Cuando el monje budista Hui Lin llegó a Hangzhou esperaba un cálido recibimiento por parte de sus habitantes, igual que el de sus hermanos en el norte. Sin embargo, los ciudadanos de aquella ciudad del sur, mayoritariamente taoístas, le consideraron casi un heraldo del diablo.
Hui Lin paseaba su disgusto cuando descubrió un lugar lleno de calma a pesar de estar incrustado en la ruidosa capital de la provincia de Zhejiang: el lago del Noroeste. Impresionado por la belleza y exuberancia de su naturaleza, recorrió la ribera de aquellas aguas que se le antojaban mágicas porque eran capaces de devolver la serenidad a un entorno caótico e inquietante.
Al noroeste del lago se alzaba una gran montaña, protegida a su vez por una colina agazapada en el cauce de un riachuelo. Al verla, Hui Lin supo que su viaje misionero desde India terminaba allí, porque aquella colina, plagada de barrancos y cuevas, era la misma a cuya vera se había criado, a miles de kilómetros. Por ello, la bautizó como “la colina voladora” y se quedó a vivir en ella sin ser molestado por nadie.
Con el tiempo, el desprecio de sus vecinos pasó a convertirse en convivencia, incluso en devoción cuando el monje descubrió que la colina había sido habitada por los ocho inmortales del taoísmo. Tal descubrimiento impulsó una demanda popular para construir un lugar de oración, que se denominó Linying o “escondite de los inmortales” y que pronto pasaría a conocerse como “el templo del alma escondida”.
El templo de Hui Lin, un lugar de confraternización entre el budismo y el taoísmo, es uno de los más famosos de China, donde actualmente apenas un 30% de la población practica alguna de las cinco religiones que son permitidas oficialmente por el Gobierno de la República Popular: budismo, taoísmo, islamismo, catolicismo y protestantismo.
Sin embargo, la religión mayoritaria entre los jóvenes orientales es el consumo de marcas occidentales. No hay mayor icono que el iPhone (blanco, por supuesto), ni mayor objeto de deseo que una berlina alemana (que se comercializa con una L aunque no sea su versión larga porque los chinos ahora lo quieren todo grande).
El capitalismo, en su versión más popular, se ha democratizado en un país que es gobernado por una nomenclatura formalmente comunista. De hecho, China cuenta ya con más de un millón de millonarios, personas que tienen más de 10 millones de yuanes (1,3 millones de euros al cambio) en activos líquidos, enriquecidos en su mayoría al amparo del fuerte aumento de los precios en el sector inmobiliario y la inversión en renta variable, dos potenciales burbujas especulativas que el Gobierno intenta controlar con escaso éxito.
El Fondo Monetario Internacional predice en su informe Perspectivas económicas de abril de 2012 que la economía china, ponderada con el criterio de paridad de poder adquisitivo (mide el poder de compra en distintos países atendiendo al PIB per cápita corregido por el coste de la vida), adelantará a la de EE UU en cinco años. El producto interior bruto (PIB) de China pasará de 11,2 billones de dólares en 2011 a 19 billones en 2016, mientras que el estadounidense se incrementará de 15,2 a 18,8 en ese mismo periodo. Si a esta visión incorporásemos el déficit fiscal de EE UU, por el lado negativo, y la disponibilidad de reservas de China, en el positivo, el país más grande y poblado del mundo es actualmente también la primera economía, desde luego la más dinámica y expansiva.
El abandono del comunismo y el avance de las libertades facilitarían el despertar
La progresión de China es espectacular en prácticamente todos los indicadores. En el ámbito tecnológico, por ejemplo, desde comienzos de 2012 el país asiático es ya el primero en número de activaciones de móviles con sistemas operativos iOS y Android, y superará en breve a EE UU en smartphones. Y en el del consumo, las ventas de vehículos superaron los 13 millones de unidades en 2012, más que en todos los países de la zona euro.
El gran talón de Aquiles de este crecimiento es el mismo que aqueja al capitalismo: la desigual distribución de la riqueza. Según el informe del banco HSBC El mundo en 2050, la economía china, que será entonces un 10% más grande que la de EE UU, supondrá una renta de 17.372 dólares per cápita, menos de la tercera parte que la de un norteamericano o la mitad que la de un español. Esta desigualdad será más acusada aún en India, segunda economía del mundo para esa fecha. Sus nacionales apenas superarán los 5.000 dólares anuales.
En esta misma zona de sombras se sitúan el grave déficit de libertad y el tremendo avance de la corrupción. El primero no preocupa con exceso a las clases populares, cuya principal ocupación es aprovechar las oportunidades que brinda el crecimiento económico. El segundo sí es percibido como una gran amenaza y se suma a las carencias éticas de un país arrasado moralmente por la denominada Gran Revolución Cultural Proletaria emprendida por el régimen de Mao Zedong a partir de 1966. Una revolución que redefinió los programas de estudios para primar la enseñanza de dogmas ideológicos sobre materias intelectuales y científicas, consideradas burguesas; que creó los campos de reeducación, aún hoy en funcionamiento, o que consideró como reaccionaria cualquier manifestación cultural que no fuese una exaltación de la figura de Mao. Hasta la tumba de Confucio en Qufu sufrió las iras de los guardias rojos que velaron por el estricto cumplimiento de aquel rearme ideológico comunista y su consiguiente desarme moral.
La población china, sobre todo la urbana, deposita sus esperanzas en la lucha contra la corrupción reinante en el poder político comprometida por el nuevo presidente, Xi Jinping. En su toma de posesión como líder del comité permanente del Buró Político del Partido Comunista Chino, acaecida en noviembre del año pasado, Xi aceptó el desafío de su antecesor, Hu Jintao, quien le pidió que “haga limpieza” en la casa china “podrida” por la corrupción. Aunque muy indirectamente, respondían así ambos al ruido externo e interno generado por la investigación realizada por el diario The New York Times acerca de la fortuna de más de 2.000 millones de euros acumulada y ocultada por la familia del primer ministro Wen Jiabao.
