Raúl Castro, nuevos reglamentos de control económico.
El gobernante Raúl Castro ordenó recientemente la creación de dos órganos permanentes para dirigir el sistema empresarial cubano e impulsar las transformaciones emprendidas en las estructuras económicas del país.
El Decreto-Ley 295 del Consejo de Estado -publicado este mes en la Gaceta Oficial-dispuso la constitución del Grupo Gubernamental para el Perfeccionamiento Empresarial y el Grupo Ejecutivo de Perfeccionamiento Empresarial (GEPE), ambos bajo la tutela de Castro. Se trata de una decisión en marcha que busca reforzar el control sobre la gestión económica en el país.
Sobre el alcance, efecto e implementación de esta medida para los destinos inmediatos del país, CaféFuerte recoge las opiniones de dos reconocidos analistas de temas cubanos, el abogado Sergio Comas y el economista Emilio Morales.
RAUL CASTRO CREA SUS GRUPOS DE APOYO
Por Sergio Comas
Los Decretos raulistas que implementan el Perfeccionamiento Empresarial retrotraen la organización económica del empresariado cubano a una fecha tan lejana como 1998, año en que empezó este experimento. El voluntarismo castrista, que no conoce límites, trata de traer a su red productiva una mezcla llena de teorías sobre mercadotecnia, eficiencia industrial, superación técnica, organización del trabajo y decantación de entidades que no encajan en el modelo reduccionista al que han apostado.
Desmontar la red nacional de centrales azucareros los acercó más al Estado Militar-Corporativo, pero ni poniendo un General (Ulises Rosales del Toro) al frente se evitó la corrupción y el desvío de moneda dura hacia sitios muy diversos, incluyendo bancos foráneos.
Actualmente Raúl Castro, que se esfuerza por blindarse contra la herencia burocrática que dejo su hermano, ha ideado a gran escala algo que supera el funesto y extinguido Grupo de Apoyo del Comandante en Jefe. Aquello era una entelequia intervencionista al más puro estilo pretoriano, algo muy del gusto de Fidel. Este nuevo plan es -como le gusta decir a Raúl- algo más "institucional".
Señores y señoras, démosle la bienvenida al Grupo Gubernamental para el Perfeccionamiento Empresarial, su Grupo Ejecutivo y las Juntas de Gobierno. El Decreto Ley 295 del 2012 “Sobre la Continuidad y el Fortalecimiento del Sistema de Dirección y Gestión Empresarial” tiene un nombre más largo que lo que durara el intento. Se trata de un gobierno paralelo o por arriba del que ya existe.
Al menos en el manejo de la economía se han creado unas Juntas de Gobierno instrumentadas con un Decreto 302/2012, que parece la biblia de la economía controlada, pero sedienta de moneda dura. Esas Juntas tendrán una autonomía extensa para decidir la existencia de empresas “eficientes”, aprobadas con la marca del perfeccionamiento al término de un sufrido expediente que deberán vencer ante los ojos del Grupo Ejecutivo para el perfeccionamiento.
Este es el más asombroso intento de resolver problemas económicos contemporáneos como la eficiencia y la contabilidad, con métodos sacados de la Universida Lomonosov y que recuerdan el ideario quinquenal de la Junta Central de Planificación del defenestrado Humberto Pérez.
Si Fidel mandaba a un par de chismosos de su Grupo de Apoyo a investigar a un ministro, Raúl no se detiene a pensar que Cuba siempre vivió en el subempleo subsidiado y lanzará a la calle todo el personal que sobre. Ajustará a los “vitales” a cargos que les impidan salir del pais y, látigo en mano, buscará la productividad como ya hacen con el ejército de médicos que han regado por todo el mundo.
LOS SIGNOS DEL NUEVO CONTROL ESTATAL
Por Emilio Morales
Con las nuevas resoluciones, el gobierno cubano toma control total del 100 por ciento de todas las empresas estratégicas del país. La medida es una señal de que el cambio de modelo no va a seguir ningún patrón exitoso en Europa del Este, China y otros países asiáticos en la transición de la economías comunistas hacia la economía de mercado.
El modelo es puramente cubano y no contempla una apertura económica total hacia el mercado. Más bien, es un híbrido de economía estatal dolarizada, con una semiapaertura a la economía de mercado en rubros mayoritariamente de servicios y algunos de la producción agrícola con muchas limitaciones para su expansión y desarrollo.
La nueva medida deja intacta -y en el mismo lugar- a la masa de profesionales que durante décadas ha estado ociosa en espera de su “oportunidad”.
El perfeccionamiento empresarial no va a ser una fórmula mágica para convertir la improductiva e ineficiente economía nacional en una economía de avanzada. Mientras el gobierno cubano no favorezca e incentive el espíritu emprendedor de los ciudadanos, permitiéndoles ejercer el trabajo privado sin limitaciones, todo quedará igual, con la diferencia que ahora será una burocracia tecnócrata en control de la economía del país.
La situación del país amerita otro tipo de iniciativas. Pretender dar el salto en el siglo XXI usando “viejos bueyes” hacia una economía eficiente y atractiva para la inversión de capitales y el desarrollo integral de la economía que requiere el país, será una misión imposible. Se requiere de un cambio radical de filosofía, de estrategias, de métodos de trabajo, no recetas con parches temporales que a la larga resultarán en más de lo mismo.