EL PAIS › EL REPRESENTANTE DEL EX ESPIA ADMITIO QUE NO HAY EVIDENCIAS DE LA NUEVA VERSION QUE OFRECIO A LA JUEZA
Stiuso no convence ni a su propio abogado
Por Raúl Kollmann e Irina Hauser
El abogado del ex espía Horacio Antonio Stiuso aclaró ayer que su cliente “no tiene pruebas directas de que a Alberto Nisman lo hayan asesinado. No tiene un testigo ni nada que se le parezca. Tiene una interpretación de los precedentes que pudieron llevar a que a Nisman lo mataran. Tampoco sé qué grupo intervino”. De esta manera, Santiago Blanco Bermúdez, letrado de Stiuso, dejó aún más huérfana la declaración del agente de inteligencia ante la jueza Fabiana Palmaghini. Pese a la inexistencia de pruebas que sustenten los dichos de Stiuso, la magistrada tomó una frase de ese testimonio para enviar la causa al fuero federal, cumpliendo con el anhelo de la ex esposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, y del gobierno macrista. El objetivo parece ser la propia ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, mencionada ayer por uno de los abogados de Arroyo Salgado, adelantando que podría o debería ser citada. En paralelo, el ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Oscar Parrilli, contó que “cuando tuve que cumplir la orden de Cristina de echar a Stiuso, hablé con él cuatro horas. Es un psicópata y mentiroso. Un extorsionador. Y al final de la charla me tiró una frase amenazante: ‘yo vuelvo’. No tengo dudas de que Stiuso trabaja para la CIA y el Mossad”.
- Pruebas. Durante la extensa declaración de Stiuso ante Palmaghini, el ex agente señaló que Nisman fue asesinado por un grupo ligado al gobierno kirchnerista. Cuando se le preguntó si el grupo estaba integrado por argentinos o extranjeros, dijo que no sabía. Y ante la pregunta sobre la forma en que entraron y salieron del edificio Le Parc, Stiuso sostuvo que “eso es fácil” y se despachó con una generalidad: “Igual con el tema de los iraníes no es relevante si uno tiene o no custodia, porque uno, si es un blanco, te estudian, te estudian y ya saben cómo te movés... La custodia, cuando uno tiene de enemigo a esta gente, no tiene sentido”. La hipótesis es extraña. Por lo que dijo el ex agente participaron iraníes, de los que no pudo aportar ni un dato concreto. Ni quiénes son ni cómo entraron al país ni cómo salieron. De alguna manera, tampoco explicada, ese grupo de iraníes se combinó con otro grupo relacionado con el gobierno anterior, del que también se desconoce quién lo integró.
La ausencia de pruebas por parte de Stiuso quedó patentizada en las declaraciones que hizo ayer el abogado del agente: estuvo dubitativo y sin respuestas; no pudo contestar, por ejemplo, quién pudo haber integrado el supuesto grupo que mató a Nisman. “Yo no hablé con él (por Stiuso) sobre eso. No me lo comentó. Es un tema importante ya lo sé, pero no lo hablamos”, dijo Blanco Bermúdez.
En su especulación sobre lo ocurrido, Stiuso hizo una curiosa interpretación sobre el arma que mató a Nisman. “No me cierra. No me parece que Alberto (Nisman) hubiera pedido prestada una pistola para defender a sus hijas. Pero puede ser que el comando haya entrado al departamento del fiscal y se encontró con el arma de Lagomarsino. Entonces aprovecharon la oportunidad y simularon un suicidio”. O sea que un comando ultraespecializado usó, de casualidad, una pistola de hace 40 años.
La versión de Stiuso se contrapone hasta ahora a las pericias, a lo que se ve en las cámaras de Le Parc y a las constancias del expediente. De los médicos forenses, 13 de 15 sostuvieron que no hay evidencia de un accionar homicida y cinco de los seis criminalistas firmaron un dictamen en el que sostienen que en el baño no había ninguna otra persona fuera de Nisman. Pero, además, no existe en la causa un solo testimonio que mencione la presencia de gente extraña en el edificio aquel 18 de enero de 2015. Tampoco se observa a ninguna persona no identificada en las cámaras, aunque había en el edificio puntos ciegos y, finalmente, nadie sospechoso alquiló un departamento en el edificio y no hubo propietarios o inquilinos que se fueron definitivamente de Le Parc después de la muerte del fiscal.
Hay otro elemento que cuesta entender. Si la muerte de Nisman fue perpetrada por un grupo sofisticado iraní, no queda claro por qué no aprovecharon que Nisman anduvo por el mundo sin custodia en las semanas anteriores. Sin ir más lejos, el fiscal paseó por Europa sin ningún guardaespaldas. En cambio, los infalibles iraníes prefirieron meterse en un edificio en plena Buenos Aires, con vigilancia privada, dos prefectos y dos policías federales a cargo de la seguridad. La hipótesis de que estuvieron todos comprados no tiene respaldo ni en la lógica ni en el expediente.
Sin ninguna prueba, Stiuso prestó una declaración a la medida de lo que esperaban el gobierno de Macri, la ex esposa de Nisman y los servicios de inteligencia que aspiran a una venganza contra el kirchnerismo. Desde el punto de vista internacional, Stiuso señaló que en el trasfondo de la muerte de Nisman estuvo Irán, algo que le calza como anillo al dedo a la derecha republicana norteamericana y a la derecha israelí. A esos sectores les sirve para tener un argumento contra el acuerdo que firmó Irán con Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania. Y más todavía en medio de la campaña electoral norteamericana donde Irán y Medio Oriente son todo un tema.
- Nada. El abogado de Stiuso se quedó sin palabras cuando tuvo que explicar por qué el agente no habló de asesinato en su primera declaración, en febrero de 2015. “Yo no recuerdo los términos precisos –adujo Blanco Bermúdez–. A veces se interpreta mal una declaración. No recuerdo si dijo que lo mataron. Sí recuerdo que dijo más o menos que la muerte de Nisman estaba vinculada con su trabajo. Tal vez no revisamos la declaración con profundidad y se le haya pasado al firmarla. Es bastante probable. Es cierto que el secretario leyó la declaración en voz alta. Bueno, no quiero aventurar, porque va a haber una causa judicial.”
Con estos balbuceos, el letrado se quedó sin explicación de por qué Stiuso y él mismo firmaron el testimonio brindado ante Fein, del que ahora reniegan. Las escasas cuatro carillas tienen la rúbrica del agente, de su letrado, de la fiscal y del secretario Bernardo Chirichela. La firma se produjo después que Stiuso testimonió, Chirichela leyó las cuatro carillas en voz alta, luego Stiuso y Blanco Bermúdez releyeron el texto y finalmente ambos firmaron.
