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General: La ESMA es nuestra ! ! ! ! ! !
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De: Gran_Papiyo (Mensaje original) |
Enviado: 22/11/2007 02:10 |
Miércoles, 21 de Noviembre de 2007 “Para que los argentinos podamos volver a mirarnos a la cara” Cristina Kirchner habló en el acto en el que se firmó la creación del ente interjurisdiccional que se hará cargo del Espacio para la Memoria, en la ex ESMA. En el acto de la ex ESMA estuvieron los organismos de derechos humanos y casi todo el gabinete. “La ESMA ha sido recuperada. Está en manos de quienes tiene que estar.” Fue el presidente Néstor Kirchner, ayer, en el patio central de uno de los mayores centros clandestinos de detención de la historia argentina. Casi cinco mil personas –según los organizadores– concurrieron al acto en el que se creó el ente interjurisdiccional que administrará el “Espacio para la Memoria”. Los organismos de derechos humanos, el gobierno nacional y el de la ciudad de Buenos Aires se harán cargo del predio donde se recordará el terror de la última dictadura militar. “Por fin se movió la Justicia, por fin la Cámara de Casación dio un paso trascendente”, se alegró el Presidente, en alusión al fallo que destrabó el proceso judicial. “Esperamos que también haya muchos más pasos trascendentales en todos los ámbitos de la Justicia, para equilibrar definitivamente al país”, completó su sucesora, Cristina Fernández, minutos después. También mencionó a “los que siendo miembros de estas Fuerzas Armadas no hayan tenido nada que ver, para que de una vez por todas se separe la paja del trigo”. Será una de las últimas veces –si no la última– en que se vea a casi todos los miembros del gabinete nacional antes del traspaso de mando. “La memoria”, de León Gieco, ya había comenzado a sonar. El sol bajaba a las seis de la tarde cuando el matrimonio presidencial salió al patio de la ESMA. Las titulares de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto y Hebe de Bonafini, los acompañaban. Expectantes, los trajes oscuros de los funcionarios esperaban para subir al escenario después de los protagonistas principales. “Dale, subí vos”, “no, no, vos”, se cruzaron, entre risas, Cristina Fernández y Bonafini. Kirchner y Carlotto ya saludaban con la mano en alto a los miles de manifestantes que agitaban sus banderas. El vicepresidente, Daniel Scioli, y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, completaron la primera línea de sillas. Detrás, un elenco en pleno, salvo por la ausencia del jefe de Gabinete, Alberto Fernández. En una tribuna montada a la derecha estaba la segunda línea del kirchnerismo y a la izquierda, pañuelos blancos, víctimas y familiares de desaparecidos. “Bajen las banderas un ratito. Bueno, no, enróllenlas... bajarlas nunca”, se divertía Kirchner antes de empezar. El Himno Nacional había calmado los bombos y las estrofas políticas. “Cuando los escucho cantar a ustedes me acuerdo cuando, con la misma fuerza y las mismas ganas, cantabamos con compañeros y compañeras hace tres décadas por un país mejor”, rememoró el Presidente. Recordó a sus “hermanos” que fueron “héroes anónimos”, que lucharon por “los principios y conceptos”, y fueron “torturados, golpeados y sometidos a vejámenes inverosímiles”. “Ellos estarán pensando volvimos, estamos, todavía podemos ganar”, dijo al tiempo que se escucharon los primeros aplausos. El viernes pasado la Cámara de Casación rechazó el pedido del represor Raúl Scheller y destrabó la megacausa ESMA, que llevaba cuatro años dormida. Los reclamos públicos por la lentitud de la Justicia le habían causado a Kirchner más de una crítica por “no respetar la independencia de poderes”. La medida fue vivida ayer como una victoria por ser “el paso trascendente para que el juicio sobre las torturas, desapariciones y todo lo que se hizo, de marcha hacia adelante”. “Cumplimos con la palabra empeñada”, les dijo el primer mandatario a las Madres y Abuelas y pidió permiso para que “las palabras las termine Cristina, que es la que tiene que seguir la lucha y tomar la bandera”. “No tengo que tomar ninguna bandera, porque siempre la he tenido en mis manos, como usted, desde siempre”, le respondió en un tono casi desafiante. La presidenta electa aseguró que “la clave de la construcción democrática es la igualdad ante la ley y la acción reparadora de la Justicia. Para todos. Para las víctimas, los familiares, los sobrevivientes y también para los que siendo miembros de estas fuerzas armadas no hayan tenido nada que ver, para que de una vez por todas se separe la paja del trigo y entonces, con