“Vade retro”, grita aterrorizada la reacción mundial, sobre todo la abanderada por el fascismo.
Después de algunos días de la semana pasada en que he soportado casi estoicamente reportajes de la 2 de TVE, muy influida ahora por el pensamiento fascista del Gobierno español, acerca de la vida y obra de Stalin, con la figura de Trotsky ensalzada y un anticomunismo desmelenado, he tomado la decisión de transcribir aquí y ahora la serie de entrevistas concedidas por el historiador estadounidense Grover Furr a The Georgian Times tras la primera quincena de septiembre de 2010.
No se trata sólo de opiniones académicas, sino de evidencias que sólo el más feroz empecinamiento ultraderechista puede negar. Quien quiera experimentar un primer contacto con la verdad estaliniana, no digo “estalinista”, hará bien en leer e incluso absorber los conocimientos que se exponen de un modo clarísimo y ameno. El video que dejo colgado al final de la entrada es una muestra de hasta qué punto la colectiva memoria de los pueblos es insobornable. Y es una memoria que, por fortuna, traspasa fronteras.
Georgian Times: Dr. Furr, buenos días. Me gustaría empezar pidiéndole que describa el enfoque que utiliza para investigar la historia de la URSS.
Grover Furr: Gracias.
Quisiera empezar diciendo que me esfuerzo, sobre todo, por ser objetivo en todas mis investigaciones. Lucho por descubrir la verdad, siguiendo las evidencias disponibles y su mejor interpretación.
Como medievalista, fui educado por buenos profesores para ser objetivo. Como los estudiantes de ciencias físicas, aprendemos a recoger todas las pruebas relevantes sobre un tema para, después, basar nuestras deducciones y conclusiones sobre estas pruebas. Supe de lo importante que es cuestionar mis propios prejuicios y decidir la verdad o falsedad de algo sobre la base de las pruebas, en vez de intentar confirmar mis ideas preconcebidas o repetir lo que académica o políticamente está “de moda”.
Cuando preparaba el doctorado, la guerra de Vietnam estaba en pleno apogeo. Poco a poco, fui descubriendo que lo que me enseñaran sobre el movimiento comunista no era objetivo, no era cierto. En cambio, era propaganda anticomunista disfrazada de investigación. Las pruebas fueron falsificadas o ignoradas.
En el transcurso de la Guerra Fría, todas las investigaciones sobre el comunismo, de la Unión Soviética y de Stalin eran terriblemente parciales, absolutamente carentes de objetividad. Esto continúa a ser así, a pesar del fin de la Guerra Fría. Las pruebas demuestran que lo que escriben casi todos los “respetables” y “principales” académicos es aún propaganda comunista disfrazada de erudición.
En mi primer libro, “Antistalinskaia Podlost-La infamia anti-Stalinista” (Moscú: Algoritm, 2007), pude demostrar que prácticamente todas las llamadas ‘revelaciones’ sobre Stalin y Lavrentii Beria, otro georgiano, son falsas. Publique todas las pruebas, ya fuera en el libro o en Internet, en la página web que aparece en el libro.
Actualmente continúo en la misma batalla: descubrir la verdad, basándome en las mejores pruebas, independientemente de estas ser “aceptable” o “políticamente correcta”. Es agradable, incluso divertido. Y proporciona resultados sorprendentes.
GT: Muchos políticos y académicos, incluso muchos en Georgia, afirman que con la firma del Pacto Ribbentrop-Molotov, el 23 de agosto de 1939, la URSS acordó con la Alemania de Hitler invadir Polonia y, por tanto, consideran a la URSS agresora. ¿Es así?
GF: No. En 1939 ningún país en el mundo consideraba a la URSS como un agresor. Todos los Aliados, y la Liga de las Naciones, aceptaban las alegaciones soviéticas, que eran la defensa de sus fronteras y permanecer neutral en la guerra germano-polaca. Polonia y su pueblo fueron abandonados por sus dirigentes políticos y militares.