Blanco Bermúdez ni siquiera atinó a explicar por qué no habían aclarado los dichos de Stiuso en todo el año transcurrido entre la primera declaración y la segunda de este lunes. Casi todos los diarios argentinos publicaron que el agente testimonió que la muerte de Nisman lo sorprendió, que no la esperaba y que no sabía nada de nada. Hubiera sido muy fácil presentar un escrito con una aclaración.
Pese a la endeblez de los dichos de Stiuso, la jueza Palmaghini pidió que se investigue si la fiscal Fein y el secretario Chirichela falsearon la primera declaración. En Tribunales afirman que Palma- ghini estaba obligada a hacerlo porque Stiuso dijo concretamente “que mis dichos no quedaron asentados en la declaración”. Sin embargo, parece cantado que la denuncia quedará en la nada porque las firmas de Stiuso y Blanco Bermúdez son una prueba definitiva de que el agente no dijo entonces lo que ahora sacó de la galera.
- El agente. El ex titular de la AFI Oscar Parrilli salió ayer a hablar de Stiuso. “Es un psicópata, un perverso, un mentiroso”, dijo. “Como ex agente, tenía la obligación de informar si contaba con información sobre la muerte de Nisman. No lo hizo, porque lo que dice ahora es una mentira y no tiene ni una sola evidencia. El día que yo asumí en la AFI, durante cuatro horas me hizo dibujos para explicarme la situación internacional, siempre con los razonamientos de Washington y Jerusalén. Es un hombre que trabaja para la CIA y el Mossad. Por eso está protegido en Estados Unidos desde hace un año”.
Para Parrilli, a Stiuso “lo mueve la venganza. Cuando cumplí con la orden de la Presidenta de echarlo, él terminó la conversación amenazante diciéndome ‘yo voy a volver’. Es un extorsionador de funcionarios, empresarios y gobiernos. Stiuso estuvo en la SIDE durante todos los gobiernos, incluso el nuestro. Tenemos que hacer una autocrítica. De todas maneras, nosotros tomamos la decisión de echarlo. Y después lo denunciamos por todas las irregularidades y delitos que encontramos, incluyendo maniobras de contrabando. Lo grave es que ningún juez hace nada. Yo exijo que le impidan salir del país, para que dé cuenta de sus actos. Y, además, que le pongan custodia. No vaya a ser que argumente que trataron de cometer un atentado en su contra. Stiuso anda diciendo que se vuelve a Estados Unidos. Ahí está protegido por sus servicios amigos”.
- Operación. Desde el punto de vista judicial, la declaración de Stiuso debería ser intrascendente dado que no aportó ninguna prueba. Pero lo llamativo es que Palmaghini le dió entidad y usó apenas una frase del agente para fundamentar el pase a la justicia federal. Tras dedicar 40 páginas a hablar de los custodios de Nisman –concluyendo que no hay pruebas de que incumplieron sus deberes–, Palmaghini esbozó en unas pocas líneas su voltereta judicial. Hace dos semanas dijo que no había razones para mandar el expediente al fuero federal y ahora sorpresivamente sostuvo lo contrario:
- La primera razón es que el operativo tras la muerte de Nisman fue desprolijo. Por lo tanto no se puede asegurar que hayan quedado incólumnes la computadora y el celular del fiscal. Eso equivale a una violación de correspondencia y corresponde al fuero federal. Palmaghini no explica por qué no decidió esto hace un año, cuando ya se conocían las circunstancias del operativo.
- La segunda razón es que el ex agente Carlos “Moro” Rodríguez sostuvo que no creía que Nisman se hubiera suicidado: “no creo que haya pasado de ser un buen padre a un mal padre en unas horas; de ser un buen hijo a un mal hijo, de un buen amigo a un mal amigo, porque suicidándose dejó a las hijas destrozadas, a la madre en un lío y a dos amigos en problemas”. Este desvarío subjetivo fue considerado una prueba por Palmaghini.
- Finalmente, la jueza usó la frase de Stiuso sobre los iraníes también como una evidencia, pese a que se trató de una especulación tal cual ayer reconoció su abogado.
Con estos elementos, redactados a las apuradas como se percibe en el texto, se redondeó la primera parte de una operación para achacarle culpas al anterior gobierno y en especial a la ex presidenta. Es posible que intenten que la causa se la quede un juez amigo de Stiuso, Luis Rodríguez, y ya se frotan las manos con el siguiente paso. Uno de los abogados de Arroyo Salgado, Manuel Romero Victorica, se lanzó ayer diagnosticando que “Cristina Kirchner puede ser citada en cualquier momento”.
Caso Nisman: Stiuso, el “rey de los espías”, el que sabe todo…
Antonio ‘Jaime’ Stiusso es el hombre al que el Gobierno apunta como responsable de la muerte del ex fiscal Alberto Nisman y quien hasta diciembre de 2014 estuvo a cargo de la Dirección General de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia. Algunos sostienen que su trámite jubilatorio aún no se completó y que podría ampararse en su condición de agente para limitar su declaración ante la fiscal Viviana Fein. Pero, ¿quién es este hombre de cuyos servicios gozaron durante los últimos 11 años los K y que se convirtió ahora en el enemigo público número uno?
La fiscal Viviana Fein decidió llamar a declarar a Jaime Stiusso, uno de los más poderosos agentes de inteligencia, después de recibir el listado de llamadas entrantes y salientes del celular del fallecido Alberto Nisman por parte de la Policía Federal.
De ahí que la fiscal entiende que este personaje sería uno de los últimos hombres que habló con el exfiscal de la causa AMIA. Hasta ahora, se creía que había sido Diego Lagomarsino, su asesor informático. En efecto, la propia presidenta Cristina Fernández apuntó a Lagomarsino por su “íntima” relación con el fiscal, y ‘Página/12‘ señaló que Lagomarsino había introducido a Stiuso en la causa.
Fein habría encontrado otros motivos para citarlo y lo habría llamado para hoy, aunque su abogado Santiago Blanco Bermúdez negó que fueran notificados al respecto.
Por ahora no se conoce dónde se encuentra el ex director de Operaciones de la SI. Según ‘Clarín’, se sabe, en cambio, que había pedido protección a la Justicia para su esposa y sus hijos, y que viajó a Uruguay varias veces en los últimos meses. Stiusso está divorciado y vuelto a casar, y tiene tres hijas, la tercera, menor de edad, vive con él y con su actual mujer.
Stiusso aún forma parte de la Secretaría, su trámite jubilatorio aún no se completó. Así, Jaime podría ampararse en su condición de agente para limitar su declaración ante la fiscal.
Este personaje es el que eligió el Gobierno para blanco. De hecho, algunos sospechan de la actitud de la fiscal que lo llamo a declarar justo después de que Aníbal Fernández “indicara” la necesidad de hacerlo.
