1966
El Caso Ramparts — La revista radical Ramparts da inicio a una serie de inauditos artículos anti-CIA. Entre sus "tubazos": la CIA ha pagado veinticinco millones de dólares a la Universidad de Michigan para contratar a "profesores" que entrenaran a estudiantes sudvietnamitas en métodos policiales encubiertos. El MIT (Instituto Tecnológico de Massachusets por sus siglas en inglés) y otras universidades han recibido pagos similares. También revela Ramparts que la Asociación Nacional de Estudiantes es un frente de la CIA. A veces los estudiantes son reclutados a través del chantaje y el soborno, incluyendo retardos en llamado a filas.
1967
Grecia — Un golpe militar apoyado por la CIA derroca al gobierno dos días antes de las elecciones. El favorito para ganar era George Papandreous, candidato liberal. Durante los próximos seis años, el "reino de los coroneles"—respaldado por la CIA — introducirá el uso extendido de la tortura y el asesinato contra los oponentes políticos. Cuando un embajador griego objeta al Presidente Johnson los planes de EE.UU. para Chipre, Johnson le dice: "Joder con su parlamento y su constitución".
Operación PHEONIX — La CIA ayuda a los agentes sudvietnamitas a identificar y luego asesinar a supuestos líderes del Viet Cong que operan en los pueblos de Vietnam del Sur. Según Informe del congreso en 1971, esta operación mató aproximadamente a veinte mil "Viet Cong".
1968
Operación CAOS — La CIA ha estado espiando ilegalmente a los ciudadanos estadounidenses desde 1959, pero con la Operación CAOS, el Presidente Johnson incrementó dramáticamente el esfuerzo. Agentes de la CIA van encubiertos como estudiantes radicales a dividir a las organizaciones del campus que protestan por la Guerra de Vietnam. Ellos están a la búsqueda de instigadores rusos que nunca encuentran. CAOS eventualmente espiará a siete mil individuos y a un mil organizaciones.
Bolivia — Una operación militar organizada por la CIA captura al legendario guerrillero Che Guevara. La CIA quiere mantenerloo vivo para el interrogatorio, pero el gobierno boliviano lo ejecuta en prevenición de las llamadas de todo el mundo por clemencia.
1969
Uruguay — El notorio torturador de la CIA, Dan Mitrione, llega al Uruguay, un país destrozado por la disputa política. Considerando que las fuerzas derechistas usaron previamente la tortura sólo como un último recurso, Mitrione les convence de usarla como una práctica extendida y rutinaria. "El dolor preciso, en el lugar preciso, en la cantidad precisa, para el efecto deseado", es su lema. Las técnicas de tortura que él enseña a los escuadrones de la muerte rivalizan con las de los nazis. Se convirtió en alguien tan temible que los revolucionarios lo secuestrarán y ejecutarán un año después.
1970
Camboya — La CIA derroca al Príncipe Sahounek, muy popular entre los camboyanos por mantenerlos ajenos a la Guerra de Vietnam. Es reemplazado por el títere de la CIA, Lon Nol, quien inmediatamente lanza a las tropas camboyanas a la batalla. Este impopular movimiento fortalece a las entonces minorías de oposición como el Khmer Rouge, que acede al poder en 1975 y extermina a millones de sus propios pobladores.
1971
Bolivia — Después de la mitad de una década de turbulencia política inspirada por la CIA, un golpe militar por ella respaldado derroca al izquierdista Presidente Juan Torres. En los próximos dos años, el dictador Hugo Banzer tendrá a más dos mil opositores políticos presos sin juicio, luego torturados, violados y ejecutados.
Haití— Muere "Papa Doc" Duvalier, dejando a su hijo de 19 años, "Baby Doc" Duvalier como dictador de Haití. El hijoda continuidad a su reino sangriento con pleno conocimiento de la CIA.
1972
El Acta del Caso Zablocki — El Congreso aprueba un acta solicitando revisión parlamentaria a los acuerdos ejecutivos. En teoría, esto debía hacer a las operaciones de la CIA más explicables. De hecho, sólo es marginalmente eficaz.