memoria, con verdad y con justicia los argentinos todos podamos volver a mirarnos en la cara”. Antes había recordado uno de los primeros actos del gobierno de su marido. El del 24 de marzo de 2003, en los inicios de la recuperación de la ESMA. Al finalizar, recorrió junto a su hijo el campo de concentración. “Fue muy conmovedor, podría vivir 100 años más y nunca lo olvidaría”, contó entre las veces que su voz amagó a quebrarse. El ente interjurisdiccional que se creó ayer será el organismo administrador del Espacio para la Memoria. Allí funcionarán, entre otras cosas, un instituto de educación en materia de derechos humanos de las Madres de Plaza de Mayo y la Casa de la Identidad, de las Abuelas. Por su parte, el Instituto Espacio para la Memoria –ente autónomo creado por la Ciudad de Buenos Aires y compuesto por organismos de derechos humanos– definirá el uso de varios edificios. El Casino de Oficiales, donde estuvieron cautivos los desaparecidos, quedará intacto y señalizado para los visitantes al sitio. SALUDOS REVOLUCIONARIOS (Gran Papiyo) |
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De: Gran_Papiyo |
Enviado: 23/11/2007 11:59 |
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De: Gran_Papiyo |
Enviado: 23/11/2007 12:00 |
“¡EN SU REDUCTO CRIMINAL, LEVANTAREMOS ESCUELAS, EDUCAREMOS!” | | Discurso del 22 de noviembre de 2007 | Evel de Petrini, Beba | | JUEVES EN LA PLAZA CON LAS MADRES
“¡EN SU REDUCTO CRIMINAL, LEVANTAREMOS ESCUELAS, EDUCAREMOS!”
Evel de Petrini, Beba. Discurso del 22 de noviembre de 2007.
“Buenas tardes, compañeros. Los medios se encargaron de no hablar del VI Congreso de Salud mental y Derechos Humanos realizado, como ustedes saben, la semana pasada del 15 al 18, por las Madres y en el que trabajaron durante todo el año los organizadores, nuestros compañeros. Asistieron más de 7 mil personas de varios países, especialmente latinoamericanos. Se habilitaron más de 600 mesas donde participaron varios expositores, con temas muy importantes e interesantes. Ver a tantos jóvenes ir y venir durante todos estos días, formando distintos grupos y participando con tanto interés de los distintos puntos que se trataron fue muy reconfortante. Y estos jóvenes nos están demostrando que hay sin duda, como siempre decimos las Madres, una juventud que quiere aprender, participar y exponer sus visiones ya sea en lo nacional como en todo lo referente a los derechos humanos que fue lo expuesto en este Congreso con un lineamiento político a lo colectivo y socializador.
Pero a los medios, dar este tipo de información no les interesa. Lo bueno, lo positivo no es noticia. Sí en cambio los robos, la drogadicción y la juventud que no piensa.
Antes de seguir con mi escrito quiero darles una muy buena noticia: el subcomisario represor Luis Patti quedó detenido este mediodía acusado de privación ilegítima de la libertad, en el marco de la causa que investiga las desapariciones de Gastón Gon챌alvez, Diego Muñiz Barreto y Carlos Souto, según informaron fuentes judiciales. Si el proceso por el cual hoy se dispuso su detención sigue su curso sin que haya interferencias extrañas, Patti quedará alojado durante un largo período en la cárcel., aunque todavía quedan pendientes otras tantas causas en los que aparece responsable de violar gravemente los derechos humanos durante la última dictadura militar.
El acto de entrega del predio de la ESMA, el martes pasado, aun está en nuestras venas. Para las Madres fue algo muy especial, muy fuerte, algo que nunca nos atrevimos a pensar y menos aún si vemos que estábamos echando de su reducto a tanto asesino torturador. Estos marinos tan soberbios con sus trajes blancos manchados de sangre, con su petulancia, su superioridad, sus planes de muerte y horror, su impunidad, fueron despojados de su predio, arrastrados fuera de lo que sentían, era suyo. Fue y es algo que nos pone con emociones desencontradas, sentimientos mezclados de muy difícil descripción. Sin temor a equivocarme siento que es totalmente trascendental para la historia de este querido país que se haya podido lograr, por la lucha y constancia de tantos años, contra la dictadura más sangrienta y los sucesivos gobiernos cómplices que avalaron la impunidad y porque hoy hay un gobierno capaz de querer hacer justicia.
Hace 25 años que el poder judicial tiene entre manos y entre cajones los juicios contra los genocidas, pero parece no tener en claro qué hacer con ellos todavía. Sigue por lo visto, como dicen los chicos, la franela: tómala vos, dámela a mí, testigos que van y vienen, acusados que son llamados a declarar y los manda de vuelta a casa etc. etc.
