Hojear fotos y escuchar música cubana resultan para la chilena Ignacia Paz Ugás Cádiz regresar a sus años de estudios en Cuba, realizados desde agosto del 2009 hasta julio del 2014, en la Escuela Internacional de Educación Física y Deportes (EIEFD), que estuvo ubicada en San José de las Lajas, actual provincia de Mayabeque.
De esa etapa recuerda con nitidez, dos momentos importantes: su participación en el discurso del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, que ofrecido en la escalinata de la Universidad de la Habana para inaugurar el curso escolar en septiembre del 2010, y su asistencia al concierto del trovador Silvio Rodríguez en un parque de la localidad habanera de Managua. Esa fue una de las etapas de la seguida gira por los barrios de Cuba del destacado cantautor.
La hoy licenciada en deportes señala, mediante un correo electrónico enviado a Granma Internacional: «Para mí Cuba es un antes y un después para mi vida, me fui de Chile siendo una niña tímida y regresé como una mujer empoderada. Siempre leí acerca de la Revolución Cubana, participé mucho en política dentro de mi país pero haber llegado a la Isla caribeña encendió aún más la llama de querer hacer lo justo por este mundo».
Ella conoció de la beca a través de sus familiares, quienes militan en el Partido Comunista Chileno y en otras organizaciones de tendencia de izquierda, sin embargo tuvo que pasar un riguroso proceso de selección entre centenares de jóvenes candidatos. Igualmente debió presentar altas calificaciones de sus estudios en bachillerato y demostrar en una entrevista con profesores cubanos su vocación hacia la carrera.
En Cuba recibió alojamiento, alimentación, estudios y bibliografías gratuitos. El único compromiso contraído fue regresar al país de origen y al graduarse no quedaron deudas financieras escolares. Esa institución docente y deportiva la inauguró Fidel el 23 de febrero del 2001 en edificaciones, que pertenecieron a una escuela militar. Allí se graduaron miles de jóvenes provenientes de más de 80 naciones del llamado Tercer Mundo.
Entre una de sus historias del primer año de vida en tierras cubanas, Ignacia recuerda recuerda la amistad hacia varias familias cubanas que la recibieron en sus casas para pasar momentos de verdadero intercambio cultural: «Esos cubanos me brindaron su hogar y compartieron su comida, su cariño y cientos de fechas como cumpleaños, Día de las Madres y de los Padres, año nuevo y navidad». Menciona los nombres del matrimonio formado por Líber y Zulema, ambos trabajadores de la escuela.
También conoció muchas ciudades de la Isla, principalmente la occidental Pinar del Río, porque hizo sus prácticas profesionales vinculadas al equipo de fútbol de esa provincia, y en la escuela primaria Frank País. Allí desarrolló su tesis de licenciatura para graduarse. De esa experiencia comenta: «los niños cubanos aman la clase de Educación Física, salen eufóricos a participar. Para ellos es una novedad tener un profesor de otro país, les llama la atención escuchar el acento extranjero, pero te respetan. Es muy reconfortante saber, que planificas un turno para que ellos disfruten».
Aseguró aprender en Cuba que la Educación Física es una asignatura tan importante como las matemáticas o las ciencias. Se inculca desde las primeras edades del niño y se realizan varias sesiones a la semana. Otra enseñanza ha sido entender al deporte como mecanismo para llevar una vida sana y saludable.
La joven chilena afirma: «sinceramente espero que mi convicción y las de mis compañeros de la EIEFD puedan algún día ejercer la educación física y el deporte como lo aprendimos en Cuba. Quisiera que todos generemos un cambio real en el currículo educativo de nuestras naciones para así formar espacios de prevención y solución de problemas, que afectan a nuestros países, debido al carácter despiadado del sistema capitalista».
Actualmente Ignacia Paz Ugás Cádiz, vive en la comuna de la Florida, en Santiago de Chile. Ahora está desempleada por causas ajenas a su voluntad, pero hasta hace poco trabajó como coordinadora de actividades extraescolares en la municipalidad de la capital chilena. Mantiene un vínculo cercano, mediante mensajes de texto por correo electrónico o las redes sociales de la Internet con sus ex profesores y amigos cubanos.
Además, milita en el partido político de la Izquierda Ciudadana, que convoca a un acercamiento con las comunidades más desposeídas del país para llevarle asistencia material y cultura. Igualmente, participa en una organización nombrada Colectivo Siboney, miembro del Movimiento de Solidaridad por Cuba en Chile.
En ese grupo solidario se trabaja por acompañar a la Mayor de las Antillas en todas sus luchas internacionales como exigir el fin del criminal bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra la Isla y la devolución del territorio ocupado por la ilegal Base Naval de Guantánamo. También contribuye a la divulgación de la realidad cubana y desenmascara las campañas mediáticas anticubanas de los medios de prensa convencionales.
En cuanto a sus planes mediatos y futuros, Ignacia destaca: «Pretendo seguir estudiando, algo difícil de realizar en mi país, debido a que los grandes empresarios han convertido a la educación en un negocio. Por mi parte me sacrifico y ahorro dinero para matricular en una maestría. Además, quiero contribuir, a través del deporte, a generar un cambio en la mentalidad del pueblo para así seguir retribuyendo de manera gratuita el legado que nos dejó nuestro líder histórico Fidel Castro Ruz».