Puerto Ayora, Isla Santa Cruz, 09 oct (Andes).-
El Solitario George, una especie única de tortuga gigante (Chelonoidis
abigdonii), que falleció en 24 de junio del 2012, perdura como símbolo
de las Islas Galápagos en la que habitó –según estudios- por más de cien
años.El cuidador Fausto Llerena encontró a George muerto en su corral, por
causas naturales. “El Solitario vino en 1972, estuvo acompañado de
otras especies, pero no eran compatibles. Hubo varios intentos de
reproducción, pero los huevos no nacieron, eran de diferentes especies”,
lamentó Llenera.Esta es una de las historias más representativas del centro de
crianza de tortugas, al que se le asignó el nombre de Fausto Llerena en
1999 por la labor del colaborador ecuatoriano. Su legado continúa -y si
bien sufrió la pérdida de George- Llenera tiene más de dos mil tortugas
de diferentes especies a su cargo.
Los animales son cuidados y monitoreados en este centro, que es parte
del Parque Nacional Galápagos, una reserva ecológica de alrededor de 8
mil kilómetros cuadrados que se encarga de la conservación de la flora y
fauna.
El Centro de Crianza se fundó en 1965, en un inicio, con una
población de tortugas de la especie Pinzón. En los estudios realizados
en las diferentes islas se determinó que todas las especies de tortugas
estaban amenazadas, y algunas de ellas en peligro de extinción.
“Encontrábamos por ejemplo solo adultos, pero no jóvenes”, recordó
Llerena.
Las especies Pinzón, Santiago y Española son tratadas en este espacio
para protegerlas de los depredadores y devolverlas a su estado natural.
Se realizan incubaciones artificiales, luego pasan 30 días en un cajón,
posteriormente son trasladadas a corrales.
“Cuando cumplen dos años se las pasa a los espacios naturales dentro
del mismo centro, donde ellas se van a acostumbrando a buscar su propia
comida, a buscar donde dormir y a caminar el suelo natural. Así no van a
tener problemas al vivir en su hábitat natural, al que ingresarán al
medir 23 centímetros”, manifestó el cuidador.
Dependiendo de la especie, las tortugas gigantes pueden llegar a
medir hasta 1 metro con 60 centímetros. El Solitario George falleció
pesando 88 kilos. Los turistas que visitan el parque aún preguntan por
este símbolo, que perdura en el recuerdo también de sus cuidadores.