Camboya — El Congreso vota para cortar fondos de la CIA para su guerra secreta en Camboya.
La forzadura de Wagergate — El presidente Nixon envía a un equipo de ladrones a instalar micrófonos ocultos en las oficinas del Partido Demócrata en Watergate. Los miembros del equipo tienen amplias historias en la CIA, incluyendo a James McCord, E. Howard Hunt y cinco de los ladrones cubanos. Ellos trabajan para el Comité para Reelegir al Presidente (CRP), y ejecutan trabajos sucios como sabotear campañas Demócratas y lavar dinero de contribuciones ilegales para la campaña presidencial de Nixon. Las actividades del CRP son establecidas y organizadas por otro frente de CIA, la Compañía Mullen.
1973
Chile — La CIA derroca y asesina a Salvador Allende, el primer líder socialista democráticamente electo en América Latina. Los problemas empiezan cuando Allende nacionaliza las empresas de propiedad estadounidense en Chile. ITT (International Telegraph and Telephone) ofrece a la CIA un millón de dólares para un golpe (según se dice rechazado). La CIA reemplaza a Allende con el general Augusto Pinochet, quien torturará y asesinará a miles de sus propios compatriotas en un trato despiadado contra líderes trabajadores y la izquierda política.
La CIA inicia investigaciones internas — William Colby, el Subdirector de Operaciones, imparte órdenes a todo el personal de la CIA para informar acerca de cualquier y toda actividad ilegal que conozcan. Esta información es reportada después al Congreso.
El Escándalo Watergate — El principal diario colaborador de la CIA en Estados Unidos, The Washington Post, informa de los crímenes de Nixon antes de que cualquier otro periódico refiera el asunto. Los dos reporteros, Woodward y Bernstein, casi no hacen mención de las muchas pistas que del escándalo señalaban a la CIA. Se revela después que Woodward era una fuente de inteligencia naval en la Casa Blanca, y que conocía a importantes figuras del espionaje, incluyendo al general Alexander. Su fuente principal, "Garganta Profunda", probablemente es uno de aquéllos.
Destituido el Director Helms de la CIA — El presidente Nixon despide al Director de la CIA, Richard Helms, por su fracso en ayudar a ocultar el escándalo de Watergate. Helms y Nixon siempre se han detestado. El nuevo director de la CIA es William Colby, quien está relativamente más abierto a la reforma de la CIA.
1974
CAOS al descubierto — El periodista Seymour Hersh, ganador del premio Pulitzer, publica una historia sobre la Operación CAOS, de la vigilancia doméstica e infiltración de grupos antibélicos y de los derechos civiles en los EE.UU. La historia enciende la chispa del ultraje nacional.
Angleton destituido — El Congreso desarrolla audiciones acerca de los esfuerzos de James Jesús Angleton, jefe de contraespionaje de la CIA, en cuanto al ilegal espionaje . doméstico. Sus labores incluyeron apertura de correos y vigilancia secreta de manifestantes contra la guerra. Las audiciones resultaron en su despido de la CIA.
La Cámara absuelve a la CIA en Watergate — La Cámara de Representantes absuelve a la CIA de cualquier complicidad en la forzadura de Nixon en Watergate.
El Acta Hughes Ryan — El Congreso aprueba una enmienda que exige al presidente informar operaciones de la CIA, distintas al espionaje, a los principales comités del congreso en plazo pertinente.
1975
Australia — La CIA ayuda a derribar al gobierno de inclinación izquierdista y democráticamente electo del Primer Ministro Edward Whitlam. La CIA hace esto dando un ultimátum a su Gobernador general, John Kerr. Kerr, un veterano colaborador de la CIA, recurre a su derecho constitucional para disolver al gobierno de Whitlam. El Gobernador general es una figura exclusivamente formal impuesta por la Reina; el Primer Ministro se elige democráticamente. El uso de esta arcaica y jamás utilizada ley aturde a la nación.