Esta mañana, desde el Gobierno volvieron a la carga contra el ex director de la Secretaría de Inteligencia, a quien acusan de estar detrás de la denuncia del fallecido fiscal contra la Presidenta y otros funcionarios por la causa AMIA.
El secretario general de la Presidencia brindó una conferencia de prensa, donde calificó de “personaje siniestro” al ex funcionario de inteligencia y que “sólo ha puesto palos en la rueda” al Ejecutivo.
Fernández citó la declaración de Patricia Bullrich, donde señaló que Nisman “se sentía traicionado por un servicio de inteligencia”. El funcionario volvió a expresar el libreto oficialista y aseguró que “Nisman era un empleado de Stiusso”. Y contó que en las reuniones que mantuvo con ambos, él pudo notar “quien era el comandante y quien el comandado”.
Al ser consultado sobre por qué Stiusso se pudo mantener durante 30 años en su cargo, incluyendo todos los años de gobierno kirchnerista, respondió que “no es el único lugar del mundo que pasan cosas de estas características”. Y puso como ejemplo a John Edgar Hoover director de la Oficina Federal de Investigación (FBI) norteamericana, quien estuvo en su cargo durante 8 presidentes en USA.
“Muchas veces en la Secretaría de Inteligencia se cumplen tareas que uno tiene que apreciarlas cuando conoce toda la información, no soy yo el que la puede apreciar, sino mucho más arriba que yo la Presidenta”, agregó.
“Siempre es Stiusso el que miente, o porque es él el que está presionando al fiscal o porque siendo un subalterno no lo corrigió, o porque le ofreció esta mentira (la denuncia por el caso AMIA) al fiscal Nisman de la existencia de esta situación”, señaló, en referencia también a que Ramón Bogado no era servicio de inteligencia.
Esta semana, Stiusso fue denunciado, además, por el legislador porteño Gustavo Vera, quien lo acusó de enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, tráfico de influencias y cohecho, basado en una red de empresas que dirigiría el agente. Vera, de estrecha relación con el Papa Francisco, aseguró además que Jaime había espiado al ex cardenal Jorge Bergoglio.
En tanto, el ex diputado Miguel Bonasso aseguró haber sentido un “aire del ’74” al enterarse de la muerte del fiscal Nisman y cargó contra el ex espía Jaime Stiusso: “Es un gran delincuente de la dictadura”.
El periodista y escritor dice que está “convencido” de que se trató de un crimen, que “no cree que sea un suicidio”, según manifestó en diálogo con ‘TN’.
Reiteró que Stiusso lo “amenazó” en la revista ‘Noticias‘, que es un “criminal vinculado a los delitos de lesa humanidad”, y que en 2004 le propuso al ex presidente Néstor Kichner “disolver la ex SIDE” porque estaba integrada por “ladrones vinculados a la droga y la trata”, pero que no tuvo respuesta.
“Era un organismo que había heredado los vicios de la dictadura. Después me vengo a enterar que Néstor juntó a Nisman con Stiusso”, aseguró Bonasso.
Pero, ¿quién es este “personaje siniestro“?
Según la versión oficial, ingresó a la SIDE en diciembre de 1972 como el chico que hacía mandados y terminó como director general de Operaciones, el tercero en importancia dentro del escalafón interno.
Se llama Antonio Stiles pero es más conocido como Jaime Stiusso.
La versión filtrada por el Gobierno a través de ‘Página/12’ y luego en un breve cable de la agencia ‘Télam’, indica que se terminó la carrera del espía más conocido de la Secretaría de Inteligencia. Oscar Parrilli, el nuevo secretario de Inteligencia, le pidió la renuncia al cargo. Siempre según la versión oficial, Stiusso habría entregado la dimisión, pero seguiría en la SI.
“Técnicamente pasó a disponibilidad, según nuestro estatuto, pero conserva su categoría y sigue cobrando el sueldo“, dijeron fuentes del edificio de la calle 25 de Mayo.
Otro espía aseguró que “ya entregó el despacho y hasta el auto oficial”. Dicen que el desplazamiento significa el fin de una era y de un grupo de espías que creció a las sombras de Stiusso.
Luego de la salida de Héctor Icazuriaga y de Francisco ‘Paco’ Larcher, todas las miradas estaban puestas sobre Stiusso, el “rey de los espías“, según una leyenda que construyó él mismo.
De profesión ingeniero, siempre fue un fanático de la tecnología. Es padre de tres hijas. Una de ellas lo hizo abuelo hace no mucho tiempo. Durante cuatro décadas viajó por el mundo y reunió información de los personajes más poderesos del país: políticos, gobernantes, jueces, fiscales, empresarios y hasta periodistas.
La leyenda cuenta que apenas asumió el ex presidente Néstor Kirchner puso a disposición su carpeta y la de Cristina, elaboradas por la SI durante los años en Santa Cruz.
Meses después, el ex ministro de Justicia Gustavo Beliz hizo pública su foto en el programa de Mariano Grondona.
“Es quien maneja el poder real“, se quejó aquella noche el funcionario. El episodio lo obligó a dejar el cargo y emigrar a USA. Stiuso también lo demandó ante la Justicia, aunque perdió el juicio.
Además de pinchar teléfonos y computadoras, y de infiltrar marchas y actos políticos, Stiusso se involucró de lleno en la investigación por el atentado a la AMIA, de la mano de la CIA y el Mossad. Su último cortocircuito con la Presidenta, con quien nunca habló, según cuentan en la SI, fue por el polémico memorándum con Irán.
En la entrevista que dio a ‘Noticias’, hace poco, Stiusso envió varios mensajes. El principal es que todavía no se quiere ir. “Todavía me falta para jubilarme, no tengo 65 años. Salvo que le asignes otro valor o interpretación a la palabra jubilación”, soltó en tono irónico.
Hoy, hasta ‘Wikipedia‘ posee una descripción de este agente “secreto”, sobre quien Gerardo Young escribió y publicó en 2006, su biografía, en “SIDE: la Argentina secreta”.
El sitio web cuenta que Stiusso nació en San Justo, provincia de Buenos Aires, el 21 de junio de 1953 y que su identidad fue revelada al público cuando su nombre y fotografía fueron difundidos en 2004 por el entonces ministro de Justicia Gustavo Béliz.
“En diciembre de 2014, Stiusso fue despedido de la Secretaría de Inteligencia luego de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner decidiera descabezar dicho organismo.
Stiusso es citado por varias fuentes como un personaje central en la investigación por la muerte de Alberto Nisman, fiscal especial que investigaba el atentado a la AMIA ocurrido en 1994. Stiusso habría sido la principal fuente de información de Nisman, llegando a tener una influencia dominante sobre el fiscal, según el juez de la causa, Rodolfo Canicoba Corral.
