Ya Donald Trump ha seleccionado la mayor parte de los ocupantes de los más relevantes cargos de su gobierno, salvo tres: los secretarios de Agricultura y de Asuntos de los Veteranos y el Representante de Comercio de Estados Unidos. Para analizar esta selección, es conveniente dividirlos en tres grupos: política exterior, economía y asuntos sociales.
El primero lo integran los departamentos de Estado, Defensa, Seguridad Doméstica, además del Director Nacional de Inteligencia, el Director de la CIA, el Asesor de Seguridad Nacional, la Embajadora ante Naciones Unidas, el Representante de Estados Unidos para el Comercio y, una entidad creada por Trump, el Consejo Nacional de Comercio de la Casa Blanca.
La selección de Rex Tillerson, ejecutivo principal de la trasnacional petrolera Exxon/Mobile, para dirigir el departamento de Estado, hecho prácticamente inédito, se ajusta a las ideas expresadas por Trump relativas a endurecer las posiciones de negociación de Estados Unidos y apunta a dar prioridad a las relaciones con Rusia, ya que Tillerson ha concertado importantes acuerdos con ese país en el campo del petróleo y relaciones de largos años con el presidente Putin.
Segunda prioridad tienen las relaciones con China. El gobernador de Iowa, Terry Branstad, fue seleccionado como Embajador en China, designación acogida favorablemente por el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país. Según la prensa, la intención de Trump es tener una línea de comunicación directa al más alto nivel.
El Consejo Nacional de Comercio de la Casa Blanca (White House National Trade Council) recién creado por Trump, será dirigido por el profesor de la Universidad de California en Irvine, Peter Navarro (un demócrata convertido en republicano), quien asesoró a Trump durante la campaña electoral. Navarro es connotado partidario de una política agresiva contra China, y su designación no fue bien recibida por el gigante asiático.
Un papel preponderante en esta rama corresponderá al aún por nombrar Representante para el Comercio de Estados Unidos, quien será una pieza importante en futuras y eventuales negociaciones comerciales y multilaterales, tema que Trump ha colocado como elemento esencial de su política exterior.
La selección de los generales retirados James N. Mattis en Defensa; John F. Kelly en Seguridad Doméstica; y Michael T. Flynn como Asesor de Seguridad Nacional, todos con experiencia en las operaciones bélicas en Afganistán e Iraq desde comienzos de este siglo, indican la intención de dar prioridad a la compleja situación militar en el Oriente Medio. La selección del representante por Kansas, Michael Pompeo, para dirigir la CIA se inscribe en ese escenario como un protagonista secundario, aunque por 20 años fue militar estrechamente vinculado a las actividades de las tropas especiales en la Marina.
El equipo económico abarca cinco departamentos. Dos de ellos (Tesoro y Comercio) estarán dirigidos, respectivamente, por Steven Mnuchin y Wilbur Ross, empresarios que tienen como característica común las operaciones con fondos buitres. Para dirigir Transporte seleccionó a Elaine L. Chao, quien ocupó cargos en el gobierno federal durante las presidencias de Reagan, Bush padre, y Bush hijo, a quien sirvió como Secretaria de Trabajo en sus ocho años de mandato.
Nació en Taiwán, a los ocho años emigró a Estados Unidos; está casada con el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell. Este Departamento tendrá un papel principal en los planes de Trump de invertir miles de millones de dólares en obras de infraestructura vial con el fin de crear millones de nuevos empleos.
En este grupo incluimos al Departamento de Energía, por su papel en la nuclear, la fósil y la alternativa. Como Secretario fue escogido el exgobernador de Texas, Rick Perry, quien paradójicamente al aspirar a la candidatura republicana en el 2012 dijo que de llegar a la presidencia eliminaría ese Departamento; veremos si esa será su tarea. El quinto es Agricultura, cuyo titular aún está por definir. Entre otras cuestiones ese Departamento administra diversos programas de asistencia, entre ellos el de ayuda de asistencia nutricional a las familias de bajos ingresos, que abarca más de 40 millones de personas. Es una de las áreas en que Trump quiere reducir gastos fiscales y alentar la actividad privada.
Además, en la mayor parte de los estados sólidamente republicanos, la economía agrícola es relevante para la población.
Como Asesor Especial del Presidente para la Reforma Regulatoria fue seleccionado Carl Icahn, un octogenario megaempresario. La reforma del sistema tributario sobre inversiones a las corporaciones es uno de los asuntos que más interesa a Icahn.
Al frente del Departamento de Educación estará Betsy DeVos, una empresaria que sobresale por su dedicación a favor de las llamadas «chárter schools», que son escuelas de educación elemental y secundaria (hasta 12mo. grado) financiadas por fondos gubernamentales pero bajo administración privada. Para dirigir el Departamento de Salud y Servicios Humanos ha sido seleccionado un cirujano ortopédico y representante a la Cámara por Georgia, Thomas Price, quien ha sido el principal opositor en ese cuerpo legislativo al «Obamacare».
Andrew F. Puzder dirigirá el Departamento de Trabajo. Es el ejecutivo principal de CKE Restaurant Holding, empresa que posee dos cadenas de comida rápida, con un total de 75 000 empleados. Se opone a elevar el salario mínimo a un nivel superior a los $9.00/hora, considera que la ayuda gubernamental conserva la pobreza y es contrario a expandir el acceso al pago de horas extra.
El Departamento de Justicia será encabezado por Jeff Sessions, senador por Alabama que fue el primer miembro de ese cuerpo que apoyó a Trump. Se destaca por su firme posición en contra de un camino legal a la ciudadanía para inmigrantes ilegales, su apoyo a la construcción de un muro en la frontera con México y porque favorece la limitación a la inmigración legal.
Ben Carson, uno de los rivales de Trump por la candidatura presidencial republicana, estará al frente del Departamento de Vivienda y Desarrollo y sus posiciones son contrarias a la participación gubernamental para facilitar la vivienda a la población de menores ingresos y la integración étnica urbana, por tanto es de esperar que entorpezca o limite estos objetivos.
Aunque falta por seleccionar al Secretario de Asuntos de los Veteranos, Trump tiene un compromiso personal de mejorar los servicios que se prestan a los veteranos y sus familiares.
Las características y posiciones de las personas que han sido designadas para dirigir los órganos de gobierno que más inciden en esas actividades, avizoran que durante la presidencia de Donald Trump predominará una tendencia a reducir la participación gubernamental en estos servicios y abrirle espacio al sector privado.
Trump ha logrado formar un equipo con personas afines a sus posiciones y de diversas procedencias, muchos de los cuales gozan de experiencia, y reconocimiento en sus campos de actividad. Pero gobernar es mucho más difícil que llevar a cabo una campaña electoral, sobre todo cuando se quiere hacer cambios de envergadura en la forma de conducir el gobierno. Varios meses transcurrirán después de la toma de posesión para que se despeje el panorama y sea posible valorar las proyecciones y las perspectivas del gobierno de Trump.