La posición del gobierno soviético era que el estado polaco había colapsado. Incluso rechazando esta alegación concreta, los argumentos soviéticos siguen a ser correctos. En 1958, en plena Guerra Fría, un experto estadounidense en Derecho Internacional, George Ginsburgs, persona poco amiga de la URSS pero un estudioso objetivo -algo poco común en esa época y actualmente- determinó que las acciones de los soviéticos respetaban el derecho internacional (American Journal of International Law, enero de 1958).
Los que afirman que la URSS no tenía derecho a enviar tropas a Polonia están diciendo que los soviéticos tenían que permitir el avance del ejército alemán hasta las fronteras anteriores a 1939. Ningún estado en el mundo actuaría de ese modo. Ni lo demandó la legislación internacional.
Repito: no existió agresión soviética contra Polonia. Los lectores interesados pueden leer el artículo que escribí en 2009 “¿Invadió la Unión Soviética Polonia en septiembre de 1939?”, disponible en www.tinyurl.com/furr-mlg09 .
GT: ¿Que sucede con los Juicios de Moscú? Casi todas las autoridades políticas y académicas opinan que Stalin inventó los cargos contra inocentes acusados en los Juicios de Moscú y en el “Asunto Tujachevsky”.
GF: Todas las pruebas existentes apoyan la posición contraria: que los acusados eran culpables, como mínimo, de lo que confesaron. No “la mayoría de las pruebas”, TODAS apuntan a su culpabilidad.
Los “principales” académicos, incluyendo a los trotskistas, dan por hecho que los acusados eran inocentes. Pero esto es así porque imponen sus prejuicios políticos sobre las investigaciones. Sus conclusiones no son producto de las pruebas.
Las autoridades rusas siguen manteniendo todos los informes sobre los acusados en los Juicios de Moscú como “alto secreto”. De todas formas, con el tiempo, mucho material fue filtrado. Tenemos suficientes pruebas contra Nikolai Bujarin, principal acusado en los Juicios de Moscú, y sobre el llamado “Asunto Tujachevsky”, que implicaba a altos mandos militares, para estar convencidos de su culpabilidad.
En el transcurso del año que viene, mi colega Vladimir L. Brovov, residente en Moscú, y yo publicaremos un trabajo en el que mostramos que el informe “rehabilitador” de febrero de 1988, en el que se declara inocente a Bujarin, fue falsificado deliberadamente por las autoridades soviéticas en la época de Gorbachov. Este trabajo reproduce suficientes pruebas, secretas en aquella época pero disponibles ahora, que muestran que Bujarin era culpable y que las autoridades soviéticas lo sabían, pero prefirieron encubrirlo.
Por ahora, los lectores pueden consultar nuestro artículo de 2007 en la revista rusa Klio (St. Petersburgo) en www.tinyurl.com/bukharin [Nota: Este es el enlace de la versión rusa. Para una versión en inglés: www.clogic.eserver.org/2007/Furr_Bobrov.pdf ].
Trotski fue un acusado ausente en los Juicios de Moscú. Fue acusado de “terrorismo” -conspiración para el asesinato de Stalin y otros líderes soviéticos- y de colaborar con la Alemania nazi y con el Japón militarista para tomar el poder en la URSS.
En abril de 2010 publiqué “Evidence of Leon Trotsky’s collaboration with Germany and Japan”.
Con las pruebas delante solo existe una conclusión: Trotski era culpable.
GT: ¿Pero que tiene que decir al respecto del asesinato del líder del Partido en Leningrado, Sergei Kirov, en diciembre de 1934? Sin duda, o fue el propio Stalin quien lo planificó o usó cínicamente la teoría de un pistolero enloquecido y solitario para deshacerse de sus enemigos políticos.
GF: Jrushchov quería “probar” que Stalin asesinara a Kirov. Cuando incluso sus deshonestos investigadores no fueron quien de conseguirlo, ideó la teoría del “pistolero solitario” para afirmar que Stalin “usó” cínicamente el asesinato de Kirov para “incriminar” -acusación falsa- y ejecutar sus enemigos.