La ausencia de libertades democráticas, la llamada del dinero al calor del impresionante despegue económico y la debilidad del sustrato ético configuran una sociedad cuyo sistema de valores es actualmente un crisol de tradiciones históricas y ambiciones modernas, una amalgama de cultura milenaria e impulsos cotidianos ligados a la sociedad de consumo. En este contexto, los chinos buscan su identidad colectiva entre las contradicciones que genera la convivencia entre el comunismo oficial y el capitalismo popular, entre su rica cultura e historia y el acelerado discurrir del presente, entre valores y deseos.
Las dudas que toda encrucijada produce tal vez expliquen la escasez de marcas propias. Es difícil crear una marca cuando el alma permanece escondida y no se manifiesta con nitidez. Sin embargo, la economía y la cultura chinas disponen de los recursos y las herramientas necesarias para desbordar a su exitosa marca blanca made in China.
La creación de una marca requiere un producto que responda a las expectativas, una proposición de valor, creatividad para diferenciarse y recursos para su promoción. China es hoy la primera fábrica del mundo, lo cual acredita su capacidad productiva. Y de sus fábricas no solo salen productos de discutible calidad, sino también muchos de los que se sitúan en la cúspide del deseo consumista. El iPhone 5, por ejemplo, se ensambla en China, aunque en su producción realiza un viaje de ida y vuelta 32.341 kilómetros desde la sede de Apple en Cupertino (California), donde se diseña y distribuye, pasando para recoger piezas por Reino Unido, Alemania y Corea del Sur.
La proposición de valor es una combinación de calidad en el producto y el servicio, alineada con la expectativa que alimente la marca. China atesora suficiente creatividad para dotar de alma a sus productos. Y, desde luego, no le faltan recursos económicos para comprar esa creatividad e invertir en la promoción de sus etiquetas. El gigante asiático tiene algo más: un enorme mercado interior en expansión.
Hisense, ZTE, TCL, Huawei y Haier son ejemplos incipientes de un proceso de desarrollo de enseñas propias que deberá reproducirse más allá del sector de la tecnología para facilitar la comercialización de productos chinos hechos en China. Un país de 1.300 millones de habitantes, capaz de proteger su imperio con una muralla de 6.000 kilómetros o de haber inventado la pólvora, no puede permitirse el lujo de mantener su alma-marca escondida. Bien cierto que el abandono del comunismo y el avance de las libertades facilitarían el despertar.
José Manuel Velasco es presidente de la Asociación de Directivos de Comunicación (Dircom).
La progresión de China es espectacular en prácticamente todos los indicadores. En el ámbito tecnológico, por ejemplo, desde comienzos de 2012 el país asiático es ya el primero en número de activaciones de móviles con sistemas operativos iOS y Android, y superará en breve a EE UU en smartphones. Y en el del consumo, las ventas de vehículos superaron los 13 millones de unidades en 2012, más que en todos los países de la zona euro."
China proseguirá reformas y apertura sin copiar modelos ajenos
Escrito por Ilsa Rodriguez
04 de marzo de 2013, 03:44Beijing, 4 mar (PL) China proseguirá su proceso de reformas y apertura, en un sendero con características propias que ha dado resultados palpables en los últimos 30 años, expresó hoy una funcionaria de la Asamblea Popular Nacional (APN).
La recién nombrada vocera de la XII legislatura del parlamento, Fu Ying, dijo a la prensa que este país nunca seguirá patrones de otros para realizar estos cambios, que han resultado en un notable avance económico y social aunque queda aún mucho camino por recorrer.
Fu recordó que la población china dependía hasta los años 1980 de cartas de racionamiento y que en la actualidad todo eso desapareció porque el país disfruta de avances en todos los sectores, aunque aspira a mejorar en todos los sectores de la vida.
Al respecto, dijo que el interés de la población en esos temas se refleja en la agenda de la XII legislatura de la APN, que incluye el análisis de proyectos para mejorar la educación, la atención a los ancianos, proteger mejor el medio ambiente y alcanzar un gobierno limpio y eficiente, entre otros.
Durante una conferencia de prensa para adelantar los temas que los dos mil 987 diputados comenzarán a debatir a partir de mañana y hasta el 16 de marzo, la portavoz insistió en que los cambios en este país proseguirán respetando las características chinas y nunca copiarán experiencias extranjeras.
BEIJING, 3 mar Xinhua) -- La primera sesión del XII Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), el máximo órgano asesor político del país, se inauguró hoy en el Gran Palacio del Pueblo, en el centro de la capital china de Beijing.
Durante la reunión anual, que concluirá el próximo 12 de marzo, más de 2.200 miembros del Comité Nacional de la CCPPCh de diferentes sectores de todo el país discutirán asuntos importantes relacionados con el desarrollo de la nación. En la sesión, también se elegirá a los nuevos líderes del máximo órgano de asesoría.
Durante la reunión de apertura celebrada en el Gran Palacio del Pueblo, el presidente del Comité Nacional de la CCPPCh, Jia Qinglin, presentó un informe sobre el trabajo del Comité Permanente del Comité Nacional de la CCPPCh durante los últimos cinco años.
Jia dijo que China ha superado "grandes desafíos" y ha logrado "éxitos extraordinarios" en la reforma, apertura y modernización socialista en el último lustro.
La CCPPCh ha cumplido plenamente con su papel de coordinación de las relaciones, la concentración de las fuerzas y la presentación de propuestas a la dirección central para servir a los intereses integrales del país, destacó.
En los cinco años pasados, los miembros del Comité Nacional de la CCPPCh presentaron un total de 28.930 propuestas, de ellas, 26.583 habían sido entregadas hasta el 20 de febrero, dijo Wan Gang, vicepresidente del XI Comité Nacional de la CCPPCh.
Jia señaló que la CCPPCh ha contribuido significativamente al desarrollo del país en campos como el desarrollo científico, la estabilidad social, la reunificación de la nación y los intercambios con el extranjero
La CCPCCh, que siempre se ha enfocado en la tarea central del desarrollo económico, ha hecho una gran cantidad de comentarios de alta calidad y sugerencias sobre asuntos relacionados con el desarrollo económico y social, afirmó.
