Ya retirada por problemas de salud de la política activa, murió la dirigente comunista española Dolores Ibárruri Gómez, conocida como La Pasionaria, en Madrid el 12 de noviembre de en 1989. Una incansable mujer que se interesó por la lucha obrera bajo la influencia de su marido, un militante socialista con el que se casó, hasta los últimos días de su muerte se mantuvo aferrada a su prosa revolucionaria, apasionada, sensible y coherente que la convirtió en símbolo de la resistencia y combatividad de la España republicana.
La Pasionera destacó también por ser una mujer autodidacta, debido a que adquirió prestigio como oradora y articulista política en su lucha revolucionaria, a pesar de no haber culminado su formación escolar.
Impresionada por el triunfo de la Revolución Bolchevique en Rusia participó junto con la agrupación socialista de Somorrostro, de la que era miembro. La división del Partido Socialista Obrero Español (Psoe) dio lugar al nacimiento del Partido Comunista de España (PCE) en 1920, del cual ella fue parte de su comité central en 1930 y en 1931 se trasladó a Madrid para trabajar en la redacción del periódico del partido, Mundo Obrero.
En los años de 1932 y 1933 su activismo de luchadora incansable la llevó a la cárcel, a pesar de ello luego de cumplir su condena fue elegida diputada por Asturias en 1936, la sublevación de los militares contra el gobierno de la República acrecentó su carisma popular, durante la Guerra Civil en 1936-1939 desplegó una gran actividad de propaganda revolucionaria.
Sin embargo, tras perder la guerra ella huyo y vivió exiliada en la Unión Soviética y desde allí, continuó su labor como representante de España en la Internacional Comunista. Su Regresó a España se dio luego de la muerte de Franco y la transición a la democracia, resultando elegida de nuevo diputada por Asturias en 1977, incluso entonces permaneció aferrada a los viejos ideales del comunismo prosoviético.