Poco equilibrio tiene la justicia sin en ella conviven jueces coimeros como los Tiscornia y tantos otros. Jueces serviles a cuantas dictaduras tuvo el país. Jueces holgazanes, las cárceles están hacinadas de procesados sin condena y jueces incapaces puestos a dedo por amiguismo. El Consejo de la Magistratura debería ponerlos a todos en comisión e investigar sus desempeños en los últimos 30 años, quienes tiraban los habeas corpus al cesto y quienes se limitaban a preguntarle a Harguindeguy por la vida de personas sin hacer la mínima investigación. Destrabar los juicios dormidos en casación fue un paso trascendente, pero serán necesarios muchos pasos trascendentes más para equilibrar la justicia”. Estas fueron palabras del Presidente de la Nación y de la presidenta electa. Mucha higiene necesitará también el poder judicial y quizás habría entonces equilibrio en la justicia.
Las Madres ocuparemos el edificio del Liceo Naval. Ese lugar lo convertiremos en un Centro de Educación Popular. Permítanme dirigirme a ellos, a nuestros amados hijos: que hoy están tan vivos que los veo, que los siento y hoy podemos decirles sus Madres, con toda nuestra fuerza: ¡queridos, les ganamos, no pudieron, no podrán! En su reducto criminal, levantaremos escuelas, educaremos, formaremos nuevos jóvenes políticos y tendremos un nuevo país, solidario, con amor y justicia para todos.“
SALUDOS REVOLUCIONARIOS (Gran Papiyo)
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Adriana Friszman relató su paso por el centro de detención con su embarazo a cuestas
Los casos de embarazadas en la ESMA
Al momento del secuestro, en mayo de 1977, tenía 21 años y seis meses de embarazo. Es una de las pocas que sobrevivieron. En cambio, su hermana Nora y su novio, Marcelo Pardo, permanecen desaparecidos.
Por Alejandra Dandan
El juicio por la megacausa ESMA se reanudó con el testimonio de Adriana Friszman.
Nora Friszman hizo el secundario en el Nacional de Buenos Aires, había empezado el profesorado y militaba en la organización Montoneros, donde sus compañeros la recuerdan como Tina. Su área de militancia era Capital. Estaba de novia con Marcelo Pablo Pardo, que también militaba. Con ellos lo hacía Guillermo Orfano, Alberto Roque Krug y Diego Beigbeder. Nora tenía una hermana, Adriana Friszman, con militancia social en la Juventud Peronista, casada con Mariano Laplane. La marina secuestró a Marcelo Pardo y luego a Nora, a Guillermo, Alberto y a Diego entre noviembre y diciembre de 1976. Todos están desaparecidos. En mayo de 1977, en una nueva avanzada sobre otro grupo de militantes de Capital y una irradiación de secuestros que aún se investiga, se llevaron a Adriana Friszman.
“Todo era bastante violento –dijo ayer Adriana en el juicio por los crímenes de la Escuela de Mecánica de la Armada–. En el trayecto me pegaron, en el lugar me trataron bastante violentamente. Cabe recordar que yo tenía 21 años y seis meses de embarazo y pesaba unos 45 kilos, por lo tanto me parece que esto es un agravante.” Adriana es una de las pocas embarazas que sobrevivieron al infierno luego de conocer el espacio y las formas que les dedicó la máquina de matar. Salió viva después de las presiones que ejerció Alberto Numa Laplane, padre de Mariano, general del nacionalismo de derecha, retirado por las internas del Ejército, compañero de promoción de Jorge Rafael Videla y Roberto Viola.
El ritual
“Le pedimos que nos diga día, hora y lugar de los hechos”, le pidió la fiscalía en el comienzo. “Día, 29 de mayo de 1977. Hora, fin de la tarde, a las seis o siete, algo así. Lugar, la Facultad de Medicina. Me bajé de un colectivo, caminé unos metros y fui agarrada por dos personas a los lados en el medio de la calle, llena de gente, y yo misma me di cuenta de que nadie vio, nadie vio nada. Es algo tan rápido, tan extraño.”
En el operativo ubicó al prefecto Héctor Febres, coordinador de los robadores de niños. “No recuerdo cómo estaban vestidos, lo que puedo decir es que uno de los que participaron, que después varias veces apareció y lo vi en ese lugar, era un sujeto al que llamaban Selva. Era canoso. Más bien grandote. Fuerte.” Luego de ponerla en el piso de un auto, sacarle la cartera, buscar papeles, le taparon los ojos. Al rato llegaron a un lugar. “Y ellos mismos dicen: ‘¿Sabés dónde estás? Estás en la Escuela de Mecánica de la Armada’.”