Todo esto es falso. Las evidencias que tenemos solo son compatibles con la hipótesis de que Kirov fue asesinado precisamente por los opositores clandestinos, como ellos confesaron en el juicio y en los interrogatorios preliminares, algunos de ellos ya disponibles.
GT: Casi 700.000 personas fueron ejecutadas en el período del “Gran Terror” entre 1937 y 1938. ¿Todos eran “culpables” de algo? ¿Y de no ser así, como se explica una masacre así?
GF: En el año 2005 publiqué un ensayo en dos partes: “Stalin e a Loita pola Reforma Democrática”
Desde entonces, tenemos más pruebas da “Ezhovshchina” (a veces llamado el “Gran Terror”, desde que esta expresión tituló un libro deshonesto, pero influyente, de Robert Conquest).
Ahora puedo enseñar a los lectores un resumen de estas conclusiones con enlaces a las pruebas (en la traducción inglesa) en www.tinyurl.com/ezhovshchina .
Las recientes evidencias confirman que Nikolai Ezhov, jefe del NKVD de 1936 hasta finales de 1938, conspiró también con los alemanes. Como los derechistas y los trotskistas, Ezhov y sus principales colaboradores en el NKVD contaban con una invasión de Alemania, Japón y otros países capitalistas. Torturaron a mucha gente inocente para que confesasen crímenes capitales por los que serían fusilados. Ejecutaron a muchas personas por motivos falsos o sin motivos.
Ezhov pensaba que con estos asesinatos masivos de inocentes levantarían a buena parte de la población soviética contra el gobierno. Creando así las condiciones para rebeliones internas contra el gobierno soviético cuando Alemania y Japón atacaran.
Ezhov mintió a Stalin, al Partido y a los líderes gubernamentales sobre todo esto. Las realmente terroríficas ejecuciones masivas, de casi 680.000 personas entre 1937 y 1938, eran, la mayoría, injustificables ejecuciones de inocentes cometidas deliberadamente por Ezhov y sus colaboradores con el objetivo de sementar el descontento entre la población soviética.
GT: Última pregunta. Guste o no, Stalin es el georgiano más famoso de la historia. Brevemente, ¿cual es su opinión sobre Stalin?
GF: Propongo que juzguemos a Stalin con una norma que él mismo aceptó. Stalin estudió a Lenin. Quería construir el socialismo, y después una sociedad comunista dirigida por y para los trabajadores, libre de explotación. ¿Como lo conseguiría?
En mi opinión, Stalin era un fiel seguidor de Lenin. Era una persona de principios, muy inteligente, un esforzado trabajador. Stalin tenía las mejores cualidades de los bolcheviques. Pero Stalin, y todos los que lucharon y trabajaron con él, no consiguieron construir esa sociedad comunista por la que tanto lucharon.
Pienso que el resultado sería muy poco diferente de vivir Lenin, o de que Trotski, Zinoviev u otros dirigiesen la URSS. El fallo no fue que Stalin, los bolcheviques y el pueblo trabajador soviético no se esforzaran lo suficiente. ¿Que fallaba en su concepto de construir el socialismo y después continuar hacia el comunismo?
La presente generación, o la siguiente, debe ser capaz de aprender de los aciertos y errores de los bolcheviques, incluido Stalin, y de caminar más lejos hacia los objetivos por los que tan heroicamente lucharon.
GT: Muchas gracias, Dr. Grover Furr.
GF: Le doy las gracias a usted y a los editores del Georgian Times.
Georgian Times: ¿“Antiestalinismo”, mito o realidad?
Grover Furr: Para hablar de “antiestalinismo” tenemos que empezar con el “stalinismo”. Esta palabra era inevitable una vez que el termino “leninismo” entró en uso. Stalin empleó el termino “trotskismo” ya el 19 de noviembre de 1924. Sin duda podríamos situar el comienzo del empleo de la palabra “stalinismo” también sobre esa época. La palabra “stalinismo” parece que fue inventada por Trotski. La utilizo en su declaración conjunta con G. Evdokimov del 28 de junio de 1927.
