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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 01/01/2012 13:07 |
A propósito del mensaje de resi...he traido una biogrfía de Mandela ... que siempre ha hablado de justicia en vez de caridad para su Africa .-
Un Gran post para un Gran hombre (Nelson Mandela)
Un Gran post para un Gran hombre
Nelson Mandela
Índice
dijo:
1. Introducción 2. Dispuesto a Morir 3. El precio de la Libertad 4. Reconciliación 5. Su vida * 5.1 Educación 6. Apartheid * 6.1 Resistencia 7. Masacre * 7.1 Lucha Armada 8. Prisión * 8.1 Arde Soweto * 8.2 Winnie 9. Campaña mundial 10. Liberación 11. Voto histórico 12. Presidente 13. Estadista 14. Contra el SIDA 15. Boda a los 80 16. No me llamen
Introducción
¿Quién es Nelson Mandela? Durante un cuarto de siglo, el prisionero politico más famoso del mundo, Premio Nobel de la Paz, primer presidente negro en la historia de Sudáfrica.
Mandela es portador de un mensaje que parece trascender fronteras. Para muchos, es ante todo un símbolo de la capacidad del ser humano de ver más allá de su propio sufrimiento. Un hombre que después de 27 años de prisión, eligió tender una mano a la minoría blanca que lo había encarcelado y supo conducir a su país a una transición histórica.
Mas allá de las palabras, ¿cuáles son las acciones que mejor definen a Nelson Mandela? Alejandra Martins de BBC Mundo investigó su historia. Lo invitamos a una recorrida en imágenes y testimonios, comenzando por tres momentos clave en la vida de este hombre que, tras el sacrificio de muchos, supo asestar el golpe mortal al brutal sistema en que le tocó vivir.
Dispuesto a Morir
"Siempre he atesorado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la que las personas puedan vivir juntas en armonía y con igualdad de oportunidades.
Es un ideal para el que he vivido. Es un ideal por el que espero vivir, y si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir".
Con estas palabras, Nelson Mandela terminó su alegato ante la justicia en 1961. Había sido arrestado junto a otros líderes del movimiento de resistencia contra el apartheid y, acusado de alta traición, enfrentaba la pena de muerte.
El juicio fue seguido con atención a nivel internacional. Naciones Unidas había impuesto sanciones contra Sudáfrica y la lucha de resistencia crecía. Mandela desafió abiertamente a la corte. Según el entonces abogado de Mandela, Gerald Joffe, el coraje y la confianza del lider sudafricano eran inmensos.
"Nosotros le dijimos, estás desafiando directamente al tribunal a condenarte a muerte. Le urgimos que cambiara el texto de su alegato. El se negó a hacerlo. Así que al final de su alegato a la corte, de cinco horas, llegó al último párrafo, que terminó con las palabras 'es un ideal por el que estoy dispuesto a morir'. Cuando acabó de pronunciarlas se quitó los lentes y mirando al juez a los ojos, repitió esa frase. Luego se sentó calmadamente y hubo un silencio intenso en la sala. Durante un minuto, no se escuchó un único sonido en aquella corte. Fue entonces cuando algunas mujeres en los palcos reservados al público se echaron a llorar".
Al cabo del juicio, Mandela fue condenado a prisión de por vida y enviado a la cárcel de alta seguridad de Robben Island, una pequeña isla rocosa castigada por el viento, a unos 15 kms del extremo sur del continente africano. Permaneció en prisión los siguientes 27 años.
El precio de la Libertad
"Mi padre les envía el siguiente mensaje: 'Yo no puedo y no quiero llegar a ningún compromiso con el gobierno, mientras ni yo ni ustedes, el pueblo, vivamos en libertad. La libertad de ustedes y la mia no pueden separarse'"
En febrero de 1985, Zinzi Mandela desafió abiertamente la ley leyendo una carta enviada por su padre desde la cárcel, ante una eufórica multitud en un estadio de Soweto. El gobierno había ofrecido liberar a Mandela bajo ciertas condiciones, pero este se negó. Para entonces, Mandela llevaba 22 años en prisión y su fama crecía. Cada vez más se transformaba en una espina incómoda para el gobierno sudafricano.
El entonces presidente Pik W. Botha había iniciado conversaciones secretas con Mandela, en las que ofreció liberarlo a cambio de que renunciara públicamente al uso de la violencia. En la carta leida por su hija Zinzi, Mandela dejó en claro que no aceptaría el privilegio de la libertad mientras no se debatieran mayores derechos para la población negra en general.
Rechazar la oferta de Botha le costó a Mandela otros cinco largos años de cárcel, durante los cuales la presión para el gobierno sudafricano siguió en aumento. Decenas de miles de personas se dieron cita en el estadio de Wembley en Londres en 1988, para celebrar el cumpleaños número 70 del líder sudafricano, en un concierto que fue transmitido en vivo por radio y televisión a millones de personas en todo el mundo.
