderada por Uribe parece más viable el aniquilamiento militar de los alzados en armas o su rendición que tocar, en el espacio privilegiado para una solución política, rápida y que reduzca los costos de la confrontación, asuntos como el modelo agrario imperante en Colombia, la extrema pobreza, la crisis humanitaria, la desbocada violencia estatal, los derechos fundamentales de la mayoría de la población y los mecanismos de participación política existentes en el país, todos ellos parte de los motivos que llevaron hace 48 años a algunos campesinos a empuñar las armas para defender su vida y plantearse otro modelo de nación y a que hoy sean miles los combatientes de las fuerzas irregulares.

Así, la apuesta de las clases dominantes por la paz, independientemente de las intenciones de Santos o Uribe, no busca resolver los problemas fundamentales de la nación o traer bienestar a la población sino permitir que la industria de la extracción funcione a su máxima capacidad, situación que la ‘seguridad democrática’ no logró y que la guerra tampoco permite: como señaló Santos, ‘es fundamental terminar el conflicto’, pero las clases dominantes buscan que esto se dé con acomodo a sus intereses, sin responder a las necesidades del pueblo colombiano y generando máximos beneficios a la inversión extranjera.

A la ultraderecha representada por Uribe Vélez, si es que quiere beneficiarse del cambio que implica el anuncio de estas negociaciones, le quedan dos opciones: mantenerse en oposición a unos diálogos de paz que el país reclama a gritos desde hace años o plegarse al proceso de paz para luego sabotearlo. Esta última opción la tomaron miembros de la cúpula militar, terratenientes, narcotráficantes y algunos de los más importantes empresarios del país cuando, a mediados de los años 80, construyeron un moderno aparato paramilitar para perpetrar el genocidio político de más de 4.000 miembros de la Unión Patriótica (UP) y evitar así cualquier posibilidad de participación política de gentes con otra propuesta de país o de los mismos insurgentes. La reorganización de los múltiples grupos paramilitares, la aparición del grupo anti restitución y la campaña de propaganda negra contra quienes, desde las organizaciones sociales, promueven una solución política al conflicto armado no parecen buenos augurios en la situación actual.

Con esperanza en el diálogo con todos

De otra parte, los acercamientos entre gobierno y FARC se hacen públicos en una época en que diversas organizaciones sociales han hecho más sentido el llamado a abrir los diálogos de paz y vienen rechazando que el presidente de la República tenga el monopolio para convocar a negociaciones, como se plantea en el Marco Jurídico para la Paz, cuando los verdaderos efectos de la guerra los sienten los pobladores de las regiones en las que la contienda se vive con mayor intensidad, las comunidades campesinas, los pueblos indígenas, los afrocolombianos y, en general, todos los pobres del campo.

La exigencia de los campesinos y los pueblos originarios del norte del Cauca para que los actores armados salgan de sus territorios ancestrales, recientemente puesto en evidencia con la expulsión de militares y guerrilleros de los resguardos en Toribío por parte de la guardia indígena, y su propuesta de realizar diálogos regionales de paz con todos los grupos vinculados en la confrontación armada marcan un camino para el país.

Así lo vienen reconociendo e impulsando las principales plataformas de articulación de los movimientos sociales, especialmente el Congreso de los Pueblos y la Marcha Patriótica, que además plantean un factor clave para un proceso de paz efectivo: en la mesa de negociación deben participar las organizaciones sociales y los sectores populares, planteando cambios de fondo en la estructura económica y social de Colombia que permitan enfrentar la desigualdad imperante y resolver, por ejemplo, la profunda descomposición social que ha traído consigo el narcotráfico y que podría, a mediano plazo, generar un fenómeno criminal y mafioso mucho peor que el existente en Centroamérica.

Si bien es cierto que unos encuentros entre gobierno y guerrilla por fuera del territorio nacional y con una elevada discreción son indispensables, éstos no conducirán a nada sin que se realicen estos diálogos regionales y sin que se garanticen espacios para la participación de toda la sociedad, sin exclusiones y en igualdad de condiciones, en la definición de un nuevo proyecto de Estado y nación.

