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General: LA LEY DE MEDIOS EN ARGENTINA , ¿ CENSURA O REGULACIÓN ?
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 30/12/2012 12:00 |
7 diciembre 2012
09:09 PM ET
(CNNMéxico) — El 10 de octubre de 2009, se aprobó en Argentina la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual con la que el gobierno de Cristina Fernández inició un proceso en contra de la concentración de medios de comunicación, pero al mismo tiempo se desató una pugna jurídica y política con el mayor consorcio del país.
La iniciativa presidencial que fue aprobada por el Congreso se puso como meta que el país tuviera un panorama de medios desconcentrado, que se generara competencia, abaratamiento del acceso a las señales, aprovechamiento de nuevas tecnologías, y “democratización y universalización”, palabras expuestas en la ley de medios que sustituyó a la de 1980 de la dictadura militar. Para muchos en el país, la nueva legislación llevaba una dedicatoria al Grupo Clarín, un conglomerado de emisoras de televisión, radio, distribuidoras de señales por cable, y con uno de los periódicos de mayor circulación del país, Clarín, al que el gobierno señala en su portal —sin nombrarlo— de poseer el 73.3% de las licencias de medios actualmente.
Desde entonces, se han sucedido los episodios jurídicos, con el intento del gobierno de Fernández para el cumplimiento de la ley y las suspensiones judiciales conseguidas por el Grupo Clarín para evitar la fragmentación, llamada “desinversión” en el país, a la que obliga la legislación.
La fecha límite para que fuera aplicada la desconcentración era este 7 de diciembre (conocido como 7D), sin embargo, el Grupo Clarín obtuvo una medida cautelar emitida por la Sala 1 de la Cámara en lo Civil y Comercial Federal la cual suspende la aplicación de los artículos 45 y 161 —impugnados en tribunales de primera instancia— y que este viernes el gobierno ha solicitado que sea la Corte Suprema la que emita una sentencia definitiva.
El artículo 45 establece los límites de licencias que puede poseer una sola compañía en todo el país: una licencia de servicio de comunicación audiovisual con origen satelital; hasta 10 señales sonoras, de televisión abierta o cable y hasta 24 licencias de radiodifusión por suscripción.
El objetivo que se fija el gobierno es que nadie pueda abarcar más del 35% del mercado en cobertura de televisión, y un igual porcentaje de los suscriptores de cable del país, medida que afecta mayoritariamente al Grupo Clarín
El otro artículo impugnado es el 161, el cual marca los procedimientos para desintegrar a las compañías que no hayan dividido sus concentraciones de medios con los límites que marca el artículo 45, y que hasta ahora sólo el Grupo Clarín es quien se ha negado a hacerlo por la vía jurídica.
El exsecretario de Comunicaciones argentino Henoch Aguiar explicó que es hasta este viernes la fecha en que los medios tienen que presentar sus planes de “desinversión” ante el gobierno de forma voluntaria en un plazo de 120 días, y tienen otros 180 más para finalmente quedar divididos.
“Cada grupo deberá adecuarse en aquello en donde le aprieta el zapato. Pero es cierto que el 7D sólo impacta en el Grupo Clarín, que tiene la medida cautelar, y no en los demás que deberían iniciar el proceso de desinversión”, dijo Aguiar en entrevista con CNN en Español.
Pese a que el objetivo de la ley es combatir los monopolios y concentraciones, Aguiar asegura que la ley pude prestarse a un aparente cumplimiento, como en el caso del Grupo Supercanal, que ha acatado la nueva ley dividiendo las compañías entre familiares, lo que genera sólo un cambio aparente.
“Es cierto que cada empresa será diferente, y que quizá con el tiempo tome un rumbo editorial diferente, pero la verdad es que no hay un cambio notable en la titularidad de los medios”, crítica el exsecretario.
La confrontación que ha escalado peldaños fuera de lo jurídico para convertirse en una disputa política en la que las autoridades judiciales se han visto atrapadas en el medio.
Por una parte el ministro de Defensa argentino, Julio Alak, acusó al Tribunal de Justicia de provocar “un alzamiento contra una ley de la nación y una burla a la voluntad popular” y generar "un conflicto de poderes” entre el gobierno y la corte.
En tanto que el Grupo Clarín reaccionó con un comunicado en su sitio de internet en el que afirma que la "única denegación de justicia, reconocida expresamente por la Corte Suprema, es la que está viviendo el Grupo Clarín, que tiene derecho a una sentencia de fondo o una prórroga de cautelar de manera urgente, tal como lo estableció el Máximo Tribunal”, se lee en el documento.
A su vez, Martín Sabbatellam, el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual y crítico de la actuación de la compañía, dijo que "la justicia argentina no está preparada para pelear con las corporaciones porque gran parte está colonizada por esas mismas corporaciones", refiriéndose a la decisión del jueves que protege al Grupo Clarín.