"Te saludamos Nelson Mandela. Y queremos verte a ti y a los otros prisioneros políticos en libertad", dijo el cantante Harry Belafonte a la multitud en Wembley.
El 2 de febrero de 1990, el ahora presidente F. W. De Klerk anunció la liberación incondicional de Mandela.
Reconciliación
"Cuando salió de la cárcel y nos habló de reconciliación nosotros pensamos: Esto es una locura. No podemos reconciliarnos con criminales, que asesinaron a nuestros hijos, que mataron a prisioneros en las cárceles.
Entonces Mandela convocó a una reunión en la que nos dijo claramente: 'Nuestro pueblo ha muerto innecesariamente. No queremos un baño de sangre. Porque la única sangre que correrá será la del hombre negro'. Fue entonces que entendimos que quería decir con reconciliación"
Albertina Sisulu, activista del Congreso Nacional Africano, no fue la única sorprendida por la visión de Mandela. Según el historiador Anthony Sampson, biógrafo de Mandela, "los blancos estaban aterrorizados de que una vez que saliera de la cárcel, Mandela llamara a la mayoría negra a marchar a Pretoria y a desmantelar por la fuerza el gobierno blanco. Pero a medida que comenzaron a tener contactos con él, se dieron cuenta de que era un ser humano increíble, abierto al diálogo, que básicamente les tendía una mano".
Mandela siempre había dejado en claro que el enemigo era la supremacía blanca, no los blancos. En un gesto que volvió a sorprender a los sudafricanos, Mandela decidió organizar un encuentro y físicamente tender una mano a Betsie Verwoerd, la viuda de Hendrik Verwoerd, el arquitecto del apartheid.
El propio ex presidente Pik W. Botha, uno de los responsables del largo encarcelamiento de Mandela, se dio cuenta de que este representaba la única esperanza de una transición pacífica.
Según recuerda Botha: "Mi primer encuentro con Mandela en libertad fue impresionante y nunca olvidaré sus palabras. En ellas no había amargura o sed de venganza, ni una sombra de odio. En ningún momento, durante su alocución, intentó explotar o mencionar el hecho de que había estado 27 años en la cárcel".
Su vida
Nelson Mandela inició su vida en las vastas planicies de la actual provincia de Cabo Oriental.
Nació el 18 de julio de 1918 en Umtata, entonces capital del llamado territorio de Transkei, que se extendía desde el pie de las montañas Drakensburg hasta la costa del Océano Índico.
Su padre era jefe tribal y lider de los Tembu. "Además de la vida, una constitución fuerte y una conexión a la familia real Tembu, la único que mi padre me dio al nacer fue un nombre: Rolihlahla", escribió el propio Mandela. En Xhosa, una de las lenguas sudafricanas, el nombre significa literalmente "tirar de la rama de un árbol", pero en sentido coloquial es sinónimo de "alborotador".
Su hermana, Mabel Timakwe, recuerda que "la vida en casa era dura. No nos faltaba qué comer, pero no teníamos posesiones. Cuando mi padre estaba a punto de morir, le dio sus ropas a mi hermano, para que pudiera ir al colegio".
Educación
Según Mandela, “la educación es el gran motor de desarrollo personal. Nosotros los africanos estábamos limitados por las oportunidades que se nos daba, pero no por lo que podíamos leer o pensar o soñar”.
Mandela asistió a una escuela de misioneros británicos, y según el periodista Benjamin Pogrund, el líder sudafricano es producto arquetípico de la educación misionera : “Esas escuelas solían tener una visión paternalista hacia la población negra, pero al mismo tiempo ofrecían una base muy sólida en disciplinas básicas como lectura, escritura y matemáticas, asi como en cultura inglesa, lo que resultaba en personas de pensamiento liberal y bastante tolerantes. Para mi, Mandela tiene muchos valores del típico gentleman liberal del siglo XIX”.
Luego de completar su educación con los misioneros británicos, Mandela viajó a Johanesburgo para estudiar abogacía. En 1952, abrió allí junto a Oliver Tambo el primer bufete de abogados negros. Fue en esa ciudad, en la miseria de los enormes townships o poblados negros, que se unió a la lucha por la liberación de la mayoría negra y al partido que un dia presidiría, el Congreso Nacional Africano, CNA.