La conferencia también participó en el desarrollo y gestión sociales y dio impulso a la reforma y desarrollo culturales, dijo Jia.
Jia elogió los logros alcanzados por el PCCh e indicó que el órgano de asesoría política ha "escrito un nuevo capítulo en su historia".
China desplazará en el 2016 a EE.UU. como primera economía mundial
Estados Unidos dejará de ser la primera economía mundial, un privilegio que la potencia del norte ostenta desde la Segunda Guerra Mundial, pues China lo desplazará en ese rango en el 2016, según las proyecciones difundidas ayer por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La entidad destacó en un reporte difundido en Beijing que la economía del gigante asiático se ha expandido con rapidez en los últimos años pese a un contexto internacional "terrible", aunque recordó que el aumento del Producto Interno Bruto (PIB) se ralentizó en 2011-2012, hasta un 7,8 % el pasado año, su nivel más bajo en más de una década.
Sin embargo, la OCDE cree que el incremento del PIB repuntará al 8,5 % en el 2013 y al 8,9 % en el 2014.
La actividad económica china ha recuperado este impulso gracias al alivio monetario y a un repunte del gasto en infraestructuras, pero el contexto económico global sigue siendo "frágil", lo que complica la expansión del país.
"Si es necesario, existe espacio para estímulos fiscales y monetarios más prudentes", afirma el informe de la OCDE.
China ha hecho "grandes progresos" a la hora de lograr un crecimiento "inclusivo", pero cree que siguen siendo necesarias "importantes reformas" para garantizar una cuarta década de rápida convergencia de los niveles de vida y de crecimiento más sostenibles, amplía.
"Los niveles de vida seguirán mejorando con rapidez si se implementan las reformas", asegura la entidad con sede en París.
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, destaca que la gradual recuperación de la actividad en China aporta un "fuerte respaldo" para las "ambiciosas reformas" que debe poner en marcha el Gobierno si quiere continuar en este camino hacia la "prosperidad".
"Estamos alentados por la visión política del nuevo liderazgo y celebramos su énfasis en las iniciativas para hacer el crecimiento no solo más fuerte, sino también sostenible en los próximos años", agregó el trabajo, elogioso de Beijing. El informe recoge las propuestas de la organización y las compara con las declaraciones de los líderes chinos durante el XVIII Congreso del Partido Comunista de China o con las previsiones del plan quinquenal 2011-2015, constatando que en muchos casos coinciden. (ANSA)
China supera a EE.UU. como nación comercial más importante del mundo
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«Para muchos países en todo el mundo, China se está convirtiendo rápidamente en el socio comercial bilateral más importante», añadió el economista.
China ha sobrepasado Estados Unidos y se convierte así en la nación comercial más importante del mundo por volumen de exportaciones e importaciones durante el año pasado, informa el portal del periódico ’Bloomberg’. La publicación considera a estos resultados “un gran logro en el desafío de la nación asiática al dominio de EE.UU. en el mercado global”.
Mientras que la suma de las importaciones y exportaciones de EE.UU. en 2012 ascendió a 3,82 billones de dólares, según informó el Departamento de Comercio del país norteamericano, la administración de aduanas de China informó que el comercio total de su país alcanzó los 3,87 billones. China tuvo un superávit de 231.100 millones de dólares en el comercio anual, mientras que EE.UU. tuvo un déficit de 727.900 millones.
China se está convirtiendo en el socio más importante para países europeos como Alemania, que a finales de la década exportará a China el doble de lo que va a exportar a la vecina Francia, opina el representante del Grupo Goldman Sachs, Jim O’Neill.
Pese a todo, el volumen general de la economía de EE.UU. es más de dos veces mayor que el tamaño de la economía china, según el Banco Mundial. En 2011, el producto interno bruto (PIB) de EE.UU. llegó a 15 billones de dólares, mientras que el de China ascendió a 7,3 billones. “Es notable que una economía de tan solo una fracción del tamaño de la economía de EE.UU. tenga un volumen de comercio mayor”, comentó Nicholas Lardy, del Instituto Peterson de Economía Internacional en Washington.
China tiene las mayores reservas mundiales de moneda extranjera, es el mayor consumidor de energía, cuenta con el mayor mercado mundial de automóviles y también se convirtió en el mayor exportador de mercancías en el año 2009 y mantiene esta posición hasta ahora. Estados Unidos, por su parte, sigue siendo el mayor importador del mundo.
Por primera vez desde 2003, el país asiático fue el principal destino mundial de inversión extranjera durante la primera mitad del año, superando así a EE.UU.
23 de octubre de 2012 por Guillermo Campos Sección Internacional
La Conferencia de Naciones Unidas sobre comercio y Desarrollo (UNCTAD), informó que China fue el principal destino mundial de inversión extranjera durante la primera mitad del 2012, superando a Estados Unidos por primera vez desde 2003.
Durante la primera mitad de este año, el gigante asiático consiguió la cantidad de 59 mil cien millones de dólares en inversión extranjera, mientras que EE.UU. sólo consiguió 57 mil 400 millones de dólares, aunque la UNCTAD espera que su inversión extranjera directa (IED) crezca en lo que resta del 2012.
Por otra parte, los países que se ubican tras EE.UU. en la lista son Hong Kong con 40 mil 800 mdd, Francia con 34 mil 700 mdd, Reino Unido con 30 mil 800 mdd, Brasil con 29 mil 700 mdd, Singapur con 27 mil 400 mdd, Canadá con 24 mil 500 mdd y Australia con 23 mil 500 mdd.
En América Latina, las entradas de IED aumentaron en un 11 por ciento en América del Sur, generado por grandes inversiones en Chile, Colombia, Perú y Argentina. Mientras tanto, en el Caribe su incremento fue de 14 por ciento.
En cuanto a México, la caída de 19 por ciento de los flujos del IED justifican la disminución en América Central.
La UNCTAD informó que el flujo de IED alcanzó los 668 mil mdd, lo que significa una reducción del ocho por ciento durante los primeros seis meses del 2012, en comparación con el mismo periodo del año pasado, esto debido a los percances de la recuperación económica acontecidos de mayo a agosto de este año.
