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General: FIDEL
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De: Ruben1919 (Missatge original) |
Enviat: 01/02/2015 00:00 |
13/08/2013 14:59·Lecturas:
Fidel con boina. diciembre 7 de 1961. Foto: Liborio Noval
NACIÓ DEL PUEBLO
“Porque él nació del pueblo y en medio del pueblo permanece, y por eso su grandeza es la del pueblo cubano. Todo lo que ha hecho, todas sus acciones, son la plasmación de las más altas aspiraciones de la patria de José Martí. La paz en la que yo creo no está ni estará divorciada de la justicia, de la libertad, de la esperanza de un mundo mejor y todo eso lo encarna Fidel.”
Jorge Amado, Escritor brasileño
(Entrevista realizada por Winston Orrillo para Prensa Latina, 1986-12-11)
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SUS IDEAS NO ENVEJECEN
Las ideas como las que Fidel Castro defiende no envejecen nunca. Sigo reteniendo del líder cubano la imagen de un heroico homérico, tanto por sus incontables combates pletóricos de juventud como por su impresionante personalidad. Fidel es la esperanzada luz de un futuro más solidario y más justo.
Rafael Alberti, Poeta español
(Mensaje a Fidel, 1996-08-13)
Fidel Castro en enero de 1959. Foto: Archivo de Asuntos Históricos del Consejo de Estado
CREE QUE ES POSIBLE EL CIELO EN LA TIERRA
Fidel Castro es un hombre privilegiado por su formación cristiana, su opción marxista y la asimilación de la prédica martiana. Es una persona tímida, que casi pide permiso para ser quien es… A pesar de toda su genialidad, de toda la historia que encarna, consigue hacernos sentir su hermano.
Fidel es un hombre que pone su vida en función de la utopía, es un hombre que jamás en esta vida encontrará su plenitud porque Fidel cree que es posible el cielo en la tierra
Frei Betto, Teólogo brasileño
(“Absuelto por la Historia”. Editorial Ciencias Sociales., 2002)
Con Fidel y Teófilo Stevenson. La Habana, 1996.
EL MÁS GRANDE QUE CONOCIÓ
Fidel Castro es el hombre más grande que he conocido en mi vida. He conocido montones de gentes, grandes músicos, grandes literatos, grandes políticos… Jamás nadie me dio la impresión de una cosa íntegra, de un personaje total, en todos sus aspectos, en cada una de sus frases, como Fidel. El pueblo está al lado de Fidel de una forma absoluta, el pueblo de Cuba dice que ojalá Fidel sea eterno. El pensamiento generalizado en América Latina es que Cuba es la realización de todos los pueblos que aspiran a ser; es nuestra esperanza.
Oswaldo Guayasamín, pintor, escultor, muralista ecuatoriano.
(Revista Tiempo, España., 1991-11-18)
Foto que se exhibe en el museo del Paralelo 17. Ningún líder extranjero llegó más profundamente al campo de batalla y al corazón del pueblo vietnamita que Fidel. Su frase, cumplida en hechos, sobre la disposición de Cuba de dar hasta la propia sangre por el heroico pueblo, es recordada en los encuentros con los visitantes cubanos, que siempre somos, sin duda, objeto de la más cálida hospitalidad. Foto: Luu Hai/Cubadebate
JAMÁS OLVIDAREMOS
Los cubanos, con el compañero Fidel al frente, han sido muy solidarios con nuestro pueblo y con nuestra lucha. Los vietnamitas jamás olvidaremos ese apoyo.
Ho Chi Minh, Líder vietnamita
(Periodicos Revolución y Hoy, 1965-07-29)
Fidel con los intelectuales. Foto: Roberto Chile
SERÍAMOS BORRADOS
La República de Cuba ha sido restaurada y el deber de todos los hombres de América es defenderla.
El lenguaje de Cuba es el de la verdad, es el lenguaje de Martí, de O´Higgins, de Bolívar. Cuba representa el pensamiento de Sarmiento. Cuba es en estos momentos la esperanza de todo un siglo de falsa independencia y esperamos conquiste e implante su propia justicia.
El que no esté con Cuba, con su revolución, con Fidel Castro está del otro lado, de la ignominia y de la traición. Si la Revolución Cubana se extinguiera seríamos borrados de la pizarra del mundo.
Pablo Neruda, Poeta chileno, Premio Nobel de Literatura
(Periódico Revolución, 1960-01-04)
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MAESTRO DE HUMANISMO
Desde que yo era niño lo vi como a un maestro de humanismo. Todavía lo veo de esa forma.
Silvio Rodríguez, Cantautor cubano
Fidel y Malcom X
ES UNA INSPIRACIÓN
“Es una secuoya, viejo árbol gigante que mientras otros han sido segados, él sigue en pie y están desesperados para hacer el corte final. Y entonces no tendremos a nadie, como él. Tendremos a otras personas maravillosas y nosotros mismos, seremos los que tengamos que ser, pero él es una inspiración.”