Por ello el gobierno presentó este viernes un recurso judicial llamado “per saltum” en la que pide a la Corte Suprema que dictamine la validez de la medida cautelar que suspende la aplicación, pues afirma que hay un proceso “viciado” al contraponerse a la decisión de la misma corte que puso al 7D como fecha límite, reportó la agencia EFE.
La presidenta Fernández ha ido más allá de la disputa al denunciar que Clarín alienta las protestas masivas que ha enfrentado el gobierno en los últimos meses, entre ellas una huelga general en noviembre, y también por anuncios televisivos del conflicto de la ley de medios.
La confrontación judicial que continúa entre el gobierno y el Grupo Clarín, uno de los mayores medios críticos de la administración de Fernández, podría finalizar dentro de los próximos tres o cuatro meses, prevé el exsecretario Aguiar.
Desde el exterior, el presidente de la misión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) viajó este miércoles a Argentina en la que aseguró busca determinar si el gobierno pone “en juego la libertad de expresión y prensa”, y ha rechazado los señalamientos de que busca “defender al Grupo Clarín”, como el mismo dijo en declaraciones recogidas por EFE.
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or Sebastián Lacunza.-
Si se aplica la ley de medios, ¿qué le queda al Grupo Clarín?
• Hipótesis de desinversión lo confirman como uno de los holdings más importantes de América Latina
Por: Sebastián Lacunza
Si la ley de medios finalmente se aplica tal como fue redactada y la Justicia da por válido el registro preliminar de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), hay diversas opciones en cuanto al Grupo Clarín.
Una alternativa, el peor escenario para el holding, sería que el Gobierno decida cómo hace la adecuación, en caso de que rija el criterio de que «están todos los plazos vencidos». Otra, menos indeseada para Clarín, sería que la Cámara o la Corte abran una ventana para que la compañía, si no gana la constitucionalidad, al menos presente su propio plan. Ambas hipótesis dejarían al Grupo como el principal en el negocio de la comunicación en la Argentina y uno de los más importantes de América Latina.
A continuación, algunas de las alternativas a tener en cuenta:
Radio
AFSCA le asigna a Clarín emisoras en ocho ciudades, con alcance al 41,88% de la población (16.801.346 sobre 40.117.000 habitantes), mientras la ley fija un tope del 35% (14.040.950). Es decir, para ajustarse al texto, la firma debería desprenderse de radios con alcance potencial a unos 2.760.000 oyentes.
Si Clarín decide conservar sus dos principales marcas, radio Mitre y FM 100, de Capital Federal, podría optar por desprenderse de sus emisoras en Córdoba (AM Mitre, FM Mitre, FM Mía, FM 100), y ceder algunas posiciones más entre Mendoza (Mitre), Tucumán (Mitre), Bariloche, Mar del Plata, Bahía Blanca, Santa Fe y San Bernardo.
Un plan B a discutir sería que el Grupo se quede con las emisoras de Capital Federal y Córdoba, con lo que estaría un poco por encima del límite, y transfiera o venda todo el resto. Aquí entrará a jugar el techo de 10 licencias de radio o TV que cualquier grupo puede sumar a lo largo del país. Se requeriría en ese caso un criterio de la AFSCA, como también lo tiene a veces la Federal Communications Commision de Estados Unidos.
TV Abierta
El Estado considera que Canal 13 y las emisoras de Artear en las provincias alcanzan al 38,78% de la población (15.557.732). Para llegar a esa cifra, AFSCA computa para Clarín un canal abierto en Mendoza, lo que no es reconocido en las páginas institucionales del Grupo ni está considerado en registros privados, salvo que se refiera a alguna participación marginal en el Canal 9 de la gran capital cuyana.
Sin Mendoza, Clarín excedería por poco el cupo del 35% en cuanto a televisión de aire. Podría tener que vender algunos de los canales de Córdoba, Bariloche o Bahía Blanca, aunque entraría a jugar la incompatibilidad con la red de Cablevisión, como se detalla a continuación.
Cable
Este segmento del negocio es crucial, ya que en el último informe a la Bolsa de Comercio, el Grupo Clarín declaró que le reportó el 89,9% del total de sus ganancias del período enero-octubre de 2012.
AFSCA asigna a Clarín 237 licencias y el 58,6% de todos los suscriptores a algún servicio de cable (3.847.255 sobre 6.564.000), mientras la empresa reconoce 158 operaciones de TV paga. El límite establecido por la ley de medios es, por un lado, de 24 licencias, y por el otro, del 35% del mercado total de abonados.
De acuerdo con el registro oficial, Cablevisión debería desprenderse de 213 licencias, de manera de adecuarse también al techo del mercado del 35%, para conservar 2.297.400 abonados. Para llegar a ello, podría desprenderse del negocio en Capital Federal (801.041 abonados) y otro tanto entre los de las provincias. En ese caso, conservaría Canal 13, ya que no infringiría el punto de la ley que impide la coexistencia de una señal de TV abierta y un servicio de TV paga en una misma área de cobertura.
El problema es que se vería en dificultades para llegar al 35% del mercado en las provincias con sólo 24 licencias. Cablevisión opera en mercados clave como Rosario, Santa Fe, Córdoba, Mar del Plata y La Plata.
