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General: Vamos por más : la recuperación de los Ferrocarriles
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De: Gran Papiyo (Mensaje original) |
Enviado: 24/02/2012 02:57 |
Ayer se cerró un ciclo
No hay obituarios en los diarios tamaño sábana ni ataúd lujoso para el medio centenar de muertos de la tragedia ferroviaria de Once. No hay porque el racimo humano apiñado en ese primer vagón fatal era carne de horarios y maltrato frecuente, esperando bajar para saltar el molinete y poner en marcha el país de todos los días, desde el anonimato de sus labores indispensables. Personas que habitualmente llegan tarde a sus trabajos, después que sacan boleto y les dicen –a veces les dicen– que el tren que esperaban nunca llegará al andén de sus vidas. Madres que dejan a sus hijos solos. Hijos que van a la escuela como pueden. Obreros que inundan las obras. Mujeres que limpian baños ajenos. Estudiantes que quieren progresar. No. Los muertos de ayer no tendrán obituario en La Nación, ni nada que se le parezca: porque los muertos de ayer eran trabajadores.
Me pregunto si somos capaces de comprender la verdadera dimensión humana de esta tragedia. Anoche hubo abrazos que no se pudieron dar, labios que no volvieron a besar, promesas que jamás se cumplirán, citas a las que alguien seguro va a faltar, porque un tren de morondanga, una lata de sardinas sin mantenimiento, del que los pasajeros suelen bajarse por las ventanillas, se estrelló contra el retén final de las vías a 20 km por hora en una de las estaciones terminales más importantes de la Argentina.
Me pregunto, también, si somos capaces de comprender la verdadera dimensión política de esta tragedia. Ayer se cerró el círculo del menemismo ferroviario, inaugurado en los ’90 con la maldita frase “ramal que para, ramal que cierra”, que Néstor Kirchner desafió en 2004, cuando le sacó la concesión a Sergio Taselli, del Metropolitano, que operaba los ramales Roca y San Martín. La gestión estatal, aún con dificultades, mejoró ese servicio. Los privados, esos mercaderes elevados a categoría de salvadores de la patria por Cavallo, Dromi y Pedraza fracasaron, sólo convirtieron vagones que alguna vez fueron orgullo del patrimonio público en féretros de los propios usuarios.
Fueron casi 20 años de destrucción, desidia y abuso de subsidios estatales para terminar en el desastre más grave de los últimos 80 años, en el corazón mismo de la Capital de todos los argentinos. Revisar los informes de la Auditoría General de la Nación sobre el servicio de la concesionaria TBA, del Grupo Cirigliano, permite advertir que todo esto ya estaba advertido. Se trata del mismo grupo, dueño de trenes y colectivos, que puso reparos a la instalación del SUBE, instrumento clave para que el Estado comience a controlar en serio y deje de subsidiar empresas rapaces y comience a hacerlo con personas de carne y hueso. Tres años le llevó al Estado poder concretarlo. Tres años. Y lo está haciendo.
Los carroñeros que hacen política con la muerte ajena hoy tienen el banquete servido. Al kirchnerismo del 54% le queda salir del fangoso laberinto propuesto por arriba, asumiendo sin vueltas su rol de enterrador del neoliberalismo y sus leyes, tanto las escritas como las tácitas, si no quiere ser víctima de las esperanzas que él mismo ha generado en tres gobiernos consecutivos con indudables logros de gestión, aprobados por las mayorías populares.
Ayer, en Once, con 50 trabajadores fallecidos y casi 700 heridos, murió también esa suerte de híbrido heredado de sistema ferroviario agonizante con parches agregados para garantizar que la gente llegue al trabajo en tiempos necesarios de reactivación, porque ayer esa misma gente no llegó al trabajo. En homenaje a esas víctimas que no aparecerán en los obituarios melosos del diario de los Mitre, lo mínimo que puede hacerse es recuperar los trenes para la sociedad de una vez por todas. Como en 2004.
Ayer se cumplió un año de la detención de Pedraza por el crimen de Mariano Ferreyra. Una sala de la Cámara de Casación acaba de confirmar que deberá estar preso hasta el juicio oral. El gobierno en su momento puso en tensión toda la alianza sindical para garantizar que no haya impunidad y vaya a la cárcel. Allí está y allí se queda.
