Según expertos, Donald Trump aumenta el riesgo de una guerra nuclear. Ilustración: Joan Wong; Foto: Doug Mills/ The New York Times.
Doomsday Clock (El Reloj del Apocalipsis) es un reloj simbólico ideado poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1947, por el Bulletin of the Atomic Scientists (Boletín de Científicos Atómicos) de la Universidad de Chicago en Estados Unidos.
Los científicos evalúan los acontecimientos mundiales y en dependencia adelantan el reloj hacia la medianoche, que representa el fin de la humanidad, o lo atrasan, que significa algún logro en el desarme nuclear. Comenzó a las 23:50 y la hora que marca ha variado indistintamente según la situación global. Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, el tiempo hacia el día final ha avanzado hasta colocarse en las 23:57:30, a dos minutos y medio de la debacle.
A partir de esta alerta hecha por el experimentado grupo de científicos, The New York Times, uno de los medios más influyentes en EE.UU. ha publicado un editorial sobre el nuevo mandatario, la cantidad excesiva de armas nucleares que posee el país norteamericano y los riesgos de una catástrofe mundial.
El diario apunta que “Trump llegó al cargo con poco conocimiento del vasto arsenal nuclear y de los misiles, bombarderos y submarinos que tiene”.
El consejo editorial del periódico se muestra preocupado por las declaraciones del magnate “sobre el despliegue de este armamento contra los terroristas y la expansión nuclear de los Estados Unidos”. Trump ha dicho que valora la posibilidad de mantener a otras naciones ante la amenaza constante de un ataque nuclear. Aunque sus intervenciones públicas sobre el tema se contradicen. “Let it be an arms race” (que sea una carrera armamentista), dijo en una entrevista en diciembre, pero tres meses antes había declarado: “I would certainly not do first strike” (ciertamente no lanzaría el primer ataque).
Lo preocupante es que Trump podría romper con la política de los últimos presidentes, que han buscado asegurar que estas armas no se usen de forma precipitada o que simplemente no se usen, apunta la editorial titulada The Finger on the Nuclear Button (El dedo sobre el Botón Nuclear).
Los científicos del “Bulletin of the Atomic Scientists” ponen en marcha el Dooms Clock o Reloj del Apocalipsis en 1947.
El temor por una imprudente acción del jefe de Estado, ha provocado que el senador Edward Markey de Massachusetts y el representante Ted Lieu de California, ambos demócratas, propongan una legislación para prohibir a cualquier presidente lanzar un ataque nuclear sin una declaración de guerra que pase antes por el Congreso.
El proyecto de ley cuenta con el apoyo de destacados defensores del control de armas, entre ellos el ex secretario de Defensa William Perry, pero es probable que no se apruebe en un Congreso dominado por republiacanos. No obstante, “envía un mensaje claro a Trump para que no sea el primero desde la Segunda Guerra Mundial en usar armas nucleares”, dice The New York Times. “El presidente podría desplegar más útilmente sus energías comprometiéndose con Rusia para reducir aún más los arsenales nucleares de ambos países y manteniendo el acuerdo nuclear de Irán”, explica.
Para colmo de males, un consejo asesor del Pentágono propuso recientemente que Estados Unidos considere la posibilidad de construir más armas nucleares de menor rendimiento. Esto sería para un “uso limitado” en un conflicto regional.
“La noción absurda de una guerra nuclear ‘limitada’, que podría facilitar a un presidente el uso de armas de menor rendimiento, debe ser rechazada. El país cuenta con suficientes armas convencionales avanzadas para defenderse de la mayoría de las amenazas”, asevera el medio de prensa.
La editorial termina con estas ideas:
Donald Trump tiene unas cuatro mil armas nucleares en su poder. Cualquier decisión sobre un supuesto ataque tendría que tomarse rápidamente. Estas decisiones de vida o muerte pondría a prueba a cualquier líder, incluso a aquellos bien educados en la doctrina nuclear (…) Pero ninguno de los asesores más cercanos a Trump es experto nuclear. El presidente aún tiene que elaborar una estrategia nuclear y, como advirtió el Boletín de la Junta de Ciencia y Seguridad el mes pasado, Trump ‘ha mostrado una preocupante propensión a rechazar rotundamente el asesoramiento de expertos’.
