50 verdades sobre la dictadura de Fulgencio Batista en Cuba
Algunos mitos, alimentados por los exilados en Miami y por los detractores de Fidel Castro, persisten aún
La dictadura de Fulgencio Batista de 1952 a 1958 precipitó el advenimiento de la Revolución Cubana. Algunos mitos, cuidadosamente alimentados por los partidarios del antiguo régimen exilados en Miami y por los detractores de Fidel Castro, persisten aún.
23.En febrero de 1957, la entrevista a Fidel Castro que realizó Herbert Matthews del New York Times permitió que la opinión pública estadounidense y mundial descubriera la existencia de una guerrilla en Cuba. Batista confesaría más tarde en sus memorias que gracias a ese palo periodístico “Castro empezaba a ser un personaje de leyenda”. Matthews matizó sin embargo la importancia de su entrevista: “Ninguna publicidad, por más sensacional que fuese, habría podido tener efecto si Fidel Castro no fuera precisamente el hombre que yo describí”.
24.El 13 de marzo de 1957, un comando del Directorio Revolucionario del líder estudiantil José Antonio Echeverría, que se componía de 64 jóvenes, asaltó el Palacio Presidencial con el objetivo de ejecutar a Batista. La operación fue un fracaso y costó la vida a 40 de los 64 estudiantes. Los supervivientes fueron perseguidos a través de la ciudad y asesinados. Echeverría perdió la vida durante un enfrentamiento con la policía cerca de la Universidad de La Habana.
25.La embajada francesa en La Habana brindó un análisis sobre el ataque del 13 de marzo: “Las reacciones americanas a los acontecimientos en Cuba eran de horror, de simpatía por los insurrectos, de reprobación contra Batista. Al leer los editoriales que los principales periódicos dedicaron al evento, resulta claro que el heroísmo de los patriotas cubanos marcó mucho a Estados Unidos […]. Si algunos reconocen sin embargo que los insurrectos del 13 de marzo estuvieron equivocados en sus métodos, es verdad, mucho más que en sus objetivos, todos estiman en cambio que dieron a su causa la palma del martirio y que este ejemplo galvanizaría a la oposición cubana”.
26.Fidel Castro, quien firmó una alianza con el Directorio Revolucionario en la lucha contra Batista, estaba en desacuerdo con el asesinato político: “Estábamos contra Batista pero nunca intentamos organizar un atentado contra él y habríamos podido hacerlo. Era vulnerable. Era mucho más difícil luchar contra su ejército en las montañas o intentar tomar una fortaleza que estaba defendida por un regimiento. ¿Cuántos había en la guarnición del Moncada, aquel 26 de julio de 1953? Cerca de mil hombres, quizás más. Preparar un ataque contra Batista y eliminarlo era diez o veinte veces más fácil, pero nunca lo hicimos. ¿Acaso el tiranicidio sirvió una vez en la historia para hacer la revolución? Nada cambia en las condiciones objetivas que engendran una tiranía […] Nunca hemos creído en el asesinato de líderes […], no creíamos que se abolía o se liquidaba un sistema, cuando se eliminaba a sus líderes. Combatíamos las ideas reaccionarias, no a los hombres”.
27.En las montañas de la Sierra Maestra donde se desarrollaban los combates entre el ejército y los insurrectos, Batista evacuó por la fuerza a las familias campesinas para eliminar la base de apoyo de los rebeldes y los concentró en almacenes de la ciudad de Santiago. Aplicaba así los métodos del general español Valeriano Weyler durante la guerra de 1895-1898. En un editorial, la revista Bohemia denunció una “situación de tragedia” que recordaba “las épocas más oscuras de Cuba”. El semanal relató la suerte de unas 6.000 víctimas: “Es una historia dolorosa, de sufrimientos, de penas intensas. Es la historia de 6.000 cubanos obligados a dejar sus hogares, allí, en los rincones inextricables de la Sierra Maestra, para concentrarlos en lugares donde carecían de todo, donde era difícil ayudarlos, darles una cama o un plato de comida”.
28.El 29 de julio de 1957, el asesinato de Frank País, líder del Movimiento 26 de Julio en la provincia de Oriente, desató una inmensa manifestación que fue reprimida por las fuerzas batistianas, hasta el punto de que el embajador estadounidense Earl E. T. Smith se sintió obligado a denunciar “la acción excesiva de la policía”.
29.El 5 de septiembre de 1957, la sublevación de una fracción del ejército contra Batista en Cienfuegos fue anegada en sangre. Según el embajador Smith, “el factor clave para quebrar la revuelta de Cienfuegos” fue el uso de aviones “F-47 y B-26” suministrados por Estados Unidos.