En ese coraje, en esa valerosa decisión, se vieron reflejados millones de argentinos anónimos que todos los días sólo quieren saltar el molinete, trabajar en paz y volver a su casa, sanos y salvos, para abrazar a sus hijos y decirles que este, nuestro país, aún vale la pena.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)
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"Compañeras, creo que ayer y hoy son dos días muy tristes. Y seguirán siendo tristes para todos. No es un simple accidente de tren. Es algo que tiene que ver mucho más allá, que tiene que ver con nuestras clases sociales. Los poderosos nunca pagan por lo que hacen. Y siempre las muertes son nuestras. Los pobres y los trabajadores. Ellos no viajan en tren, ellos viajan en sus grandes autos" ... "Impresionante y bárbaro el trabajo de los médicos, de los bomberos, de la policía, del SAME, de los helicópteros. Y de la gente y de los médicos que vinieron de su casa, que no correspondían a ningún hospital, pero que se pusieron el delantal, los enfermeros y vinieron a socorrer. De ellos tenemos que estar orgullosos porque los socorrieron a tiempo, y a veces se salva la vida por un minuto, por dos minutos. A ellos los felicitamos. A ellos les mandamos un abrazo desde aquí. Y un abrazo también a todas las familias"
(Hebe de Bonafini)
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo) |
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De: Matilda |
Enviado: 25/02/2012 00:45 |
Los Cirigliano, dueños de TBA, y su último gran negocio con el Gobierno
El contacto directo con De Vido sirvió para que los empresarios encargados del tren que mató a 50 personas en Once cerraran acuerdos con Qatar. Fotos.
23.02.2012 | 18:06
De Vido firma. Detrás, aplauden Cristina Kirchner y su hija Florencia. | Foto: Cedoc
La directa relación de los hermanos Claudio y Mario Cirigliano con el ministro de Planificación, Julio De Vido dio los resultados esperados. El último fue un gran negocio con Qatar cerrado en enero de 2011. A través de Cometrans Qatar (filial de la empresa argentina), los Cirigliano diseñaron un proyecto para que Argentina importe 8 millones de dólares diarios de gas. Y lograron llegar a un acuerdo.
En 2009 crearon la empresa en tierras árabes con el objetivo de entrar en un mercado que atrae capitales de todo el mundo. Hasta allí viajaron para proyectar, con el CEO de Qatargas Faisal Al Suwaidi, la importación de 25 millones de metros cúbicos de gas por día, tras la instalación en la Argentina de una planta de regasificación en el sur del país, según informó en su momento la revista Fortuna.
Quien presentó la propuesta no fue un experto en el sector, sino en transporte: Claudio Cirigliano, titular de una de las compañías del sector más grandes del país. El gas producido en las plantas va hasta los barcos metaleros en trenes especiales, algo que Qatar no tiene para satisfacer el mercado. “No parece casualidad que haya sido Cirigliano quien acercara el proyecto, cuando ellos están dedicados a los transportes y a la construcción de sistemas ferroviarios”, aportaron en una de las empresas del sector.
Cometrans Qatar, está construyendo un sistema ferroviario de 2.177 kilómetros para la región de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. En Qatar firmaron un acuerdo con Aamal Company QSC (Aamal) en enero de 2010
Crecimiento. Los Cirigliano comenzaron con la concesión de dos líneas de colectivos urbanas, la 61 y la 62. Es Claudio Cirigliano el presidente de la compañía y quien logró el contacto directo con Carlos Menem en los ´90. En 1994 obtuvieron de adjudicación de la concesión a TBA. Aquel primer contrato comprometía al Estado a aportarle unos 70 millones de pesos a lo largo de diez años, a cambio del compromiso de reacondicionamiento de 219 coches en el Sarmiento y 143 en el Mitre.
El negocio siguió aumentado. Los Cirigliano no se quedaron sólo en los vagones. Vieron el beneficio de la construcción de material de transporte por encargo. Con TATSA como fabricante de colectivos y Emfersa para construir vagones de dos pisos, otra vez se puso en línea para lograr financiamiento del Estado para producir bienes que el Estado le compraría y que luego ofrecería para que exploten sus propias empresas.