En un primer momento, “stalinismo” simplemente hacía referencia a las políticas asociadas al liderazgo de Stalin. El alemán Arthur Rosenberg, que en un principio fuera comunista, empleó la palabra en julio de 1927 en el sentido de la aceptación de que la revolución mundial no era inminente. Trotski utilizó la palabra “stalinismo” para contrastar las políticas de Stalin con el “leninismo”, y Stalin utilizó el termino “trotskismo” para lo mismo.
Pero el “stalinismo” llegó a tener otro significado, alejado de la realidad. Algunas de las definiciones de “stalinismo” serían las siguientes. Para el Diccionario Explicado de la Lengua Rusa de Kuznetsov, «Stalinismo: Hechos, sucedidos en la URSS entre 1930 y 1950 y que están relacionados con las actividades de I.V. Stalin, el régimen de poder privado, es decir, el control de todos los aspectos de la vida social, represión de masas, etc.»
Dmitri Pospielovsky, en su libro ¿Reestalinización o Desestalinización?, dice: «Una definición formal de Stalinismo sería algo así: una dictadura de un solo hombre en que un único dictador gobernando arbitrariamente, sin control por ninguno de los órganos del partido, es el único intérprete del dogma Marxista-Leninista, y está rodeado por el culto a su personalidad.»
La mayoría de las definiciones son parecidas a estas dos. Lo más importante de estas definiciones es que son falsas en todos los detalles. Stalin nunca fue un “dictador” bajo ninguna definición. Los líderes del Partido podían, y así lo hicieron, desautorizarlo. No existía un “estrito control de todos los aspectos de la vida” en la URSS.
Varios teóricos y muchos líderes soviéticos estuvieron en desacuerdo en su día con su interpretación del Marxismo-Leninismo. El propio Stalin se oponía al “culto” que calificaba como “perjudicial”. Lo consentía ante la insistencia de otros líderes. Malenkov incluso admitió esto poco después de la muerte de Stalin.
El “antiestalinismo” es una falsificación de la historia de la URSS durante la época de Stalin. Se basa en falsificaciones históricas, mentiras como las ya expuestas y muchas otras. La razón de que prosperen estas falsificaciones históricas es porque sirven a los intereses del anticomunismo. El “antiestalinismo” es una forma de anticomunismo. En mi opinión existen tres fuentes principales, o “corrientes”, de las falsificaciones históricas: León Trotski, Nikita Jrushchov y Mijail Gorbachov.
Entre las primeras fuentes de las falsificaciones “antiestalinistas” León Trotski era la más importante. Sus maliciosas mentiras por motivo de sus propias actividades y sobre Stalin y su época, lo hicieron muy popular entre todo tipo de anticomunistas. También atrajo a algunas personas honestas a sus organizaciones por barnizar sus falsedades con un disfraz “izquierdista”. Los capitalistas lo ayudaron a difundir sus mentiras.
La crítica honesta es muy útil para cualquier tarea. Había mucho de crítica honesta y discrepancia durante el tempo de Lenin. El punto de vista de Trotski –el socialismo no podía triunfar en un único país subdesarrollado, la URSS-, fue compartido en parte por muchos otros, incluyendo a Lenin. Eso, y otras críticas que Trotski formuló (y otros), era digno de discusión. El papel de Trotski en el movimiento comunista fue negativo y destructivo no por sus desacuerdos con Stalin sobre como construir el socialismo, sino porque Trotski era un falsificador a gran escala. El papel de Trotski era dañino y reaccionario por su deshonestidad.
Trotski ansiaba desesperadamente el poder político. Era un individualista en extremo, incapaz de trabajar colectivamente. Cuando sus propuestas fueron rechazadas en los debates de la década de los 20, nunca se sometió a la mayoría y a la línea del Partido. Por el contrario, conspiró secreta y deshonestamente. Cuando fue exiliado, sus mentiras y falsificaciones se fueron haciendo cada vez más escandalosas. Toda la propaganda anticomunista y “académica”, desde entonces, fue elaborada en gran medida echando mano de las mentiras de Trotski sobre Stalin y la URSS.
