Petare, estado Miranda. El presidente encargado de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió este domingo a las autoridades policiales el cese de la discriminación contra los jóvenes de los barrios.

Ahondó en que se prevé el desarrollo de un plan perfecto en materia de seguridad, que se nutra fundamentalmente de las sugerencias de quienes más sufren el problema de la violencia, el pueblo que vive en el barrio; pero además tome lineamientos de la metodología expuesta por Soraya El Achkar, rectora de la Universidad Nacional de la Seguridad, quien plantea la integración del funcionario policial en las comunidades favoreciendo así la acción preventiva y de inteligencia.

Estas reflexiones las hizo Maduro durante el primer encuentro con las comunidades para analizar el tema de la violencia, celebrada este domingo en la zona 10 del barrio José Félix Ribas de la parroquia Petare, en el estado Miranda, en el este de Caracas, la comunidad popular más grande de América Latina.

«Aquí vinimos a encontrarnos, a decir cada uno su verdad y esforzarnos porque este sea el primero de varios talleres de trabajo que nos permitan completar este período de gobierno con el desarrollo de un plan muy claro de construcción de paz, rumbo a la construcción socialista y verdaderamente humana», expresó Maduro, quien escuchó atentamente los planteamientos de los vecinos.

La claridad y franqueza de sus exposiciones fueron valoradas por el presidente encargado de la República, quien les pidió ayuda para asumir la tarea encomendada por el comandante supremo de la Revolución, Hugo Chávez, y con la humildad que caracteriza a un verdadero revolucionario les dijo: «Siéntanse cada uno de ustedes presidentes de la República, esto es una Revolución», al reiterar que la consolidación de la paz se logra entre todos.

Les recordó que aun cuando Elías Jaua esté cumpliendo labores de canciller de la República y vicepresidente político del Consejo de Ministros, es además el protector de Miranda, una región que lamentablemente ha sido abandonada por su máxima autoridad.

Para Maduro, quien viene de un barrio, muchos de los planteamientos presentados por los vecinos no le son ajenos, pues conoce ciertas prácticas que lamentablemente se hicieron comunes y favorecen el crecimiento de la delincuencia.

Algunos vecinos son puntuales, piden más espacios para el esparcimiento, más amplitud de pensamiento y menos discriminación. En los barrios hay mucho potencial y un joven, porque prefiera la música al aula de clases, no es mala persona, es cuestión de entenderlo, como se debe entender al joven que tiene una moto y disfruta al realizar piruetas. «La delincuencia no se combate con armas ni discriminando, por eso también necesitamos apoyo socioproductivo», razonaba Willy Ereipa, un mototaxista quien sintiéndose gobierno y revolucionario, siempre habló de frente y tuteó al presidente Maduro.

Por Marynés Ladera Castillo