James Zhan, director de la División de Inversiones de la UNCTAD, aseguró durante una rueda de prensa que este fenómeno se debe en gran parte a un declive en los ingresos de 61 mil mdd en EE.UU., así como a una disminución de 23 mil mdd en las inversiones extranjeras en las economías emergentes de Brasil, Rusia, India y China (BRICS)
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China sobrepasa a USA como el mayor mercado de dispositivos móviles
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Publicado el19 de febrero de 2013porAntonio Rentero
China ya es el primer país del mundo en número de dispositivos iOS y Android activos al haber adelantado a Estados Unidos. Un año después de que China se convirtiese en el mercado con mayor crecimiento de activaciones de dispositivos móviles inteligentes, estadística que contabiliza smartphones y tablets pero deja fuera los móviles tradicionales, el país asiático que cuenta con un potencial mucho mayor de población que accede a estos terminales, se ha colocado a la cabeza mundial, un puesto que precisamente por su gran índice de población y por el crecimiento económico que continúa experimentando parece difícil que alguna vez llegue a abandonar.
El dato procede de un análisis efectuado por la empresa Flurry a través del examen de más de 2.500 millones de sesiones anónimas de activación de más de 275.000 aplicaciones móviles a lo largo y ancho del planeta. Según afirman, son capaces de medir el 90% de la actividad mundial de los móviles y otros dispositivos inteligentes.
En enero de 2013 USA y China se encontraban prácticamente empatados con 222 y 221 millones de dispositivos inteligentes activados, respectivamente, pero durante el mes de febrero las posiciones han cambiado. Ahora USA tiene 230 millones de dispositivos activados y China 246 millones, una tendencia que como decíamos ya no va a cambiar derivado del hecho de que en USA hay 310 millones de habitantes mientras que en China superan los 1.300 millones, con un crecimiento muy superior de la población que accede al uso de la tecnología móvil.
La única “amenaza” podría ser India, con 1.200 millones de habitantes y sólo 19 millones de dispositivos móviles inteligentes activado mas
Este exponencial crecimiento chino podría llegar a hace tambalearse la industria de la telefonía móvil, al convertirse en el destino de tres cuartas partes de los terminales que se producirán en el mundo en un futuro no demasiado lejano.
China se situó en 2009 como segunda potencia económica mundial por volumen de PIB, por detrás de EE.UU. y adelantando a Japón. Además, en el terreno comercial China se colocó a finales de 2009 como primer exportador de mercancías (por delante de Alemania y EE.UU.), segundo importador de mercancías (tras EE.UU.), quinto país por el volumen de las exportaciones de servicios y cuarto por el volumen de las importaciones de servicios. Pero lo más sorprendente (y quizás más importante a largo plazo) es que China se está situando paso a paso como una potencia científica mundial. En está entrada del Blog vamos a presentar tres indicadores que así lo atestiguan.
La National Science Foundation (NFS) es una agencia del gobierno de EE.UU. independiente que impulsa la investigación en todos los campos no médicos de la Ciencia y la Ingeniería. La NSF financia aproximadamente el 20 por ciento de toda la investigación básica impulsada con fondos federales en los institutos de investigación y universidades de los Estados Unidos. La NFS publica anualmente un informe sobre los indicadores de la Ciencia y la Ingeniería en EE.UU. y aporta también cifras comparadas a nivel internacional. El último informe disponible corresponde al año 2010 y lleva por título, Science and Engineering Indicators: 2010.
En el primer gráfico adjunto (hacer clic sobre el mismo para verlo más grande) se representa las cifras que aparecen el el informe del NFS en relación al número nuevo de Doctores (Ph D) en Ciencias e Ingeniería para un grupo de países y para el periodo 2000-2006, últimas cifras disponibles. China aprobó en 2006 un nuevo Plan Nacional de I+D para quince años con el que pretende alcanzar un 2,5% del PIB en gasto de I+D. Los campos prioritarios de los fondos son la energía, los recursos hídricos y la protección del medio ambiente. Pero también uno de los objetivos básicos es la inversión en capital humano. Las cifras del gráfico ponen de manifiesto que el año de la aprobación del Plan ya estaba situada la economía china en un buen punto de partida. En concreto, desde el año 2002 ya generaba más Doctores que Alemania, Japón y Reino Unido, y cada vez se acerca más rápidamente a las míticas cifras de EE.UU.
En el segundo gráfico se representa otro indicador que da muestras del potencial investigador de China: la evolución del número de investigadores para un grupo de países y para el periodo 1995-2007, según las cifras publicadas por la OCDE. En el año 2007 China ya tenía 1,2 millones personas ocupadas en las actividades de I+D, cifras superiores al conjunto de la Unión Europea (UE-27), y a punto de superar a EE.UU. No sería extraño que el próximo informe de la OCDE muestre que China ya haya superado a EE.UU. en el número total de investigadores a finales de 2008.
Otro factor que puede servir de un buen indicador del imparable avance científico de China son los resultados de la investigación. Y un indicador ampliamente aceptado de la calidad de los resultados de la actividad investigadora es la publicación de los resultados de la misma en artículos en revistas de calidad (y con impacto). Un reciente informe de Elsevier muestra como el número de artículos científicos chinos publicados en su base de satos Scopus ha aumentado continuamente en los últimos años.
En el tercer gráfico se representa la participación (en %) de China, la Unión Europea (UE-27) y los EE.UU. en el total mundial de artículos científicos publicados en las revistas indexadas en la base de datos Scopus para el periodo 1996-2016. Los datos de 1996-2009 son reales mientras los referidos al periodo 2010-2016 son proyecciones.
En el año 2008 China se situó en el segundo lugar detrás de los EE.UU. en número de artículos científicos publicados, con un 11,6% frente al 20% del total mundial, respectivamente. Las proyecciones de los técnicos de Elsevier muestran como en el año 2013 China superará a EE.UU. en el número de artículos científicos publicados en el total mundial. Esta previsión va en paralelo al mayor aumento sostenido del número nuevos Doctores, del número de investigadores y del gasto de I+D en China en relación a los EE.UU.
