Luego del triunfo de la Revolución Cubana, el 1 de enero de 1959, las agresiones políticas, económicas y militares desde Estados Unidos no demoraron en comenzar. Las agencias informativas norteamericanas activaron una operación mediática contra Cuba para desvirtuar la naturaleza de los cambios sociales y económicos que estaban teniendo lugar en la isla y en particular los procesos judiciales contra los criminales de guerra de la derrocada dictadura de Fulgencio Batista.
En esa concertada acción de los medios occidentales de difusión masiva contra Cuba se pusieron en función todos los medios tecnológicos con los que contaban los enemigos a fin de indisponer al mundo contra la naciente Revolución en Cuba.
Era inminente la necesidad de un medio de difusión de alcance internacional que fuera capaz de quebrar el bloqueo informativo establecido en torno al país por los órganos propagandísticos de Estados Unidos y de sus regímenes adictos, y de enfrentarse a la bien orquestada campaña de calumnias elaboradas por el imperialismo norteamericano.
Al iniciarse el año 1961, el gobierno de Estados Unidos había logrado ya, en forma y proporción considerables, el aislamiento de Cuba del resto del mundo, especialmente de América Latina, con cuyos pueblos está unida por lazos históricos, lingüísticos y culturales, al igual que por realidades económicas y sociales comunes.
Todos los recursos propagandísticos del imperio se dirigían fundamentalmente a callar el ejemplo que la Revolución. Lo secundaba en esas patrañas el andamiaje de intereses oligárquicos de Latinoamérica.
Ante esta situación la dirección principal del gobierno se dio a la tarea de crear medios de comunicación que enfrentaran un posible bloqueo y agresión armada.
A partir de la experiencia exitosa de Radio Rebelde, creada el 24 de febrero de 1958 en plena Sierra Maestra durante la lucha insurreccional, la idea de crear una nueva emisora maduró. Sus principales defensores fueron el Comandante Ernesto Ché Guevara, iniciador de Radio Rebelde, y el ingeniero Enrique Oltuski, entonces Ministro de Comunicaciones.
A los iluminados dirigentes de la naciente gesta les preocupaba el poder que ejercían los Estados Unidos sobre las comunicaciones en Cuba, pues los medios noticiosos estaban en manos de empresas norteamericanas y la Isla podía quedar silenciada.
El silencio era un magnifico auxiliar para emprender la agresión y destruir, mediante la acción militar, el ejemplo revolucionario que emanaba de Cuba. Para el imperio resultaba indispensable amordazar estas voces emancipadoras.
Es así que a mediados de 1959 se crea en el Ministerio de Comunicaciones un Consejo Asesor Técnico encabezado por el ingeniero José Altshuler.
El 10 de noviembre de ese año el Consejo de Asistencia Técnica (CAT), redactó un informe en el que se expresaba: "... nuestra estación radiodifusora tendrá dos objetivos: divulgar las realizaciones de la Revolución y orientar al público extranjero en general y al personal de las embajadas cubanas, la visión correcta de los hechos de importancia que eventualmente ocurren en nuestro país y que sistemáticamente desfiguran las agencias cablegráficas.
Aquel proyecto de crear un medio de comunicación radial con el fin de difundir la verdad de Cuba hacia el exterior quedó aprobado al destinar el Gobierno Revolucionario un presupuesto de 1,7 millones de pesos para la creación de una estación de onda corta capaz de llevar su mensaje a América Latina y otras partes del Mundo.
Se iniciaron entonces las gestiones para adquirir los equipos trasmisores en Suiza, Alemania, Gran Bretaña y Holanda, dando paso a la instalación de las antenas dirigidas principalmente a las zonas donde se hablara idioma español, inglés y portugués. Se iniciaba así el hilo invisible para unir a Cuba con el resto del Mundo.
Mientras se concretaban los planes materiales para hacer realidad ese proyecto, se fueron perfilando los objetivos esenciales:
- Denunciar las agresiones de todo tipo de Estados Unidos contra Cuba y las agresiones imperialistas contra otros pueblos.
- Defender los principios de autodeterminación y no intervención, la soberanía de los pueblos y la paz mundial.
- Acusar al colonialismo, al neocolonialismo, al racismo, al sionismo y a todos los sistemas de represión y tortura de los regímenes fascistas.
- Difundir y apoyar las demandas de los trabajadores y campesinos por lograr condiciones de vida digna y justa.
- Destacar los vínculos culturales, lingüísticos e históricos que unen de una u otra manera a los pueblos de América Latina y el Caribe.
-Subrayar el derecho a luchar por la verdadera y definitiva independencia.
-Dar a conocer al Mundo la realidad de lo que ocurre en Cuba y destacar sus logros y deficiencias.
A mediados de mes de febrero de 1961 ya se hacía realidad aquel proyecto.
En febrero de 1961 se transmite desde Un pequeño trasmisor mensajes experimentales en idioma español la zona de América Central. Se abría la primera brecha en el cerco informativo a Cuba.
Concluidos esos ensayos, la que poco después se denominaría Radio Habana Cuba, recibía su bautismo de fuego durante la invasión mercenaria, el 17 de abril de ese año por las arenas de Playa Girón.
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