Si la llamada ‘sociedad civil’ no puede proponer nada sobre asuntos como el modelo económico, empleo, tierras, derechos humanos, víctimas, presos políticos y sociales, etc., y se permite que sean sólo los voceros de las partes contendientes las que definan un giro de estas proporciones para el rumbo del país o si las conclusiones de este proceso apuntalan aún más el caduco modelo económico de las clases dominantes, ¿qué garantizará que la paz en Colombia no siga siendo una quimera?

¡Compartir también es crear un mundo nuevo!

Fuente: http://elturbion.com/?p=5097

Respuesta  Mensaje 9 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 30/08/2012 22:59
  ELN
Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL)
 
 
 

“El optimismo no puede alimentarse con mentiras, sino con la verdad”.
(Julius Fucik)

Para comprender la historia del poco avance de los procesos de dialogo con la insurgencia en Colombia, basta con observar los "inamovibles" impuestos por la clase dominante, constituidos en una barrera que impide avanzar hacia la paz.

Con excepción del expresidente Belisario Betancourt, que durante los diálogos reconoció “las causas del conflicto interno”, los sucesivos gobiernos han ignorado éstas, desconocido el carácter político de la guerrilla calificándola de amenaza terrorista e imponiendo un modelo que pone como condición la suspensión unilateral de hostilidades, desmovilización y desarme.

Los distintos gobiernos en representación de los intereses de la oligarquía, han pretendido que el proceso de paz se inicie con lo que debe ser el final, convirtiendo aquellos en "inamovibles", apuntalado con el otro argumento, que si la guerrilla no hace gestos unilaterales de voluntad, la sociedad no acepta dicho proceso y las fuerzas armadas se desmoralizan; argumentos éstos que sólo han servido para prolongar la guerra interna, mantener el país igual y nada cambie, evadiendo los gobiernos, la responsabilidad constitucional de buscar y propiciar la paz real, estable y duradera que tienen como fundamento las trasformaciones estructurales que el momento socio-político colombiano exige.

El mayor referente a que acuden y en lo que coinciden guerreristas y "pacifistas", los llamados "tanques de pensamiento" de las ONGs al servicio del régimen, es en el modelo de negociación y acuerdos con el M–19 y las otras guerrillas desmovilizadas a finales de la década del 80 y principios del 90. Este modelo fracasado, ha sido utilizado como otro "inamovible", exigiendo a la insurgencia que siga el mismo proceso endilgando que no tiene la voluntad de paz,

Los acuerdos de paz con las guerrillas a finales del siglo pasado no significaron mayores avances hacia la paz, el país ni siquiera siguió igual, sino peor con menos democracia, más injusta distribución del ingreso nacional y menos justicia social, más violencia, degradación ética y moral y se disparó la corrupción, como se constata en los distintos índices de medición de la realidad del país.

El modelo de paz de los años 90 no se puede tomar como un inamovible; por el contrario tiene que ser superado con sensatez y ecuanimidad, pues éste no superó el conflicto interno y sólo sirvió para acrecentarlo, ahogar los clamores de justicia social, democracia, dignidad, soberanía nacional, y apuntalar el modelo neoliberal, igualmente fracasado como se evidencia en la actual crisis prolongada del capitalismo, que tiene a Europa y los Estados Unidos sin poder encontrar salidas a su crisis.

Aquellos fue un proceso de desmovilización y desarme con mínimas garantías para los desmovilizados, no fue más que eso, no trascendió en la superación del conflicto social y armado, porque no se ocupó de soluciones a las causas que generaron y alimentan el mismo.

Un clamor generalizado y que cada día toma más fuerza en el país, es el deseo y la necesidad de construir la paz; a ésta exigencia la Comandancia del ELN ha respondido más de una vez que tiene la voluntad y disposición a buscar y contribuir a que se de la paz en Colombia.