Al respecto, Clarín plantea que otros operadores, como Telecentro, tienen licencias «extendidas» que bajo un mismo registro operan en más de una localidad. la AFSCA contestó que Cablevisión también las tiene, sin mayores detalles. La dilucidación de este asunto será clave para que el Grupo pueda sumar abonados entre 24 licencias en el interior y no quedar lejos del 35% del mercado total.
En esa hipótesis, una de las principales plazas de Cablevisión es Córdoba, por lo que debería desprenderse allí de Canal 12 de la capital.
En la propuesta acercada a la AFSCA por el socio minoritario de Cablevisión, Fintech, el fondo estadounidense solicitó que para el límite del 35% sea computado el mercado completo de TV paga, inclusive el servicio satelital Direct TV, con lo que la cantidad de abonados en riesgo sería sustancialmente menor. Este criterio contradice la letra de la ley.
En cualquier caso, el holding se vería obligado a vender ocho de las nueve señales propias del servicio de cable que le asigna la AFSCA (TN, TyC, Canal Rural, Magazine, Volver, Quiero, Metro, etcétera), ya que cada operador sólo puede tener una propia, dice la norma. Los dos canales de cable más importantes de Clarín son TN y TyC (participación parcial). Esta condición fue impuesta para que los operadores no privilegien sus propias señales en detrimento de otros oferentes, explican redactores de la ley. Los detractores de este punto esgrimen que, en todo caso, el Estado debe limitarse a ordenar la grilla, para evitar discrecionalidades de los operadores.
En el proceso de desinversión, otros aspectos de la ley encontrarían a Clarín en infracción, como el límite a nivel nacional de 10 canales y/o radios y/o emisoras por suscripción que ocupen parte del espectro, o excesos y superposición de licencias a nivel local. La AFSCA asigna al holding 25 licencias nacionales y excesos en 37 localidades. De acuerdo a cómo jueguen las otras adaptaciones, estos aspectos podrían quedar resueltos o reducidos.
En suma, un escenario probable es que Clarín siga siendo un actor importante en cable con 24 licencias en las provincias y menos del 35% del mercado, que conserve Canal 13, radio Mitre, FM 100 y las emisoras de Córdoba, y TN como señal propia de la TV paga.
Otra hipótesis es que concentre las operaciones de cable en Buenos Aires y llegue al techo del 35% del mercado de abonados, para lo cual debería vender Canal 13, y conservaría Canal 12 de Córdoba y otros del interior.
No están en discusión sus posiciones por fuera del mercado de radio, TV y TV paga, como los diarios Clarín, La Voz del Interior, Los Andes, Olé, Muy y La Razón; revistas y semanarios como Ñ, Elle, Pymes, Genios y Arquitectura; y la proveedora de internet Fibertel. También seguiría operando unidades en las que participa como la agencia Diarios y Noticias, Papel Prensa, Expoagro, Carburando, Pol-ka e Ideas del Sur. Decenas de sitios web del Grupo no se verían afectados, así como tampoco las imprentas, la edición de libros y las productoras de espectáculos. |
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RUBEN 1919, NO ME MIENTAS
TENGO TODO EL DERECHO A SER LIBRE
252. Juan 8:32: y conoceréis la VERDAD, y la VERDAD os hará libres.
OMITIR LA VERDAD TAMBIEN ES MENTIR |
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Claro que sí, los k se concentran en Clarín y omiten deciri que casi todos los medios restantes están alineados con el oficialismo, la pluralidad de voces está seriamente amenazada en Argentina, hay un coro de chupamedias que solo le da loas a Cristina. |
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Por qué la Ley de Medios de Argentina es referencia fundamental para América Latina
Alainet
I – Introducción El actual proceso de transformaciones políticas, socioeconómicas y culturales en América Latina tiene, en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual de la Argentina, uno de sus marcos más significativos. Por primera vez en la historia de la región, un país formula, aprueba y hace cumplir una legislación que protege y valoriza la diversidad informativa y cultural, a través de un marco regulatorio democráticamente discutido e instituido. Nuestro objetivo, en el presente artículo, es poner en evidencia la importancia de la legislación argentina como fuente de inspiración de medidas antimonopólicas al alcance de los demás gobiernos progresistas latinoamericanos, en sintonía con la agenda de reivindicaciones de entidades y movimientos sociales que defienden la comunicación como derecho humano. Lo que parecía ser un ideal distante, casi impracticable, se convirtió en una certeza que comenzó a esparcirse por el continente. Se trata de un proceso que hace converger las voluntades transformadoras de los estados con la de amplios segmentos de la sociedad civil. La nueva ley trajo el convencimiento de que es viable el conocido dicho “otra comunicación es posible”, descentralizada y plural, conquistada de forma equilibrada y participativa. El texto que se presenta a continuación está dividido en dos partes. En la primera se focaliza en el cuadro de concentración de medios de América Latina y sus implicancias, con el propósito de situar en un contexto adverso que llevó a gobiernos progresistas a intervenir, con diversa intensidad según cada país, en los sistemas de difusión. En la segunda parte, se aborda la correspondencia entre las disposiciones de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y las aspiraciones sociales en torno