PSICOLOGIA › BRASIL, EL GOLPE EN MARCHA Y EL NUEVO DISPOSITIVO DE SUGESTION
Los medios masivos de colonización
Artistas, intelectuales, juristas, escritores y dirigentes políticos de varios países preparan un libro contra el golpe en Brasil, en apoyo a Dilma Rousseff. La psicoanalista argentina Nora Merlín participa del proyecto con un capítulo que detalla cómo operan los medios masivos sobre las subjetividades. Aquí, un fragmento de ese texto.
Por Nora Merlín *
El poder político, económico, con sus medios de comunicación corporativos y parte de la Justicia, están poniendo en juego en algunos países de América Latina una nueva modalidad antidemocrática. Buscan desestabilizar gobiernos democráticos realizando golpes de Estado institucionales, con el objetivo de implementar políticas neoliberales. Los medios de comunicación corporativos asumen un rol crucial: configuran la realidad, operan sobre las subjetividades, manipulan significaciones; en definitiva, colonizan la opinión pública. En América Latina, los medios concentrados generan un orden homogéneo opuesto a lo que se entiende como una política democrática, que debe implicar disenso y pluralidad.
Brasil está atravesando un momento de suma gravedad institucional, en el que se juega el destino de este gran país. Los medios gráficos como Folha de São Paulo, Estado de São Paulo, Rede Globo, Editora Abril, Revista Veja, Midia Ninja y Jornalistas libres, y diferentes radios y televisoras, como Rede Globo, producen e imponen sentidos y saberes que por efecto de identificación se transforman en comunes, formando la opinión pública. Esos medios concentrados realizan una manipulación del pensamiento: las informaciones que transmiten funcionan como verdades irrefutables, ante la ausencia de voces alternativas. Se trata de un dispositivo que opera sobre la subjetividad, la condiciona a través de la sugestión y la reiteración de mensajes, que terminan imponiéndose como si fueran certezas. En Brasil esto apuntó a producir el desprestigio de la dirigencia del PT, repitiendo hasta el hartazgo el falaz argumento de la corrupción de sus líderes, para desestabilizar a la presidenta Dilma Rousseff a pesar de su legitimidad por haber sido elegida democráticamente, logrando impulsar un proceso de impeachment.
Según la teoría psicoanalítica, las relaciones sociales se normativizan con la instauración de un operador simbólico denominado Ideal del yo. El individuo espectador ubica a los medios de comunicación en el lugar de ese Ideal, y luego pone en juego un mecanismo de identificación. Esto produce una idealización de los medios y una identificación entre los espectadores, dando como resultado una psicología de las masas: una hipnosis adormecedora en la que el sujeto deviene un objeto cautivo, que se somete de manera inconsciente a los mensajes e imágenes que se le ofrecen. El sujeto de la cultura de masas es pasivo, servil, sugestionado; con un yo empobrecido obedece a un “amo” que articula ideologías e ideales. Al operar esta captura, los mensajes que emiten los medios terminan imponiéndose, condicionando opiniones, valores y pertenencias, lo que redunda en una manipulación de la subjetividad.
En democracia es fundamental regular el poder de influencia de los medios sobre la subjetividad, basado en el marketing político, y derivado de técnicas de venta exitosas que, a consecuencia de la rápida expansión de los medios, llegó a abarcar casi todos los aspectos de la cultura. Consiste en un dispositivo planificado de sugestión, cuyo fin es que el ciudadano devenga un consumidor que compra un objeto o un mensaje político. Mediante técnicas que implican una producción calculada de subjetividad construyen consenso, convencen, consiguen votantes, imponen valores, hábitos, posicionan un producto, una idea o un candidato. Muchas veces se adquiere una marca, una identificación y una pertenencia sin advertir que tras ello hay un proyecto económico o político.