El gobierno argentino y otras fuentes atribuyen a Stiusso la autoría, fáctica o intelectual, pocos días después de su salida de la Secretaría de Inteligencia, de una denuncia presentada por Alberto Nisman, en la que acusa a la Presidenta de haber pergeñado un supuesto plan para encubrir a los presuntos autores iraníes del atentado a la mutual judía a raíz de la firma de un memorando de entendimiento con Irán, que según el gobierno permitiría en cambio avanzar en la investigación. Nisman murió pocos días después en circunstancias que todavía se investigan.
Aunque no está claro el nivel de participación puntual de Stiusso en esa denuncia y su eventual incidencia en los hechos que llevaron a la muerte de Nisman, sobresale la relación privilegiada que mantenía el agente con la CIA estadounidense y el Mosad israelí. Algunas fuentes vinculan la denuncia de Nisman contra Cristina Fernández de Kirchner con una presunta venganza, a instancias o merced de su relación esas agencias extranjeras, porque el memorando podría perjudicar la línea de investigación (sostenida por Nisman con aval de Estados Unidos e Israel) que imputa el atentado a ciudadanos iraníes“, publica el sitio.
Stiusso fue el protegido del presidente Néstor Kirchner durante los años de su mandato. Pero la confianza que ganó con éste, la perdió con Cristina Fernández y se enfrentó con el teniente general César Milani, a quien ahora acusa entre sus íntimos de haberlo amenazado.
Era el director General de Operaciones y número tres de la SI. Y luego de trabajar por 42 años en el espionaje oficial sabe más que nadie sobre los hombres y mujeres del poder. O sobre el poder mismo.
Según lo describió este diciembre el diario ‘La Nación‘, “en este tiempo, Jaime se convirtió en el enlace de la Secretaría con los servicios secretos del mundo, especialmente con la CIA y el Mossad, sus protectores. Y finalmente: en este tiempo -42 años-, Jaime acumuló carpetas, información, fotos, datos, secretos de los hombres del poder. A pedido de cada gobernante. Y también sobre cada uno de ellos. (…) Jaime tiene dos oficinas. Una más o menos oficial, en la sede del edificio central de la Secretaría, con vista a Puerto Madero, cercana a la que hoy empezó a conocer su nuevo jefe, Parrilli. Allí hace de director de Operaciones, saluda amablemente a sus visitas, es correcto con quien quiere serlo, ejerce la diplomacia. Pero también tiene otra oficina, por el barrio de Once, en una de las bases secretas. Es allí donde guarda lo que los demás temen. Ésa es su guarida; allí está el verdadero Jaime. (…) Cuesta verlo irse así como así.”
¿Cómo era la relación entre Stiuso y Diego Lagomarsino?
26/02/2015 18:39 hs
El periodista Jorge Boimvaser relató el vínculo del técnico informático con el ex agente.
Luego de su reaparición ante los medios, Diego Lagomarsino volvió a quedar vinculado al ex espía de la SIDE Antonio "Jaime" Stiuso. Así lo relató en"Sobrevivientes" el periodista Jorge Boimvaser, quien ratificó una relación que se había querido desmentir.
"¿Cuál fue el gran negocio de Stiuso? La informática, uno de los primeros que trajo computación al país, a principios de los '90, cuando se veía que el futuro era Internet, no había correo electrónico casi. Stiuso comenzó con un par de empresas fantasmas, tenía el control de la Aduana, y la computación no era cara como eran otras cosas, no se pagaban impuesto", introdujo Boimvaser en Radio Rivadavia.
"Uno de sus colaboradores, casi 15 años después, fue Diego Lagomarsino. Ahí empiezan a cerrar algunas cosas. Hace poco le detectaron una cuenta a Stiuso por 124 millones de dólares. No tiene sentido lo que se dice de que traficaba drogas y personas, se sabía que lo de Stiuso eran las computadoras. Para pasar la aduana había que tener acceso al 2° jefe, Daniel "Gato" Santana. Stiuso dijo 'yo conozco toda la red de kirchneristas que han pasado cosas por la aduana'.", señaló.
Sobre el jefe operativo de la SIDE, Francisco Larcher, Boimvaser expresó: "Fue a Italia y trajo 70 bultos, llamó a Stiuso para que le abran la aduana. Nadie le revisó nada, no se sabe qué traía. Cuando bajó todo esto, dejó camiones al borde del avión, ni pasó por aduana".
El fuego cruzado de los últimos días enfrentó a Stiuso con el Secretario de Inteligencia Oscar Parrilli. Al respecto, Boimvaser opinó: "Lo que hizo Parrilli es lo que le dijeron que no haga: se metió en denuncias. La cantidad de funcionarios que pueden quedar pegados.... Se va a saber pronto".
De todos modos, sobre Stiuso y el libertinaje aduanero, Boimvaser aclaró: "No todos procedieron así. Por ejemplo, la esposa de Carlos Zanini importaba muebles antiguos de Europa pero iba a la aduana y los pagaba. Parrilli se metió con un tipo que conoce la interna".
Sobre el vínculo entre Stiuso y Lagomarsino, reiteró: "Stiuso y Lagomarsino se conocían, obviamente que lo van a negar, y Lagomarsino llega a Nisman por Stiuso. La relación viene desde que Lagomarsino era un chico de 18 años que manejaba todo de la computación. Llega a Nisman por Stiuso y la informática, con el tema de pinchar mails y limpiar computadoras, lo que hacía para Nisman".
Dos breves comentarios acerca de este interesante trabajo de Alonso. No tiene mayor importancia que Nisman no reuniera las condiciones para ser juez federal, hay muchos jueces federales que nunca las reunieron y ahi están, como Bonadío. En cuanto al “el mejor forense”, Raffo, el domingo Verbitsky lo destrozó. JS
La conexión entre Nisman, “Jaime” y Lagomarsino
Por Juan Alonso, editor de Policiales de Tiempo Argentino
Eran tiempos en que Natalio Alberto Nisman no lucía prolijo y atildado con trajes caros modelo 2015. Un poco excedido de peso y de paso titubeante solía entrar a la Rosa Negra con inseguridad. La única salida ocurrente para sostener su ego era contar sus historias de vértigo alucinante, arrojándose en parapente en Luján y Lobos. Los jueces, fiscales, secretarios y prosecretarios de juzgados –todos compañeros- lo tomaban para la chacota y en verdad nunca creyeron que aquel hombre de bigote algo entrado en kilos llegaría a convertirse en fiscal de la República. Y mucho menos, que su nombre fuera usado como una pancarta de la oposición rabiosa contra el gobierno.
