14 de marzo de 2013, 22:31Por Moisés Pérez Mok
Buenos Aires, 14 mar (PL) La proclamación del cardenal Jorge Bergoglio como nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica generó aquí tantas expectativas y entusiasmo entre los fieles, como resquemores entre quienes no olvidan el dolor ocasionado por la última dictadura militar argentina.
El primer Papa latinoamericano y jesuita decidió adoptar el nombre de Francisco, una opción que al decir de su coterráneo, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, ojalá "se exprese en testimonios de opción y defensa de los pobres frente a los poderosos y en la defensa del medio ambiente".
Esperamos que pueda trabajar por la justicia y la paz más allá de las presiones y los intereses de las potencias mundiales, y pueda dejar de lado la desconfianza Vaticana al protagonismo de los pueblos en su liberación, señaló hoy en un mensaje el también titular del Servicio Paz y Justicia.
Pérez Esquivel confió en que el flamante Papa aliente también las transformaciones sociales que se vienen llevando adelante en América Latina y en otras partes del mundo, de la mano de gobiernos populares que tratan de superar la noche del neoliberalismo.
Esperamos -subrayó- que tenga el coraje para defender los derechos de los pueblos frente a los poderosos, sin repetir los graves errores, y también pecados, que tuvo la Iglesia.
El Premio Nobel de la Paz recordó que durante la última dictadura argentina los integrantes de la Iglesia católica no tuvieron actitudes homogéneas y que hubo complicidades de buena parte de la jerarquía eclesial en ese genocidio.
Sin embargo, aclaró, "no considero que Jorge Bergoglio haya sido como cómplice de la dictadura, pero creo que le faltó coraje para acompañar nuestra lucha por los derechos humanos en los momentos más difíciles".
Precisamente la connivencia de la cúpula de la iglesia católica argentina con los represores que alteraron el orden constitucional del país el 24 de marzo de 1976 fue uno de los aspectos más comentados en las redes sociales una vez conocida la elección de Bergoglio.
La organización Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S) subió a Internet un cartel donde subraya: "La cúpula de la iglesia también fue la dictadura", y proclama que "El Papa se callaba mientras a mi papá lo torturaban".
Abuelas de Plaza de Mayo, en tanto, hizo pública la declaración de Bergoglio en el juicio por el Plan Sistemático de Apropiación de Menores referida al caso de la detenida desaparecida embarazada Elena de la Cuadra, cuya familia acudió a él dos veces, en vano, en busca de ayuda.
Desde Italia, donde se encuentra de visita, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, subrayó que ellas tuvieron relación -casi desde el mismo momento en que comenzaron a luchar- "solamente con los sacerdotes del Tercer Mundo".
Nosotras hicimos una lista de 150 sacerdotes asesinados por la dictadura, que la iglesia oficial calló y nunca reclamó por ellos, dijo antes de señalar que "sobre este Papa que nombraron ayer solo tenemos para decir: Amén".
En un discurso pronunciado la víspera, la presidenta argentina, Cristina Fernández, fijó la postura oficial al desearle de corazón que pueda lograr un mayor grado de confraternidad entre todos los pueblos y religiones.
Ojalá esa inclinación por el nombre Francisco -que creo es por San Francisco de Asís- sea realmente la opción que puedan hacer también las grandes jerarquías para que podamos volver a reencontrarnos toda la humanidad en confraternidad, con amor, en igualdad de condiciones, con justicia y equidad, remarcó.
Más lacónico, el director del periódico digital El Vigía de la localidad bonaerense de Avellaneda, Dante López Foresi, escribió en facebook: Respeto a los feligreses argentinos por esta emocionante noticia. Pero no me pidan que pierda la memoria sobre quién es Jorge Bergoglio.
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