SANTA FE, Argentina.— La multinacional estadounidense Monsanto ha violado las normas sobre el uso de sustancias agroquímicas en la provincia argentina de Santa Fe, al centro-este del país donde los cultivos se rocían a menos de 500 metros de zonas pobladas. Las siembras de soja de esta empresa se fumigan a 30 metros de las viviendas.

Los vecinos de Santa Fe, incluidos menores de edad, están expuestos las 24 horas del día al impacto del glifosato y otros herbicidas, como pesticidas.
Estas sustancias tóxicas han sido empleadas de manera que no estén previstas por las regulaciones señaladas por la ciencia o que estuvieron específicamente prohibidas por la ley. Su uso descontrolado en el mismo corazón de la zona de la producción de soja argentina es considerado por los médicos como una causa de crecientes problemas de salud que experimentan los habitantes.
Las tasas de incidencia de cáncer en Santa Fe son entre dos y cuatro veces más altas que el promedio nacional.
En la región del Chaco (noreste) las malformaciones de nacimiento se cuadruplicaron desde que el uso de la biotecnología sofisticada de Monsanto se disparara en los últimos años del siglo pasado.
Un estudio del Gobierno argentino encontró niveles alarmantes de contaminación agroquímica en la tierra y en las fuentes de agua potable. Un 80 % de los niños examinados tenían rastros de pesticidas en la sangre.
Monsanto, una de las corporaciones más detestadas por la comunidad de agricultores del mundo, se ha convertido a los ojos de muchos en el más fácilmente reconocible símbolo del control corporativo sobre los alimentos y la agricultura.
Esta compañía estadounidense estuvo involucrada en la creación de la primera bomba nuclear en la Segunda Guerra Mundial y operó una planta nuclear en la década de los 80 para el gobierno de Estados Unidos, precisa RT.