La fiscalía sueca suspendería tres de las cuatro investigaciones sobre la conducta sexual de Assange, dado que prescriben este 18 de agosto y no se le ha tomado declaración, requisito esencial en la Justicia de ese país para acusarlo.
Página/12 En Gran Betaña
La madeja del caso Assange empieza a desenredarse. La fiscalía sueca anunció que suspendería tres de las cuatro investigaciones sobre el fundador de Wikileaks dado que prescriben este 18 de agosto y no se le ha tomado declaración, requisito esencial en la Justicia de ese país para acusarlo formalmente. Lejos de celebrarlo, Julian Assange se declaró “muy decepcionado” con la Justicia sueca. “Soy inocente. Ni siquiera me han acusado. Desde un principio ofrecí soluciones simples. Que vinieran a la embajada ecuatoriana a tomarme declaración o que prometieran que no me enviarían a Estados Unidos si iba a Suecia. La fiscalía sueca me negó ambas posibilidades. Ni siquiera me dio la chance de formular una declaración escrita”, señaló desde la embajada de Ecuador en Londres.
Nadie quedó del todo conforme con el anuncio de la fiscalía que añade un punto más de oscuridad a un caso con más sombras que luces. La fiscal sueca Marianne Ny apuntó a Assange por lo sucedido. “Julian Assange ha permanecido voluntariamente lejos de la Justicia refugiándose en la embajada ecuatoriana. Ahora que el plazo de prescripción ha terminado para algunos de los presuntos crímenes, me veo obligada a suspender la investigación preliminar. Esto significa que la investigación de los hechos queda inconclusa debido a que no ha prestado testimonio”, dijo Ny.
En 2010 dos mujeres denunciaron a Assange. La Justicia sueca, luego de tomar testimonio a Assange, desestimó las denuncias, pero unas semanas más tarde la fiscal Marianne Ny decidió reabrir el caso. Las tres investigaciones que prescriben son por coerción y acoso sexual, pero la más seria, por “violación menor” (en sueco, mindre grov våldtäkt, traducido de varias maneras, incluyendo “sexo con sorpresa”), se puede extender hasta 2020.
En marzo de este año apareció una primera luz para la resolución del caso cuando la fiscal sueca anunció que dejaba de lado su negativa a tomarle declaración por videoconferencia o yendo a la embajada ecuatoriana en Londres. ¿Por qué no se le tomó declaración en todos estos meses? También acá hay más sombras que luces. La fiscalía sueca alega que hubo trabas administrativas para la realización del encuentro, pero tanto la embajada ecuatoriana como el equipo legal de Assange responsabilizan a los suecos del hecho.
Baltasar Garzón, que coordina el equipo legal de Assange, acusó de “oportunismo” a la fiscalía sueca y de “falta de veracidad de algunas informaciones que se refieren a la situación actual del caso”. Otro miembro del equipo legal, Jen Robinson, recordó que la fiscal fue cuestionada por la misma Justicia sueca. “La fiscalía ha tenido todo el tiempo del mundo para avanzar en este caso. La fiscal fue amonestada por la misma Justicia sueca lo que la obligó a realizar una solicitud formal que ella misma se demoró en hacer. El asesor legal sueco Thomas Olsson ha reconocido que hay serios interrogantes sobre cómo Suecia llevó adelante este caso y sobre si la investigación debería continuar”, señaló.
En Quito, el embajador británico Hugh Swire presentó una protesta formal ante el gobierno ecuatoriano por dar asilo político al fundador de Wikileaks. “Ecuador debe reconocer que su decisión de dar asilo a Assange hace más de tres años ha impedido que la Justicia siguiera su curso”, afirmó Swire en un comunicado. Gavin Mac Fayden, del Comité de Defensa de Julian Assange, señala que esta actitud del gobierno del primer ministro David Cameron significa que la estadía de Assange en la embajada ecuatoriana puede eternizarse. “Aun si se concluye el caso, el Reino Unido puede arrestarlo por pedido de Estados Unidos. De hecho ya ha declarado su intención de hacerlo incluso si Suecia abandona su investigación”, señaló.
Las vías son varias. Las autoridades británicas podrían alegar que Assange violó las condiciones de su libertad bajo fianza al refugiarse en la embajada ecuatoriana en Londres luego de que la Corte Suprema británica diera el visto bueno a su extradición a Suecia en 2012. Ningún juez británico se ha pronunciado al respecto, pero fuentes allegadas a Assange señalaron a Página/12 que varios abogados han indicado que el asilo toma precedencia sobre la libertad bajo fianza. Esto abriría otro frente judicial, pero el peligro de un arresto se mantendría igual porque, según las mismas fuentes, el Reino Unido se ha negado a confirmar o negar “si ha recibido un pedido de extradición de Estados Unidos”.
Este pedido de extradición apunta al corazón mismo del caso. En abril de 2010 Wikileaks filtró miles de mensajes secretos de embajadas estadounidenses con información sobre operaciones militares en Irak y Afganistán. Muchos políticos estadounidenses pidieron su captura, enjuiciamiento y hasta algunos anticiparon una pena de muerte. Una eventual extradición de Assange por delitos sexuales o desobedecer a la Justicia británica o “poner en peligro la seguridad de soldados estadounidenses” sería la señal que Estados Unidos quiere dar a todos los “whistleblowers” del mundo que puedan denunciar asuntos de estado de Washington.