Tenía una característica fundamental Nisman. Era competitivo y ambicioso. Soñaba con ser juez. “Apenas podía ser un médico clínico un tanto difuso en los diagnósticos, pero nunca un cirujano del cerebro”, grafica un juez que lo conoció. Dice que el Senado nunca hubiera aprobado su pliego como magistrado porque no reunía las condiciones básicas: conocimiento profundo del Derecho y un rasgo nada desdeñable; una personalidad estable.
Sin embargo, controló a discreción un presupuesto de 34 millones de pesos durante diez años en la Fiscalía Especial AMIA y contrató a empleados “especiales” con salarios de 33 mil y casi 42 mil pesos. Como todo narcisista en crecimiento, por momentos la soberbia lo anulaba. Y se creía un soldado caído del cielo para salvar al mundo de todos los males, asociado él mismo con una parte importante de esa gran mancha de oscuridad.
Nisman se ocupó de anudar lazos con los principales referentes de la comunidad judía de la DAIA, algo así como la Asociación de Magistrados de la colectividad. Y eso le abrió las puertas al entorno del ex juez Juan José Galeano, primero; y después a los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia. Nisman llegó a ser el tercero en la línea.
A mediados de los ’90, fue más que un simple testigo en el diseño de la operación para endilgarle la responsabilidad de la llamada conexión local al antiguo vendedor y desarmador de autos, Carlos Telleldín, y más tarde al ex comisario bonaerense, Juan José Ribelli. Ambos estuvieron presos más de diez años, hasta que la causa se desmoronó como un castillo de naipes y ahora comparten el ejercicio del derecho penal.
“Soy exitoso igual que antes”, se jacta Telleldín. “Siempre fui el mejor en lo mío, no necesitaba esos 400 mil dólares que me dio la SIDE para incriminar a Ribelli, fui coaccionado y ustedes nunca lo dicen, nunca”, se queja.
El lazo que unió a Nisman en matrimonio con la futura jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado –que solía lucir un crucifijo gigante en el pecho- fue como toda construcción amorosa. Nisman buscó en el otro su propia carencia.
Arroyo Salgado es una mujer de carácter. A su alrededor hay 20 custodios de la Policía Federal que la siguen a sol y sombra.
Tiene a su cargo dos juzgados federales, el 1 y el 2 de San Isidro, y en los últimos meses casi no firmó expedientes y se niega a tomarse licencia después de las vacaciones en Europa con sus hijas y la trágica muerte de su ex marido. Ella augura nubarrones con la oscilante pesquisa de la causa. Por eso, designó al mejor forense de la Argentina, Osvaldo Raffo. Quiere saber qué pasó aquel domingo fatídico en Le Parc.
Pero hay que recordar que en las manos de Arroyo Salgado todavía duerme la causa por la presunta apropiación ilegal de los hijos adoptivos de la dueña del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble. Arroyo Salgado nunca dio un solo paso para esclarecer ese episodio que no prescribe porque la posible supresión de identidad está considerado un delito de lesa humanidad. El trámite de adopción de Marcela Noble Herrera y Felipe Noble Herrera tiene los rasgos de la impunidad adquirida por los años de plomo en sociedad con Jorge Rafael Videla en mayo de 1976.
Algo que Nisman conocía muy bien. Intervino en la investigación sobre la ejecución de dos militantes del Movimiento Todos por la Patria tras el copamiento del Regimiento de La Tablada, en 1989, sin demasiado compromiso. Después de todo –creyó- según quienes lo conocieron, esos jóvenes habían errado el camino para obtener justicia por un sendero sin retorno.
Mientras él y Arroyo Salgado estuvieron juntos convivieron siendo funcionarios judiciales. Más allá de los problemas que puede tener cualquier matrimonio –peleas y discusiones- las fuentes relatan que llegaban a dirimir rencillas constantes hasta por los empleados que cada uno contrataba. Dicen que jugaban un ajedrez perverso centrado en la dominación del adversario.
En ese clima espeso llegó al despacho de Nisman un muchacho inquieto y perspicaz, Diego Alejandro Lagomarsino, experto en informática. ¿De la mano de quién? Las fuentes (un juez y un fiscal) deslizan que de un temido visitante del fuero federal: el ex jefe de Contrainteligencia y Operaciones de la Secretaria de Inteligencia (SI), Antonio Stiuso, “Jaime”.
“Te presento a este pibe”, le habría dicho a Nisman y Lagomarsino se pegó a su lado como una ventosa. El fiscal compró la oferta porque creía con ceguera en todo lo que le decía el espía preferido de la CIA en el sur del continente.
Los que conocieron en vida a Nisman, aseguran que tenía una extraña fascinación por el trabajo de los espías nacionales y extranjeros. Y entre fiscales y jueces no faltan quienes lo vinculan con dos de los servicios de inteligencia más eficientes y poderosos del planeta: la CIA y el Mossad.
El cuentito de que Lagomarsino le arregló una computadora a una jueza de instrucción y de allí apareció recomendado en el despacho de Nisman parece el relato del lobo disfrazado de cordero. Sucede que esa clase de corderos por lo general muerden en la yugular. Están programados para la simulación.
El fundador de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Marcelo Saín, definió a Lagomarsino como un joven “canchero” que lo visitó hace diez años para ofrecerle “servicios de espionaje” sobre una presunta banda narco del distrito de Lomas de Zamora. ¿Quién se lo presentó a Saín? Un subcomisario de la Policía Bonaerense con buena llegada también al sector de la (SI) que controlaba las escuchas judiciales, la central “Ojota” dominada por el antiguo “Sector 85” de la guardia personal de Stiuso.
Hay una anécdota que lo pinta de cuerpo entero al temerario espía que vio pasar presidentes como colectivos llenos. Un día se apareció por el despacho de un juez y le soltó esta frase antes de bajar las escaleras. “Ah, doctor, ahí le dejé un regalito, me lo agradecerá…”. El juez, perplejo, llamó al número 2 de la entonces SIDE y le avisaron que en uno de los pisos del edificio de 25 de mayo, frente a la Casa Rosada, lo estaban escuchando. Stiuso le había colocado un micrófono en su despacho.
¿Cómo terminó el insólito asunto? Con otra visita de Jaime.
-Dígame Stiuso, ¿por qué no me saca eso que me trajo, porque en algún momento va a perjudicar mi trabajo como juez.
-No hay problema.
El ingeniero Stiuso estiró el brazo y extrajo del lomo de un libro de consulta lo que llamó “un pequeño juguete” imperceptible al ojo del neófito.
“Ya está”, se limitó a decir. Guiñó un ojo y se fue. Así es él.
La próxima vez que el juez lo vio fue durante un viaje que realizaron juntos por el exterior detrás de la pista de una organización narco con conexiones en Europa y Estados Unidos. Jaime se jactaba de sus vínculos con la DEA y la CIA. Una vez estuvieron en un centro de escuchas en Los Ángeles, California. Cuentan que Stiuso se reía cuando los técnicos de audio estadounidenses transformaban la voz del magistrado en imputaciones graves captando exactamente el tono de su voz, pero transformando radicalmente el sentido de sus palabras.