Y ya se sabe, se empieza liderando el número de doctores, después el de investigadores, a continuación el número de los artículos publicados en revistas científicas de prestigio y, por último, se acaba alcanzando a tus competidores en el número de patentes. Tiempo al tiempo.
“Nam et ipsa scientia potestas est”, Francis Bacon (1561-1626).
La emblemática cantante china Peng Liyuan fue una de las invitadas especiales durante la ceremonia de entrega de los primeros Premios de Arte Chino, en Beijing, el 19 de diciembre del 2011. AFP
La cantante Peng Liyuan ha tenido que asumir un papel discreto, como es tradición en ese país.
China finalmente tiene una primera dama visible. Después de décadas en donde las esposas de los presidentes y altos mandatarios estaban detrás de los telones, Peng Liyuan, la famosa cantante y cónyuge del recién nombrado presidente Xi Jinping, se posicionó esta semana como ‘la mujer de China’. Lo hizo en la visita oficial que hizo con su marido a Rusia y África, donde ocupó primeras planas de los medios de su país y se destacó por su elegancia, belleza y capacidad diplomática.
Hacía tiempo que Peng no aparecía delante de las cámaras ni en presentaciones musicales ni acompañando a su marido en eventos importantes, como cuando él fue nombrado el hombre más importante de China el pasado noviembre, cuando asumió la secretaría general del Partido Comunista Chino (PCCh) y la presidencia de la Comisión Militar Central. Desde hacía muchos meses, la gran diva se había sumido en el silencio.
La cuestión es que su fama fue siempre mucho más grande que la de Xi. No solo había logrado, desde 1982, ser la estrella central del show de gala del año nuevo chino, el programa de televisión más visto en ese país, sino que ya era el orgullo del Ejército Popular de Liberación (EPL).
Ambos se conocieron en 1986 –un año después se casaron–, cuando Xi comenzaba a labrar su camino político como vicealcalde de Xiamen, la ciudad costera de la provincia de Fujian. Entonces, su futuro como presidente se estaba forjando, pero Peng ya había conquistado el corazón de los chinos.
Mientras Xi daba un pequeño paso hacia Zhongnanhai –los cuarteles generales del Partido Comunista–, Peng volaba, reafirmándose como el ícono de la música popular china de los 80 y 90.
Con su voz de soprano, Peng se hizo merecedora de premios musicales en China, lanzó tres discos y varias compilaciones, y estuvo dentro del grupo de los primeros artistas en recibir subsidios del Consejo de Estado. En su carrera militar pasó a la historia como la persona más joven en alcanzar el rango de general y es la decana de la Academia de arte EPL.
Ella representa el ideal de la mujer china: agraciada, hermosa, artista, educada, militar, miembro del Partido Comunista y, más importante aún, devota a su patria, algo que refleja en el nacionalismo de sus canciones. Sin embargo, su carrera comenzó a apagarse justo cuando su esposo comenzó a escalar posiciones dentro del Partido.
La política la silenció
El quiebre se dio en el 2007, cuando Xi entró a ser parte del Comité Permanente del Politburó, el núcleo de poder en China, donde fue nombrado vicepresidente y ahora presidente de China. Y no fue falta de inspiración o gracia musical lo que llevó a Peng al silencio artístico, pues su último disco, Mi hermano soldado, lanzado precisamente en el 2007, fue un éxito. Tampoco fue un descenso en la popularidad, pues siguió siendo el centro del show de año nuevo hasta el 2009. Ella tuvo que decir adiós a su carrera por una simple razón: la tradición política china.
A diferencia de los países occidentales, los líderes chinos no se personifican con detalles privados. Y en esa línea, la primera dama no tiene un rol determinado. Liu Yongqing, esposa del presidente anterior, Hu Jintao, escasamente apareció en eventos públicos en los diez años de gobierno, y las esposas de Jiang Zemin y Deng Xiaoping no tuvieron protagonismo alguno.
La mujer ha tenido un papel minoritario en la política china. “La falta de educación y experiencia política no son las principales razones por las que hay tan pocas mujeres en el liderazgo político, sino por la discriminación de género”, dice Tamara Jacka, investigadora de la Universidad Nacional de Australia en temas de género en China.
Además, son pocas las que tienen un cargo importante dentro del Gobierno. De hecho, han sido vinculadas a experiencias nefastas: Jiang Qing, esposa de Mao Zedong, fue condenada dentro de la Banda de los 4 –los fieles seguidores de Mao– por sus excesos durante la revolución cultural, e históricamente se traza hasta la emperatriz Cixi, a quien culpan de la decadencia de China a comienzos del siglo XX. “Esta notoriedad negativa genera un rechazo frente al involucramiento de las mujeres en espacios públicos y políticos”, dice Johanna Hood, profesora de la Universidad Nacional de Australia y quien ha seguido de cerca la carrera de Peng.
Es la primera vez que el Partido se enfrenta con una mujer que tiene reconocimiento nacional y que es apreciada no solo como artista, sino por su vocación social. Por lo que el Gobierno se ha tomado el tiempo para decidir cómo lidiar con ella. De un lado, podría ser una gran llave para su máquina propagandística, pero por el otro podría desestabilizar la tradición política, donde los líderes se esmeran en tener un bajo perfil.
En todo caso, Peng tiene una estrella propia que la hace brillar más que a cualquier líder. “Su voz es preciosa, especialmente cuando canta canciones folclóricas”, dice Qiao Zhiwen, diseñador de 53 años y fan. Sus canciones hablan de la prosperidad y del éxito de la patria. Con un estilo propio, modernizó la música tradicional, algo que el Gobierno necesitaba “para darle una nueva vigencia y continuar produciendo canciones nacionalistas”, explica Liu Xiaozhen, profesora de la Academia China de Artes.
Gracias a su cercanía con el Gobierno al ser miembro del Partido y del Ejército –y a sus relaciones familiares–, Peng sobresalió también en el ámbito político y social. Además de haber sido parte de la Conferencia Consultiva Política –segunda cámara china– durante tres periodos, pertenece al comité ejecutivo de la Federación Nacional de Mujeres y es la embajadora de la Organización Mundial de la Salud para la Tuberculosis y el Sida, y de la Asociación China para el Control del Tabaco.