Con Donald Trump, la toma de decisiones acertada es todavía más difícil, dado su estilo perturbador e impulsivo. También asumió el cargo en un momento particularmente inestable (…) Este es un tiempo para la moderación y la reflexión cuidadosa, y para los líderes que entienden claramente que las armas nucleares son demasiado peligrosas para ser alzadas como un puñal.
(de izq. a der.) Lawrence Krauss, físico teórico, presidente del Consejo del Boletín de Científicos Atómicos; Thomas Pickering, co-director del Grupo de Crisis Internacional y David Titley, un conocido experto de los EE.UU. en esferas como cambio climático y seguridad nacional; develan la nueva hora del Reloj del Apocalipsis el pasado 26 de enero en Washington. Foto: AP/ Carolyn Kaster.
El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha tachado de "falso" el informe de Amnistía Internacional sobre las supuestas ejecuciones en una cárcel siria. "Esto no es verdad, cualquier cosa en la era actual de noticias falsas se puede fabricar", ha denunciado el mandatario sirio.
Además, Al Assad sostiene que EE.UU. "no está en condiciones de hablar de derechos humanos", teniendo en cuenta la invasión de Irak y el apoyo estadounidense a Arabia Saudita, un país que decapita a prisioneros.
"La idea de Trump sobre las zonas de seguridad en Siria no es nada realista"
En una entrevista a Yahoo News, el mandatario del país árabe ha comentado también la idea del presidente de EE.UU., Donald Trump, de crear zonas de seguridad en Siria. Según Al Assad, se trata de una propuesta "nada realista".
El presidente sirio ha agregado que tiene la esperanza de trabajar con la Administración Trump, pero solo "después de un acercamiento entre Rusia y EE.UU.".
"El Estado Islámico empezó a reducirse después de la intervención rusa, no de la estadounidense"
El mandatario sirio también sostiene que fue EE.UU. y no Siria el país que apoyó a los terroristas y "creó todo este lío".
Además, ha señalado que el Estado Islámico se expandía desde que la coalición liderada por EE.UU. comenzó a lanzar ataques en Siria y "empezó a reducirse después de la intervención rusa, no de la estadounidense".
Algunos refugiados son "por supuesto" terroristas
En relación al polémico decreto de Donald Trump que congela la admisión de los refugiados en EE.UU., el presidente sirio ha señalado que es "un asunto estadounidense" sobre el que no desea pronunciarse. Sin embargo, al ser preguntado por si entre quienes huyeron de Siria hay ciudadanos "alineados con terroristas", Al Assad respondió si dudar: "Por supuesto".
El mandatario ha explicado que los mismos terroristas que "sostienen ametralladoras o matan a la gente" en Siria, aparecen como refugiados pacíficos en Europa o en Occidente. Assad ha subrayado que "no se necesita un número significativo [de terroristas] para cometer atrocidades", como demostraron los ataques del 11-S, que fueron obra de menos de 20 terroristas "de quizás millones de inmigrantes en EE.UU.".
En cuanto al futuro de los refugiados de Siria, Assad ha expresado que su prioridad es "traer a esos ciudadanos a su país, no ayudarlos a emigrar".
'Cuánto hace que no ganamos una guerra': Donald Trump
Este viernes, el mandatario también sumó el veto a nueve grandes medios de comunicación.
Por: EFE |
Foto: REUTERS
Pedro Pablo Kuczynski, de Perú, fue el primer mandatario latinoamericano en reunirse con Trump.
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Estados Unidos volverá a “ganar” e imponer su poderío militar gracias a un gran aumento del gasto en defensa, con lo que nadie “se meterá con nosotros”. “¿Cuándo fue la última vez que ganamos? ¿Cuándo fue la última vez que ganamos una guerra, algo?”, se preguntó este viernes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El mandatario subrayó su creencia “en la paz a través de la fuerza”.
En su discurso de este viernes volvió a atacar a grandes medios de comunicación, a los que llamó “deshonestos”, el “enemigo del pueblo” y divulgadores de “noticias falsas”.
Poco después, la Casa Blanca vetó la asistencia de CNN, The New York Times, Politico, BBC, The Hill, The Guardian, Buzz Feed, The Daily Mail, Los Angeles Times y The New York Daily News a una sesión informativa informal (conocida como gaggle) del portavoz presidencial, Sean Spicer. Los reporteros de los tres citados medios no pudieron acceder a la oficina de Spicer en el ala oeste de la Casa Blanca.
