Muchos extranjeros continúan repitiendo que el castrismo logró avances muy importantes en salud y educación, sin analizar tan siquiera en qué condiciones están los servicios de salud y educación a los que tiene acceso el cubano de a pie. Unos treinta pacientes del Hospital Psiquiátrico de La Habana fallecieron en enero de 2010, por carecer de la alimentación y el abrigo adecuados.
La agencia BBC reportó desde La Habana:
“Los enfermos cuando van a ser ingresados saben que deben llevar toallas, jabón, un cubo para bañarse, ventilador, pijama, almohada e incluso las sábanas para la cama que le asignen.
Esta realidad es la que BBC Mundo pudo observar en por lo menos cuatro hospitales de la capital, donde escasea la limpieza, los baños están sucios y en ocasiones hay pérdidas en las tuberías”.
http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2010/01/100115_2151_cuba_enfermos_gm.shtml
En una extensa carta abierta dada a conocer hace unos meses, en septiembre de 2012, el Servicio de Cirugía General del Hospital Calixto García –el mejor hospital al que tiene acceso el cubano de a pie- denuncia las condiciones del hospital:
“La atención médica, y sobre todo quirúrgica, en nuestro centro, es un gran desastre, caracterizada por:
- Hospital destruido en su estructura física, por su edad e innumerables reparaciones de pésima calidad y corta duración.
- Falta de importantes recursos en la atención a los pacientes por distribución inadecuada, por gestiones insuficientes o por exceso de trabajo ante la reducción de la actividad en otros centros por causas similares.
- Deterioro humano mental acompañante por la pérdida de la mínima atención al hombre, que bajo largas jornadas de trabajo gratuito en un número importante de horas, y en un país donde las gratuidades se terminaron, tienen un confort para su trabajo que está por debajo de la de cualquier lugar pobre del mundo.
Nuestro centro hospitalario, en el aspecto quirúrgico, se ha ido reduciendo, de unos 30 salones para todas las especialidades, a no más de 10 en la actualidad, los que aún con gran destrucción brindan esta vital atención al pueblo; las irregularidades en estos salones, sus continuas roturas de aires acondicionados, falta de agua, falta de equipamiento adecuado en algunos de ellos, provocan que pacientes con cáncer no puedan ser intervenidos a tiempo en nuestra institución, que otros con patologías benignas susceptibles de ser resueltas de forma mediata a su diagnóstico lleguen complicadas por la falta de rapidez en la solución de sus problemas, y como si esto fuera poco, las patologías urgentes también tienen grandes dificultades (…)”.
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/habaname/2012/09/25/sos-del-servicio-de-cirugia-general-del.html
En condiciones similares se encuentra toda Cuba. Por ejemplo, Cuba fue el séptimo país del mundo en tener ferrocarril. De los diecisiete mil kilómetros de vías férreas existentes en 1958, queda menos de la mitad, de los que se debe reparar el 75%. En 1958, sólo el siete % de la población vivía a más de diez kilómetros de un ramal de ferrocarril o de una carretera; en la Cuba de Fidel Castro se instauró el transporte de personas mediante carretas arrastradas por bueyes.
Muchos extranjeros continúan repitiendo que el castrismo logró avances muy importantes en salud y educación, sin analizar tan siquiera en qué condiciones están los servicios de salud y educación a los que tiene acceso el cubano de a pie. Unos treinta pacientes del Hospital Psiquiátrico de La Habana fallecieron en enero de 2010, por carecer de la alimentación y el abrigo adecuados.
La agencia BBC reportó desde La Habana:
“Los enfermos cuando van a ser ingresados saben que deben llevar toallas, jabón, un cubo para bañarse, ventilador, pijama, almohada e incluso las sábanas para la cama que le asignen.
Esta realidad es la que BBC Mundo pudo observar en por lo menos cuatro hospitales de la capital, donde escasea la limpieza, los baños están sucios y en ocasiones hay pérdidas en las tuberías”.
http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2010/01/100115_2151_cuba_enfermos_gm.shtml
En una extensa carta abierta dada a conocer en septiembre de 2012, el Servicio de Cirugía General del Hospital Calixto García –el mejor hospital al que tiene acceso el cubano de a pie- denuncia las condiciones del hospital:
“La atención médica, y sobre todo quirúrgica, en nuestro centro, es un gran desastre, caracterizada por:
- Hospital destruido en su estructura física, por su edad e innumerables reparaciones de pésima calidad y corta duración.