Una nueva figura pública
Desde que Xi entró al ruedo del poder, las apariciones públicas de Peng se hicieron aleatorias. En el 2009, se presentó por última vez en el show de gala del año nuevo chino. En el 2007, declaró que no iba a producir nuevos discos. Su último concierto fue en enero del 2012, durante una gala del Ejército, delante de toda la plana mayor de la política china. Esa vez, su presentación fue impecable como siempre, pero se dio sin sus tradicionales vestidos pomposos. Quien por muchos años se apoderó de la tarima con una vestimenta colorida o con trajes de alguna de las 52 etnias chinas –con lo que reforzaba su espíritu nacional–, pasó a ser una mujer sobria y que empuñaba el uniforme militar de forma rigurosa.
“Si el Partido de repente decide guardarla en un cajón, diciendo que no a su carrera, podría desencadenar molestias en el público. Sería una prueba para ver cuán modernizados están”, declaró Ross Terrill, autor de las biografías de Mao y su esposa, a Los Ángeles Times. Pero para la profesora Liu, la salida de Peng de los escenarios responde a una decisión artística necesaria a los 50 años y que coincide con su nuevo cargo académico. “Es el momento de abandonar el canto. Creo que Peng va a escoger enseñar y contar sus experiencias a sus estudiantes, pues está volviéndose vieja”.
La ‘pengmanía’
Lo cierto es que muchos rumores que se habían tejido alrededor del papel de Peng se despejaron esta semana. Con el primer viaje de Xi como presidente de China a Rusia, República del Congo, Tanzania y Sudáfrica quedaría comprobado que el Gobierno sí quiere a una primera dama. Y que además, esta sería clave para la implementación del soft power tanto nacional como internacional.
Peng les quita el perfil acartonado a los políticos chinos. Hace ver a Xi como un hombre capaz de expresar amor y de consentir a su mujer al punto de cargarle la cartera, tal como fue registrado por los fotógrafos cuando se bajaba del avión.
Es el prototipo del hombre exitoso chino que también es sensible y se enamora, en un país que hasta hace poco ha comenzado a besarse en público y que estaba acostumbrado a la rigidez física de sus líderes. A su vez, Peng es el ejemplo de la mujer empoderada que escaló posiciones por sí sola y más importante aún, que siempre le ha hablado al pueblo. Ya se habla de la ‘pengmanía’: miles de mujeres se volcaron a las tiendas para emular su estilo comprando en tiendas locales como Exception (Liwai), de donde vienen el bolso y el abrigo que Peng usó a su llegada a Moscú esta semana.
Su nuevo papel la sacó del silencio –aún no se sabe si artístico también – y le devolvió su puesto en la sociedad. De hecho, la historia de amor entre Xi y Peng, que antes había sido censurada para proteger la imagen del presidente, resurgió. Y así, se ha ganado comparaciones que van desde Eva Perón hasta Michelle Obama, todas ejemplos de mujeres caracterizadas por la elegancia, la diplomacia y el amor a sus maridos.
Una vez de regreso a su país, sin todas las cámaras o los ojos de la prensa encima, se abre el espacio de acción real que demostrará hasta qué punto la superpotencia china está preparada para tener a una mujer en el espacio político. Peng podría llegar a ocupar un cargo que pocas han tenido, uno que tendría un fuerte impacto social y caritativo.
Educada para ser artista
Peng Liyuan, quien empezó a estudiar canto a los 14 años, es una de las primeras artistas en graduarse de música tradicional étnica en su país. A los 20 años cantó por primera vez en el ‘show’ de gala del año nuevo chino. A los 28, ya había viajado por más de 50 países representando a China. Diez años después, presentó la ópera ‘Los poemas de Mulán’, en el Lincoln Center de Nueva York.
Cerraron club de fans en Internet
Efe. La página ‘Guo Mu Fan Club’ (‘Club de fans de la madre del país’), creada por un estudiante de 28 años en Xiamen (sureste de China), habría sido censurada por autoridades del país el jueves, según denunció el diario ‘South China Morning Post’. El club tenía cerca de 5.600 seguidores y mostraba desde fotos de la esposa del presidente hasta videos de sus presentaciones.
La estabilidad democrática y la prosperidad económica de América Latina en las dos últimas décadas han permitido que deje de ser considerada el “patio trasero” de Estados Unidos. Buena parte de esa pujanza económica se debe a la creciente presencia comercial de China en los países de la zona. El paulatino empuje del gigante asiático en la región puede amenazar la relación de privilegio que todavía mantiene Estados Unidos con sus vecinos del sur, que, de momento, sólo parece preocupado por el esa expansión comercial no pase las fronteras políticas.
“La creciente economía del país asiático le obliga a buscar nuevos mercados, una necesidad que también comparte América Latina por los mismos motivos. Eso es bueno para la región y, por tanto, también es bueno para EE UU”, explica Daniel P. Erikson, asesor de la Oficina para Occidente del Departamento de Estado. La Comisión Económica Para Latinoamérica y el Caribe (CEPAL) estima que en 2015, China sustituirá a la Unión Europea como segundo principal inversor en América Latina, por detrás de EE UU. La fortaleza económica de China ha tenido un profundo impacto en los países de la región. El país asiático es el principal socio comercial de Brasil, Chile y Perú y el segundo destino de las exportaciones de Argentina, Costa Rica y Cuba, según CEPAL.
La creciente economía del país asiático le obliga a buscar nuevos mercados, una necesidad que también comparte América Latina por los mismos motivos"
China no sólo está recortando el protagonismo económico de EE UU en el hemisferio sur del continente americano -ha pasado de capitalizar el 4% del intercambio comercial a ser el principal socio de muchos de sus países-, también está ganando la batalla de la percepción de su peso en la región. Según un estudio del Barómetro de las Américas, elaborado por la Universidad de Vanderbilt y el Proyecto de Opinión Pública de América Latina, el 68,2% de los ciudadanos de América Latina y el Caribe, considera que la influencia del gigante asiático en la zona es positiva, mientras que sólo el 62,2% opina lo mismo del ascendiente estadounidense. Uno de cada cinco consultados cree, además, que China ya es el país más influyente, por delante de Japón, India y EE UU.