Angola — Ávido por demostrar la resolución del ejército estadounidense después de su derrota en Vietnam, Henry Kissinger lanza una guerra respaldada por la CIA en Angola. Contrariamente a las aseveraciones de Kissinger, Angola es un país de poca importancia estratégica y no está seriamente amenazado por comunismo. La CIA apoya al brutal líder de UNITAS, Jonas Savimbi. Esto polariza a la política angoleña y conduce a sus oponentes a los brazos de Cuba y de la Unión Soviética para la supervivencia. El congreso cortará los fondos en 1976, pero la CIA es capaz de librar la guerra fuera de los libros hasta 1984, cuando la financiación es nuevamente legalizada. Esta guerra totalmente vana causa la muerte a más de 300,000 angoleños.
"La CIA y el Culto a la Inteligencia" — Víctor Marchetti y John Marks publican esta escandalosa historia de crímenes y abusos de la CIA. Marchetti había pasado catorce años en la CIA, y llegó a ser asistente ejecutivo del Subdirector de Inteligencia. Marks estuvo cinco años como oficial de inteligencia en el Departamento de Estado.
"La Compañía por Dentro" — Philip Agee publica un diario de su vida dentro de la CIA. Agee había trabajado en operaciones encubiertas en América Latina durante los años sesenta, y detalla los crímenes en los cuales él tomó parte.
El congreso investiga los delitos de la CIA — El ultraje al público compele el Congreso a llevar a cabo audiencias sobre los crímenes de la CIA. El Senador Frank Church encabeza la investigación del Senado ("El Comité Church"), y el representante Otis Pike encabeza la investigación de la Cámara. (A pesar de una posibilidad de reelección del 98 por ciento, Church y Pick son derrotados en las siguientes elecciones.) Las investigaciones conducen a varias reformas que intentan aumentar la responsabilidad de la CIA ante el Congreso, incluso la creación de un comité de Inteligencia del Senado. Sin embargo, las reformas demuestran ser ineficaces, como lo demostrará el escándalo Iran/Contra. Resulta que la CIA puede controlar, acordar con o "bypasear" al Congreso con facilidad.
La Comisión Rockefeller -- En un esfuerzo por reducir el daño hecho por el Comité Church, el presidente Ford crea la "Comisión Rockefeller" para blanquear la historia de CIA y proponer reformas anodinas. El homónimo de la comisión, Vicepresidente Nelson Rockefeller, es él mismo una importante figura de la CIA. Cinco de los ocho miembros de la comisión también son miembros del Consejo de Relaciones Exteriores, una organización dominada por la CIA.
1979
Irán — La CIA fracasa en predecir la caída del Shah de Irán, un viejo títere de la CIA, y el auge de fundamentalistas musulmanes, quienes están furiosos por el apoyo que la CIA proporciona a la SAVAK, la sanguinaria policía secreta del Shah. En la venganza, los musulmanes toman a cincuenta y dos rehenes estadounidenses en la embajada de EEUU en Teherán.
Afganistán — Los soviéticos invaden Afganistán. La CIA inmediatamente comienza a dotar de armas a cualquier facción que combata a los ocupantes soviéticos. Tan indiscriminado reparto de armas significa que cuando los soviéticos dejan Afganistán, la guerra civil hará erupción. También, los fanáticos extremistas musulmanes poseen ahora armamento innovador. Uno de éstos es el Jeque Abdel Rahman, quien se verá envuelto en el bombardeo del Centro de Comercio Mundial en Nueva York.
El Salvador — Un grupo idealista de jóvenes militares, en repulsa por la matanza de pobres, derroca al gobierno derechista. Sin embargo, los EE.UU. compelen a los inexpertos oficiales a incluir a muchos de la vieja guardia en posiciones clave de su nuevo gobierno. Pronto, las cosas regresan a lo "normal"—el gobierno militar está reprimiendo y asesinando a los manifestantes civiles pobres. Muchos de los jóvenes militares y reformadores civiles, sintiéndose impotentes, renuncian disgustados.