a una comunicación más democrática. Se apuntan medidas, reclamadas o en preparación en otros países, que se materializan, pioneramente, en la legislación argentina, lo que la transforma en una referencia obligatoria. II – El escenario que debe cambiar Para evaluar la pertinencia de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual como instrumento de reestructuración de los sectores de la información y la cultura en moldes mas pluralistas, es esencial explicitar el intrincado escenario mediático de América Latina. La últimas décadas acentuaron la concentración de medios latinoamericanos en un puñado de megagrupos. Ese modelo de concentración prosperó en medio de la convergencia de los sistemas, redes y plataformas de producción, transmisión y recepción de datos, imágenes y sonidos. La digitalización extendió y extiende el acceso a las tecnologías a franjas más amplias de la sociedad –aunque de manera bastante desigual- e impulsa el crecimiento de la oferta de productos y servicios en diferentes plataformas, redes, canales y soportes digitales, sobre el control estricto de grupos nacionales y trasnacionales. Los focos de las políticas de comercialización se expanden ininterrumpidamente de los mercados consumidores, disminuyendo los costos industriales y produciendo enormes ganancias en productividad a través de las economías de escala. La expansión de las industrias de medios en América Latina se vincula históricamente a intereses privados y trasnacionales, favorecidos por la fragilidad de los mecanismos de regulación y control de los flujos audiovisuales y del capital que cruzan fronteras por satélites y redes infoelectrónicas. La baja inversión de los gobiernos en tecnología y producción cultural, las políticas públicas inconsistentes o inexistentes y la inercia regulatoria apartaron al Estado del protagonismo en las áreas de la información, el entretenimiento y las telecomunicaciones. Las desregulaciones y privatizaciones neoliberales durante los años 1980 y 1990 favorecieron la acumulación de la propiedad, de los medios y las tecnologías, permitiendo la constitución de verdaderos latifundios mediáticos, que exploran simultáneamente las cadenas de producción, distribución, circulación y consumo de datos, sonidos e imágenes, en busca de dividendos competitivos y lucros acelerados (Moraes, 2011: 33-34). En la escalada de la internacionalización, corporaciones trasnacionales como News Corporation, Viacom, Time Warner, Disney, Bertelsmann, Sony y Prisa adquirieron activos de medios y/o establecieron acuerdos con grupos multimediáticos regionales, ampliando exponencialmente sus actuaciones multisectoriales en los mercados para sus productos y servicios. El resultado no podría ser diferente: 85,5% de las importaciones audiovisuales de América Latina provienen de los Estados Unidos. Mensualmente, 150 mil horas de films, series y eventos deportivos norteamericanos son presentados en las emisoras de televisión de nuestro continente (Moraes, 2006:46). Para los cuatro mayores conglomerados latinoamericanos –Globo de Brasil; Televisa de México; Cisneros de Venezuela y Clarín de Argentina-, estas asociaciones representan la posibilidad de entrecruzar negocios y establecer alianzas con los actores de mayor peso del plano internacional, que les ofrecen lógicas sólidas, financiamiento e inserción en el mercado (Bustamante, 2009: 79-80). Globo, Televisa, Cisneros y Clarín retienen el 60% de la facturación total de los mercados y de las audiencias, distribuidos de la siguiente manera: Clarín controla el 31% de la circulación de los diarios, el 40,5% de la TV abierta y el 23,2% de la TV de pago; Globo responde por el 16,2% de los medios impresos, 56% de la TV abierta y el 44% de la TV de pago; Televisa y TV Azteca forman un duopolio, acumulando el 69% y el 31,37% de la TV abierta, respectivamente. Brasil, México y Argentina reúnen más de la mitad de los diarios y emisoras de radio y televisión y el 75% de las salas de cine de la región. Entre los impactos más graves de la concentración mediática en América Latina se puede apuntar: las políticas de precios depredatoria destinadas a eliminar o a restringir severamente la concurrencia, los controles oligopólicos sobre la producción, distribución y difusión de contenidos; y la acumulación de patentes y derechos de propiedad intelectual por parte de los grupos empresariales. Hay también el riesgo de unificación de las líneas editoriales y de predominio de las ambiciones empresarias por encima de los intereses del conjunto de la sociedad. Las conveniencias corporativas se basan frecuentemente en estrategias de maximización de la ganancia, sin prestar mayor atención a la formación educativa y cultural de la audiencia y, menos aún, a los valores y sentidos de pertenencia que conforman las identidades nacionales y regionales. III- La Ley que impulsó “otra comunicación es posible” En los últimos años, gobiernos electos con el compromiso de revertir desigualdades e injusticias sociales –agravadas por la sumisión de sus antecesores a los dictámenes del neoliberalismo-, incluían la democratización de la comunicación entre sus prioridades. Entre estos gobiernos existe un consenso acerca de que es indispensable la participación del poder público en los sistemas de información y difusión cultural, a partir de entender lo que las cuestiones comunicacionales dicen respecto a los intereses colectivos. No pueden limitarse a las voluntades particulares o a los cálculos