Alice Walker, Escritora norteamericana
(Documental “Fidel” de la realizadora Estela Bravo, )
Fidel Castro en Mesa Redonda. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
SE EQUIVOCARON CON FIDEL
Fidel Castro no ha caído del cielo. El encarna el último episodio de un proceso político que va en ascenso.
América latina ha dado tres genios políticos: Toussaint Louverture, Simón Bolívar y Fidel Castro; y debo decir que es mucho dar, porque los genios políticos no surgen así por así. Humboldt había previsto parte de eso cuando a principios del siglo XIX, después de un recorrido por América, comentó que los dos lugares mas politizados eran Caracas y La Habana, es decir Venezuela y Cuba.
Estamos en medio de una ruptura histórica, de cambio de una sociedad por otra, como pasó cuando el capitalismo sustituyó al feudalismo; cuando el feudalismo sustituyó a la esclavitud. Debido a que estamos en esa ruptura histórica los norteamericanos se equivocaron con Fidel; también se equivocaron con Ho Chi Minh y se seguirán equivocando más, más y más.
Juan Bosch, Escritor, político, ex presidente de la República Dominicana
(Camino de la Victoria, Casa de las Américas, 1978)
Fidel Castro en enero de 1959. Foto: Archivo de Asuntos Históricos del Consejo de Estado
ESCULTOR DE LA REVOLUCIÓN
Fidel es un hombre que plasma la Revolución en sí misma como tal: como dirección, orientación, fisonomía. Es evidente que para el conjunto del pueblo cubano, al margen de sus cualidades, de su eficacia como dirigente, es ya un símbolo que adquiere un valor fuera de lo humano, fuera de lo cotidiano. Cuando se oye la palabra Fidel en la boca de un niño, de un adulto, además del valor directo, tiene una serie de resonancias como en la música de armónica que toca las fibras de la sensibilidad, de la conciencia. Fidel es el escultor de la Revolución Cubana.
Julio Cortazar, intelectual argentino (“A dos manos”, Ediciones Unión, 1982)
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OFRECIENDO SU CORAZÓN
“El pueblo cubano y Fidel Castro nos están ofreciendo su corazón, su vida, todo, y yo creo que esto es un ejemplo maravilloso de vida, entereza, y tenemos que seguir unidos y seguir luchando, porque la lucha no ha terminado.”
Adolfo Pérez Esquivel, Argentino, Premio Nóbel de la Paz
(Intervención en Tribuna Abierta Internacionalista, La Habana, 2000-05-03)
Fidel, Raul, y Nemesia, en la clausura del VI Congreso del PCC
Fidel y Raúl en Cinco Palmas.
ADMIRO SU DIRECCIÓN
Yo había estado interesado en Fidel Castro durante muchos años. Leí todo lo que escribió Herbert Matthews acerca de él y había leído mucho de la otra literatura que sé habia escrito sobre la Revolución Cubana, de manera que aunque no estoy de acuerdo con todo lo que ha hecho y personalmente no soy comunista, no obstante admiro su dirección y considero que es uno de los lideres más importantes del mundo de hoy.
Cierta prensa internacional ha tratado de desfigurar la imagen de Fidel, pero no siempre creo todo lo que dice la prensa internacional. También a Ho Chi Minh se le vituperó mucho por parte de la prensa. Una vez que conocí al Presidente Castro, mi opinión sobre su capacidad, realmente se alzó mucho.
George McGovern, Político norteamericano, ex senador por el Partido Demócrata.
(Luis Báez: A dos manos, Ediciones Unión, La Habana, 1982-01-01)
Fidel y Chávez en el acto por el 10mo aniversario de su encuentro. Chávez recibe la Orden Carlos Manuel de Céspedes.14 de diciembre de 2004 Foto: Estudios Revolución/Cubadebate
FIDEL NO LE PERTENECE SOLO A CUBA
“Fidel no le pertenece solo a Cuba, les pertenece a este mundo nuestro, a esta América nuestra. Después de casi medio siglo de lucha, Fidel les puede mostrar la cara con integridad plena y con moral absoluta, no solo al pueblo cubano, sino a todos los pueblos del mundo.”