El juez podía estar diciéndole que quería cenar con vino blanco, pero los chicos formados en Langley lo hacían pronunciar palabras como “explosivos, bombas y atentados”. Era enloquecedor todo aquello.
Jaime jamás ostenta esos viajes. Con algunos jueces siempre preservó lo que llama “códigos”. Claro que son sus propios códigos. Alguien puede ser “amigo” y transformarse en “enemigo” con el chasquido de un dedo. Y ahí la cosa se pone tenebrosa.
“Conmigo siempre se comportó como un caballero. Nunca me perjudicó en nada. Al contrario, su trabajo era ciento por ciento eficiente, muy profesional”, dice el juez. Y no miente. Stiuso sigue los casos hasta el final. Pero con una advertencia: cree sólo en sí mismo.
Los policías le importan nada. Tiene una carpeta para cada uno y para él son apenas aves de cornisa. Hace más de diez años su grupo pretoriano se tiroteó con los hombres de la Unidad Antiterrorista de la Federal durante un decomiso narco en la provincia de Buenos Aires. Fue cuando Jorge “El Fino” Palacios insinuó hacerle sombra. Eso era inaceptable para su lógica. Así que Palacios se tuvo que limitar a formar La Metropolitana de Macri y está procesado por el supuesto montaje de un sistema de escuchas ilegales.
Valga la paradoja del destino, hoy La Metropolitana “lo cuida” a Jaime. Y él se divierte. Toma sol. Es un planificador nato, un estratega, hábil manipulador de los sentidos. Lo que no prueba con la ciencia, lo transforma con alquimia.
Así fue que construyó a Nisman en un héroe de la democracia. Llevándolo de la mano a un callejón sin salida la noche sórdida del 17 de enero en Le Parc.
El dato
En su apogeo, la ex SIDE de los ’90 manejaba una caja de 1.400.000 dólares por día.
Lorena Martins: “Si Jaime tiene problemas, mi viejo lo va ayudar”
Lorena Martins, la hija de Raúl Martins, un ex agente de la SIDE, que está denunciado por liderar una red de trata y explotación sexual de mujeres, le concedió una entrevista a la periodista Mariana Moyano en Radio Nacional. La mujer que vive en España cuenta que desde que denunció a su padre entre 2011 y 2012, su vida se transformó en una auténtica pesadilla. Advierte que Martins conoce a Antonio Stiuso y que podría darle cobijo y ayuda en el exterior. “Viví amenazada con la sensación de que me iban a matar en cualquier momento. Mi denuncia cayó por conexidad en el juzgado de María Romilda Servini de Cubría, pero no avanzó, no querían que avance. Hoy se está hablando mucho de la SIDE, pero no saben quiénes son estas personas. No son de ahora. Estos tipos hace 40 años que están en la SIDE. Son tipos que empezaron con la dictadura. Mi viejo, Jaime y El Lauchón Viale (acribillado en 2013 en su casa de La Reja por un comando del grupo de elite Halcón) entraron entre el 72 y el 77. Se conocían perfectamente. Todos están involucrados en un montón de cosas. Me enteré que mi viejo era SIDE a los cinco años y me fui de mi casa a los 20. Me divorcié, volví y me di cuenta de que era convivir con el delito las 24 horas. Hay que convivir con una chica víctima de trata que te abraza y te dice que la ayudes. Yo lo empecé a enfrentar. Y por más que sea mi viejo, cuando te enfrentas a la Mafia es muy jodido. Es capaz de matar a la hija”.
Cuando Moyano le preguntó a Lorena sobre Stiuso, la mujer no dudó: “Si Jaime tiene problemas, no tengo dudas de que mi viejo lo va a ayudar. Puede salir y entrar por las Islas Caimán, por Belice, sin ningún problema. Mi papá es multimillonario y tiene impunidad. Todos ellos son millonarios”.
Todos los derechos reservados: leyendadeltiempo.wordpress.com, autor Juan Alonso.-
Y sigo trayendo " cositas " de una y otra parte ...porque así relacionadas y vistas de cerca unas y otras nos dejan ver lo que en la selva no podría verse .- Veamos algunas cosas más :
El verdadero objetivo de la defensa de Arroyo Salgado es Cristina Fernández de Kirchner. Adelanto24 detalla los pasos de sus abogados contra la fiscal Fein y Lagomarsino, para sostener la teoría del asesinato. El papel de Stiuso.
El diálogo se transformó en una sentencia premonitoria y maldita. El arrepentido de la Cosa Nostra disparó la frase cargada de muerte. El juez lo oyó en silencio. “Usted sabe que si avanza contra la mafia, ésta lo matará. La mafia tiene todo el tiempo del mundo para llevar a cabo su venganza, pero esté seguro que lo hará”. Y así fue, el magistrado terminó muerto.
En la investigación de la muerte del fiscal Alberto Nisman, el ex agente de inteligencia Antonio “Jaime” Stiuso también prepara su venganza. Nada más que en este caso, la misma está motorizada a través de la jueza federal y ex esposa del fiscal, Sandra Arroyo Salgado. Magistrada que tuvo el respaldo, nada menor, para llegar a su cargo, del por entonces hombre fuerte de la ex Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), Stiuso. Esa buena relación continúa. Es más, los más maliciosos aseguran que quien aconseja a Arroyo Salgado en la causa Nisman no es otro que “Jaime”.
Siguiendo esta lógica, no sorprende la estrategia de sus abogados. Adelanto24 pudo saber que la misma cuenta de varias partes, pero que el objetivo final es que Cristina Fernández de Kirchner declare por el crimen, luego de dejar la Presidencia. Este no es un dato menor, ya que una vez que deje la Casa Rosada, la actual jefa de Estado no tendrá fueros. Entonces el ataque cobrará sentido y tendrá un poder de fuego considerable.
Pero para que el objetivo final se cumpla, el camino por recorrer no será sencillo. En primer lugar se deberá apartar de la investigación a la fiscal Viviana Fein. En las próximas semanas se resolverá otra presentación de la defensa de Arroyo Salgado, en este sentido.
Los abogados de la ex esposa de Nisman quieren que la investigación sea dirigida por la jueza penal Fabiana Palmaghini, quien tiene una postura distinta a la de Fein. A pesar de que Palmaghini es la jueza del caso Nisman, Fein realiza la investigación y lleva adelante la teoría del suicidio. En cambio, Palmaghini es más cercana a la hipótesis del asesinato y a las motivaciones políticas del mismo. Exactamente igual opinan los letrados de Arroyo Salgado.