corporativos, pues incluyen múltiples puntos de vista existentes en la sociedad. La acción regulatoria del Estado debe velar por el equilibrio entre lo que debe ser público y lo que debe ser privado, inclusive explicando a la población que las empresas de radio y televisión no son las propietarias de las frecuencias, sino que apenas son concesionarias de un servicio público con plazos establecidos por la ley, pudiendo ser estos renovados, o no. Un hecho alentador es la concreción de alguna de estas premisas en políticas públicas de comunicación, incluyendo medidas para deshacer los monopolios de las empresas de radiodifusión; apoyar medios alternativos y comunitarios; incentivar la producción audiovisual independiente, garantizar mayor ecuanimidad en los accesos al conocimiento de las tecnologías y promover la generación y distribución de contenidos regionales y locales sin fines comerciales. La Ley de Comunicación Audiovisual de la Argentina se proyecta como un instrumento innovador de regulación, fiscalización, fomento y diversificación de las actividades informativas y culturales. Los cambios introducidos por la normativa tienen como supuesto el entender a la comunicación como derecho humano y no como mero negocio. Los principios antimonopólicos tienden a garantizar la pluralidad de voces y la horizontalidad informativa, fijando un marco regulatorio completo para la comunicación mediática, incluyendo la convergencia digital entre la TV de cable, la telefonía y la Internet en un régimen que otorga licencias en condiciones equitativas y no discriminatorias. Son varios los puntos de identificación entre la legislación argentina y los anhelos de los organismos y movimientos sociales que reivindican una comunicación democrática en América Latina. El primer ítem a destacar es la metodología adoptada por la presidenta Cristina Kirchner para la definición del anteproyecto de ley. Las consultas públicas a los sectores representativos de la sociedad civil consagrando un proceso democrático de diálogo, consulta y negociación ético-político entre los actores involucrados. La propia Cristina presidió reuniones en la Casa Rosada con empresarios, líderes sindicales y estudiantiles, propietarios de empresas de comunicación, productores independientes, rectores de universidades, directores y profesores de facultades de comunicación, líderes de iglesia y de asociaciones de radios y televisoras comunitarias; para presentar ideas y recibir sugerencias. Sin contar el sinnúmero de debates sobre la Ley promovidos en todo el país por la Coalición por una Radiodifusión Democrática (integrada por sindicatos, asociaciones profesionales, universidades, emisoras comunitarias y movimientos de derechos humanos). Al aceptar gran parte de los 21 Puntos defendidos por la Coalición, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual se tornó expresión de una voluntad social más amplia que la exclusiva visión del gobierno que la propuso y que después la sancionó. La incorporación de las propuestas de la Coalición fue reconocida –a través de una carta a la presidenta Cristina Kirchner– por entidades que actúan a favor de la democratización de la comunicación en América Latina como lo son la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER); la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC); la Organización Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (OCLACC) y la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI). (1) La Ley de Medios recogió una reivindicación consensuada por la mayoría de los países latinoamericanos, al definir, en condiciones equitativas, tres tipos de prestadores de servicios de radiodifusión para la concesión pública: de gestión estatal (medios públicos); de gestión privada con fines de lucro y de gestión privada sin fines de lucro (organizaciones no gubernamentales; entidades sociales y comunitarias; sindicatos; fundaciones). Este punto es decisivo para revertir el predominio del sector privado comercial en el sistema de medios, pues establece equidad en términos de acceso, participación, prerrogativas y representatividad entre las tres instancias mencionadas. La pertinencia de esta y otras determinaciones de la ley fue reasaltada por la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), que reúne a 3.000 asociados en 110 países (18 de ellos en América Latina y el Caribe): Uno de los notables aspectos es el establecimiento de diversas y efectivas medidas para limitar e impedir la concentración indebida de medios. Entre ellas, los límites a la cantidad de licencias que puede tener una misma persona o empresa (a nivel nacional o en una misma área de cobertura) y los límites a la propiedad cruzada de medios, en consonancia con las mejores prácticas internacionales. Con el objetivo de promover la diversidad de contenidos nacionales y locales, la nueva legislación argentina recoge antecedentes de países europeos y también americanos al incluir exigencias mínimas de producción nacional, local y propia, bien como condiciones para la formación de redes de emisoras, para limitar la centralización y la uniformización de la programación de unos pocos grupos empresariales de capital federal en todo el país. Otro aspecto a destacar es el reconocimiento expreso de tres sectores: estatal, comercial y sin fines de lucro, garantizando la participación de las entidades privadas sin fines de lucro, al reservar para ellas el 33% del espectro radioeléctrico. (2) La influencia