Liu Kang, profesor de Estudios Culturales Chinos del Departamento de Estudios Asiáticos y director del Centro de Investigación sobre China de la Universidad de Duke, justifica esa impresión positiva en “la diplomacia pragmática” que ha optado por desarrollar en la región el Gobierno chino. “La inversión de China en América Latina no está basada en la ideología, esta política de no intervención se ha demostrado mucho más eficaz que la desarrollada en Oriente Medio o en África, que ha suscitado mucha más controversia”. Kang resalta, como ejemplo de esa falta de implicación política, que sus relaciones comerciales ya no se supeditan al reconocimiento a Taiwán por parte de algunos países de la región.
La estadística ayuda a ilustrar el impacto transformador de la presencia china en América Latina. De acuerdo con el Ministerio de Comercio Chino, la región es el segundo mayor destino inversor del país, tras Asia. En 2000, Pekín invirtió 10.000 millones de dólares en la región, en 2009 eran 100.000 millones y dos años después, en 2011, superaba los 245.000 millones, de acuerdo con el Centro Woodrow Wilson. Esa inversión fue determinante para que América Latina soslayara el impacto de la recesión económica de 2009 -Ese a año las exportaciones de América Latina a EE UU y Europa disminuyeron el 26 y el 28% respectivamente, las que tenían como destino China, se incrementaron en un 5%-.
Uno de cada cinco consultados cree, además, que China ya es el país más influyente, por delante de Japón, India y EE UU
EE UU también aborda de manera empírica el peso creciente de China en el continente Americano. Washington, no obstante, alerta sobre las prácticas comerciales de China, las condiciones de su mercado laboral -con una mano de obra más barata que permite rebajar los costes de producción- y la falta de garantías hacia los derechos humanos, como factores que favorecen la relación comercial de los países emergentes de la región con EE UU, por su afinidad político-económica, que con Pekin.
Esta línea de pensamiento podría explicar por qué Brasil, Chile, Argentina o México son los países que, pese a tener a China como uno de sus principales socios económicos, tienen una visión más negativa de su influencia, de acuerdo con el Barómetro de las Américas. Del mismo modo, pese al inapelable éxito del modelo económico chino, el 27,5% de los consultados prefiere el sistema estadounidense, frente al 16,3% que se decanta por el chino, seguidos del japonés (12,4%), brasileño (7%), venezolano (2,1%) y mexicano (1,7%).
Otro de los problemas que se plantean a medio plazo es la posible competencia entre China y los países emergentes de América Latina, como Brasil o México. De hecho, en ambos Estados ya se han empezado a sentir las consecuencias de la inevitable rivalidad derivada de sus respectivas pujanzas económicas. Mauricio Mosquita Moreira, economista del Banco Interamericano de Desarrollo, aseguró en 2011 que China era la “principal amenaza” para la expansión industrial de Brasil, ya que ambos países producen bienes similares. La diferencia entre las políticas laborales y el respecto al medioamebiente de determinadas empresas chinas instaladas en la región también han provocado fricciones con algunos Gobiernos americanos.
La inversión de China en América Latina no está basada en la ideología, esta política de no intervención se ha demostrado mucho más eficaz que la desarrollada en Oriente Medio o en África, que ha suscitado mucha más controversia"
La relación con México es sintomática de la creciente rivalidad económica entre ambos países. China se ha convertido en uno de los principales competidores de México en el mercado estadounidense. En 1980, el Gobierno mexicano comenzó a adoptar medidas protectoras en respuesta a la proliferación de productos chinos de bajo coste dentro de sus fronteras. La reestructuración del mercado laboral chino, que ha acordado una subida salarial a los trabajadores, ha permitido el renacimiento de la industria automovilística y aeronáutica mexicana, en competencia directa con la china. Pese a todo, la postura de México debe ser cauta, ya que los productos que exporta tienen una alta dependencia de las importaciones chinas.
La dependencia de la economía de América Latina de China es importante, por cada 1% que crece el PIB en el país asiático, crece un 0,4% el de la región; por cada 10% que crece China, aumentan las exportaciones de América Latina a ese país, en un 25%. La presencia del gigante asiático en el hemisferio Sur americano ha servido garantizar la estabilidad económica de la región.
Aunque EE UU vigila que esa influencia no traspase las fronteras de la política, de momento, parece aceptar la expansión comercial. Desde 2006, ambos países mantienen un diálogo periódico para intercambiar ideas sobre la región. Desde que Barack Obama está en la Casa Blanca ese forum se reunión en 2010 y 2012 y está prevista otra reunión a finales de este año. La existencia de la Alianza Transpacífica (TPP), de la que forman parte Chile, EE UU, Perú o México -China no-, o la Alianza de Pacífico, integrada por México, Chile, Colombia y Perú, como miembros plenos -ni China ni EE UU forman parte- da una idea de la importancia que América Latina da a las relaciones comerciales con el Pacífico Sur
Decenas de turistas junto al río Huangpu, con el relieve de fondo del distrito financiero de Shanghái, una de las mayores ciudades chinas, el 1 de mayo de 2010. / zhang heping
Zhong Yu, un hombre de 52 años de la provincia de Shandong, hizo hace tres años lo que millones de chinos antes que él: emigrar a Pekín “porque quería ganar dinero”. Hasta entonces, vivía en Jinan (capital de Shandong), donde vendía verduras, y, antes de eso, fue campesino. “Me fui de mi pueblo cuando tenía 18 o 19 años. Éramos muchos y la tierra no daba para alimentar a una familia”, cuenta en una nave cochambrosa, que hace también de vivienda, en la que vende cemento, en Dongba, un suburbio del extrarradio de Pekín a unos 20 kilómetros del centro. “Aquí hay un gran mercado, hay más oportunidades y es fácil hacer negocios”, afirma junto a una estufa de carbón, en una habitación forrada de carteles verdes de una bebida refrescante, que aportan un poco de color a la miseria del lugar.