Cometrans controla las firmas TBA (trenes), Emfer (industrias ferrovarias), TAT (automotriz) y Baires Ferrovial (construcciones e infraestructuras ferroviarias) y tiene inversiones en Miami. Si bien a ningún Cirigliano le gusta aparecer en los medios, las investigaciones de la Justicia en torno a Jaime hicieron que la lupa cayera sobre ellos.
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De: Matilda |
Enviado: 25/02/2012 00:46 |
Mariano Ferreyra y la masacre de Once
Escrito para Argenpress
Las 50 víctimas fatales y más de 600 heridos que acaba de cobrarse el règimen del ferrocarril privatizado nos remiten a la mañana del 20 de octubre de 2010. Ese día, una patota al mando de la burocracia de la Unión Ferroviaria asesinaba a Mariano Ferreyra y le propinaba heridas gravísimas a nuestra compañera Elsa Rodríguez. Para ejecutar el crimen, contaron con el concurso del aparato policial que liberó la zona, así como del concesionario del ferrocarril Roca (UGOFE), habilitando permisos laborales para los miembros de la patota criminal.
View Image Details]" target="_blank" href="http://po.org.ar/files/images/MARIANO-PAGINA-PO-NOVIEMBRE.jpg">Un año y medio después ¿no es ese mismo triángulo corrupto –empresarios, burócratas, Estado- el responsable de la masacre de Once?
Tenemos, en primer lugar, al concesionario ferroviario –Grupo Cirigliano. Mientras TBA languidece en la desinversión y la falta de mantenimiento, Cirigliano compró una parte sustancial del transporte público de pasajeros. En la zona Oeste del Gran Buenos Aires, se quedó con su principal línea de colectivos–la ex TDO. Por lo tanto, y junto al Sarmiento, el grupo ha monopolizado el transporte público de la zona. La cuenta es sencilla: los subsidios entregados para el Ferrocarril fueron desviados para financiar esta monumental concentración empresarial contra los usuarios. Del mismo modo, los Roggio, Taselli y otros se servían de subsidios millonarios. Mientras tanto, los usuarios eran sometidos a la destrucción del servicio. Y los trabajadores, a la precarización laboral y a la tercerización.
La burocracia sindical ha sido socia del vaciamiento. A cambio de avalar el desguace ferrroviario, los burócratas lograron convertirse en empresarios o gerentes. Ello, como accionistas de las concesiones privadas (Belgrano Cargas) o como propietarios de las cooperativas truchas, a través de las cuales emplearon trabajadores con salarios muy inferiores a los del convenio. En estas horas, Caminos, uno de los dirigentes de La Fraternidad, acaba de pedir la creación de “una comisión regulatoria ferroviaria con participación de los sindicatos”. ¡Qué impostura! Si nada menos que Antonio Luna, dirigente de La Fraternidad, está al frente de la subsecretaría de Transporte Ferroviario. La burocracia pide “participar” del ferrocarril… que cogerencia. De cara a la masacre de Once, intentan borrar su responsabilidad en el desquicio ferroviario.
El tercer vértice es el Estado y el gobierno que “organizaron” el vaciamiento. El kirchnerismo consolidó el régimen de concesiones ferroviarias que parió el menemismo, y atornilló a la patria contratista a los rieles. La “emergencia ferroviaria” de Duhalde y Kirchner llevó esta privatización a su variante más confiscatoria. De un lado, el Estado asumiendo los gastos de mantenimiento y de inversiones. Del otro, los parásitos privados, asegurando los beneficios de los `90 con subsidios estatales. Mientras malversaban el patrimonio público con compras de material inservible, Jaime primero y Schiavi después, hacían la vista gorda ante todos los incumplimientos de los concesionarios. En cambio, no se privaban de perseguir a los luchadores y delegados que denunciaban el vaciamiento.
El desastre ferroviario pone de manifiesto los límites sociales insuperables del kirchnerismo. Ahora que la crisis capitalista ha colocado en cuestión al régimen de los subsidios, el gobierno ensaya una nueva variante de rescate de los privatizadores, los boletazos o tarifazos. Bajo las actuales condiciones, la suba del boleto de colectivo o de tren premiaría, principalmente, a los responsables de la masacre de Once.
Para que siga este triángulo de corrupción y negociados, Mariano Ferreyra fue asesinado.