Hugo Chávez Frías
(Palabras pronunciadas por Hugo Chávez en homenaje al 75 aniversario de Fidel celebrado en Venezuela. 13 de agosto de 2001, 2001-08-13)
La estrella de Fidel 2010. Foto: Roberto Chile
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Con Dolores Ibárruri .... La Pasionaria |
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FIDEL .... de Juán Gelman
dirán exactamente de fidel gran conductor el que incendió la historia etcétera pero el pueblo lo llama el caballo y es cierto fidel montó sobre fidel un día se lanzó de cabeza contra el dolor contra la muerte pero más todavía contra el polvo del alma la Historia parlará de sus hechos gloriosos prefiero recordarlo en el rincón del día en que miró su tierra y dijo soy la tierra en que miró su pueblo y dijo soy el pueblo y abolió sus dolores sus sombras sus olvidos y solo contra el mundo levantó en una estaca su propio corazón el único que tuvo lo desplegó en el aire como una gran bandera como un fuego encendido contra la noche oscura como un golpe de amor en la cara del miedo como un hombre que entra temblando en el amor alzó su corazón lo agitaba en el aire lo daba de comer de beber de encender fidel es un país yo lo vi con oleajes de rostros en su rostro la Historia arreglará sus cuentas allá ella pero lo vi cuando subía gente por sus hubiéramos buenas noches Historia agranda tus portones entramos con fidel con el caballo |
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FIDEL,EL HP MAS GRANDE ,,,,
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Cuando así lo ataca la gusanera apátrida , excubana y vendida a usa,es porque es el hombre más valioso nacido en América ....Nunca pudo el imperio con ël jajajajajaja .... VIVA FIDEL !! |
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Encuentro con Fidel
5 febrero 2015 |
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Fidel: directo, irónico y contundente
Por Tatiana Coll Lebedell
Los cubanos, dotados siempre de un sentido del humor agudo, exclamaron: “¡Tenía que ser el 17 de diciembre!” cuando se dio a conocer la noticia del diálogo iniciado entre Estados Unidos y Cuba, pero sobre todo la liberación y el regreso completo de los cinco presos cubanos a su tierra natal. El 17 de diciembre es, para los cristianos, el día de San Lázaro, y para muchos cubanos, el de Babalú Aye, el “sanador de las enfermedades”; día que cerró una herida dolorosa por el muy injusto juicio y encarcelamiento en Estados Unidos de Ramón, Gerardo, Antonio, René y Fernando, condenados porque trabajaron sagazmente “en las entrañas del monstruo” para evitar actos terroristas contra Cuba. Esta es sin duda alguna una gran victoria del pueblo de Cuba, una condición absolutamente imprescindible, sin la cual no se habría iniciado el diálogo.
Una segunda victoria incuestionable es el reconocimiento, frente a Fidel Castro, de que 54 años de bloqueo despiadado y actos terroristas no lograron doblegar al pueblo de Cuba. El cambio de estrategia estadunidense es importante, a pesar de que viene acompañado del lenguaje intervencionista acostumbrado: los funcionarios obamistas de todo nivel no dejan de decir que no cesarán absolutamente ninguno de los mecanismos y recursos para lograr una “Cuba democrática”, al estilo patio trasero, y cuyo fin es “empoderar a los emprendedores privados”. El cambio sería mucho más importante si fuera realmente respetuoso de la soberanía ganada a pulso por Cuba, pero esto, en medio de la desestabilización que promueven en Venezuela, Argentina, Bolivia y Ecuador, sería cuando menos totalmente incompatible.
Los pequeños cambios planteados: permiso a los estadunidenses para viajar a Cuba, enviar remesas de 500 dólares, comprar puros y ron por 400 y usar su tarjeta de crédito, pero sobre todo cierto “desbloqueo” de operaciones bancarias (que incluso permitiría operar a la futura embajada cubana sin tener que llevar los salarios del personal en una valija), significan un respiro importante que posibilitará a todos, cubanos e inversionistas en Cuba, moverse en este mundo globalizado con algo más de normalidad.
Este pequeño paso ha levantado todo un revuelo de especulaciones, a las cuales Fidel responde con una reflexión breve, directa, irónica y contundente, dirigida muy especialmente a la Federación Estudiantil Universitaria, igual que aquel memorable discurso pronunciado en 2005.
En tono irónico aborda las falacias de la riqueza, de la cual dice que “escapó milagrosamente”, para analizar el planteamiento que ha hecho el multimillonario más grande de Estados Unidos, quien cree que el sistema de producción y distribución actual convertirá “de generación en generación a los pobres en ricos”. Tres mil años han pasado desde aquella Grecia de brillantes filósofos y las oligarquías siguen dominando sobre las espaldas de sus esclavos. “Observen bien –les dice a los universitarios– las realidades de este conocido, globalizado y muy mal repartido planeta Tierra”, con sus “enigmáticos” problemas, donde no existe el capitalismo de rostro humano.
Le “abruma” darse cuenta de que han pasado 70 años desde su ingreso a la universidad. Sin duda alguna declara que hoy día preferiría estudiar ciencias. Reconoce que desde aquellos años se inspiró en Carlos Marx y Lenin, pero señala: “Advierto, sin embargo, que las ideas revolucionarias han de estar siempre en guardia a medida que la humanidad multiplica sus conocimientos”. Precisión certera, pues no es a partir de algún esquematismo que define las coordenadas de los principios esenciales de la revolución cubana.