Si se logra apartar a Fein, el segundo paso es apuntar contra Diego Lagomarsino como autor material del crimen. Los abogados no creen la versión del técnico informático y mucho menos que Nisman le haya pedido el arma con la que finalmente se mató. La confirmación de que Nisman no tenía rastros de pólvora en la mano y de que el cuerpo fue movido, son otros de los hechos en los que se basan los abogados para ir contra Lagomarsino.
La teoría del asesinato debe tener un móvil y es ahí donde entra a jugar la denuncia que pocos días antes de morir hizo Nisman contra el Gobierno K. La estrategia es clara: Nisman fue asesinado por la denuncia. Y así se desembocaría en la citación de Cristina.
El kirchnerismo no desconoce que detrás de ésta estrategia está Stiuso. Por eso, el viernes, el fiscal Franco Picardi solicitó la indagatoria del ex jefe de Operaciones de la ex SIDE, en la causa en que se investiga si engañó a las autoridades de ese organismo y al Poder Judicial para que se autoricen interceptaciones de comunicaciones que eran contrarias a los requerimientos de la Ley Nacional de Inteligencia.
No obstante, como en todo buen relato policial hay más. Y por supuesto nada es tan lineal como parece. La mano de dos de los servicios de Inteligencia más poderosos del mundo, por no decir los más poderosos, rondan la muerte del ex fiscal. La CIA y el Mossad.
El ex sargento de la Policía Federal, Luis Miño, uno de los hombres que estaba a cargo de la custodia de Nisman y luego fue pasado a disponibilidad, realizó ciertos llamados sospechosos. Días de antes de la muerte, estuvo negociando su incorporación al equipo de seguridad del Exxel Group, que lidera Juan Navarro.
Es más, apenas fue puesto en disponibilidad consiguió trabajo en el Exxel. No es un secreto que el Exxel tiene vínculos con empresas americanas, y en particular con los servicios de inteligencia de ese país.
El Exxel fue quien más se benefició con la muerte de Alfredo Yabrán, al quedarse con varias de sus empresas.
Con los datos sobre la mesa, como un fantasma macabro aparece en escena la CIA. El asesinato de Nisman parece un laberinto del que sólo se pueda salir por arriba.
IMPORTANTE: nota en desarrollo, falta corregir, acomodar, cerrar el texto como a un TODO. Paciencia por favor...
Al igual que la mayoría de los argentinos, venia yo por la vida sin saber quién era Nisman hasta su muerte. Me enteré de su muerte el mismo lunes a la madrugada, cinco minutos después de que lo publicara Clarín. Mi reacción fue muy similar al resto de la población: LO MATÓ EL GOBIERNO K, no hay duda de eso. Mas luego algo me empezó a hacer ruido. A simple vista, mandar a matar a Nisman parece ser un suicidio político cuyas consecuencias sociales podrían ser mucho peores que la denuncia misma del Fiscal; denuncia cuyo soporte documental no desaparece tras la muerte (como sucedería con el testimonio de un testigo, por ejemplo). Como ninguno de los involucrados en el caso posee un aura de santidad medianamente defendible, todas las posibilidades caben en éste embrollo. Mi opinión y forma de entender lo que sucede va cambiando en la medida que voy encontrando información y atando cabos que bien pueden ser pompas de jabón en el viento. A mi entender, y en pocas palabras, las teorías principales que se manejan son:
1) Con o sin orden expresa de Cristina, lo matan "servicios" leales al gobierno.
2) Lo asesinó un ex-agente de la SIDE con intención de cargar la muerte de Nisman sobre los hombros del gobierno: la "Teoría del Ronin".
3) A Nisman lo "suicidan" Servicios de Inteligencia (locales o extranjeros) enemigos del gobierno K: la "Teoría del Golpe Blando".
4) Mi teoría personal... Plan Condor 2.0: la hora del Hombre Gris!
Todas estas hipótesis serán mas o menos desarrolladas a lo largo del texto para tratar de entender las posibilidades. De buenas a primeras la muerte de Nisman no le conviene a nadie, menos a la continuidad política del modelo K. Éste evento ha dejado tan en claro la "brecha" que existe en la población argentina que da miedo. Una gran porción de la población, principalmente aquella vinculada al sector del agro, cree fehacientemente que el fiscal fue asesinado por orden expresa de Cristina Fernandez de Kirchner sin siquiera molestarse en bucear por la inmensa cantidad de recursos que existen en la Internet, al menos siquiera para confirmar o reforzar su teoría. La mitad de la población ve en esa mujer diabólica la encarnación misma del mal y por tanto hay que prenderla fuego en la plaza pública. Si uno navega por las redes sociales y presta atención a los comentarios políticos promedio notará tanto de un bando como del otro un grado de violencia tan explícito que asusta en cuanto a lo poco que hemos avanzado en el entendimiento de cómo es la cosa para vivir en sociedad. Para decirlo sin rodeos, muchas personas realmente anhelan el regreso de un gobierno militar o similar que pongan orden a esta "debacle" en la que vivimos.
Ante tal escenario de profunda división social en la Argentina, creo importante adoptar una actitud mental "GRIS" tanto para investigar el caso Nisman, escribir ésta nota y/o finalmente leerla. Básicamente no creerle nada a nadie, no tomar partido, ser un humano libre de prejuicios, con la mente abierta a la información disponible; y no sólo a aquella que encaja en un posible esquema oficialista u opositor en mi cabeza. Rompamos con esa binomia de Buenos Vs. Malos por un momento y consideremos la posibilidad de que ésta historia en verdad sea de Malos Vs. Malos, con nosotros los pobladores (los buenos) en el medio mirando. Importante aclaración inicial es que las fuentes citadas en el presente texto han sido deliberadamente resumidas para una rápida legibilidad del mismo.
¡Conspiranoia para Todos y Todas!
Para no ser soldado de ninguno de ambos bandos de la "grieta argentina", simplemente intentaré puntualizar aquellos elementos de la causa que, desde mi perspectiva subjetiva, parecen apuntar a que la muerte de Nisman (suicidio o asesinato, da igual), podrían tratarse de una arriesgada jugada política en el tablero de ajedrez de las elecciones presidenciales 2015. Lo que todavía resta descubrir es si la mano que mueve la pieza es local o internacional o un poquito de ambas.
No hay motivo para NO ponerse conspiranoico con Nisman dado que la irregularidad ha sido norma general desde el principio del atentado de la Embaja de Israel hasta la fecha. Siendo que está plenamente blanqueado el hecho de que el fiscal tenía relaciones íntimas tanto con la embajada de Estados Unidos, como con la de Israel y el Mossad... Y siendo que estas naciones son señaladas por su costumbre de justificar incursiones militares por medio de ataques de falsa bandera; como el 9/11, la Maratón de Boston, Sandy Hook, y posiblemente Charlie Hebdo. ¿No es acaso lícito considerar todas las posibilidades dadas?