Nicaragua — Cae Anastasio Somoza II, el dictador apoyado por la CIA. Los Sandinistas Marxistas toman al gobierno, y son inicialmente populares debido a su compromiso de reforma agraria y contra la pobreza. Samoza tenía un criminal y odiado ejército personal llamado Guardia Nacional. Los remanentes de esa Guardia se convertirán en los Contras, quienes mantendrán una lucha de guerra de guerrillas respaldados por la CIA contra el gobierno Sandinista a lo largo de los años ochenta.
1980
El Salvador — El Arzobispo de San Salvador, Oscar Romero, suplica al presidente Carter "cristiano a cristiano" para que deje de ayudar al gobierno militar que mata a su pueblo. Carter se niega. Brevemente después, el líder derechista Roberto D'Aubuisson hace que Romero sea abaleado en el corazón mientras decía la Misa. El país se disuelve pronto en la guerra civil, con los campesinos en las montañas luchando contra el gobierno militar. La CIA y las Fuerzas Armadas de EE.UU. proporcionan al gobierno un ejército aplastante y superioridad de información. Los escuadrones de la muerte, entrenados por la CIA recorren los campos, cometiendo atrocidades como la de El Mazote en 1982, donde ejecutaron una matanza de entre setecientos y mil hombres, mujeres y niños. Por 1992, unos sesenta y tres mil salvadoreños serán asesinados.
1981
Se inicia el Irán/Contra — La CIA empieza vendiendo armas a Irán a precios exorbitantes, utilizando las ganancias para armar a los Contras que luchan contra el gobierno Sandinista en Nicaragua. El presidente Reagan jura que los Sandinistas serán presionados "hasta que digan tío". El Manual del Luchador por la Libertad que la CIA financia para los Contras incluye instrucción para el sabotaje económico, propaganda, extorsión, soborno, chantaje, interrogatorios, torturas, asesinato y crimen político.
1983
Honduras — La CIA da a oficiales militares hondureños el Manual de Entrenamiento para la Explotación de los Recursos Humanos - 1983, mediante el cual enseñan cómo torturar a las personas. El notorio "Batallón 316" de Honduras usa entonces esas técnicas, con el total conocimiento de la CIA, en los miles de disidentes izquierdistas. Por lo menos ciento ochenta y cuatro son asesinados.
1984
La Enmienda Boland — La última de una serie de las Enmiendas Boland es aprobada. Estas enmiendas han reducido la ayuda de la CIA a los Contras; la última de ellas las elimina completamente. Sin embargo, el Director de la CIA, William Casey, está ya preparado dar "manos fuera" de la operación al coronel Oliver North, quien ilegalmente continúa proporcionando a los Contras, a través de la CIA, una red informal, secreta y de autofinanciación. Esto incluye "ayuda humanitaria" donada por Adolph Coors y William Simón, y ayuda militar fundada en las ventas de armas hechas por los iraníes.
1986
Eugene Hasenfus — Nicaragua derriba un avión de transporte C-123 que llevaba suministros militares a los Contras. El único sobreviviente, Eugene Hasenfus, resulta ser un empleado de la CIA, como lo eran los dos pilotos muertos. El avión pertenece a Southern Air Transport, un frente de la CIA. El incidente resulta en una mofa que hace el presidente Reagan con su declaración de que la CIA no está armando ilegalmente a los Contras.
El Escándalo Irán/Contra — Aunque los detalles eran conocidos desde hace mucho, el escándalo Irán/Contra finalmente captura la atención de los medios de difusión en 1986. El congreso realiza audiencias, y algunas figuras claves (como Oliver North) mienten bajo juramento para proteger a la comunidad de inteligencia. William Casey, Director de la CIA, muere de cáncer del cerebro antes de que el Congreso pueda cuestionarlo. Todas las reformas promulgadas por el Congreso después del escándalo son meramente cosméticas.