Aprovecha el hecho de que el primer saludo entre Barack Obama y Raúl Castro se produjo en el funeral de Nelson Mandela, para plantear de manera decisiva, esencial, lo crucial en estos complejos momentos. “Hace varios años que las tropas cubanas derrotaron de forma aplastante al ejército racista de Sudáfrica”; en aquellos momentos no existió ninguna posibilidad de negociación pacífica, la poderosa burguesía sudafricana tenía bombas nucleares suministradas por Israel y eran instigados por Ronald Reagan a utilizarlas. “Esto determinó a los cubanos a dar un golpe contundente contra los racistas en Cuito Canavale, antigua base de la OTAN”. Sólo así se obligó a negociar. Por segunda ocasión en su historia, Cuba estaba bajo la amenaza directa de las bombas nucleares, e igual que en la Crisis de Octubre, se sostuvo con honor. Después sobrevino el periodo especial: el doble bloqueo, el asedio, y nunca, en ningún momento, Cuba ha “levantado bandera blanca, algo que no hicimos ni haremos jamás”. No hay rendición alguna, no la ha habido bajo circunstancias tempestuosas y difíciles, no la habrá bajo falsas promesas de paraísos monetarios.
La dignidad de los pueblos está por delante de cualquier negociación y operación política. Así termina Fidel diciendo: “No confío en la política de Estados Unidos, ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que esto signifique un rechazo a una solución pacífica de los conflictos o peligros de guerra. Los graves peligros que amenazan hoy a la humanidad tendrían que ceder paso a normas que fuesen compatibles con la dignidad humana”.
PD: México está irremediablemente atrapado en el crimen de Estado de Ayotzinapa. ¡Vivos los llevaron, vivos los queremos!
(Tomado de La Jornada)
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Los jóvenes recordaron el aniversario 60 de la entrada de Fidel a la Universidad.(Tomada de Granma)
Los jóvenes recordaron el aniversario 60 de la entrada de Fidel a la Universidad.(Tomada de Granma)
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Tributo a Fidel
Por: Angelina Rojas Blaquier CUBARTE 2013-08-13
Tributo a Fidel
En el corazón mismo del municipio Centro Habana, en la calle Marqués González entre San Miguel y Neptuno, existe un lugar impresionante y acogedor.
En un espacio amplio, lleno de homenajes, recuerdos, reconocimientos y calor humano. El asaltante al Moncada Alejandro Ferrás Pellicer, con sus jóvenes y enérgicos 92 años, ha levantado con mucho amor, fidelidad, dedicación y espíritu revolucionario un sitial que, según sus propias palabras, es el segundo Moncada del país.
Nacido en Gibara, Holguín, el 12 de diciembre de 1920, es el mayor de los tres hermanos que participaron en los sucesos del 26 de Julio. Armelio y Antonio Ferrás Pellicer, nacidos en 1923 y 1929, fallecieron en el año 2005.
Ferrás fue rápido y preciso al explicar las motivaciones que los llevaron a participar en los sucesos del 26 de Julio.
En la táctica de Fidel para las elecciones generales de 1952, comenta, estuvo la de promover su candidatura como congresista por el Partido Ortodoxo, para lo cual se postuló por el distrito de Cayo Hueso, área tan poblada como pobre. Si bien aquel proceso electoral fue interrumpido abruptamente por el golpe militar de Batista, Fidel dejó su impronta en dicho barrio.
Cuenta el nonagenario combatiente que conoció a Fidel durante el tiempo que desarrolló su campaña electoral en Cayo Hueso, pero que, poco antes del 26 de Julio, sostuvo con él una conversación en su imprenta, situada en la calle Lucena 304 y 306, que decidió su futuro, el de sus hermanos y el de sus amigos.
Del propio Fidel conoció el programa de acción que se proponía. El mismo incluía la lucha armada,a fin de cambiar el sistema político, económico y social imperante en Cuba, que perspectivamente, podría ser el inicio de un profundo cambio social en América Latina. La reacción del futuro asaltante fue inmediata. No solo se comprometió con Fidel personalmente, sino le dijo: “con usted vamos siete, entre ellos mis dos hermanos”.
Narra Ferrás que desde hacía tiempo ese grupo andaba buscando a un líder para poder incorporarse a la lucha, y terminada la conversación con Fidel, le comentó al resto del grupo: ya encontramos al líder que buscábamos, tras lo cual le dijo a Fidel: “estamos contigo incondicionalmente, con tu programa, con tu lucha, y por ella estamos dispuestos a ser perseguidos, prisioneros, torturados, lo que sea… Estamos dispuestos a todo”, le añadió, “hasta a desaparecer con toda la familia si es preciso, pero la patria hay que defenderla, la independencia hay que conquistarla”, y se incorporaron a la lucha.