La oligarquía y el gobierno que la representa tienen que dar igualmente, manifestaciones de tener real voluntad de paz y no de
pacificación, como ha sido hasta el momento.

Hay que pensar en soluciones realistas a los grandes problemas que afligen a los colombianos y ser generosos con el país que es de todos y no solo irradiar beneficios para unos pocos, que se empecinan en mantener como sagrado el Estado y orden actual, y el de los guerreristas que juegan a la guerra para enriquecerse y acumular poder. Esta situación así no lo consideren se les está volviendo insostenible.

Los procesos de paz hasta ahora no han avanzado, porque no abordaron las causas del conflicto y se evadió las soluciones, reduciéndose a acuerdos entre el gobierno y la guerrilla, de espaldas al pueblo que es víctima de la guerra interna y del conflicto social, y que con mayor fuerza clama por la paz.

El acuerdo para la paz real, estable y duradera, tiene que abrir procesos de justicia social, democracia real y participativa, dignidad y soberanía nacional; buscar soluciones a los problemas aplazados que tiene el país. No se trata por lo tanto de cambiar desmovilización y armas por unas mesadas, el acceso a becas, cupos de taxis o compartir burocracia estatal.

Nuestra Comandancia ha expresado con claridad que el ELN está dispuesto a abrir el diálogo con el actual gobierno, en un proceso
serio, responsable, respetuoso, sin trampas y sin hostilidad, que facilite el restablecimiento de la confianza y genere un ambiente
favorable para abordar las causas del conflicto armado y social, donde se apunte a levantar las bases sobre los cuales construir la paz real, estable y duradera.

El gobierno y la clase que lo representa tienen la palabra de si están dispuestos a buscar y permitir que se supere el medio siglo de
conflicto interno, haciendo a lado las voces de los guerreristas que quieren prolongar la guerra que les trae grandes beneficios económicos y poder.

Fuente: http://anncoleln.blogspot.com.es/2012/08/comunicado-de-eln-colombia-y-los.html
Comunicado
Los caminos hacia la paz
 
 

Respuesta  Mensaje 10 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 31/08/2012 14:28
  Camilo de los Milagros
 
El único derrotado con la paz sería Uribe
Gallo de pelea
 
 
Con una negociación la guerrilla conseguiría eventualmente su reivindicación histórica de encontrar salidas políticas al conflicto social y armado. El gobierno se ahorraría el desgaste fiscal y político que supone librar la guerra más antigua de América. El único derrotado con la paz es Uribe. Tras de él, cómo no, la mafia y los militares, que gerencian la guerra a manera de negocio privado.
 

 

Contemos una historia más típica que los fríjoles con arepa: la vida de Álvaro Uribe Vélez. Es una película de vaqueros, donde sobran armas y cualquier asomo de ley o justicia aparece lejano, confuso, imposible.

Todos los caminos conducen al Ubérrimo o de la mina de mierda

Su pasado narco y neoliberal furioso no merece demasiada recordación. Son antecedentes tan conocidos que hoy pasan por anécdotas. Flash back: Uribe ponente de la ley 100 en el Congreso para degollar el sistema público de salud, Uribe feriándole el país a las multinacionales, Uribe el consentido del capital financiero, Uribe montando en el helicóptero privado de Pablo Escobar [1] , Uribe con un asesor incondicional que es primo hermano de Pablo Escobar [2] , Uribe socio de Pedro Juan Moreno que era el principal importador de insumos químicos para producir cocaína [3] , Uribe y sus íntimos los Ochoa Vásquez [4] –capos de capos- jugando con caballos finos, Uribe y su cuñada y su sobrina extraditadas a los Estados Unidos [5] por tráfico de estupefacientes y lavado de activos, Uribe y su hermanito Santiago reconocido rufián y sicario [6] , Uribe y su jefe de seguridad [7] bajo la nómina de la mafia, Uribe y sus amigos paramilitares, Uribe propietario de una hacienda (el Ubérrimo) contigua a la hacienda de Salvatore Mancuso, Uribe y sus ministros y sus congresistas y sus hijos acochinados a más no dar con la justicia. Carga un prontuario equiparable a una mina de mierda, podrían exportarse inmundicias por toneladas. Además, una mina a cielo abierto, concesionada por ahora a las Cortes Norteamericanas.