Haití — El auge de la revuelta popular en Haití significan que "Baby Doc" Duvalier sólo será "Presidente Vitalicio" por corto tiempo. Los EE.UU. que odian la inestabilidad en un país títere, traslada al despótico Duvalier al Sur de Francia para una cómoda jubilación. La CIA entonces arregla las próximas elecciones a favor de otro hombre fuerte, militar de derechas. Sin embargo, la violencia mantiene al país en una turbulencia política durante otro cuatro años. La CIA intenta fortalecer al ejército creando el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), el cual suprime la revuelta popular mediante la tortura y el asesinato.
1989
Panamá — EE.UU. invaden Panamá para derrocar a un dictador de su propia hechura, el general Manuel Noriega, quien ha estado en la nómina de la CIA desde 1966, y ha estado transportando las drogas con conocimiento de la CIA desde 1972. Por los tardíos ochentas, las crecientes independencia e intransigencia de Noriega han encolerizado a Washington… así que él se va.
1990
Haití — Compitiendo contra diez candidatos comparativamente adinerados, el sacerdote izquierdista Jean-Bertrand Aristide obtiene el 68% de los votos. Después de sólo ocho meses en el poder, sin embargo, el respaldado por la CIA lo depone. Más dictadores militares embrutecen el país, mientras miles de refugiados haitianos escapan de la turbulencia en barcos escasamente aptos para navegar. Como la opinión popular clama por el retorno de Aristide, la CIA empieza una campaña de desinformación que pinta al valeroso sacerdote como mentalmente inestable.
1991
La Guerra del Golfo — Los EE.UU. liberan a Kuwait de Irak. Pero el dictador de Irak, Saddam Hussein, es otra criatura del CIA. Con el estímulo estadounidense, Hussein invadió Irán en 1980. Durante esta costosa guerra de ocho años, la CIA edificó las fuerzas de Hussein con armas sofisticadas, inteligencia, entrenamiento y apoyo financiero. Esto consolidó el poder de Hussein en casa, permitiéndole aplastar a las muchas rebeliones interiores que de vez en cuando hicieron erupción, a veces con el uso de gas venenoso. También le dio todo el poderío militar que necesitó para posteriores conductas aventureras — en Kuwait, por ejemplo.
La Caída de la Unión Soviética — La CIA no predice este, el evento más importante de la Guerra Fría. Esto sugiere que se hallaba demasiado ocupada minando a los gobiernos para ejercer su labor primaria: recolectar y analizar la información. La caída de la Unión Soviética también despoja a la CIA de la razón para su existencia: la lucha contra el comunismo. Esto lleva a algunos a acusar a la CIA de intencionalidad al no predecir el derrumbe de la Unión Soviética. Curiosamente, el presupuesto de la comunidad de inteligencia no se reduce significativamente después del fallecimiento del comunismo.
1992
Espionaje económico — En los años que siguen al fin de la Guerra Fría, la CIA es cada vez más utilizada para el espionaje económico. Esto implica hurto de los secretos tecnológicos de las compañías extranjeras competidoras para darlos a los estadounidenses. Dada la evidente preferencia de la CIA para los trucos sucios sobre la sola recolección recolección de información, la posibilidad de seria conducta delictiva es de hecho muy grande.
1993
Haití — Crece tanto el caos en Haití que el presidente Clinton no tiene más alternativa que quitar al dictador militar haitiano, Raoul Cedras, bajo amenaza de invasión estadounidense. Los ocupantes de EEUU no arrestan a los líderes del ejército de Haití por los crímenes contra la humanidad, pero en cambio les garantiza su seguridad y millonarias jubilaciones. Aristide ha vuelto al gobierno sólo después de haber sido obligado a aceptar una agenda favorable a la clase gobernante del país.
EPÍLOGO
En un discurso ante el CIA en celebración de su 50 aniversario, el presidente Clinton dijo: "Por necesidad, el pueblo estadounidense nunca sabrá la completa historia de su valor".
La de Clinton es una defensa común de la CIA: a saber, el pueblo estadounidense debería dejar de criticar a la CIA porque no sabe lo que realmente hace. Éste, claro, es en primer lugar el corazón del problema. Una agencia que está más allá de la crítica también está allende la conducta moral y de la reforma. Su secreto y falta de control permiten a la corrupción crecer desenfrenadamente.