Después del triunfo de la Revolución, Ferrás, junto a sus hermanos, sintieron la necesidad de hacer un Moncada en Cayo Hueso, por dos razones principales:
Cayo Hueso fue un barrio, que tuvo gran importancia para la Revolución y para la historia de Cuba.
En cuanto a la Revolución, porque hubo una especial participación de sus habitantes en las luchas preparatorias y en el asalto mismo al Moncada; el lugar escogido por Fidel para lanzar su campaña política que lo llevara al Congreso de la República por el Partido Ortodoxo, para desde allí iniciar su lucha reivindicativa con expectativas de extenderla a planos superiores y porque allí precisamente buscó y recibió el líder una buena parte del respaldo popular que necesitaba, en sus inicios, para llevar adelante su obra emancipadora.
La segunda razón es, cómo se dio en Cayo Hueso la continuidad histórica del proceso nacional liberador cubano. Al respecto señaló que, a unos pasos de donde se encuentra enclavado el sitial, se levanta la Sociedad de Torcedores de La Habana, la cual fue construida en 1925, centavo a centavo, por los trabajadores tabacaleros. Centro que albergó las aulas de la Universidad Popular José Martí, lugar donde fueron veladas las cenizas de Rubén y de Aracelio, y que cobijó a Lázaro y al resto de los dirigentes de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) cuando su dirección fue usurpada por Mujal y su equipo de servidores del imperio, con el respaldo de gobiernos y fuerzas armadas dependientes, que accionaron al ritmo de la Guerra Fría.
Pero al respecto, Ferrás recuerda que fueron los tabaqueros de Tampa quienes apoyaron económicamente a Martí para llevar adelante la Guerra de Independencia, que muchos regresaron para incorporarse a la misma, y otros que, ya instaurada la neocolonia, al conocer que ese territorio se llamaba Cayo Hueso, retornaron a vivir en esa zona, o siguieron ayudando económicamente a los tabaqueros a través de la Sociedad de Torcedores y las diversas agrupaciones de tabaqueros que actuaban en ese territorio.
De esa suerte, afirma el combatiente revolucionario, justamente porque en Cayo Hueso estaban los tabaqueros, el memorial dedicado al Moncada da la continuidad histórica de aquellas luchas.
Precisamente por eso, comenta el activo Asaltante, cuando me propuse la idea de construir este mausoleo, llegué a pensar en llamarlo así “Continuidad histórica de los tabaqueros”, como una manera de que dicho memorial fuera también un homenaje a los tabaqueros que vinieron de Tampa a hacer la Revolución en el siglo XIX. Hacer aquí un Moncada en homenaje a esos tabaqueros que aportaron a Martí para la independencia de Cuba.
Finalmente Ferrás, sus compañeros y el pueblo de Cayo Hueso, crearon en su área un sitial que, como dice su promotor, levantaron en aquel espacio un Moncada que, como él mismo dice, es el segundo en Cuba, y el único que existe en América Latina, sin embargo, subraya: “debía crearse un Moncada en cada país latinoamericano pues, de un modo u otro, los Moncadistas también fueron a luchar por la liberación de esos pueblos, tal como se reconocía también en su programa de lucha”. Pero dice más, apunta que “el Moncada es símbolo universal de la libertad de los pueblos”. Por eso el sitial consagrado al Moncada, a lo tabaqueros como parte de los trabajadores que participaron en nuestro proceso nacional liberador y de los cuales el Moncada es consecuencia, símbolo y resumen, es también un homenaje a los pueblos latinoamericanos que recorren el camino de su verdadera independencia.
Para este fiel combatiente revolucionario no pasan inadvertidas las dificultades que confronta la sociedad cubana actual. Al respecto es tajante y oportuno:
“El Moncada, dice, fue una necesidad histórica, si no hubiera existido, todavía estaríamos dominados por los yanquis. Tenemos un Moncada en Cayo Hueso, a los tabaqueros ahí, y la historia escrita del Municipio, de lo que es la libertad de Cuba y lo que es la Revolución cubana, sin embargo, nos encontramos ante un nuevo Moncada”.
“A nosotros, nuestros antepasados solo nos dejaron hambre, dictaduras y muerte. Por eso luchamos por la libertad. Hoy tenemos la ventaja más grande que logramos en el Moncada: acabar con la dictadura, devolverle la libertad al pueblo cubano. Esa es la conquista y el capital más grande que puede tener un pueblo. Con esa motivación mis hermanos y yo seguimos a Fidel desde el Moncada y nos hemos mantenido fieles a él, a sus ideas, a través de nuestras vidas. Sin embargo, hoy nos acecha y nos golpea otro fuerte enemigo: la indisciplina social”.