A partir de Freud y Lacan, sabemos que las demandas no son necesidades naturales, básicas o biológicas, sino que son construcciones discursivas: la mercadotecnia impone demandas que luego aparecen como una elección libre del ciudadano. El actual modelo de los medios de comunicación de masas produce gente seriada por efecto de identificación, lo que tira por tierra la supuesta libertad que otorgan la información y los mensajes comunicacionales. Si bien en apariencia amplían la libertad individual, en sentido estricto se imponen, condicionan elecciones, llegando a colonizar y enfermar a toda una cultura. Freud vio en el rebaño, en la fascinación colectiva y en la homogeneización de la psicología de las masas un prolegómeno del totalitarismo.
La democracia no puede definirse por el sentido común, ni por el consenso de una masa de autómatas, producidos por un dispositivo de sugestión de los medios de comunicación concentrados. Una concepción democrática debe incluir pluralidad de voces, evitando la monopolización de la palabra y la instalación de un discurso único, tendiendo a que los mensajes se transmitan libremente, buscando asegurar el derecho que tienen los ciudadanos a una información veraz, vertida de manera responsable y racional.
Gran parte del espacio público ocupado por los medios de comunicación se transformó en la sede del odio y la agresión entre las personas. En esta versión, el derecho a la libre expresión se confunde con una libertad de agresión en la escena pública. En forma desmedida e insistente emiten mensajes agresivos, hostiles, que incrementan el miedo, la angustia, el terror y el odio. Los noticieros y los programas de “información” producen relatos falsos y teorías conspirativas, no comprobadas, de sospecha y complot, instalando el significante “corrupción” sobre los dirigentes del PT, apuntando a que el adversario político sea atacado como un enemigo. Esta modalidad va dando sustento a la hostilidad entre los miembros de la cultura, provocando sentimientos persecutorios e instalando los afectos señalados, que van a funcionar como desencadenantes de enfermedad psíquica. El “enemigo” es el prójimo que deviene en un objeto hostil al que se lo puede humillar, degradar, maltratar, etc. Se produce como resultado una sociedad transformada en un campo minado por la violencia y el odio en sus variadas expresiones. Una cultura así planteada está en riesgo.
Frente a este panorama, surgen algunos interrogantes: ¿dónde quedan las categorías de verdad, decisión racional y autonomía del sujeto, para filtrar y administrar la información y los afectos que éstas instalan? ¿Quién se hace responsable de los efectos patológicos que se constatan en la subjetividad y en los lazos sociales? Ante la constatación de la patología que producen los medios de comunicación y con el objetivo de proteger la salud de la población y la democracia, resulta imperioso desenmascarar los dispositivos con que operan. No se trata aquí de una práctica de censura ni un planteo de tipo moral, sino de asumir una decisión responsable fundamental a favor de preservar la salud de la comunidad.
El Estado, sus representantes e instituciones, deben encarnar una función simbólica de contención y pacificación social, garantizando el bien común, el ejercicio democrático, la disminución de la violencia y la hostilidad entre semejantes. Esto supone limitar la acción de los medios de comunicación de masas, para que dejen de calcular, de manipular la subjetividad, instalando el odio y la agresividad. Una cultura no sometida a un proceso de sugestión homogeneizante, capaz de reconocer el lugar y la dignidad de las diferencias, significará un gran avance en pos de la democracia y en contra del totalitarismo.
* Psicoanalista. Docente de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Magister en Ciencias Políticas, Universidad de San Martín (UNSAM-IDAES). Autora del libro Populismo y psicoanálisis, Editorial Letra Viva.
Fragmento del capítulo “Un nuevo dispositivo de sugestión: los medios masivos de colonización”, que formará parte del libro La resistencia internacional al golpe de 2016 y que será lanzado en Río de Janeiro en vísperas de la votación en el Senado, como apoyo a Dilma Rousseff. Colaboran artistas, intelectuales, juristas, escritores y dirigentes políticos de Brasil, Argentina, Alemania, Portugal, España, Francia, Inglaterra y Estados Unidos.