Cuentan que sabía montar a caballo con una taza de café en la mano sin derramar una gota, de la misma manera como resultaba incapaz de hacer una jugada política sin derramar sangre o cuotas burocráticas.

Poncho, sombrero aguadeño y motosierra

Su programa buscando llegar al poder en 2002 fue simple: arrasar el territorio nacional para acabar con los terroristas. Llegar al poder es un eufemismo. Se trató de un asalto coordinado dónde se conjugó esa consabida compraventa de votos que tanto conocemos los colombianos con las presiones armadas de los paramilitares, principalmente en la Costa Caribe y Antioquia. Tenía la bendición de Washington y de los legítimos propietarios del país en ese entonces.

¿Quiénes son los terroristas? Resulta un concepto difícil, inscrito en la retórica norteamericana de falacias inaugurada con el 11 de septiembre. Sin embargo, esa distinción le cayó a las guerrillas que apenas un año antes dialogaban con el gobierno en calidad de opositores en armas. También serán terroristas los sindicalistas, los partidos de izquierda, los líderes populares, comunitarios, campesinos y estudiantiles, y por encima de todos, los defensores de Derechos Humanos. También cualquier participante en protestas o huelgas. Incluso, son candidatos a terroristas prestantes miembros de la derecha que cuestionen el mandato del mesías rural. Y por supuesto Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega y Hugo Chávez, encarnación caribeña de Lucifer.

Su método de gobierno es igualmente simple: manejar el país como una hacienda ganadera, o lo que es más preciso, hacer del país una gigantesca colección de haciendas ganaderas. ¿Cómo lograrlo? A punta de rejo y motosierra. Para ello son indispensables dos cosas: el sombrerito aguadeño de gamonal que lleva en todas sus giras y una complicada distribución de impunidades a todos los niveles que aceitan la maquinaria del despojo. No conocerá leyes, su único estatuto es el plomo. Colombia bate así todos los records de violaciones a los Derechos Humanos durante su gobierno y se consolida como el tercer país más desigual del mundo.

En esta situación, para mantenerse ocho años con enemigos a izquierda y derecha hay que regar mucha sangre, repartir demasiadas prebendas, traicionar muchos aliados y aliarse con muchos traidores. No queda otra salida a los advenedizos: su futuro está embargado, deben subsistir de un dudoso presente y perpetuarlo a como dé lugar. Borrachos de triunfalismo, Uribe y su banda proclamaron el fin de la guerrilla (lo que en esencia constituía el único programa de gobierno) en un plazo de seis meses, que luego se prorrogó a dos años. Al terminar el primer mandato impusieron la reelección con el pretexto de consolidar el triunfo y cuando cumplían ocho desastrosos años de guerra, Uribe abandonaba la Casa de Nariño con las explosiones como música de fondo, evidencia del desastre militar contra la insurgencia en el Cauca. Su “misión histórica”, su razón de ser no había logrado materializarse por completo.

Aun así él no salía agachado. Es un bravo con el machete, más terco que todas las mulas que arriaran los caminos antioqueños, porfiado, camandulero. Igual que los gallos finos de pelea, está dispuesto a morir peleando.