Dato de color:el cuerpo de Nisman fue enterrado en el cementerio judío de La Tablada mucho más cerca al "Monumento a los Caídos en la Defensa del Estado de Israel" que de sus parientes o víctimas de la AMIA.
Con esto no queremos lavar los pecados del gobierno ni adjudicar toda la culpa a ciertas prácticas diplomáticas desleales por parte de Israel y EE.UU. en su historia reciente. La idea es considerar otras hipótesis que la más simple y evidente, lo que la mitad del pueblo argentino piensa sinceramente: Cristina dio la orden de poner fin a la vida del Fiscal. De buenas a primeras, es menester decir que en todo momento debemos sospechar del gobierno en la misma medida en la que se puede sospechar de cualquier otro actor involucrado. La forma de proceder por parte de los funcionarios públicos antes-durante-después de la muerte de Nisman han sido cuando menos irregulares. Gran parte de la investigación actual de la fiscal Fein a cargo del suicidio se han centrado en estos aspectos poco claros del caso. Sólo por mencionar algunos puntos oscuros: el proceder de la custodia personal provista por la Policía Federal que tardó 11 horas en reportar a sus superiores la falta de contacto con el protegido; la llegada instantánea al lugar del Secretario de Seguridad Sergio Berni; las contradicciones entre los dichos del funcionario y la presidenta en cuanto a la hora en que fueron anoticiados del suceso; la atención médica solicitada a una empresa privada (Swiss-Medical) y no al SAME; el ingreso de Berni a la escena del crimen antes que el Juez y la Fiscal a cargo; un supuesto maletín retirado del departamento; entre tantas otros "dimes y diretes" varios que la prensa se encarga de propalar. Por su parte, la CIA y el Mossad han comunicado extra-oficialmente que sus operadores locales encuadran la muerte de Nisman dentro de una operación independiente de los agentes de Servicio Secretos leales a la presidenta, quien no dio la orden de matar, sino que aquellos actuaron por cuenta propia para ganarse el favor presidencial. ¿Tal vez malinterpretaron un comentario de Cristina? Sospechar del gobierno está bien y es necesario, lo digo sin miedo de ser llamado "gorila golpista"; porque confiar ciegamente en la pureza de alma de quién posee el poder es tan peligroso como considerarlo el culpable exclusivo de todos nuestros males. A fin de cuentas, continúe gobernando o no el kirchnerismo, de un modo u otro el poder y las riquezas del gobierno seguirán siendo inalcanzables para el hombre común y corriente como Usted o yo. Contentarse con el cambio de tirano es de obtusos. De allí la necesidad de no caer en el simplismo llano de defenestrar al gobierno ni de defenderlo a capa y espada. El tiempo y las investigaciones tarde o temprano revelerán la verdad. Sólo cabe esperar que aquel día no nos halle arrepentidos de haber sido impulsivos y en nuestra ceguera, haberle hecho el caldo gordo a los verdaderos enemigos del Pueblo argentino. Y es en éste punto donde nuevamente debemos considerar con seriedad la posibilidad de que el "enemigo" en cuestión sea mucho más difícil de identificar como tal o cual grupo de poder pujando por mantenerse o acceder al gobierno; sino que se trate de una mixtura de políticos y empresarios tan indefinida como profundamente arraigada en la sociedad argentina.
Comencemos a dar vuelo a nuestra imaginación tomando como punto de partida el vínculo de Nisman con las Embajadas de Israel y Estados Unidos. Esto salió a la luz gracias a los cables diplomáticos revelados por Wikileaks. Pero no fue hasta que Santiago O’Donell, editor de Página/12, publicara sus libros Argenleaks (2011) y Politileaks (2014) que la información se hizo pública. Los cables diplomáticos revelan, entre otras cosas, una actitud de sumisión por parte del fiscal Nisman a la hora de acatar todo tipo de intervenciones en su investigación por parte de las embajadas. O'Donell especifica:
“Dicha conducta incluye el adelantarle a la embajada medidas judiciales tanto de la fiscalía como del juzgado que entiende la causa AMIA, llevar borradores de resoluciones a la embajada para ser corregidos hasta conseguir la aprobación de la sede diplomática, y disculparse reiteradamente cuando no se dio preaviso de alguna medida judicial del caso a los diplomáticos y agentes de dicha embajada estadounidense".
O'Donell además aclara que en su único encuentro personal con Nisman tras escribir <>, éste le reveló que su principal fuente de información en la causa AMIA era el agente Horacio "Jaime" Stiusso: el hasta entonces Director General de Operación de la Secretaria de Inteligencia de Estado, la famosa ex-SIDE. El mismo Nisman indica que Stiusso tendría relación fluida con la CIA y el Mossad.
Tal vínculo entre el fiscal y el agente secreto, y entre el agente y los servicios de inteligencia internacionales, es lo que dispara en O'Donell la idea de que la investigación y denuncia de Nisman contra la presidencia y varios de sus funcionarios bien puede tratarse de un "carpetazo" de los servicios, tras ser removido Stiusso de su cargo poco tiempo antes.
La misma presidenta Cristina Fernandez de Kirchner desliza ésta posibilidad en su 1era carta a la población, publicada el día siguiente al "suicidio", y la reafirma en la segunda carta, para finalmente terminar de rematar con la Cadena Nacional en la que anuncia un proyecto de ley para disolver de una vez por todas la vieja Secretaría de Inteligencia de Estado por una nueva institución. Cristina ya en su primera carta mostraba dudas sobre el suicidio y apunta un listado de preguntas que indirectamente señalan a que detrás de los últimos movimientos de Nisman había una sombra oculta. Y entre otras cosas, no duda en vincular al diario opositor Clarín, como partícipe directo o indirecto de una operación política en su contra.
¿Quién es en realidad el titiritero escondido al que hace referencia CFK? ¿Empresarios? ¿Algún otro candidato presidencial? ¿Intereses internacionales?
El crímen tiene un un móvil, como dice Cristina en su 1era carta. Digamos que por el momento las dos versiones del asesinato por encargo tienen validez. Para el gobierno, callar a Nisman por su grave denuncia contra la presidenta, es la lectura más superficial y evidente, claro, y no por eso la adoptamos ni la descartamos. Pero ¿por qué la Presidenta en todas sus comunicaciones oficiales sobre Nisman apunta a la SIDE en particular: ¿quién daba órdenes o información a Nisman? ¿Y qué tiene que ver la SIDE en todo este asunto de su muerte? ¿Quién es ese tal Stiusso del que tanto venimos escuchando? ¿Se trata de un presunto sospechoso? ¿O de un chivo expiatorio?