“Ese elemento de perturbación está generando una situación que daña los valores de la nueva generación, sobre todo de los niños, muchas de cuyas familias no siembran en ellos los conceptos que son imprescindibles para la comprensión de la sociedad en que vivimos, y me pregunto ¿Cómo van a vivir esos niños en medio de esas ideas? ¿Acaso quienes siembran esas ideas quieren vivir en la dictadura otra vez?” Y concluye:
“La lucha contra la indisciplina social nos corresponde a los mayores, pero sobre todo a la juventud, llamada especialmente a defender esta causa, y es necesario que la defiendan, ante todo por sus hijos, por lo que de beneficio significa para sus vidas”.
Estas palabras reflejan el sentido de la vida de los Moncadistas, las motivaciones que tuvieron entonces y que mantienen ahora, la fidelidad a las ideas de ese líder revolucionario que ha consagrado su vida a la causa de la conquista, mantenimiento y defensa de la dignidad y de la independencia del pueblo cubano y de todos los oprimidos del mundo. De ese enorme líder cuyos sueños se van haciendo realidad, para orgullo de este pueblo, en los más diversos países del mundo, y especialmente en nuestra América.
La existencia de la Revolución cubana, su voluntad de avance, la fidelidad de sus seguidores, continuadores y jóvenes; el ver emerger, fuerte y decidida la Patria Grande de los mejores sueños libertarios de muchas generaciones de patriotas revolucionarios a lo largo de siglos; el avance hacia el triunfo universal del Moncada, son el mejor homenaje a la vida de un hombre que la consagró entera a esa causa y que, al cumplir sus 87 años, ve cómo se renueva su vida, su consagración y su doctrina en los hechos que ya van dando frutos, gracias al quehacer de las generaciones para quien sigue siendo acicate y ejemplo imperecedero, impulso para las batallas de la hora.
Felicidades Fidel y muchas gracias.
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Fidel Castro, la revolución cubana y América Latina por el profesor Luiz Alberto Moniz Bandeira*
Luiz Alberto Moniz Bandeira, autor del libro “De Martí a Fidel. La Revolución Cubana y América Latina” (Ed. Norma) de reciente aparición, indica en este artículo para La ONDA digital que “La revolución cubana fue el hecho político más poderoso y el que mayor impacto causó en América Latina, a lo largo del siglo XX,(...) porque ella agudizó dramáticamente las contradicciones no resueltas entre los Estados Unidos y los demás países de la región.
Cuando el dictador Fulgencio Batista, sin más condiciones de mantenerse en el poder, renunció durante el reveillon de 1959 y, secretamente, huyó de Cuba para la República Dominicana, no fue sólo su gobierno que cayó. Todo el Estado cubano se había desintegrado y 1959 se tornó un año realmente nuevo. Días después, centenas de guerrilleros barbudos, gran parte de guajiros (trabajadores del campo), sucios, con uniformes rasgados, entraron en La Habana, bajo el comando de Fidel Castro, Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos. Era el clímax de una epopeya, iniciada por apenas 16 sobrevivientes, de los 82 que desembarcaron del yate Granma, en el litoral de Cuba, el 2 de diciembre de 1956. Fidel Castro tenía entonces 25 años y, durante dos años, comandó la guerra de guerrillas, junto con su hermano Raúl Castro, Che Guevara y Camilo Cienfuegos, organizando el Ejército Rebelde, que destruyó la dictadura del sargento Fulgencio Batista, respaldada por los Estados Unidos.
La revolución cubana fue el hecho político más poderoso y el que mayor impacto causó en América Latina, a lo largo del siglo XX, no por causa de su carácter heroico y romántico o porque el régimen implantado por Fidel Castro evolucionó posteriormente hacia el comunismo, sino porque ella agudizó dramáticamente las contradicciones no resueltas entre los Estados Unidos y los demás países de la región. No fueron los comunistas que promovieron la revolución cubana, en el contexto de la Guerra Fría. Si bien algunos de sus líderes, como Ernesto Che Guevara y el propio Fidel Castro, en pequeña medida, acogiesen ideas marxistas, ellos no pertenecían a ningún partido comunista y no era inevitable que la revolución cubana se desarrollase a tal punto de identificarse con la doctrina comunista e instituyese su forma de gobierno. Con razón, el historiador Thomas Skidmore, de la Brown University, señaló a Cuba como “un estudio clásico del fenómeno nacionalista”, agregando que el pueblo podía ver el carácter autoritario del régimen, pero “el llamamiento real del régimen de Castro era el nacionalismo”. En efecto, la revolución cubana fue autóctona, tuvo un carácter nacional y democrático, y la implantación de un régimen según el modelo de los países del Este Europeo resultó de una contingencia histórica, no de una política emprendida por la Unión Soviética, sino, emprendida, sí, por los Estados Unidos que, sin respetar los principios de la soberanía nacional y autodeterminación de los pueblos, no aceptaron los actos de la revolución, como la reforma agraria, y transformaron las contradicciones de intereses nacionales en un problema del conflicto Este-Oeste.
