¿De qué se alimentan los cosmonautas cuándo están de misión? ¿Qué pautas y requisitos debe cumplir su 'menú espacial'? Tal es la importancia de su dieta, que universidades y empresas de todo el mundo participan en su desarrollo.
Este martes fue lanzada desde Baikonur la nave de carga Progress M-26M, la primera de este año, con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI) con combustible, oxígeno y comida. La encargada de proveer de alimentos a los cosmonautas ha señalado que estos han pedido cebolla, manzanas y naranjas, además de mayonesa y mostaza.
Pero, ¿cómo se realiza y en qué se basa la elección del menú?
“Nunca podría imaginar estar en el espacio y comer algo que no me gustase. Nosotros, los cosmonautas, probamos primero el menú en la Tierra y lo elegimos casi siempre medio año antes del vuelo”, afirma el cosmonauta Andréi Borisenko, que ha estado al frente de varias misiones y ha pasado más de 160 días en el espacio, probando más de 300 menús distintos.
Foto: RTEl peso y el volumen de la comida espacial es un factor que se debe tener en cuenta, ya que por tamaño en la nave no entran más de 4 400 kilos y el costo de poner un kilo de alimento en órbita asciende a 20 000 dólares aproximadamente.
Por eso, generalmente los fabricantes de comida espacial trabajan para reducir el peso de la dieta al máximo, sin escatimar en nutrientes y sabores.
“En otoño después de la cosecha, preparamos los purés de cereza y manzana. Los zumos son naturales y siempre utilizamos la misma receta”, cuenta Liubov Miniayeva, técnica de la fábrica experimental de nutrición espacial rusa Biriulevski. Los procesos de esterilización de productos son particulares para cada uno de ellos y son los cosmonautas los que eligen su 'menú espacial' en función de las opciones que se les presentan.
Debido a la peculiaridad del entorno de gravedad cero en el que estos manjares son consumidos, es necesario llevar a cabo ciertas medidas preventivas. “Sí que tenemos mucho cuidado con las migas. Al flotar, pueden entrarte por la nariz o por los ojos. Puedo contarte que por suerte nunca hemos sufrido semejante problema ahí arriba”, revela Borisenko.