Un ministro que pisotea las leyes laborales no está comprometido con el proceso
Tribuna Popular.-
En el foro político público que es la Asamblea Nacional (AN), el
contraste de los distintos discursos permite que se pongan en evidencia
las posiciones de la derecha y se les pueda desenmascarar directamente y
de frente al pueblo.
Así lo afirmó Pedro Eusse, Miembro del Buró Político del Partido
Comunista de Venezuela (PCV) y Diputado suplente por esta organización
en el parlamento nacional, al momento de expresar los criterios de la
tolda del Gallo Rojo sobre la negativa de la presidencia de la AN a
darle el derecho de palabra a las y los diputados de las diferentes
fracciones de derecha.
Se recordará que durante los debates de la sesión plenaria del 16 de
abril, al emitir infundadas acusaciones contra el Consejo Nacional
Electoral (CNE) y desconocer el resultado popular que legítimamente
eligió a Nicolás Maduro como Presidente constitucional de Venezuela,
Diosdado Cabello, Presidente del parlamento, decidió no permitirles el
derecho de palabra –además de retirarlos de las presidencias de las
Comisiones y retenerles el sueldo– hasta que no reconozcan al Jefe de
Estado electo, en lo que denominó “reciprocidad”.
Para el PCV es un error que debe rectificarse, tomando en
consideración, además de lo ya expresado, que el gobierno nacional y el
Estado venezolano cuentan con suficiente fuerza institucional como para
que esos diputados expresen su posición en la AN, sin dejar de tener
claro que son contrarrevolucionarios, antipatriotas y pro-imperialistas.
Hay que tomar en cuenta, adicionalmente, que fueron electos por una
parte de la población, y que el hecho de que no intervengan en las
sesiones no contribuye a neutralizar y a derrotar la ofensiva
antidemocrática de los sectores reaccionarios de la derecha.
El debate, en criterio del PCV, fortalece al proceso revolucionario y
le resta argumentos y escenarios de provocación a la derecha
pro-imperialista.
Esto quedó demostrado fehacientemente en la sesión plenaria de la AN,
el pasado 30 de abril, con un enfrentamiento que constituyó un
espectáculo lamentable que sólo sirve a la intención de la derecha de
golpear la imagen internacional de Venezuela y de su proceso
revolucionario.
Para el PCV, hay que tener claro que la derecha pro-imperialista está
desarrollando un plan meticuloso que buscan generar este tipo de
enfrentamientos, por eso el Partido del Gallo Rojo hizo un llamado a las
diferentes organizaciones del proceso revolucionario a no caer en
provocaciones.
Política coherente
Eusse, quien también es el responsable nacional del PCV para el
Movimiento Obrero y Sindical, afirmó que “la mayor conquista en este
proceso es que los trabajadores sienten que tienen derechos, los conocen
y los reclaman con vehemencia, y la mayor frustración es que algunas
expectativas creadas chocan con la realidad.”
El dirigente ejemplifica que “se dice que los trabajadores tienen
derecho a la participación protagónica y se habla del control obrero
como modelo de gestión, pero en casi todos los casos la burocracia
patronal pública se opone a eso en la práctica y muchas veces
obstaculiza o sabotea procesos organizativos de los trabajadores”.
Eusse señala que cuestionan “toda intención de que el movimiento
sindical actúe sin independencia frente al gobierno”, lo cual critican a
dirigentes de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST),
“a la vez que cuestionamos a sectores sindicales de la derecha que se
subordinan a la estrategia política de los grupos económicos”.
El PCV ha rechazado una posible “alianza” entre la Unión Nacional de
Trabajadores (UNETE) y el denominado Frente Autónomo de Defensa del
Empleo, el Salario y el Sindicato (FADESS), siendo, en palabras de
Eusse, “una alianza contra natura y no que ha sido resultado de una
decisión orgánica de UNETE sino de una de sus corrientes internas.
FADESS es un instrumento sindical que propone objetivos políticos
totalmente contrarios a los objetivos de clase que ha asumido la UNETE
desde su fundación.”
Sobre el video –difundido antes de su ratificación, el 21 de abril–
en el que el Ministro de Vivienda y Hábitat, Ricardo Molina, afirma que
“me importa en absoluto lo que dicen las normas laborales”, Eusse
expresó haber sentido indignación al escucharlo, y que “esas conductas,
que nosotros enfrentamos en cualquier gobierno y mucho más en uno que
apoyamos, explican por qué el proceso en buena medida se ha debilitado.
Un ministro que pisotea las leyes laborales está demostrando que no está
comprometido con el proceso”.
Finalmente, ante los señalamientos de retaliaciones laborales por
razones políticas, el dirigente comunista fue enfático al afirmar que
“estamos contra esas acciones y todo tipo de persecución y
hostigamiento, vengan de cualquier patrono, sobre todo cuando tienen
motivaciones políticas, cuando pretenden castigar a un trabajador por
razones políticas. Los comunistas siempre hemos sido los más afectados
por esas prácticas y todavía seguimos padeciendo ese tipo de
situaciones, tanto por el patrón público como por los privados. No es
precisamente de esa manera como podemos ganarnos a los trabajadores. Por
eso reclamamos una reorientación y rectificación de esa práctica.”