Su situación es dura, pero Zhong es optimista. “Nuestra calidad de vida ha mejorado en general”, dice, sentado en un sillón impregnado de polvo. A su lado, su esposa, Li Guili, también de 52 años, asiente, pero le recuerda que, en invierno, la nave es un congelador; en verano, un horno, y, cuando llueve, el agua cae en el interior desde el techo. En una mesa, hay un plato con restos de fideos del almuerzo y un termo de agua caliente para el té.
Zhong y Li son dos entre los 260 millones de chinos que han emigrado del campo a las ciudades desde principios de la década de los ochenta en busca del trabajo y las oportunidades que no tienen en sus pueblos. El proceso de urbanización se aceleró cuando, en diciembre de 1978, Deng Xiaoping puso en marcha el programa de apertura y reforma de la economía, y la mano de obra fluyó hacia las nuevas regiones industriales. Los controles sobre el movimiento de la población fueron relajados, pero los emigrantes continuaron legalmente atados a sus lugares de origen por medio del hukou o registro de residencia, un sistema creado en 1958, que les impide en la práctica instalarse con sus familias en las ciudades en las que trabajan porque no gozan de los mismos servicios sociales, de educación y sanitarios que los locales. La mayoría deja a los hijos con los abuelos y otros familiares en los pueblos.
Porque, a pesar de su optimismo, Zhong y Li saben que son ciudadanos de segunda en Pekín, ya que su hukou es de su pueblo en Shandong. “Si pudiéramos, nos gustaría tener la residencia aquí”, dice Li. “En Pekín, hay más lugar para progresar, y el seguro médico es mejor. En China, hay una gran desigualdad entre las ciudades y las zonas rurales”, añade Zhong. El matrimonio asegura que si pudieran trasladar el hukou a Jinan, donde viven sus dos hijos, también se irían allí. “La vivienda en Pekín es demasiado cara”, afirma Zhong, que paga un alquiler de unos 1.000 yuanes (125 euros) al mes por la nave.
El pasado 5 de marzo, el primer ministro saliente, Wen Jiabao, aseguró en el discurso del estado de la Nación que incrementar la demanda interna es vital para el futuro de la segunda economía del mundo y anunció la aceleración de la reforma del sistema del hukou para respaldar el proceso de urbanización. “Hemos de acrecentar la capacidad de la gente para consumir, mantener estables sus expectativas al respecto, aumentar su deseo de consumir y mejorar el ambiente de consumo”, dijo Wen.
“Claro que queremos gastar dinero, pero no tenemos”, se queja Gao, una vendedora de verduras de la provincia de Henan de “más de 40 años”, en el interior de la caja de un camión herrumbroso en el que viven un amigo, su esposa y dos hijos, en un descampado a unos cientos de metros de la nave de Zhong. Gao está guardando el vehículo junto con otras tres mujeres. Un catre ocupa el fondo del camión de pared a pared. Las bolsas de plástico con ropa cuelgan de las paredes. En el exterior, se eleva una hilera de edificios residenciales de ocho plantas recién acabados.
“Si tuviera hukou de Pekín, podría venir y vivir con mi marido y mis dos hijos. Sin él, los niños no pueden ir a colegios públicos y tendría que pagar mucho en uno privado”, afirma Xu Fan, de 32 años, otra de las mujeres, que como Gao ha viajado desde Henan a la capital para ver a su esposo, que trabaja en la construcción.
El 52,6% de la población china —unos 700 millones de personas— vivía a finales del año pasado en las ciudades; pero esta cifra incluye los más de 200 millones emigrantes rurales que no tienen permiso de residencia. El Gobierno prevé que el porcentaje suba este año a 53,37, lo que significa el desplazamiento de unos 10 millones de personas.
La tendencia va a seguir al alza. Se prevé que la población urbana alcance 1.000 millones de almas para 2030. Las autoridades no han dado cifras oficiales de cuántas personas emigrarán a las urbes, pero, según expertos sin identificar citados por la agencia Reuters, Pekín pretende gastar 40 billones de yuanes (cinco billones de euros) para que 400 millones de personas se hagan urbanas en la próxima década, y que progresivamente la división entre el hukou rural y el de ciudad desaparezca.
Kam Wing Chan, profesor en el departamento de Geografía y especialista en China en la Universidad de Washington, estima que las ciudades sumarán 200 millones de nuevos residentes entre 2011 y 2020, frente a los 172 millones de la década anterior.
Para lograrlo, el Gobierno tendrá que incentivar la transferencia de suelo —con el consiguiente peligro de que se produzcan disputas— y modernizar la agricultura para que sea capaz de alimentar a una población urbana creciente, al tiempo que controla el riesgo de que disminuya el suelo cultivable y evita un torrente de emigrantes que excedan la capacidad de absorción de las ciudades.
“Reformar el sistema del hukou requiere visión, deseo político y recursos, y no es fácil tenerlos”, afirma Kam Wing Chan. “Los gobiernos locales se resisten a la reforma del hukou porque no tienen dinero para pagar los servicios que necesitan los emigrantes. Muchos gobiernos locales han secuestrado también el programa de urbanización para quitar la tierra a los campesinos y apoyar una burbuja inmobiliaria para que suban los precios del suelo y llenar sus arcas. En esta nueva ronda de urbanización, continúa existiendo ese riesgo”.
Consciente de los desafíos, el nuevo primer ministro, Li Keqiang, ha afirmado que el Gobierno llevará a cabo el proceso de urbanización de forma “activa, pero prudente”. “La urbanización es un proyecto grande y complejo, que provocará cambios profundos en la economía y la sociedad (…) Necesitará el apoyo de la creación de empleo y la provisión de servicios”, ha advertido Li, para añadir que habrá que coordinar el desarrollo de ciudades grandes medianas y pequeñas, y evitar que “rascacielos coexistan con poblados de chabolas”.
Li Changping, experto en Pekín del Centro de Investigación para la Construcción Rural de la Universidad de Hebei, da un consejo a las autoridades: “El principal problema será el uso del suelo como fuente de financiación por parte de los gobiernos locales. El Gobierno debería reformar primero el sistema fiscal”.