inmediata de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual puede ser comprobada a partir de ver propuestas semejantes en los proyectos de los gobiernos del Ecuador y del Uruguay. En ambos casos, la revisión de la propia radiodifusión se inspira, de alguna manera, en la legislación argentina, inclusive con la metodología de consultas a la sociedad civil como para la formulación de los respectivos anteproyectos. El Gobierno de Venezuela viene modificando los criterios y las prioridades legales para la concesión de licencias de radio y televisión. El objetivo es reequilibrar la radiodifusión entre los sectores estatal, privado y social, tomando como base la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. El ex Ministro venezolano de Comunicación e Información, Andrés Izarra, “... en la Argentina la legislación es más avanzada que la de Venezuela: un tercio del espacio radioeléctrico va para las comunidades organizadas, para las organizaciones no gubernamentales”. Y agrega: La Ley argentina da legitimidad al reclamo de uso del espacio radioeléctrico por parte de los medios alternativos. Creo que eso va a ser muy positivo para la Argentina, porque pone al país en sintonía con estos tiempos. El espacio ya no es apenas de la oligarquía ni del sector privado, se está democratizando. Es un factor común para todos nuestros procesos. Aparecen nuevos actores que antes ni soñaban con estar en la comunicación. (3) Asimismo, en Brasil, donde prácticamente nada fue hecho durante los ocho años del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y los dos iniciales de Dilma Rouseff para modificar la anacrónica legislación de medios, la ley argentina constituye una referencia indiscutible con vistas a cambios en la radiodifusión. Eso puede ser constatado por la similaridad observada en muchas propuestas aprobadas en la Conferencia Nacional de Comunicación de 2009 y hasta hoy no efectivizadas por el gobierno federal. En el manifiesto en defensa de la democratización de la comunicación, divulgado el 2 de abril de 2011, entidades nacionales, entre ellas la Central Única de Trabajadores, la Federación Nacional de Periodistas, el Foro Nacional por la Democratización de la Comunicación, el Movimiento Nacional de Derechos Humanos y AMARC-Brasil, mencionan explícitamente la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual: “Sigamos los ejemplos de experiencias victoriosas de movilización por la reforma del sistema de medios en América del Sur, como ocurrió en la Argentina, donde la sociedad organizada consiguió ser un actor decisivo en la propuesta de reformar la legislación”.(4) Por lo expuesto, concluimos que la ley de comunicación audiovisual de la Argentina es la prueba de la viabilidad de un marco regulatorio avanzado: “tanto por el contenido democrático que expresa, como por el proceso de consulta popular que orientó su elaboración”, como declaró el relator de la Comisión de Libertad de Opinión y Expresión de la Organización de Naciones Unidas, Frank La Rue.(5) Además de leyes que impidan prácticas monopólicas, la reconfiguración de los sistemas de comunicación en América Latina depende de políticas públicas consistentes, debatidas y formuladas en sintonía con las demandas de la sociedad civil; tanto se trate de instrumentos legales como de la determinación para llevar a la práctica las medidas de descentralización de los medios. No basta con tener principios democráticos generales, sino haber tomado la decisión institucional de hacer valer las normas, regulaciones y los procedimientos que garantizan su aplicación. En ese sentido, es conveniente que los gobiernos de los países vecinos avalen el trabajo que lleva adelante la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, Organismo Público creado por la nueva legislación argentina y con incumbencia para fiscalizar el cumplimiento de sus deliberaciones y fomentar la producción cultural comunitaria e independiente. Finalmente, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual expone, de manera paradigmática, las exigencias ineludibles de la voluntad política de los gobernantes y del respaldo popular que se necesitan para llevar adelante estos cambios, dado las sistemáticas campañas opositoras de los medios y de las elites conservadoras. Las corporaciones resisten y resistirán someterse a las restricciones legales que afectan privilegios conquistados en décadas de complicidad con sucesivos gobiernos. Eso explica las medidas cautelares que el grupo argentino Clarín para intentar impedir la aplicación completa de la Ley de Medios. Lo que hace suponer que será preciso empeñar cada vez más fuerza en las batallas mediáticas, de forma de esclarecer a la opinión pública e impedir que prosperen argumentos generalmente falsos sobre las transformaciones realmente necesarias en el horizonte comunicacional. Los avances en la Argentina ponen de relieve el papel regulador y activo que el Estado precisa desempeñar en la vida social, para lograr, dentro de las reglas de la democracia, legislaciones antimonopólicas, universalizar el acceso y la información e intentar detener la avasalladora concentración de los medios. Para América Latina como un todo, significa la oportunidad histórica de analizar y absorber lecciones de la Ley de servicios de Comunicación Audiovisual, en la búsqueda de legislaciones, que teniendo en cuenta las especificidades de cada país, resguarden y estimulen la diversidad informativa y cultural, a partir del reconocimiento