En abril de 1959, cuatro meses después de la toma del poder en La Habana, Fidel Castro estuvo en Buenos Aires, a fin de participar en la conferencia del Comité de los 21, organismo encargado de estructurar la Operación Panamericana, y su discurso, según el entonces presidente Juscelino Kubitschek, reflejó “mejor que los demás la tragedia de América Latina”, dada la crudeza que resaltaba de sus palabras. Causó un “verdadero impacto” al reclamar de los Estados Unidos una ayuda financiera a América Latina, por un valor de U$S 30 millones. Kubitschek, luego de conversar con Fidel Castro en Brasilia y tener “la oportunidad de conocer, en profundidad, su pensamiento”, concluyó que él era “un idealista amargado, que había sufrido en carne propia las consecuencias del apoyo dado por los Estados Unidos a las dictaduras en América Latina”, dado que Cuba había sido marcada por una “larga tradición de tiranía” y su pueblo, habiendo soportado “el garrote del régimen de Batista, no había conseguido separar la trágica realidad de la situación interna del apoyo irrestricto de Washington al opresor del país”.
Al regresar de Buenos Aires, Fidel Castro pasó por Río de Janeiro e hizo un discurso en la Plaza Barón de Río Branco, organizado por la Unión Nacional de los Estudiantes (UNE) y en el cual repitió básicamente lo que dijera en Buenos Aires: “Ni pan sin libertad ni libertad sin pan”. Recuerdo bien estas palabras suyas, pues yo estaba a su lado en el estrado. Y, en La Habana, Fidel Castro volvió a reiterar que “la ideología de nuestra revolución es bien clara; no solo ofrecemos a los hombres libertades sino que les ofrecemos pan. No solo le ofrecemos a los hombres pan, sino que les ofrecemos también libertades”. A lo largo del discurso, durante el cual trató de definir la ideología de la revolución, Castro, luego de resaltar que en el mundo se discutían dos concepciones, la que ofrecía a los pueblos democracia y los mataba de hambre y la que ofrecía pan, pero les suprimía las libertades, afirmó:
“Nosotros no nos vamos a poner a la derecha, no nos vamos a poner a la izquierda, ni nos vamos poner en el centro, que nuestra Revolución no es centrista. Nosotros nos vamos poner un poco más adelante que la derecha y que la izquierda. Ni a la derecha ni a la izquierda, un paso más allá de la derecha y de la izquierda”.
En abril de 1960, cuando estuve en La Habana, acompañando a Jnio Quadros, entonces candidato a la presidencia de Brasil, vi a Fidel Castro mostrarle un crucifijo que traía colgado en el cuello, indicando que no era comunista y que respetaba a la Iglesia. Pero, un año después, el 16 de abril de 1961, luego del bombardeo de los aeropuertos de San Antonio de los Baños, Santiago y La Habana por los aviones de la CIA, Fidel Castro, después de compararlo, con justo motivo, al ataque pérfido y traicionero de Japón a Pearl Harbor, en 1941, declaró que los Estados Unidos no perdonaban a Cuba porque “esta es la revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes”.
Al hacer esta declaración, Fidel Castro buscó comprometer a la Unión Soviética en la defensa de Cuba. Él jugó con el conflicto político e ideológico que entonces había hecho eclosión entre Moscú y Pekín y había dividido el Bloque Socialista, pues temía que Nikita Kruchev, en la línea de la coexistencia pacífica y en el entendimiento con John Kennedy, cambiase a Cuba por Berlín Occidental, en pro de mejores relaciones con los Estados Unidos. La proclamación del carácter socialista de la revolución cubana, sin embargo, representó igualmente un duro golpe en los dogmas cristalizados por Joseph Stalin y otros líderes comunistas, bajo el rótulo de marxismo-leninismo, dado que ella había sido realizada no por un partido supuestamente obrero, constituido bajo las normas del llamado centralismo-democrático y rotulado de comunista, sino por el Movimiento 26 de Julio, una organización compuesta, sobre todo, por elementos de las clases medias, que, en el curso de la guerra de guerrillas, pasaron a incorporar campesinos y trabajadores rurales, los guajiros, al Ejército Rebelde, en beneficio de los cuales realizaron la reforma agraria.