En solidaridad, la revista Time y la agencia Associated Press tampoco fueron al encuentro.
“Nada de esto ha sucedido nunca en la Casa Blanca en nuestra larga historia de cubrir a múltiples gobiernos de diferentes partidos”, afirmó el director ejecutivo de The New York Times, Dean Baquet.
El muro, pronto
Trump reiteró que la construcción del muro con México va a comenzar “antes de lo previsto”, y defendió su plan de reforzar el control migratorio para echar de EE. UU. a los “tipos malos”.
Asimismo, acusó al Buró Federal de Investigaciones (FBI) de ser incapaz de detener las filtraciones de información clasificada a la prensa, algo que, a su juicio, puede tener “un efecto devastador”. “El FBI es totalmente incapaz de detener a los ‘filtradores’ de seguridad nacional que se han infiltrado en nuestro gobierno desde hace tiempo”, denunció Trump.
Las críticas se producen como consecuencia de haberse conocido que el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, intentó sin éxito que esa agencia desacreditara públicamente informaciones de prensa sobre supuestos contactos con Rusia de la campaña electoral de Trump, según informaron este jueves la cadena CNN y otros medios estadounidenses.
Trump desea aumentar la capacidad nuclear de Estados Unidos
ATLAS Nueva polémica promesa que Trump no está dispuesto a incumplir por muy descabellada que sea. Tal y como dijo hace unos meses en su Twitter, desea "fortalecer y expandir en gran medida la capacidad nuclear" de Estados Unidos. "Sería maravilloso, sería un sueño, que ningún país tuviese armamento nuclear, pero si hay países que van a tener bombas nucleares, nosotros tenemos que estar a la cabeza de la manada". Dice que Estados Unidos no puede quedarse atrás frente a Rusia y aprovecha para lanzar un dardo a China por no resolver la amenaza que representa Corea del Norte y sus lanzamientos de misiles.
MÁXIMO ASESOR DE TRUMP ADVIERTE QUE HABRÁ UNA GUERRA CON CHINA Y OTRA EN ORIENTE MEDIO
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Según advierte Steve Bannon, el asesor más cercano al presidente de EEUU, Donald Trump, dentro de 10 años, EEUU se involucrará en una guerra con China y otra en Oriente Medio.
“Entre cinco y 10 años estaremos en guerra en el mar de la China Meridional. No habrá dudas de eso. Los chinos están construyendo portaaviones insumergibles, donde están colocando misiles. Ellos están viniendo a Estados Unidos ante nuestros ojos. Y dicen que es un antiguo mar territorial”.
En declaraciones difundidas el miércoles por los medios de comunicación, Bannon también comentó que el cristianismo asusta más a los chinos, que Estados Unidos o cualquier otra cosa.
En tal contexto, un funcionario de la Comisión Militar Central (CMC) de China, citado el viernes por el diario South China Morning, advirtió el 27 de enero, de que una guerra entre Pekín y Washington, bajo el mandato de Trump, podría estallar en cualquier momento.
China no obstante, no constituye el único desafío para Bannon, quien pronosticó la involucración de Washington en otro conflicto en Oriente Medio para hacer frente al “Islam”, que a su juicio es la “religión más extremista del mundo”.
Al considerar “arrogantes” tanto a China como al Islam, el asesor de la Casa Blanca aseguró que Washington volverá a ser parte de la mayor guerra en Oriente Medio.
Bannon, el estratega político de Trump, realizó estas declaraciones hace 9 meses en los programas de radio de su polémico medio de comunicación ultraderechista Breitbart.
Desde entonces, el ex banquero de inversión de Goldman Sachs, se ha convertido en el hombre fuerte de la administración Trump, que lo ha colocado en el corazón del órgano consultivo más poderoso del mundo, el Consejo de Seguridad Nacional (CSN), el organismo donde los jefes militares y de espionaje aconsejan al presidente en situaciones de emergencia.
Es decir, este belicista enloquecido que quiere iniciar una guerra santa global cristiana, ha sido puesto por Trump en la cúpula del CSN, el organismo encargado de la coordinación y el impulso sobre temas de política exterior, de seguridad nacional y sobre el conjunto de las cuestiones estratégicas.