SAO PAULO, agosto 23, 2016 (Xinhua) -- La suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, pronuncia un discurso durante un evento en su apoyo llamado "Acto contra el golpe de Estado en defensa de la democracia y los derechos sociales", en la ciudad de Sao Paulo, Brasil, el 23 de agosto de 2016. El fin del proceso de "impeachment" (juicio político) contra Dilma Rousseff, previsto a mediados de la próxima semana en el Senado, abre la expectativa de una nueva etapa para el país, según algunos expertos. (Xinhua/Rahel Patrasso)
RIO DE JANEIRO, 23 ago (Xinhua) -- La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró hoy que irá personalmente al Senado a defenderse de las acusaciones por irregularidades fiscales que hay en su contra en el juicio que podría costarle la destitución, porque cree "en la democracia" del país.
"No voy al Senado porque crea en mis bonitos ojos. Iré porque creo en la democracia de este país. Creo que tenemos que evitar que este mal sea un mal mayor. Tenemos que enfrentarnos a esta cuestión", dijo Rousseff en un acto en Sao Paulo en defensa de la democracia y los derechos sociales.
La presidenta suspendida dijo que no renunció aún a la Presidencia porque el país tiene espacios democráticos. "No fui obligada a suicidarme como hicieron con Getúlio (Vargas, expresidente brasileño que se suicidó en 1954). No fui obligada a subirme a un avión e ir a Uruguay, como hicieron con Jango (Joao Goulart, presidente entre 1961 y 1964)".
EL MUNDO › EL ABOGADO DE DILMA COMPARO EL PROCESO EN BRASIL CON EL JUICIO A SACCO Y VANZETTI
Un golpe en clave de farsa tragicómica
Los golpistas probablemente contarán con más de los 54 senadores necesarios –sobre un total de 81– para destituir a Rousseff en la votación prevista para mediados de esta semana. Pero antes tendrán que soportar su mirada.
Por Darío Pignotti
Desde Brasilia
Este lunes cuando Dilma Rousseff se presente ante el Senado, convertido en tribunal donde se le sustancia el impeachment , “ella va a poder mirar a los ojos a los golpistas y ellos, lo digo porque los conozco, creo que no resistirán la mirada” anticipó Lindbergh Farias. El senador del Partido de los Trabajadores habló ayer con periodistas sobre el “clima” político que se espera para este 29 de agosto, el día más aguardado desde el inicio del proceso contra la mandataria separada del cargo, el cual es ocupado interinamente por Michel Temer, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) , agrupación que controla la primera minoría de la Cámara alta.
La alianza del PMDB con el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) del ex candidato presidencial Aecio Neves y el ex mandatario Fernando Henrique Cardoso, junto a otras fuerzas menores probablemente contarán con más de los 54 senadores necesarios –sobre un total de 81– para destituir a Rousseff en la votación prevista para mediados de esta semana.
Si es confirmado como presidente definitivo, Temer embarcará de inmediato hacia China para participar en la cumbre del Grupo de los 20 donde sueña ser fotografiado saludando a Barack Obama, quien a través de varios gestos diplomáticos ha demostrado su complacencia con la degradación institucional brasileña.
Una segura ovación recibirá mañana a Dilma cuando pase, posiblemente junto a Luiz Inácio Lula da Silva, por la avenida principal de Brasilia, el Eje Monumental, donde será ralizado un acto en “defensa de la democracia” convocado por sindicalistas, militantes de agrupaciones de izquierda y campesinos sin tierra. Una barrera metálica de casi un kilómetro de extensión, conocida como “El Muro de Berlín”, fue instalada en esa avenida para impedir choques entre dilmistas y militantes que apoyan el impeachment.