- Falta de importantes recursos en la atención a los pacientes por distribución inadecuada, por gestiones insuficientes o por exceso de trabajo ante la reducción de la actividad en otros centros por causas similares.
- Deterioro humano mental acompañante por la pérdida de la mínima atención al hombre, que bajo largas jornadas de trabajo gratuito en un número importante de horas, y en un país donde las gratuidades se terminaron, tienen un confort para su trabajo que está por debajo de la de cualquier lugar pobre del mundo.
Nuestro centro hospitalario, en el aspecto quirúrgico, se ha ido reduciendo, de unos 30 salones para todas las especialidades, a no más de 10 en la actualidad, los que aún con gran destrucción brindan esta vital atención al pueblo; las irregularidades en estos salones, sus continuas roturas de aires acondicionados, falta de agua, falta de equipamiento adecuado en algunos de ellos, provocan que pacientes con cáncer no puedan ser intervenidos a tiempo en nuestra institución, que otros con patologías benignas susceptibles de ser resueltas de forma mediata a su diagnóstico lleguen complicadas por la falta de rapidez en la solución de sus problemas, y como si esto fuera poco, las patologías urgentes también tienen grandes dificultades (…)”.
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/habaname/2012/09/25/sos-del-servicio-de-cirugia-general-del.html
En condiciones similares se encuentra toda Cuba. Por ejemplo, Cuba fue el séptimo país del mundo en tener ferrocarril. De los diecisiete mil kilómetros de vías férreas existentes en 1958, queda menos de la mitad, de los que se debe reparar el 75%. En 1958, sólo el siete % de la población vivía a más de diez kilómetros de un ramal de ferrocarril o de una carretera; en la Cuba de Fidel Castro se instauró el transporte de personas mediante carretas arrastradas por bueyes.
Cuando Fidel Castro tomó el poder en 1959, La Habana tenía un excelente servicio de agua potable. El ingeniero cubano Francisco de Albear Lara diseñó y construyó el acueducto que lleva su nombre; su proyecto obtuvo medalla de oro en la Exposición de París (1878). El acueducto de Albear, inaugurado el 23 de enero de 1893, ¡hace 118 años!, suministra actualmente “el 20% del agua que se consume en la capital de Cuba”.
Decenas de miles de residentes en La Habana nunca han visto salir agua del grifo de su residencia; lo normal para ellos es cargar agua diariamente. Desde hace unos cuarenta años tampoco sale agua del grifo de los baños de los cines, cafeterías y restaurantes a que acude el cubano de a pie; solo cuando se realiza el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano es que hay agua en algunos cines. Además, los supermercados y centros comerciales no tienen servicios sanitarios ni cosa que se le parezca. Desde hace unos cuarenta años, de los baños de la Facultad de Economía de la Universidad de la Habana emana un mal olor imposible de soportar.
Tampoco sale agua del grifo en numerosos hospitales y escuelas. Mis hijos nacieron en los años 1976 y 1983 en el Ramón González Coro, el mejor hospital gineco-obstétrico de Cuba. En ambas ocasiones yo tuve que cargar agua para que mi esposa pudiese lavarse, no bañarse.
Alejandro Vilá Noya, directivo de Aguas de La Habana, reconoció que “los salideros más escandalosos están en las calles, porque son visibles y corren por el pavimento (…) más del 50 por ciento del agua que bombean se pierde por esas causas”.
http://www.rebelion.org/noticias/2010/1/98526.pdf
El sistema de acueductos “no ha recibido un mantenimiento integral en el último medio siglo”
http://cubaalamano.net/sitio/client/articulo_ips.php?id=55
o sea, desde que Fidel Castro tomó el poder.
Además, “en 2003, la cobertura de alcantarillado alcanzaba sólo a 63 por ciento de los 2,2 millones de habitantes de La Habana”
http://cubaalamano.net/sitio/client/report.php?id=369
También, dadas las numerosas roturas del alcantarillado, se pueden ver las aguas negras corriendo por algunas calles. Esto, unido a las numerosas roturas que tienen las tuberías del acueducto, provoca que en numerosas ocasiones ¡las aguas de consumo humano sea