Apartheid
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Apartheid
En 1948, el Partido Nacional ganó las elecciones –en las que sólo se permitía votar a los blancos- y comenzó a instalar el sistema de apartheid. Según analistas, los orígenes del apartheid –aparte- están en los inicios mismos de la presencia europea en el sur de África. Durante gran parte del siglo XX, la élite de poder en Sudáfrica provenía de dos grupos monolíticos: el Partido Nacional y la Iglesia Reformista Holandesa, que veia a los Boer como el pueblo elegido. No fue sino hasta la victoria del Partido Nacional en 1948 que la segregación racial se codificó en una serie de normas, entre ellas la Ley de Clasificación Racial, que obligaba a clasificar a toda persona que no fuera de origen europeo, la Ley de Matrimonios mixtos, que prohibía uniones entre personas de razas diferentes y la Ley de Áreas, que forzaba a las personas de determinada raza a vivir en zonas designadas.
Resistencia
El Congreso Nacional Africano había sido formado en 1912 para luchar por los derechos de la población negra.
Cuando Mandela se unió al CNA, en 1942, se dedicó junto a otros jóvenes como Walter Sisulu y Oliver Tambo a transformar al partido en un movimiento político de masas. Ante la victoria del Partido Nacional en las elecciones del 48, la respuesta del CNA fue clara y directa: convocar la llamada Campaña de Desafío. Mandela recorrió el país organizando actos de desobediencia civil contra las leyes de segregación racial. Las autoridades presentaron cargos en su contra bajo la llamada Ley de Supresión del Comunismo. Mandela fue sentenciado a prisión, aunque se suspendió la condena, y se le confinó a Johanesburgo durante seis meses. En 1955 Mandela escribió la llamada Constitución de la Libertad (Freedom Charter) según la cual "Sudáfrica pertenece a todos los que viven en ella, negros y blancos, y ningún gobierno puede considerarse legítimo si no está basado en la voluntad de todo el pueblo". Tres mil personas asistieron a una marcha para lanzar la Constitución y el gobierno nacionalista denunció el evento como "comunista". Un año después arrestó a 156 líderes del movimiento negro a los que acusó de traición. El juicio se prolongó durante cinco años, en lo que observadores de la época consideraron una farsa legal. Al final del proceso, los cargos contra Mandela, Sisulu y los otros activistas fueron sobreseídos y sus abogados cargados en andas por la multitud negra que cantaba el himno de liberación "Nkosi Sikelele Afrika", "Dios bendiga a África", hoy uno de los dos himnos oficiales sudafricanos. Poco después, la lucha de liberación tomó un giro dramático.
Masacre
"Desde la estación de policía salían disparos contra la multitud en todas las direcciones. Una mujer que pasó corriendo enfrente mio fue alcanzada en la espalda y cayó a mi lado boca abajo. Un niño corrió hacia ella y la dio vuelta. El orificio en la espalda era pequeño, pero el disparo le había arrancado el pecho".
Un testigo recuerda así lo que comenzó como una marcha pacífica y acabó en tragedia. Miles de personas se habían reunido en el poblado de Sharpville para protestar contra las detestadas "leyes de pases". Éstas exigían a los negros llevar todo el tiempo un carnet de identidad y les prohibía el acceso a las "zonas blancas". La multitud marchó hacia una estación de policía sin pases y la policía abrió fuego. 68 manifestantes murieron y 180 resultaron heridos. Para el joven Mandela, la masacre de Sharpville fue un punto sin retorno. En esa época, declaró que "hay muchas personas que sienten que es inútil y futil para nosotros continuar hablando de paz y no violencia con un gobierno cuya única respuesta son ataques salvajes contra gente desarmada e indefensa. Pienso que ha llegado la hora de considerar, ante estas experiencias, si los métodos que hemos utilizado hasta ahora son adecuados".
Lucha Armada
El gobierno declaró un estado de emergencia y prohibió al CNA, cuyos líderes habían quemado públicamente sus pases. Mandela, que había predicado durante dos décadas la resistencia no violenta, pasó a la clandestinidad y aceptó la tarea de organizar un ala armada del partido. Se transformó así en comandante en jefe del grupo Umkwontowe Siswe, Lanza de la Nación. El líder del CNA era ahora buscado por las autoridades como un "terrorista". En 1961, el partido puso fin a la resistencia pacífica e inició una campaña de ataques con bomba. Mandela pasó 17 meses como un fugitivo, durante los cuales adoptó varias identidades, desde chofer a jardinero. Finalmente fue arrestado, al igual que casi todos los líderes del partido, y acusado junto a ellos de alta traición, un delito castigado con la pena de muerte. Según uno de los acusados, Ahmed Katrada, "Mandela dijo que no deberíamos apelar si nos sentenciaban a muerte. Había decidido que el juicio fuera parte de nuestra lucha política. Y sentía que si apelábamos, seria un anticlimax. Todos nosotros aceptamos esta posición".
Prisión
La cárcel de Robben Island era un lugar notorio porque de allí nadie escapaba. Según relatos, los guardias recibían a los nuevos prisioneros con las palabras: "Esta es la isla, este el lugar donde vas a morir".
