Los miembros de la Unión de Jóvenes Turcos han
protagonizado este martes una protesta en la ciudad de Ankara, para
manifestarse en contra de la guerra que su Gobierno pretende emprender
contra Siria, así como también para condenar la política del primer
ministro Recep Tayyip Erdoğan respecto a su vecino país.
Los manifestantes agitaban banderas turcas, sirias y palestinas
durante la concentración y coreaban consignas de condena sobre el
enfoque hostil de Ankara hacia Damasco.
Algunos ciudadanos turcos denunciaron, a medios de comunicación
locales, que una guerra ajena ya trajo fuertes consecuencias al pueblo.
Recordaron que cuando el Gobierno decidió ir a la guerra contra Libia,
al lado de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), hizo
colapsar el crecimiento económico del país.
Estas protestas se han intensificado durante los últimos meses,
especialmente en las regiones de cultura árabe o en las regiones kurdas.
Sin embargo, el pasado jueves 4 de octubre una gran manifestación
recorrió por primera vez Estambul, la ciudad más grande y poblada de
Turquía.
En esa ocasión, los manifestantes iban gritando por las calles:
“¡esta guerra no es nuestra!”. Al igual que la marcha de este martes, en
aquella ocasión los turcos temen que el colapso económico regrese al
país por el hecho de apoyar una guerra ajena.
A estas protestas, se suman nuevamente las denuncias del presidente
de Siria, Bashar al-Assad, quien ha mostrado pruebas fidedignas del
apoyo logístico que Ankara le proporciona a los grupos terroristas que
atentan contra el pueblo sirio.
El pasado 4 de octubre, el Parlamento turco autorizó al Ejecutivo a
emprender una acción militar contra Siria, "cuando lo considere
adecuado".
A pesar de esta medida, el primer ministro Erdogan insiste en que “no
están interesados en una guerra”. Sin embargo, agrega que “las fuerzas
armadas de Turquía no dudará en atacar de nuevo en respuesta a cualquier
ataque en suelo turco”.
Los militares turcos y sirios intercambiaron fuego de artillería por séptimo día consecutivo este martes.
En el último incidente transfronterizo, un proyectil de artillería
siria cayó en provincia fronteriza turca de Hatay. No obstante, diarios
árabes denuncian que dicho proyectil no pertenece al Gobierno sirio,
sino a la OTAN, ente que lo habría donado a la oposición siria.