Otro senador petista,Paulo Paím, declaró que el ingreso de Dilma al recinto, “será un momento histórico que mostrará a una presidenta honesta, de coraje ante aquellos que quieren condenarla por delitos que no cometió”. Optimista, Paim sostuvo que todavía hay chances de que el campo democrático sume los votos necesarios para devolver a Dilma a su cargo. Según la ley del impeachment el jefe de Estado procesado garantiza su permanencia en el gobierno si logra uno de los votos del Plenario. Paim y la senadora comunista Vanessa Grazziotin denunciaron ayer la “lamentable” ausencia de congresistas opositores durante la exposición de uno de los testigos de la defensa de Rousseff, el ex ministro de Hacienda Nelson Barbosa.
Sostuvo Grazziotin que los sillones vacíos del PMDB, PSDB, Demócratas y otras fuerzas conservadoras confirman la “farsa” de este proceso, donde los senadores son jueces que deben tomar en cuenta los alegatos de la acusación y la defensa antes de emitir su voto.
No caben dudas de que el proceso contra Rousseff es un “ritual vacío” sostuvo el viernes Gleisi Hoffmann, durante la sesión en la que el presidente del Senado, Renan Calheiros, aliado de Temer, admitió que este juzgamiento se parece bastante a un “hospicio”.
Los ánimos exaltados del viernes no se repitieron ayer cuando el ex ministro Barbosa hizo una exhaustiva demostración de algo que hasta los enemigos de Dilma parecen aceptar en secreto: no hay evidencias de que la mandataria haya violado las leyes de Presupuesto y Responsabilidad Fiscal. Y, agregó, los cargos que se le imputan son irrisorios y si fueran constatados merecerían sanciones administrativas, jamás la destitución.
De allí que el bloque de senadores antidilmistas insista en concluir a la brevedad un juicio en el que se desnudan todas las irregularidades montadas para acabar con el gobierno de una presidenta impopular, que fue votada por 54 millones de ciudadanos en 2014. Sin dudas el impeachment no será el último capítulo de este proceso que el abogado defensor José Eduardo Cardozo continuará ante el Supremo Tribunal Federal, que hasta el momento eludió hacer lugar a las apleaciones sobre temas de fondo y se limitó a responder demandas formales. Y una vez agotada la instancia del Supremo Tribunal lo más probable es que el caso derive en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, vinculada a la Organización de Estados Americanos, cuyo presidente Roberto Caldas ha demostrado preocupación ante la fragilidad institucional brasileña.
Desde que Michel Temer fue abucheado por miles de personas en el estadio Maracaná en la apertura de las Olimpíadas, el 5 de agosto, ante la mirada algo perpleja de algunos líderes extranjeros y cientos de millones de televidentes en decenas de países, su equipo de marketing y el servicio diplomático tomaron conciencia de lo difícil que será construirle un perfil de líder democrático. A pesar del probable botox y el discreto implante capilar con que rejuvenece su apariencia, Temer no goza, y difícilmente gozará, de una buena imagen internacional.
Este Brasil post-democrático, mismo que el golpe sea legalizado, está muy desprestigiado y tiende a perder parte del liderazgo regional, así como el predicamento entre los países emergentes construidos durante los trece años de mandatarios petistas iniciados el primero de enero de 2003, cuando Fidel Castro y Hugo Chávez viajaron a Brasilia para la toma de posesión de Lula.
Ante el riesgo de otro “Maracanazo”, la semana pasada Temer evitó estar en el cierre de los Juegos para escaparle a la rechifla del público y dejó plantado al primer ministro de Japón Jinzo Abe, quien no escondió su enojo. La ausencia de mandatarios latinoamericanos y de países emergentes en el palco oficial del estadio fue un retrato de la orfandad diplomática brasileña actual y mostró el un contraste con lo ocurrido en la final de la Copa del Mundo de 2014, cuando Rousseff recibió Vladimir Putin, tras lo cual encabezó una cumbre conjunta de jefes de Estado de Unasur y el grupo BRICS.