30.El 29 de septiembre de 1957, el Colegio Médico de Cuba publicó un informe sobre la situación política cubana durante la XI Asamblea General de la Asociación Médica Mundial. Según éste, “los combatientes de la lucha armada que se rinden son liquidados. No hay prisioneros, sólo hay muertos. Muchos opositores no son sometidos al Tribunal de Justicia sino ejecutados con un tiro en la nuca o ahorcados. Intimidan a los magistrados y a los jueces sin que las voces de protesta sean escuchadas. La desesperanza se difunde entre los jóvenes que se inmolan en una lucha desigual. El que es perseguido no encuentra refugio. En la embajada de Haití, diez solicitantes de asilo fueron asesinados por la fuerza pública […]. La prensa está totalmente censurada. No se permite la información periodística, ni siquiera por parte de agencias internacionales […]. En los locales de los cuerpos represivos de la policía y del ejército, torturan a detenidos para arrancarles por la fuerza la confesión de presuntos delitos. Varios heridos presentes en las clínicas y hospitales fueron llevados por la fuerza y aparecían varias horas después asesinados en las ciudades y en el campo”. El Washington Post y Times Herald señalaron que “los médicos cubanos son víctimas de atrocidades, incluso de asesinato por curar a rebeldes cubanos”.
31.En 1958, además de apoyar al régimen de Batista, Estados Unidos enjuició y encarceló a Carlos Prío Socarrás, presidente legítimo de Cuba, refugiado en Miami, bajo pretexto de violar las leyes de neutralidad del país. Éste intentaba organizar una resistencia interna contra la dictadura.
32.En cuanto a la libertad de prensa, Estados Unidos presenta a la Cuba prerrevolucionaria con una mirada positiva. Así, afirma, “antes de 1959, el debate público era vigoroso: había 58 periódicos y 28 canales de televisión que proporcionaban una pluralidad de puntos de vista políticos”. Los documentos de la época y los hechos contradicen esta afirmación. En efecto, un informe de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) publicado en 1957 calificó de “antidemocrático al gobierno del Presidente Fulgencio Batista de Cuba, pues este gobierno no respeta la libertad de prensa”. De hecho, la censura en la prensa se aplicó durante 630 días de los 759 que duró la guerra insurreccional entre el 2 de diciembre de 1956 y el 1 de enero de 1959.
33.Bajo Batista, la corrupción era endémica. “Los diplomáticos informan incluso de que si siempre hubo corrupción gubernamental en Cuba, nunca fue tan eficaz y generalizada como bajo el régimen del Presidente Fulgencio Batista”, precisaba el New York Times.
34.Batista estaba íntimamente vinculado a los elementos de gansterismo tales como Meyer Lansky o Luigi Trafficante Jr. Sus primeros contactos con la mafia se remontaban a 1933 cuando se autoproclamó coronel y se le acercaron Charles “Lucky” Luciano y Santo Trafficante senior. El mundo del juego, sumamente lucrativo, estaba controlado por Lansky, número dos de la mafia estadounidense, ‘uno de los principales gánsteres de Estados Unidos”, quien “había creado para el dictador Batista la organización actual de los juegos de La Habana”, según el diario francés Le Monde.
35.Estados Unidos y los partidarios del antiguo régimen presentan todavía la Cuba batistiana como “la vitrina de América Latina” de la época. La realidad es sensiblemente diferente. Las estadísticas del Banco Nacional de Cuba están disponibles para este periodo y es posible comparar la situación económica bajo el gobierno democrático del presidente Carlos Prío Socarrás y bajo el régimen militar de Batista. Así, entre 1951 y 1952, el PIB cubano aumentó un 2,52%. De 1952 a 1953, bajo Batista, el PIB cayó un 11,41%, con un alza de sólo un 0,9 de 1953 a 1954, y de un 3,5 de 1954 a 1955. Sólo en 1956, el PIB volvió a alcanzar su nivel de 1952 con 2.460,2 millones de pesos. Así, resulta imposible hablar de crecimiento económico entre 1952 y 1956. Durante dos tercios del reinado de Batista no hubo crecimiento. La mejoría sólo ocurrió a partir de 1957 cuando el PIB alcanzó la cifra de 2.803,3 millones de pesos y en 1958 volvió a bajar a 2.678,9 millones de pesos.
36.Además, las reservas monetarias cayeron de 448 millones de pesos en 1952 a 373 millones en 1958, los cuales fueron robados durante la huida de Batista y sus cómplices 1 de enero de 1959. La deuda de la nación pasó de 300 millones de dólares en marzo de 1952 a 1.300 millones en enero de 1959 y el déficit presupuestario alcanzó 800 millones de dólares.
37.La política azucarera de Batista fue un fracaso. Mientras que este sector generaba ingresos a la altura de 623 millones de pesos en 1952, bajó a 383,5 millones en 1953, 412,8 millones en 1954, 402,1 millones en 1955, 426,1 millones en 1956 y 520,7 millones en 1958. Sólo el año 1957 generó más ingresos que 1952 con 630,8 millones de pesos.