Además, la declaración de Clinton es absolutamente falsa. La historia de la agencia está creciendo dolorosamente clara, sobre todo con la desclasificación de documentos históricos de la CIA. No podemos saber los detalles de operaciones específicas, pero conocemos, bastante bien, la conducta general de la CIA. Estos hechos empezaron surgiendo hace casi dos décadas a pasos agigantados. Hoy tenemos un cuadro notablemente exacto y consistente, repetido en país tras país, y verificado desde diferentes e innumerables direcciones.
La respuesta de la CIA a este creciente conocimiento y crítica sigue un modelo histórico típico. (De hecho, hay notables paralelos de la lucha eclesiástica medieval contra la Revolución Científica.) Los primeros periodistas y escritores en revelar la conducta delictiva de la CIA fueron acosados y censurados si eran escritores estadounidenses, y torturados y asesinados si fueran extranjeros. (Ver. Philip Agee: On the Run, para un ejemplo de acoso temprano.) Sin embargo, durante las últimas dos décadas la marea de evidencias se ha vuelto agobiante, y la CIA ha encontrado que no tiene bastantes dedos para tapar cada agujero en el dique. Esto es especialmente cierto en la era de Internet, donde la información fluye libremente entre millones de personas. Desde que la censura es imposible, la Agencia debe defenderse ahora con apologías. La defensa de "los estadounidenses nunca sabrán" de Clinton es el mejor ejemplo.
Otro común apologético es que "el mundo está lleno de caracteres insípidos, y debemos tratar con ellos si vamos a proteger los intereses estadounidenses en su totalidad." Hay dos cosas erradas en esto. Primero, ignora el hecho de que la CIA ha rechazado regularmente con desprecio las alianzas con defensores de la democracia, de la libertad de expresión y de los derechos humanos, prefiriendo la compañía de dictadores militares y tiranos. La CIA tenía las opciones morales disponibles, pero no las tomó.
Segundo, este argumento requiere varias preguntas. La primera es: "¿Cuáles intereses estadounidenses?" La CIA ha cortejado a los dictadores derechistas porque ellos les permiten a los estadounidenses adinerados explotar la mano de obra barata y los recursos del país. Pero los estadounidenses pobres y de clase media pagan el precio siempre que luchan en las guerras que provienen de las acciones de la CIA, desde Vietnam hasta la Guerra del Golfo y Panamá. La segunda pregunta es: "¿Por qué los intereses estadounidenses deben venir a expensas de los derechos humanos de otros pueblos?"
La CIA debe ser abolida, su liderazgo destituido y sus miembros prominentes enjuiciados por crímenes contra la humanidad. Nuestra comunidad de inteligencia debe reconstruida desde las bases, con la meta de recolectar y analizar la información. En cuanto a la acción encubierta, hay dos opciones morales. La primera es eliminar completamente la acción encubierta completamente. Pero esto produce terror a la gente preocupada por los Adolfo Hitlers del mundo. Así que una segunda opción es colocar a la acción encubierta bajo profunda y real vigilancia democrática. Por ejemplo, un Comité Parlamentario bipartito de cuarenta miembros podría revisar y vetar todos los aspectos de operaciones de la CIA bajo mayoría o mayoría absoluta de votos. Cuál de estas dos opciones sea la mejor puede ser tema de debate, pero una cosa está clara: como la dictadura, como la monarquía, las operaciones encubiertas incontroladas deben morir como los dinosaurios que son.
1. All history concerning CIA intervention in foreign countries is summarized from William Blum’s encyclopedic work, Killing Hope: U.S. Military and CIA Interventions since World War II (Monroe, Maine: Common Courage Press, 1995). Sources for domestic CIA operations come from Jonathan Vankin and John Whalen’s The 60 Greatest Conspiracies of All Time (Secaucus, N.J.: Citadel Press, 1997).
2. Coleman McCarthy, "The Consequences of Covert Tactics"Washington Post, December 13, 1987.
Este artículo puede ser leído en inglés en:
http://www.voxfux.com/features/cia_atrocity_timeline.html