de su esencia para poder profundizar la democracia. (Traducción de Mariana Baranchuk). Denis de Moraes es doctor en Comunicación y Cultura por la Universidad Federal de Río de Janeiro y profesor e investigador de la Universidad Federal Fluminense, em Brasil. Autor, entre otros libros, de La cruzada de los medios en América Latina (Paidóis, 2011) y Mutacionos de lo visible: comunicación e procesos culturales en la era digital (Paidós, 2010). El presente texto es parte de su artículo “La mirada desde América Latina” publicado en el libro Ley 26.522: hacia un nuevo paradigma en comunicación audiovisual, coordinado por Mariana Baranchuk y Javier Usé (Buenos Aires, Autoridad Federal de Servicios de Comunicacióbn Audiovisual/Universidad Nacional Lomas de Zamora, 2011). NOTAS(1) La carta enviada a Cristina Kirchner, el 23 de marzo de 2009, está disponible en: http://alainet.org/active/29629(2) La nota da AMARC, divulgada el 13 de octubre de 2009, puede ser consultada en: http://www.mesadearticulacion.org/articulos/declaraciones/declaraciones-asociaciones/declaracion-de-amarc-alc-sobre-aprobacion-ley-de-medios-en-argentina(3) Entrevista de Andrés Izarra a Mercedes López San Miguel “En Argentina la ley sobre los medios es más avanzada que en Venezuela”, 21 de noviembre de 2010, disponible en: http://www.alternativabolivariana.org/modules.php?name=News&file=print&sid=5603(4) El manifiesto en favor de la democratización de la comunicación en el Brasil está disponible en: http://www.cut.org.br/acontece/20518/frente-parlamentar-pela-liberdade-de-expressao-e-o-direito-a-comunicacao-sera-lancada-dia-19(5) Entrevista a Frank La Rue. Disponible en el site “Hablemos todos” http://www.argentina.ar/hablemostodos/Fuente: http://alainet.org/active/61175 |
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ALAI, América Latina en Movimiento
2009-03-25
Argentina
Carta a la presidenta de Argentina:
Por una comunicación democrática y horizontal
ALAI, et al. |
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El pasado 18 de marzo (2009), el gobierno argentino dio a conocer el Proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que reemplazaría el existente decreto ley 22.285, adoptado por la dictadura militar.
Este proyecto incorpora los 21 Puntos por el Derecho a la Comunicación presentados en 2004 al gobierno nacional por las organizaciones que forman parte de la Coalición por una Radiodifusión Democrática. Con este motivo, las 5 redes regionales abajo firmantes enviaron la siguiente comunicación a la presidenta argentina.
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Sra. Presidenta de la Nación Argentina Dra. Cristina Fernández de Kirchner
Las Redes de Comunicación latinoamericanas abajo firmantes, que en octubre pasado, en el 3º Foro Social de las Américas, formulamos el "Llamamiento para Democratizar la Comunicación", nos complacemos y la felicitamos por la propuesta de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual presentada hace pocos días para su debate.
Las organizaciones y redes de comunicación consideramos en ese llamamiento la necesidad de "revisar y reformular los marcos regulatorios para asegurar una comunicación democrática y horizontal, que garanticen el ejercicio del derecho a la comunicación y el libre acceso a la información pública", así como “la prohibición de oligopolios y monopolios informativos".
De igual manera afirmamos que “la información y la comunicación deben ser consideradas un Derecho y no una simple mercancía" e insistimos en la necesidad de promover y fortalecer "los medios del sector social, populares, comunitarios, educativos" y que "se impulsen y desarrollen los medios públicos, con participación ciudadana", al igual "que se asegure el acceso y utilización universal de los beneficios de las tecnologías de la Información y Comunicación".
Observamos con mucho agrado que estos principios están incorporados en su propuesta de Ley asumiendo los 21 puntos propuestos por la “Coalición por una Radiodifusión democrática”.
Por todo lo anterior, felicitamos su iniciativa, apoyamos el debate abierto y nos disponemos a aportar a ese debate desde nuestras Redes.
Saludan atentamente
Osvaldo León - ALAI, Agencia Latinoamericana de Información. Gerardo Lombardi - ALER, Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica. Valeria Betancourt - APC, Programa de Políticas de TIC en América Latina. Pedro Sánchez - OCLACC, Organización Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación. José Ignacio López Vigil - Radialistas, Asociación Radialistas Apasionados.
Quito, 25 de marzo de 2009
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De: albi |
Enviado: 27/01/2013 17:13 |
En ese caso antigusano, También hay un coro de chupamedias que solo da loas a clarin....entonces....¿dónde está la verdad?...¿cuál es la verdad que nos hará libres?
Una pequeña historia:
Una señora hace colocar un placard en su habitación, a los pocos días llama al colocador y le dice
"señor la puerta se cae todos los días a una cierta hora"
El colocador va al domicilio, revisa todo y comprueba que no hay una razón para la caída
entonces responde a la señora: "no encuentro nada irregular señora, la única posibilidad de averiguarlo es que me quede dentro del placard y vea con mis ojos qué está sucediendo.
La señora accede
pero llega el marido y abre el placard con cara de asombro y furia mira al colocador y este le dice: Ya sé si mire yo soy lel amante de su señora, mateme si quiere!
