@ronnarisquez
El joven capitán de corbeta estuvo conversando con la DEA durante año y medio. Es sometido a rigurosas pruebas psicológicas y evaluaciones que garanticen la veracidad de sus declaraciones. Se crió en el oeste de Caracas en el seno de una familia clase media baja. Era discreto y leal a Hugo Chávez. Su segunda esposa, la capitán del Ejército Anabel Marina Linares, también estaría aportando información a los investigadores estadounidenses, pues se desempeñaba como directora suplente del Banco Bicentenario
18 meses con el enemigo
El capitán de corbeta Leamsy José Salazar Villafaña, de 40 años edad, estuvo negociando con la DEA durante año y medio. Su acercamiento con la oficina de Administración para el Control de Drogas comenzó a mediados de 2013, pocos meses después de la muerte del presidente Hugo Chávez, según revelaron fuentes cercanas a la DEA. En este lapso habría logrado acumular una gran cantidad de documentos y diversos tipos de pruebas que comprometerían a importantes líderes del alto gobierno en presuntas actividades ilícitas.
“Voy a pedir la baja porque no aguanto más esto”, le habría dicho Leamsy Salazar a su madre en varias oportunidades
Una de las personas supuestamente mencionadas por el oficial de la Armada en su declaración sería Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, a quien se le relaciona con Hugo “El Pollo” Carvajal, según un reportaje publicado por el diario ABC de España. Sin embargo, todavía no se conocen los detalles sobre las pruebas presuntamente aportadas por Salazar a la DEA.
Estas evidencias deben ser analizadas rigurosamente para su verificación antes de ser promovidas como elementos de una investigación penal. Además Salazar Villafaña ha sido evaluado clínicamente por psicólogos y especialistas para garantizar su sanidad mental. Como parte de sus interrogatorios, el testigo es sometido constantemente a la prueba del polígrafo o detector de mentiras, que permite medir algunas reacciones fisiológicas del entrevistado con cada respuesta.
El oficial de la Armada, que integró el primer anillo de seguridad de Hugo Chávez y fue asistente de Cabello, se encuentra en Estados Unidos, específicamente en Washington, rindiendo declaración a funcionarios de la Administración para el Control de Drogas en calidad de testigo protegido.
En lo que ha sido considerado por algunos sectores del oficialismo como un acto de traición a la revolución, el “digno soldado”, como lo llamó Hugo Chávez, habría establecido contacto con la DEA luego de manifestar entre sus allegados desacuerdos con los nuevos líderes del chavismo.
Esta versión se corresponde con lo dicho por su madre, Flor Teresa Villafaña, en una entrevista concedida a la cadena colombia NTN24 el viernes 30 de enero: “Voy a pedir la baja porque no aguanto más esto”, le habría dicho Leamsy Salazar a su madre en varias oportunidades. “Mi hijo trabajó 12 años con el presidente Hugo Chávez. Él amaba al Presidente. Daba la vida por él. Incluso me lo presentó”, dijo Villafaña.
Luna de miel como salvavidas
Paralelamente a las conversaciones con la DEA, Salazar Villafaña preparó su segundo matrimonio con una oficial de la FANB, a que conoció cuando trabajaba en Miraflores. Se trata de Anabel Marina Linares Leal, una capitán del Ejército venezolano, que se desempeñaba como directora suplente del Banco Bicentenario y que formó parte del equipo del actual ministro de Economía, Finanzas y Banca Pública, Rodolfo Marco Torres.
Según fuentes cercanas a la DEA, Linares Leal también estaría aportando información a las autoridades estadounidenses sobre irregularidades e ilícitos relacionados con las instancias gubernamentales en las que se desempeñó.
La oficial, de 30 años de edad, se graduó en la Academia Militar de Venezuela en 2006 y recibió su sable de manos del presidente Hugo Chávez. “Es la primera mujer que en este patio, en esta patria, del Ejército Libertador, va a recibir el sable de subteniente habiendo pasado cinco años en esta Academia Militar”, dijo el mandatario en esa oportunidad.
La oficial fue ascendida a capitán en 2014 y designada directora suplente del Banco Bicentenario. La boda entre el capitán de corbeta Leamsy Salazar y la capitán Anabel Linares se realizó en la isla de Margarita a mediados de diciembre de 2014 con una gran celebración, según revelaron algunos de los asistentes. Después del matrimonio, el oficial de la Armada y su nueva esposa emprendieron un viaje de luna de miel a España para luego salir rumbo a Estados Unidos bajo la protección de la DEA. “Lo que publicamos siempre es cierto. En este caso las fuentes son muy serias: desde la inteligencia española, hasta la CIA y la DEA. El señor Salazar ha estado tres semanas resguardado con sus hijos y su esposa en un hotel de Madrid”, dijo Bieto Rubido, director del diario español ABC en declaraciones a NTN.
Se pudo conocer que Salazar Villafaña tiene un hijo de su primer matrimonio con Mónica Yislen Véliz Zavarce, de quien se divorció en 2009. Véliz Zavarce trabajó en el Banco Agrícola de Venezuela y actualmente es funcionaria del Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes).
