El pueblo de Bolívar se siente sencillamente orgulloso de su estirpe humana.
La autodeterminación de la Nación venezolana ha sido fruto de serias dificultades y cruentas confrontaciones que la Providencia nos ha legado en el curso de la historia. No ha sido fácil consolidar los valores fundamentales que tenemos como sociedad en el mundo.
Somos hijos de libertadores, amantes de la paz y la solidaridad.
No pudo la conquista, ni el vasallaje colonial desvanecer el profundo sentido de igualdad y justicia social sembrado en nuestros genes y principios.
Creemos en la familia humana y la garantía universal e indivisible de sus derechos; por ello los venezolanos somos celosos del respeto fundamental de las relaciones internacionales en cuanto a la no intervención y conspiración contra cualquier nación.
Estamos siempre en la justa dimensión de nuestros haberes, aprestos espiritual y materialmente a la aportación que demande cualquier contingencia de apremio y peligros, producto de calamidades por las ferocidades ambientales y telúricas.
No obstante, creemos que somos como Nación capaz en nuestras potencialidades humanistas y democrática, hallar soluciones pacíficas ante los inconvenientes con otros países.
El respeto al derecho internacional, la soberanía y autodeterminación de los pueblos es una orientación fundamental de las relaciones globales de la República venezolana.
La humanidad es una, su integración y desarrollo depende en gran medida de la cooperación internacional y pacífica entre las naciones; en este particular estamos conscientes que tenemos la reserva de petróleo como elemento sustantivo de la energía inmediata del planeta, que se convierte en beneficio justo del intercambio de nuestro Estado con el resto del mundo.
La condición petrolera de Venezuela de hecho se ha convertido en objetivo político y militar del imperio estadounidense; este perverso interés de desestabilizar se alimenta con tránsfugas internos que comparte abierta y solapadamente estas intenciones de afrenta.
No será la última vez que lidiaremos con imperios, lacayos y funcionarios consulares que se presten a estos planes y acciones. Nuestro designio republicano esta cimentado en la dignidad de gigantes e invencibles como Simón Bolívar y Hugo Chávez, y no aceptaremos la intromisión de nadie en los asuntos internos de la Patria venezolana.
T/ William Fariñas
@williamfarinas
Porlamar / Edo. Nueva Esparta