De conformidad con la ortodoxia stalinista, Cuba no tenía condiciones materiales sino para realizar una revolución agraria y democrática, mediante la instalación de un “gobierno patriótico”, de unión con la burguesía progresista, que se propusiese impulsar el proceso de industrialización y, liberando al país del dominio imperialista, promover el desarrollo económico y la emancipación nacional. Los dirigentes comunistas, que visitaban La Habana, consideraban a la revolución en Cuba extraña al modelo, por ellos reconocido, dado que allá no existía un proletariado industrial, y juzgaban a Fidel Castro y sus compañeros un “grupo inexperiente, con formaciones ideológicas diversas y poco definidas”, orientados por lo que calificaron como “marxismo amador, o mejor aún, como cubanismo”. Oí cuando Luiz Carlos Prestes, entonces secretario-general del PCB, calificó a Fidel Castro como “aventurero”, en una entrevista a la prensa de Río de Janeiro, en 1959.
Pero el nacionalismo representó, a lo largo de la historia de Cuba, un importante factor de cohesión y permitió que el gobierno revolucionario pudiese mantener un suficiente apoyo popular, en medio de todas las vicisitudes. Y, aunque la presencia de Fidel Castro, como símbolo de la revolución, continuase proyectando una dominante influencia, antes incluso de delegar, provisoriamente, el poder a su hermano Raúl, el 31 de julio de 2006 a fin de someterse a una intervención quirúrgica en el colon intestinal, él ya no era imprescindible al funcionamiento del gobierno y del régimen. La sucesión ya se había dado y poca gente lo había percibido. El poder había pasado hacia una nueva generación de dirigentes, con Raúl Castro en el comando de las Fuerzas Armadas; Ricardo Alarcón, hábil negociador y perito en relaciones con los Estados Unidos, en la Asamblea Nacional; Carlos Lage, como primer-ministro, controlando la economía del país; y Felipe Pérez Roque, en la conducción de la política y de las relaciones exteriores, manteniendo un extraordinario apoyo internacional a Cuba.
Era solamente el héroe nacional, al lado de José Martí. Y no sólo el héroe nacional. Su renuncia a la presidencia de Cuba, luego de un largo período de convalecencia, no causa sorpresa. Era esperada.
Pero el hecho de que permaneció casi medio siglo en el poder, enfrentando y resistiendo al embargo y a todas las agresiones del Imperio - invasión, sabotajes e, inclusive, decenas de tentativas de asesinato por la CIA - constituyó la mayor derrota política que los Estados Unidos sufrieron, no obstante su inmenso poderío económico y militar, el mayor de todos los tiempos.
Fidel Castro, el más importante líder de América Latina, en el siglo XX, se tornó el símbolo de una era.
Traducido para LA ONDA DIGITAL por Cristina Iriarte
* Luiz Alberto Moniz Bandeira es cientista político, profesor emérito de la Universidad de Brasilia y autor de más de 20 obras, entre las cuales se encuentran: De Marti a Fidel: la Revolução
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«La política es la consagración del oportunismo de los que tienen medios y recursos. La revolución abre paso al mérito verdadero, a los que tienen valor e ideal sincero, a los que exponen el pecho descubierto y toman en la mano el estandarte. A un partido revolucionario debe corresponder una dirigencia revolucionaria, joven y de origen popular.» ... Fidel .-
- Recuento crítico del PPC (Ortodoxo), en El Acusador, nº 3, 16/7/1952.
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A Fidel Castro
Fidel, Fidel, los pueblos te agradecen Palabras en acción y hechos que cantan Por eso desde lejos te he traido una copa del vino de mi patria: Es la sangre de un pueblo subterráneo que llega de la sombra de tu garganta. Son mineros que viven hace siglos sacando fuego de la tierra helada. Van debajo del mar por los carbones y cuando vuelven son como fantasmas. Se acostumbraron a la noche eterna, les robaron la luz de la jornada y sin embargo aquí tienes la copa de tantos sufrimientos y distancias: La alegría del hombre encarcelado, poblado de tinieblas y esperanzas que adentro de la mina sabe cuando llegó la primavera y su fragancia porque sabe que el hombre está luchando hasta alcanzar la claridad más ancha. Y a Cuba ven los mineros australes, los hijos solitarios de la Pampa, los pastores del frío en Patagonia, los padres del estaño y de la plata. Los que casándose con la cordillera sacan el cobre en Chuquicamata. Los hombres de autobuses escondidos en poblaciones puras de nostalgia. Las mujeres de campo y talleres Los niños que lloraron sus infancias Esta es la copa, tómala Fidel
. Está llena de tantas esperanzas que al beberla sabrás que tu victoria es como el viejo vino de mi patria No lo hace un hombre sino muchos hombres No una uva sino muchas plantas: No es una gota sino muchos ríos: No un capitán sino muchas batallas: Y están contigo porque representas todo el honor de nuestra lucha larga Y si catyera Cuba caeríamos y vendríamos para levantarla. Y si florece con todas sus flores florecerá con nuestra propia savia. Y si se atreven a tocar la frente de Cuba por tus manos libertadas encontrarán los puños de los pueblos sacaremos las armas enterradas: la sangre y el orgullo acudirán a defender a Cuba bienamada.
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