El talante de Uribe encuadra perfectamente en lo que se denomina “capitalismo del desastre”. Es un político que no sobreviviría un día sin la catástrofe: sin conflicto, sin la dudosa amenaza de un “terrorismo” inventado en buena medida por los medios, sin el caos permanente dentro de la vida pública, figuras como la suya pierden toda relevancia. Su único discurso es la guerra. Su herramienta principal el miedo, que él mismo se encarga de gestionar: sus allegados lo fabrican y lo administran. Muchos de los crímenes atribuidos a la subversión, sobre todo en tiempos electorales, provinieron misteriosamente de las entrañas del establecimiento: el asesinato de la hermana de César Gaviria, los autoatentados en guarniciones militares, el bombazo contra Caracol Radio, el atentado que casi mata a Germán Vargas Lleras, el paro armado que paralizó la costa Caribe comenzando el 2012…

Desplumar una gallina

La fuerza de los acontecimientos ha tomado tanta inercia que el colapso de Uribe parece inevitable. Al principio la intención de la derecha era nada más bloquearlo o sacarlo del poder una vez había cumplido con los objetivos principales de la pacificación de los sepulcros. Pero cuando cayeron los primeros cimientos de su entable podrido, todas las fichas del andamiaje comenzaron a naufragar como una fila de dominó. No queda opción: hay que sacrificarlo para limpiar la imagen institucional. Ha sido el propio Uribe el encargado de complicar más la situación recurriendo a una defensa desesperada que tiene mucho de estrategia ofensiva: desestabilizar, generar zozobra, acudir al caos como garantía para aferrarse al poder. Lo ha intentado absolutamente todo: buscó fallidamente imponer un tercer período presidencial; deseó una invasión a Ecuador y Venezuela en 2008, y posteriormente, en vísperas del gobierno Santos lanzó irresponsables amenazas beligerantes a Chávez, contra quien apoyó varios ensayos de golpe de Estado fracasados a lo largo de su mandato; desenfrenó la persecución abierta de sus opositores de la derecha mientras era Presidente; desató una oleada de oscuros atentados y eventos resonantes buscando crear opinión adversa al nuevo gobierno; finalmente, emprendió una virulenta campaña de giras por América Latina y Colombia; ataques permanentes en Twitter con señalamientos a diestra y siniestra, un renacimiento del paramilitarismo en varias zonas del país y hasta una tentativa encaminada a derrocar a Santos exacerbando los militares. Incluso está impulsando la promoción de una nueva constituyente para generar anarquía política. Lo ha intentado todo.

Juan Manuel Santos, que es la resurrección andina de Maquiavelo, sabe bien cómo se mata una gallina: primero hay que meterse al gallinero. Después agarrarla lentamente para que no revolotee. Se la cuelga de las patas, se la marea y desnuca, luego se la pasa por agua caliente, por último se la despluma y despresa. En ello consiste el juego macabro de la derecha con Uribe: aislarlo poco a poco, acorralarlo mientras le agradecen hipócritamente los servicios prestados. Le arrebatan cuotas burocráticas, le roban los aliados que son prostitutas del poder y se venden por migajas; destapan al mundo su mina de mierda, desprestigiándolo en los medios. En cuanto a investigaciones judiciales, todos los caminos conducen al Ubérrimo. La pregunta a estas alturas no es si Uribe caerá sino cuándo y cómo. ¿Cuál será la prueba reina? Sobran pruebas, que estuvieron siempre a la vista de todos, maquilladas u ocultas por los emporios comunicativos. Quizá algún video de sus tertulias con los paramilitares. Quizá algún expediente norteamericano sobre su pasado de mafioso. ¿Cuál será la estocada final? Ya llegó: la negociación con la guerrilla.

Gallo muerto en raya gana

Alvarito sólo tiene una virtud y es la audacia. El problema es que la derrocha, porque nunca estaría capacitado para gobernar un país normal en tiempos normales.

Lo único que faltaba para dejar obsoleta una máquina de matar como Uribe era la desintegración de su razón de ser. La carta que Santos se juega negociando con las guerrillas deja completamente sin aire político al sector mafioso representado por Uribe, que compraba impunidad a cambio de combatir virulentamente la oposición de izquierda. Santos no es audaz pero es astuto. Sabe que logrando la paz logra la reelección y se quita de encima el problema que define los últimos cincuenta años de historia nacional. También sabe que por añadidura neutraliza ese sector incendiario y peligroso enquistado en la institucionalidad, acostumbrado a hacer de la violencia su mecanismo para equilibrar las cuotas del poder. Santos contempla incluso legalizar las drogas para arruinar económicamente a los narcos, propuesta que fue rechazada con violencia por el ex presidente. Obvias razones tendrá.