Pedraza está preso. Pero los intereses que financian a su patota siguen manejando la gestión del ferrocarril. Bajo el kirchnerismo, los accidentes en las vías ya han acumulado 70 muertos y 1000 heridos.
Por Mariano, hemos reclamado que vayan al banquillo todos los responsables –patota, policía y funcionarios, empresarios.
A ellos mismos, la masacre de Once también los coloca en la picota: juicio y castigo a los culpables. Por la renuncia inmediata de Schiavi y Luna. Que los privatizadores sean apartados del ferrocarril, sin antes responder con sus patrimonios por el vaciamiento incurrido. Que el ferrocarril sea reestatizado, bajo la gestión directa de sus trabajadores.
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De: Matilda |
Enviado: 25/02/2012 00:49 |
Los dueños de TBA, un grupo siempre favorecido por el calor del poder político
23-02-12 00:00 Los Cirigliano controlan un entramado de sociedades que operan desde las líneas Sarmiento y Mitre hasta 40 empresas de colectivos y micros de larga distancia y otras ocho firmas. Por año, reciben subsidios por $ 150 millones
Andrés Sanguinetti Buenos Aires
Las dos últimas grandes tragedias ferroviarias de la Argentina fueron protagonizadas por una de las empresas del Grupo Cirigliano. Se trata de Trenes de Buenos Aires (TBA), a cargo de la concesión de dos ramales que desde 1995, pleno gobierno de Carlos Menem, explotan la concesión de las líneas Mitre y Sarmiento y transportan el 40% de los pasajeros de trenes en el área metropolitana. Precisamente, dos formaciones del Sarmiento fueron las responsables del terrible accidente de ayer en Once, que dejó 49 muertos y 600 heridos; y del ocurrido en septiembre de 2011, en la estación Flores, que embistió un colectivo y provocó 11 muertes y más de 400 heridos. Pero TBA es una de las herramientas que los hermanos Claudio y Mario Cirigliano diseñaron para recibir favores del Estado y subsidios que en 2011 arañaron los $ 150 millones. Este grupo, donde Roque Cirigliano, uno de los primos de los hermanos Claudio y Mario, es director de Material Rodante y Nuevos Servicios, o quien debe controlar el estado de las formaciones, ha sabido generar fuertes vínculos políticos desde los años 90. Sus relaciones con el poder político de turno les permitieron crecer de manera significativa en dos décadas, aumentar su patrimonio y el tamaño de sus negocios. Desde 1993 pasaron de controlar dos líneas de colectivos (la 61 y la 62), a ser uno de los mayores holdings de transporte de pasajeros. Además de TBA, opera 40 líneas de colectivos en Capital Federal, Bahía Blanca y La Pampa, a través de Grupo Plaza, también dueña de micros de larga distancia. Poseen empresas dedicadas a ofrecer servicios ferroviarios y de colectivos; una agencia de turismo, su propia tarjeta SUBE llamada Ticketrans, y hasta una fabricante de conversores para la TV digital del Gobierno. Su auge arrancó luego de que Carlos Menem los beneficiara con la concesión de TBA. Ganaron la licitación con Consorcio Metropolitano de Transporte (Cometrans), cuyo principal accionista es Grupo Plaza. También en 1993, el menemismo le otorgó la explotación de la ex Fábrica Militar General San Martín, ubicada en esa localidad bonaerense. Allí operan dos empresas de los Cirigliano: Emprendimientos Ferroviarios (Emfer), y Tecnología Avanzada en Transporte (Tatsa). La primera fabrica y repara vagones, y la segunda desarrolla carrocerías para micros. Pero su crecimiento también se dio durante la Alianza. Claudio y Mario Cirigliano fueron invitados a una reunión mantenida por el ex presidente Fernando de la Rúa el 6 de marzo de 2001 con empresarios para presentar en sociedad a su entonces ministro de Economía, Ricardo López Murphy. Y acompañaron a De la Rúa a una gira por Canadá y China. Tras la caída de la Alianza, se beneficiaron de una medida clave del ex presidente Eduardo Duhalde. En octubre de 2002, firmó un DNU decretando la emergencia ferroviaria, norma que se mantiene hasta la fecha y bajo la cual se repartieron millonarios subsidios a las empresas del sector con la excusa de compensar los efectos de la pesificación y la devaluación. Este decreto fue acompañado por una resolución del Ministerio de la Producción, entonces en manos de Aníbal Fernández, aprobando los programas de emergencia presentados por TBA y otras empresas del sector. Ya en 2003, y