La segunda gran fuente del “antiestalinismo” fue Nikita Jrushchov. Jrushchov se dedicó a la fabricación de mentiras sobre Stalin y la historia soviética a gran escala. Escribí sobre esto en “Antistalinist Villany-La infamia antiestalinista”. Serán publicados en breve algunos ensayos más sobre las mentiras de Jrushchov y las que promovió.
Trotski y Jrushchov son dos de los tres “ríos” más importantes de mentiras antiestalinistas. Otros, como Alexander Orlov, inventaron sus propias mentiras pero también copiaron de estos dos.
La tercera gran fuente de “antiestalinismo” la encontramos en las falsificaciones creadas y extendidas durante la época de Gorbachov. Los “historiadores” de la era Gorbachov copiaron de Trotski y, especialmente, de Jrushchov, y añadieron falsificaciones propias. Las falsificaciones de esta era continuaron bajo Yeltsin y continúan hoy. Mi colega Vladimir L. Bobrov, de Moscú, y yo analizamos estas falsificaciones de la era Gorbachov en nuestro próximo libro 1937 God. Pravosudie Stalina, que será publicado en breve por Yauza.
El discurso de Jrushchov en el XXº Congreso del Partido en febrero de 1956 tuvo un fuerte impacto en tres generaciones de soviéticos. Cambió la URSS y saboteó el movimiento comunista en todo el mundo. Revelé 61 mentiras del discurso de Jrushchov. Permítame hacer una breve mención de alguna de las más escandalosas mentiras de Jrushchov.
De hecho, todas y cada una de las “revelaciones” o acusaciones que Khrushchev hace contra Stalin y Lavrentii Beria son falsas. Unos pocos ejemplos: El “culto a la personalidad”. Stalin se opuso a el y fue Jrushchov quien promovió con fuerza este vergonzoso “culto”. Jrushchov afirmó que Stalin «aniquilaba moral y psicológicamente a los líderes que se oponían a el». En realidad, esto no sucedió nunca, ni siquiera una sola vez. Jrushchov falsificó deliberadamente todos los documentos que citó en su discurso: Las intervenciones de Pavel Postyshev en el pleno del Comité Central en 1937; el llamado “telegrama tortura” de enero de 1939; la cita de la carta de Robert Eikhe.
¿Que mentira fue la más escandalosa? ¡Es probable que los “informes de rehabilitación” mencionados por Jrushchov sean todos falsos! Muchos fueron publicados en el 2000. Todos son falsos. Ninguno de ellos demuestra que las personas rehabilitadas eran inocentes. Analizo alguno de ellos por encima en mi libro.
Después del discurso de Jrushchov continuaron las mentiras –por ejemplo, sobre los acusados en los Juicios de Moscú y en el asunto Tujachevsky. Siguieron las mentiras en el 22º Congreso del Partido en 1961. Prácticamente todas las “revelaciones” aparecidas en los libros de la época de Jrushchov también son mentiras, porque se basan en informaciones falsas proporcionadas por la gente de Jrushchov. Las implicaciones son enormes.
Los falsificadores modernos de la historia soviética, desde la época de Gorbachov hasta hoy, aún se basan en las falsificaciones de Jrushchov sobre el período de Stalin. Además, continúan a inventar nuevas mentiras.
Grover Furr: Llevo mucho tiempo interesado en el tema de la colectivización y la hambruna (Holodomor). Hace años que estoy en contacto con el Dr. Mark Tauger, profesor en la Universidad de West Virginia y el mejor investigador del mundo en la cuestión de las hambrunas soviéticas. A diferencia de otros investigadores, Tauger es estrictamente objetivo, ni anticomunista ni a favor de Stalin o del comunismo. Él busca la verdad.
Según Tauger, hubo cientos de hambrunas masivas en la historia rusa, casi una cada dos o tres años. Hubo hambrunas graves en 1920-1921, 1924, 1927 e 1928.