A pesar de la dureza de las condiciones en Robben Island, las convicciones de Mandela sobre su lucha política lo mantuvieron a flote. Según recordó años después, "cuando nos enviaron a la cárcel, teníamos el sentimiento de que nosotros éramos los victoriosos, y que el verdadero acusado era el gobierno. Eso nos ayudó a sobrevivir".
Mandela fue elegido por los otros prisioneros portavoz del grupo, y aún en la cárcel, mantuvo su aire de dignidad y cortesía, como recuerda su abogado George Bizos. "En una visita, lo trajeron a la sala donde nos reuníamos con los presos. Llegó escoltado por dos guardias delante, dos a cada lado y dos detrás. Lo increíble de Mandela es que nunca se comportó como un prisionero. Caminaba con la frente en alto y era él quien marcaba el paso a los escoltas. Cuando llegó me dijo en broma: George, permíteme que te presente a mi guardia de honor. Al menos uno de los policías no pudo esconder una sonrisa".
En su celda, hoy en día una atracción turística, Mandela escribió: "En prisión uno está frente a frente con el paso del tiempo. No hay nada más aterrador". Con los líderes del CNA en la cárcel, fueron los niños y jóvenes de los poblados negros lo que mantuvieron viva la lucha contra el apartheid.
Arde Soweto
El 16 de junio de 1976, niños y adolescentes iniciaron una marcha pacífica en Soweto. Pedían al gobierno lecciones en sus lenguas nativas y protestaban contra la obligatoriedad de la enseñanza en afrikaans, la lengua de los blancos. La policía abrió fuego matando a más de 500 personas.
Las fotos de la tragedia recorrieron el mundo, especialmente la imagen de Hector Pieterson, de 12 años, con la cabeza ensangrentada mientras es llevado en brazos de otro estudiante, y su hermana Antoinette corre junto a ellos con una expresión de horror. Los levantamientos de Soweto expusieron la brutalidad del gobierno blanco, que fue condenado a nivel internacional. A pesar de ello, el entonces canciller Pik W Botha dijo categóricamente que el gobierno no estaba dispuesto a ceder: "No vamos a aceptar el principio un hombre-un voto. Significaría nuestra destruccion. No lo aceptaremos ahora, ni mañana, ni nunca". Con Mandela en prisión, eran otros los líderes jóvenes que inspiraban la resistencia, entre ellos Steve Biko, con su movimiento de Conciencia Negra, dirigido a rescatar la autoestima de la población negra y a desafiar de frente el régimen blanco. Biko fue asesinado por las fuerzas de seguridad cuando tenía 30 años; su muerte fue condenada en el mundo y aumentó la presión sobre el gobierno blanco.
Winnie
En la década del 70, Mandela no era más que un recuerdo heroico para muchos jóvenes sudafricanos. Según el periodista Benjamin Pogrund, fue la esposa de Mandela, Winnie, una de las responsables de mantener vivo el nombre del líder. "Durante muchos años Mandela desapareció de la atención pública. Pero una persona siguió luchando por él, Winnie, su segunda esposa. Ella –joven, inteligente, locuaz- nunca se rindió. No creo que hubiera una persona a la que la policía odiara más que a Winnie. Fue constantemente perseguida. Poco a poco, su propia figura fue emergiendo como separada a la de Mandela, pero al principio, todo comenzó con la lucha por la libertad de su esposo". Mandela se había casado en 1944 con su primera esposa Evelyn, con la que tuvo cuatro hijos y de la que se divorció a fines de los 50. En 1958 contrajo matrimonio con Winnie, una joven trabajadora social del Transkei, con la que tuvo dos hijos. Durante el largo encarcelamiento del líder sudafricano, Winnie Mandela fue arrestada en varias ocasiones. Se transformó en un símbolo de la resistencia y llegó a ser conocida entre la población negra como Madre de la Nación.
Campaña mundial
La presión internacional contra el gobierno sudafricano llegó a un punto cúlmine en la década del 80. Decenas de miles de personas se dieron cita en el estadio de Wembley en 1988 para celebrar el cumpleaños número 70 de Mandela y condenar el apartheid. El evento fue transmitido en vivo a millones de personas en el mundo. Cada vez más, el encarcelamiento de Mandela se transformaba en un problema para el gobierno sudafricano. Según Benjamin Pogrund, la noticia de que Mandela estaba enfermo de tuberculosis causo pánico en las autoridades. "Estaban cada vez más preocupadas de que Mandela se les fuera a morir en prisión. No querían que se transformara en un gran mártir. Estaban desesperadas por sacarlo de prisión, bajo ciertas condiciones. Pero Mandela dijo una y otra vez que no aceptaría ningún exilio y que exigía la libertad incondicional no sólo para él, sino para los otros prisioneros".
Liberación
Sigue ....
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