Lo mejor del asunto, es que Bannon se sentará junto al secretario de Estado y al de Defensa, sin embargo, Trump evitó incluir como miembros automáticos de ese ámbito al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y al director de inteligencia nacional de EEUU, dos puestos que, por naturaleza, son de seguridad nacional, por lo que la influencia de Bannon se antoja aún superior a lo que le correspondería.
Sabiendo cuáles son los puntos de vista radicales de Bannon, Trump podría haber optado por situarlo en cualquier otra posición de la administración, relacionada con la comunicación, por ejemplo…pero lo sitúa en un organismo crítico a la hora de elaborar estrategias bélicas.
El actual presidente de EE UU exhibe síntomas propios de una personalidad narcisista
Quien esto escribe es el médico psiquiatra Allen Francis, director del grupo de trabajo que elaboró la cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Desórdenes Mentales (D.S.M. IV). La sorpresa es que el doctor Francis va más allá de su especialidad. “Los insultos psiquiátricos son una manera equivocada de contrarrestar el ataque del señor Trump a la democracia. Se puede, y se debe, denunciar su ignorancia, incompetencia, impulsividad y afanes dictatoriales. Pero sus motivaciones psicológicas son demasiado obvias como para que tengan algún interés, y analizarlas no detendrá su asalto al poder. El antídoto contra una distópica edad oscura trumpiana es político, no psicológico”.Otros psiquiatras no están de acuerdo: “La mayoría de los aficionados que se han metido a hacer diagnósticos se han equivocado al etiquetar al presidente Trump con un desorden de personalidad narcisista. Yo escribí los criterios que definen este desorden y el señor Trump no encaja en ellos. Él puede ser un narcisista de categoría mundial, pero eso no lo convierte en enfermo mental, ya que no sufre de la angustia y la discapacidad que caracterizan un desorden mental. El señor Trump genera severas angustias en otras personas, pero él no las sufre y, más que penalizado, ha sido ampliamente recompensado por su megalomanía, egocentrismo y falta de empatía”.
Una de las conclusiones del doctor Francis es fácil de compartir y otra menos. La fácil de aceptar es que más importante que la salud mental del presidente es la salud política del país. La capacidad de las instituciones para resistir los intentos de Trump de concentrar el poder es la batalla más importante que se libra en Estados Unidos. Sus resultados tendrán consecuencias mundiales. La otra conclusión de Francis es que la estabilidad mental de Donald Trump es irrelevante. No estoy de acuerdo. Trump lleva pocas semanas en la Casa Blanca y su conducta ya es causa de justificada alarma. Los problemas y frustraciones del presidente se van a agudizar. Y eso no es bueno para su salud mental.
Trump: “Tenemos que empezar a ganar guerras otra vez”
El presupuesto para el año fiscal 2018, que entregará al Congreso en marzo, estará centrado en la "seguridad" de EE.UU y una "gran reducción" en el gasto en ayuda a terceros países. (Imagen: EFE/Aude Guerrucci)
El presidente estadounidense Donald Trump prometió este lunes un aumento "histórico" en los gastos de las Fuerzas Armadas en el próximo presupuesto federal, que será compensado con recortes en otras áreas. "Este presupuesto es la expresión de mi promesa de mantener seguro a Estados Unidos. Incluirá un aumento histórico en gastos de defensa", dijo el mandatario a periodistas al término de una reunión con gobernadores en la Casa Blanca. Un funcionario del gobierno, que pidió mantener su anonimato, señaló que el plan de Trump incluirá un aumento de 54.000 millones de dólares en gastos de defensa y recortes en ayuda internacional. "La mayoría de las agencias federales verán una reducción como resultado", apuntó la misma fuente. Además, también habrá una "gran reducción en ayuda internacional", añadió. La propuesta, que deberá ser aprobada por el Congreso, donde mañana el Presidente brindará su primer discurso, incrementaría el gasto militar de Estados Unidos -que ya es el más elevado del mundo- en 10 por ciento.
“Tenemos que empezar a ganar guerras otra vez”, advirtió. "Antes decíamos que Estados Unidos jamás perdía una guerra, ahora no ganamos ninguna. Llevamos 17 años luchando en Oriente Próximo, hemos gastado allí seis billones de dólares y estamos peor que nunca. Es inaceptable”, dijo Trump, quien una deuda federal de 20 billones de dólares y un déficit del 3,1 por ciento del PIB, que sigue en aumento.