tras la asunción de Néstor Kirchner, los hermanos Cirigliano siguieron acumulando beneficios. Fuentes sindicales, calculan que en casi 10 años de gestión K recibieron un promedio de $ 140 millones anuales en concepto de subsidios para TBA y el Grupo Plaza. Y desde 2007, los Cirigliano forman parte de una unidad operativa llamada UGOFE, junto a Ferrovías y Metrovías que, en nombre del Estado, explota los servicios de las líneas de trenes San Martín, General Roca y Belgrano Sur, que le fueron quitados por deficiencias y quejas de los usuarios a Sergio Taselli, otro empresario vinculado al mundo K en el negocio del transporte de pasajeros. De esta forma, queda claro que el principal ingreso de las empresas del Grupo Cirigliano se nutre de las relaciones con el Estado mediante la acumulación de dinero oficial a través de la compensación tarifaria y el subsidio al combustible. Por estos mecanismos, los micros del Grupo Plaza y los trenes de TBA obtenían hasta principios de este año, un precio diferencial del gas oil y millones de pesos para equilibrar la diferencia entre lo que pagan los pasajeros por el boleto ferroviario y lo que reciben las concesionarias. Ambos mecanismos han sido desactivados por el gobierno de Cristina Kirchner. Habrá que esperar ahora, cuál será el futuro de la concesión ferroviaria de TBA a la luz de los 49 muertos y 600 heridos de ayer.
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QUE TRISTEZA QUE SIENTO |
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Caballero está muy preocupado por si La Nación le da un obituario o no a las víctimas de la tragedia de Once y no dice nada sobre un gobierno que permitió la desinversión y el despilfarro de los subsidios por parte de la empresa de los Cirigliano, los verdaderos causantes de la tragedia, aún hoy no han renunciado ni el Secretario de Transporte, ni el Ministro de Planificación, ni hicieron ningún anuncio con respecto a futuros cambios en el servicio y la concesión. Se ve que 50 muertos es poca cosa para este gobierno, tal vez con 200 se animaban y tomaban medidas más enérgicas, pero claro LO IMPORTANTE ES EL OBITUARIO DE LA NACIÓN. Hay que ser caradura. |
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De: anelita |
Enviado: 27/02/2012 20:39 |
Es bastante triste ver que no solo en una nación, sino que caray en todo el mundo se cuecen habas. Los pobres mas pobres y los ricos mas ricos. No tienen llenadero, entra mas poder y dinero mas quieren, seguramente se van a llevar el dinero y el poder a la tumba para negociar con la muerte mmmmmmmmmm.
SALUDOTES REVOLUCIONARIOS
ANELITA |
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Miércoles, 21 de agosto de 2013
Reestructura el Gobierno la administración del sistema ferroviario de pasajeros para ampliar su injerencia en la gestión
Un paso más cerca del control de los trenes
Cinco años después de puesto en marcha el reordenamiento ferroviario, el Gobierno dio un paso fundamental para iniciar el traspaso de la gestión de los trenes de pasajeros al Estado. Sofse será el organismo estatal encargado de prestar los servicios.
Por Tomás Lukin
Los ramales Roca (foto), San Martín y Belgrano Sur quedarán bajo la órbita de Sofse. El Sarmiento y el Mitre tendrían el mismo destino.
El Estado avanzará en la recuperación del control sobre el sistema ferroviario metropolitano de pasajeros. La estatal Sociedad Operadora Ferroviaria (Sofse) pasará a ser la encargada de prestar los servicios de transporte en los ramales Roca, San Martín y Belgrano Sur, mientras que la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) se ocupará de las obras en ejecución y futuras inversiones en esos recorridos. La decisión será presentada hoy en el Boletín Oficial, mediante una resolución del Ministerio de Interior y Transporte. Los cambios no representan la reestatización de los trenes. El Gobierno mantendrá el esquema vigente de operadores privados. El funcionamiento continuará a cargo de la Ugofe que conforman las empresas Ferrovías, del grupo Emepa, y Metrovías, del holding Roggio. Desde la Casa Rosada explicaron ayer que se trata de una medida administrativa que mejorará la capacidad gestión, control e intervención del Estado y limitará las prerrogativas de las firmas privadas. En los próximos meses se avanzará en el mismo sentido con el resto de los servicios suburbanos.