La verdad no es siempre la verosimilitud o lo que el sentido común nos dice de acuerdo a la apariencia de las cosas lo uno cree, la verdad es algo más profundo y más complejo a la que no se llega por la creencia. |
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¿Donde está el coro de chupamedias de Clarín? ¿y donde gobierna Clarín? Las tiranías hasta ahora y el culto a la personalidad no la hicieron los diarios sino los gobiernos. Buen intento de justificar la mentira con el cuentito, pero el Indec es impresentable aunque traigas diez chistes como ese. |
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"Las organizaciones y redes de comunicación consideramos en ese llamamiento la necesidad de "revisar y reformular los marcos regulatorios para asegurar una comunicación democrática y horizontal, que garanticen el ejercicio del derecho a la comunicación y el libre acceso a la información pública", así como “la prohibición de oligopolios y monopolios informativos".
De igual manera afirmamos que “la información y la comunicación deben ser consideradas un Derecho y no una simple mercancía" e insistimos en la necesidad de promover y fortalecer "los medios del sector social, populares, comunitarios, educativos" y que "se impulsen y desarrollen los medios públicos, con participación ciudadana", al igual "que se asegure el acceso y utilización universal de los beneficios de las tecnologías de la Información y Comunicación".
Observamos con mucho agrado que estos principios están incorporados en su propuesta de Ley asumiendo los 21 puntos propuestos por la “Coalición por una Radiodifusión democrática”.
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Es que puede haber alguien que no esté de acuerdo con el anterior planteamiento de la Coalición por una radiodifusión democrática ? Es que el fanatismo ya ha llegado hasta el colmo de enceguecer a troskos y gusanos que ven por los ojos de la SIP , de clarín ..la nación ...los tribunales de justicia argentinos ...y todo lacayo que por ahí exista sobándole la chaqueta al imperio ?
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De: albi |
Enviado: 28/01/2013 18:11 |
Bueno el coro de chupamedias de clarin está por todos lados, en tn, en la nación en la nueva provincia, en canal 26 con grondona, en la neta, en cnn, en los principales diarios de cordoba y mendoza, en lu2, en muchisimas fm, en la revista gente, en la revista hola, en perfil, en radio mitre, en radio diez, en a 24 etc etc etc
En cuanto a la segunda parte yo no me preguntaría cuando gobernó clarin ( aunque creo que siempre lo hizo y aún lo hace) sino dónde está el poder en este país, y por qué ese poder sigue estando en un lugar que no es legítimo que esté, porque el pueblo argentino (una gran parte el menos) no ha elegido ese destino para el poder.
Lamento que no hayas comprendido ese relato, que no es un chiste sino un sencillo ejemplo, que muestra la diferencia entre verdad y sentido comun ( para que pudieras entenderlo) y nos cuenta que a veces la verdad no puede contra lo que establece el sentido comun, que parece pero no es y está tan arraigado en los juicios de la mayoría de las personas... por desgracia.
saludos |
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De: albi |
Enviado: 28/01/2013 18:17 |
y la lista sigue mira, en joaquin morales sola de canal 26, en roberto garcía creo que tambien ahi, en eduardo feinman, en varios periodistas que vos decís que pertenecen a un canl vendido al gobierno, fijate c5n con el "angel de la medianoche" que es lo mas antik que conozco, canal 26 con grondona, feinman, morales sola, etc....de donde sacás la información? |
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De: albi |
Enviado: 28/01/2013 18:19 |
Y la verdad os hará libres.....¿ dónde está la verdad que nos hará libres???? |
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De: albi |
Enviado: 28/01/2013 18:28 |
En las encíclicas divini redemptoris ,Iniquis afflictisque, dilectissima nobis? |
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De: albi |
Enviado: 28/01/2013 18:29 |
En el opus de escriva de balaguer? en las cuzadas? |
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Una señora hace colocar un placard en su habitación, a los pocos días llama al colocador y le dice
"señor la puerta se cae todos los días a una cierta hora"
El colocador va al domicilio, revisa todo y comprueba que no hay una razón para la caída
entonces responde a la señora: "no encuentro nada irregular señora, la única posibilidad de averiguarlo es que me quede dentro del placard y vea con mis ojos qué está sucediendo.
La señora accede
pero llega el marido y abre el placard con cara de asombro y furia mira al colocador y este le dice: Ya sé si mire yo soy lel amante de su señora, mateme si quiere!
Esto claramente es un chiste, no mienta que esto no es el Indec, incluso a mi me lo han contado bajo ese formato, y no es una obra maestra del ingenio para necesitar tanta explicación le aclaro |
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Bueno el coro de chupamedias de clarin está por todos lados, en tn, en la nación en la nueva provincia, en canal 26 con grondona, en la neta, en cnn, en los principales diarios de cordoba y mendoza, en lu2, en muchisimas fm, en la revista gente, en la revista hola, en perfil, en radio mitre, en radio diez, en a 24 etc etc etc
Estos no son chupamedias porque no le deben nada a Clarín, ni le trae réditos elogiarlo, en cambio hacerlo con el gobierno sí y sino preguntale a Telefónica, Cristobal Lopez y Garfunkel |
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