A mediados de enero, desde España, el ex escolta de Chávez y los miembros de su núcleo familiar fueron trasladados a Washington en un avión privado. El oficial no pudo viajar directamente a Estados Unidos desde Venezuela porque existe una resolución del Ministerio de la Defensa que regula las salidas del país de sus funcionarios. Los miembros de la FANB están obligados a notificar, con al menos un mes de antelación, cualquier viaje que tengan previsto hacer al exterior. Además, por razones políticas, está limitada la posibilidad de visitar Estados Unidos.
Una familia clase media baja
“Claro que los conozco, desde que llegué aquí hace 44 años”, dijo una vecina en el estacionamiento de uno de los bloques de Casalta, al ser interrogada sobre la familia de oficial Leamsy Salazar Villafaña.
Mientras señalaba el edificio donde vive la madre y dos de los cuatro hermanos (dos hembras y tres varones) del capitán de corbeta, aseguraba: “Son gente sana. Unos buenos muchachos que nunca dieron problemas. No tengo nada malo que decir de ellos”.
Relató que el allanamiento de la vivienda de la señora Flor Teresa Villafaña el viernes, sorprendió a los residentes del sector, una zona de clase media baja al oeste de Caracas. “No estamos acostumbrados a esas cosas. Todos aquí estábamos sorprendidos y muchos vecinos salimos a la calle para apoyarlos, porque son una gente trabajadora que no se mete en problemas”, explicó la mujer.
La vecina, advirtió que no tenía mayores detalles acerca del militar, porque ella no era tan cercana a la familia. Sin embargo, sí recuerda que desde que Leamsy Salazar comenzó a trabajar con el presidente Chávez dejó de visitar Casalta. “Ya casi no venía para acá”. En este sector de Propatria, otros residentes del lugar prefirieron guardar silencio. “No puedo hablar de eso” o “No, no. Yo no sé nada”, fueron algunas de las expresiones de los consultados, que miraban con desconfianza.
Flor Teresa Villafaña abrió la puerta de su apartamento -el mismo en el que nació y creció Leamsy- con rostro de preocupación. Sin pensarlo dijo que en ese momento no quería hablar con periodistas. Sin embargo, en la entrevista con NTN24, aseguró que todos sus hijos eran profesionales y agregó: “Mi hijo es un buen venezolano. Es un hombre valiente que lleva la sangre de Bolívar. Él no dice mentiras”.
Leamsy Salazar ingresó en la Armada a principio de los noventa. Egresó en 1998 de la Escuela Naval de Venezuela como parte de la promoción Capitán de Navío Rafael Francisco Rodríguez. Ocupó el puesto 27 en una cohorte de 55 guardiamarinas, realizó cursos en la unidad de operativos especiales y fue guardiamarina. Aunque no estuvo entre los primeros de su promoción, en 1999 cuando Chávez asumió la presidencia de la República, fue seleccionado para integrar la guardia de honor presidencial, junto a los mejores militares de las dos últimas promociones de cada componente.
Hugo Chávez sobre Leamsy Salazar: “humilde gran soldado de la infantería de marina”
El 12 de abril de 2002, sin saberlo, Salazar Villafaña fue protagonista de un momento histórico para el chavismo. Era el joven militar que ondeaba la bandera de Venezuela sobre el techo del Palacio Blanco pediendo el regreso de Hugo Chávez al poder, después del golpe de Estado. La imagen recorrió el mundo y fue utilizada como emblema de la reconquista roja, pero la identidad de los protagonistas de esa “gesta” permaneció en la oscuridad.
El breve agradecimiento para los “héroes” del 12A llegó ocho años después. Chávez en su programa Aló, Presidente del 11 de abril de 2010 dedicó un par de minutos a recordar el episodio y le puso rostro a la silueta del hombre que sostenía el tricolor nacional esa tarde: el Teniente de Fragata Leamsy Salazar, “humilde gran soldado de la infantería de marina”, dijo el Presidente.
El joven oficial discreto y silencioso dejó el Palacio de Miraflores después de la muerte de Hugo Chávez. Durante 12 años, desde el año 2000, trabajó con lealtad y devoción para el “comandante supremo” de la revolución.
Su partida de Miraflores no significó su salida del gobierno. Salazar Villafaña pasó a trabajar con el parlamentario y presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello quien solicitó sus servicios.
Los infiltrados
“No tengo ninguna duda que esa persona estuvo infiltrada al lado del comandante durante muchos años”, aseguró Diosdado Cabello, con relación a Salazar Villafaña, en una declaración que ofreció a BluRadio de Colombia. Allí reconoció que el oficial había pertenecido a su equipo de trabajo.
Pero el capitán de corbeta no ha sido el único funcionario que “traiciona” la confianza oficialista. En abril de 2012, el magistrado Eladio Aponte Aponte se fue del país -también bajo la condición de testigo protegido- para suministrar a la DEA información que comprometía a altos oficiales del FANB con el tráfico de drogas y a las autoridades de los poderes públicos con corrupción.
Posteriormente se ha mencionado que Rafael Isea, ex gobernador del estado Aragua y ex ministro de Finanzas, estaría proporcionando información sobre los malos pasos de sus ex compañeros de partido a organismos de investigación de Estados Unidos. En septiembre de 2014, la fiscal Luisa Ortega Díaz informó que Isea había sido incorporado a la lista de solicitados de Interpol y se emitió una orden de captura en su contra por fraude con divisas. Todavía no se conocen resultados de las investigaciones en las que Aponte Aponte e Isea habrían participado como testigos.