La dejaron esperando en un pasillo, después en un local al que llamaban Enfermería, donde pasó uno o dos días. Durante la noche la interrogaban. Desde el “local” sentía un clima tenso, sonidos de gritos, de gente, de interrogatorios: estaba cerca del lugar donde se preparaban los operativos. Los fiscales le preguntaron por las formas de la tortura, Adriana habló de un ritual: “Parecía una especie de rito en el que alguien entraba, charlaba y conversaba. Y después venía otro. Te pegaba una cachetada en el oído. Después venía otro. Y prendía un aparato eléctrico llamado picana. El lugar era espeluznante, con sangre, manchas de sangre, cosas horribles, entonces eran varias personas que entraban y salían”.
La rotación
Adriana es una de las pocas embarazadas de la ESMA que sobrevivieron a lo que fue denunciado desde entonces y escrito en la sentencia del juicio por el robo de niños como “plan sistemático de robo de bebés”. Para mayo de 1977, había un cuarto como lugar de alojamiento, donde se turnaban las mujeres para poder descansar. “Había algunas más que permanecían en ese cuarto y las otras nos turnábamos para pasar algunas horas del día y así no había que estar todo el día en la cama, porque el espacio de permanencia entre los secuestrados era en el tabique, que era un colchón o una cama.”
En esa dinámica en la que pocos o nadie usaba los nombres, recuerda muy poco de los nombres o caras de esas chicas. A una chica, castaña, de piel clara, que le dio su nombre cuando supo que ella estaba por irse. “Y yo no lo recuerdo completamente, pero el apellido era Moyano e iba a tener familia en esos días. Mi familia trató de hacer contacto con su padre, creo que lo consiguió.” Había otra chica, Rosa, tal vez, explicó. “Rubiecita, muy, muy clara, los ojos verdes. Había otra chica con un cabello lacio, moreno, pero de tez clara, también con anteojos, que inclusive en un operativo la quisieron trasladar y ella estaba con un embarazo bastante avanzado y alguien lo evitó.”
Entre las imágenes habló de la visita de un médico. Una joven lo estaba esperando. Supuestamente debía examinarla. “Y esta joven estaba esperando y estaba muy nerviosa, muy preocupada. Me relató que la habían secuestrado hacía poco tiempo y que tenía un bebé de dos meses y estaba preocupada por la lactancia, porque no sabía qué estaba ocurriendo con su cuerpo. Era una joven de cabello negro, muy bonita, muy delgada, delgadita.”
Los fiscales le preguntaron por la alimentación, el baño, las condiciones del tormento. Adriana las contó a ellas mismas limpiando un poco el espacio, habló de alguna depilación en el momento cercano a un parto. La condición de jóvenes niñas, de mujeres primerizas. Una querella le preguntó por abusos. “En relación con mi propia persona había un guardia, particularmente violento, truculento y que tocaba a las personas, tocaba a las mujeres particularmente con la excusa de verificar si tenían los ganglios inflamados y claramente era un acto morboso.” El trato dependía mucho de las guardias, dijo. Las condiciones eran muy malas, los presos, la gente del pabellón, se bañaba una vez por semana, se enfermaban, comían muy mal. Las embarazadas se bañaban cada tres días más o menos.
Adriana estuvo tres semanas en la ESMA. Luego permaneció una semana en el Atlético antes de la liberación. En la ESMA asistió a un momento de traslado. “Era un momento muy tenso donde todo el mundo se ponía muy nervioso.” En su relato, describió los datos que pudo saber de su hermana Nora, secuestrada el 2 de diciembre de 1976. Entre las certezas reconstruidas de su paso por la ESMA, Adriana habló de la ropa de su hermana, con la que ella misma se encontró meses más tarde. Durante la tortura escuchó hablar de su hermana. Uno de los represores le dijo: “Esta es la hermana de la otra que está en Penales”. La defensa le preguntó por los “Penales”. “Aquí entramos al terreno de la especulación –dijo ella–. Yo tengo una idea de lo qué significaba, me parece que se trataba de la muerte, que era un eufemismo para la muerte porque no se podía decir, porque no se puede sembrar la falta de esperanza en quien está cautivo, porque es peligroso para quien mantiene personas en cautiverio y muchas personas jóvenes juntas. Además, algunos comentarios que se hacían entre los cautivos que estaban hacía más tiempo, me habían relatado que en diciembre del año anterior, la época en la que mi hermana fue secuestrada y pasó aparentemente por allí, los traslados eran masivos y muy frecuentes.”
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo) |
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