Con una negociación la guerrilla conseguiría eventualmente su reivindicación histórica de encontrar salidas políticas al conflicto social y armado. El gobierno se ahorraría el desgaste fiscal y político que supone librar la guerra más antigua de América. El único derrotado con la paz es Uribe. Tras de él, cómo no, la mafia y los militares, que gerencian la guerra a manera de negocio privado.

Por eso no es de extrañar que en esta coyuntura Álvaro intente un suicidio magnífico, una inmolación sorprendente aventurando a como dé lugar el regreso de la guerra. Lo intentará a través de las fuerzas militares, que pueden desbocarse a bombardear y cazar comandantes guerrilleros para romper el ánimo de los insurgentes, como hicieron cuando Belisario Betancur. Lo intentará a través de la guerra sucia paramilitar llenando nuevamente de muertos y frustración al movimiento social, sacrificando a sus líderes y sembrando el terror de la misma manera que lo hizo mientras fue Presidente. Lo intentará en el terreno de la opinión pública fabricando atentados y vociferando su ponzoña, amplificada por periodistas serviles y medios de ultraderecha a lo largo del mundo hispano.

Gallo muerto en raya gana, si el otro corriendo va. Uribe caerá, es casi seguro, pero lo hará dinamitando la estabilidad frágil que Santos está construyendo. En ese contexto la debilidad de Juan Manuel para enfrentar los problemas con pulso firme, combinada con la conocida intransigencia de la guerrilla, pueden derivar otra vez hacia la catástrofe. Sólo hay dos cartas sobre la mesa: la de la guerra, que garantizará la impunidad de los de siempre. La de la paz, que implica ajustar cuentas con los perpetradores del genocidio, con los adictos irredentos de la violencia y el despojo.

Hay un hecho que parece seguro: el país no soportará otro genocidio como el que encarna Uribe. Un pirómano sentado en el solio de Nariño sólo conseguirá que arda la tierra bajo sus pies. “A los terroristas, que busquen otro planeta porque de aquí los sacamos” fue una de sus frases memorables, en el remoto 2005 [8] . Ahora quién tiene que buscarse otro planeta es él, viudo del poder desterrado al basurero de la historia, porque de aquí lo sacamos a las buenas o a las malas, ahogado en su propia mierda de matón de esquina con delirios de emperador emplumado.

 

NOTAS:

[1] Daniel Coronell, “los de las gafas”, Revista Semana 6 de octubre de 2007, disponible en: http://www.semana.com/opinion/gafas/106703-3.aspx

[2] “El dilema de José Obdulio”, Revista Semana, disponible en: http://m.semana.com/nacion/dilema-jose-obdulio/94241-3.aspx

[3] “Uribe responde a las incógnitas”, El Tiempo, Bogotá, 21 de abril de 2002.

[4] Ibíd.

[5] “excuñada de Uribe en manos de la DEA: Dolly Cifuentes Villa, extraditada a EE.UU.”, El espectador, 7 de agosto de 2007, disponible en: http://www.elespectador.com/noticias/judicial/articulo-365576-dolly-cifuentes-villa-extraditada-eeuu

[6] “El misterio de los doce apóstoles”, El Espectador, 24 de Mayo de 2010, disponible en: http://www.elespectador.com/impreso/temadeldia/articuloimpreso-204885-el-misterio-de-los-12-apostoles

[7] “General Mauricio Santoyo se declaró culpable en Corte de EE.UU”, El Espectador, 20 de agosto de 2010, disponible en: http://www.elespectador.com/noticias/judicial/articulo-368806-general-r-mauricio-santoyo-se-declaro-culpable-corte-de-eeuu

[8] “Las FARC, heridas por captura de Chigiro”, El Tiempo, 7 de marzo de 2005, disponible en: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1633931


Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.



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