La Ley de Reordenamiento Ferroviario de 2008 creó dos empresas estatales: la Sofse, para hacerse cargo de la prestación del servicio, y la ADIF, para administrar la infraestructura e inversiones del sistema. El ambicioso proyecto, inspirado en la recuperación del ferrocarril español, buscaba la reunificación de todo el sistema con el Estado como una figura de peso. Ese proceso no avanzó y hasta la tragedia de Once, la política ferroviaria continuó relegada, profundizando el estado de abandono del sistema metropolitano de trenes y convalidando las estructuras abusivas de poder empresarias y sindicales. La medida que se conocerá hoy implica comenzar a implementar esa legislación (ver aparte).
Hasta ahora, la Sofse estaba encargada de operar –en algunos casos con escasa frecuencia– trayectos menores en el interior del país como el ramal Lincoln-Realicó, un recorrido interurbano en Salta, otros tres en Chaco y recientemente se sumó el Tren de la Costa. Por eso, aunque no se trate de un objetivo de corto plazo, en el equipo de Interior y Transporte enfatizan que el impulso a la Sofse le permite al Estado recuperar parte de sus capacidades perdidas después de décadas de abandono en materia ferroviaria, para “avanzar cuando sea necesario en la reestatización del sistema”. La decisión de revitalizar ambas empresas estatales llegó después de que, dos meses atrás, fueran desplazados de su conducción todos los representantes del sector gremial y sus cargos ocupados por funcionarios de confianza del ministro Florencio Randazzo.
La Sofse está facultada para “asumir por sí, por intermedio de terceros o asociada a terceros, la prestación de los servicios ferroviarios, de pasajeros o de carga que se le asignen”. Desde hoy tendrá asignados los ramales Roca, San Martín y Belgrano Sur que transportaron el 56 por ciento de los pasajeros en 2012. Sin embargo, en el corto plazo, la firma estatal conservará el esquema vigente de operadores privados. La resolución brinda un plazo de 90 días para readecuar los contratos con las empresas encabezadas por Aldo Roggio y Gabriel Romero.
“Es un cambio institucional no menor para, de ser necesario, tomar la decisión de recuperar el control estatal de los ferrocarriles. Implica avanzar con la revitalización de la estructura y capacidades estatales. En la medida en que se comprometan en la mejora del servicio, las empresas privadas van a continuar operando los ramales y adecuarán sus contratos con la Sofse. Pero no vamos a dudar en desplazarlos si no cumplen con sus obligaciones”, afirmaron a Página/12 fuentes de Interior y Transporte. Si bien no descartan la estatización, el Gobierno “prefiere” que las firmas privadas conserven la operatoria de los trenes aun cuando existen tensiones con esos grupos empresarios y los sindicatos.
En los próximos meses, se realizarán las mismas adecuaciones con la UGOMS, la unidad de gestión a través de la cual las compañías de los holdings Emepa y Ro-ggio operan las precarias e inseguras líneas Mitre y Sarmiento. Todavía está bajo análisis, pero lo más probable es que los ramales todavía concesionados Belgrano Norte y Urquiza a cargo de Ferrovías y Metrovías, respectivamente, seguirán el mismo camino y adecuarán sus formas.
¿Qué cambiará?
En Interior y Transporte afirman que la medida permitirá controlar mejor aspectos del día a día que hoy están fuera de su alcance, como las frecuencias y la celeridad en algunas obras estratégicas. También facilitará, sostienen, aspectos administrativos relevantes. “Amplía la potestad del Estado en la gestión diaria de los ferrocarriles metropolitanos, así como en la definición de las obras a realizar”, argumentaron en el equipo del ministro Florencio Randazzo. De todas formas, reconocen que para observar mejoras en aspectos como las frecuencias es necesario avanzar en las obras de reparación de vías, pasos a nivel, la renovación de la señalización y, fundamentalmente, la incorporación del nuevo material rodante adquirido a firmas estatales chinas.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo) |
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