Ayer el líder del bloque de senadores del Partido de la Socialdemocracia, Cassio Cunha Lima, soltó una ironía sobre los productores y camarágofos que están realizando “ese filmete de propaganda internacional del PT”. Cunha Lima, aliado de Neves, no ocultaba su desprecio por el documental de la directora brasileña Anna Muylaert con el uruguayo Cesar Charlone como responsable de fotografía.
Los directores Oliver Stone y Ken Loach, el lingüista Noam Chomsky la actriz Susan Sarandon firmaron la semana pasada un manifiesto de repudio a la destitución de Dilma, similar a otros respaldados por ex candidato presidencial demócrata Bernie Sanders y la central sindical norteamericana AFL-CIO.
Al contrario de los legisladores del bloque destituyente molestos con la filmación del video sobre los últimos días de Dilma como presidenta apartadada del cargo, el senador petista Jorge Vianna destacó ayer la importancia del registro histórico de este proceso “ilegítimo” que el abogado José Eduardo Cardozo comparó con el que sufrieron en Estados Unidos los anarquistas italianos Nicola Sacco y Bartolomeu Vanzetti, que pese a ser inocentes fueron ejecutados en 1927.
Algunos volantes que convocan a la marcha de mañana en defensa de la democracia frente al Congreso están ilustrados con la foto de la joven prisionera Dilma Rousseff, de 22 años, que en 1970 fue condenada por un tribunal militar.
“No sé lo que se escribirá sobre este impeachment” en 2016 comentó el senador Vianna en el Plenario, quien luego de criticar a la complacencia de la prensa brasileña en el golpe militar de 1964 mencionó que los diarios extranjeros están denunciado la conspiración contra Rousseff. Citó un artículo publicado este sábado por el francés Le Monde donde se sostiene que “si esto no es un golpe de Estado es una farsa tragicómica”.
Dilma Rousseff, de 22 años, condenada por un tribunal militar.
EL MUNDO › LA PRESIDENTA ROUSSEFF SE PRESENTA HOY ANTE LOS SENADORES DE BRASIL PARA AFRONTAR PERSONALMENTE SU DEFENSA
Dilma pronuncia su “Yo acuso” ante el Senado
Acompañada por quince invitados, entre los que sobresalen Lula y Chico Buarque, la mandataria suspendida enfrentará cara a cara a sus acusadores para decirles que el juicio es un golpe porque quieren destituirla sin motivo.
La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, pronuncia hoy su defensa en el juicio político que le sigue el Senado. Reiterará que es víctima de un golpe destinado a dejar en el gobierno a su vicepresidente, Michel Temer, en alianza con la antigua oposición.
La defensa de Rousseff quiere darle un tono épico a la sesión, ya que todas las previsiones indican que el Senado logrará el mínimo de 54 votos para destituir el martes a la primera mujer presidente de Brasil.
El jefe de gabinete del gobierno interino, Eliseu Padilha, dijo que calcula 60 votos a favor de la destitución, que permitirán la asunción en Asamblea Legislativa para que Temer, ya como jefe del Estado, pueda viajar a China a hacer su estreno internacional en la cumbre del G20.
“Claramente estamos ante una farsa y veremos quién se ubica del lado correcto de la historia”, afirmó el jefe del bloque del Partido de los Trabajadores (PT), Humberto Costa.
El legislador agregó que “la presidenta enfrentará cara a cara a sus acusadores y tendrá la oportunidad de decir que quieren destituirla sin un motivo, porque no hay crimen contra la Constitución y por eso es un golpe”.
La mandataria estará acompañada por una comitiva de 15 invitados, entre ellos su mentor político y antecesor en la Presidencia, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien la Policía Federal acusó el viernes ante el juez Sérgio Moro en relación con la investigación del multimillonario desvío ilegal de fondos de la petrolera estatal Petrobras.
También fue anotado como posible invitado el cantante y escritor Chico Buarque, referente de la izquierda brasileña y quien ya ha participado en actos públicos en defensa de Rousseff.
En su discurso de 30 minutos y en las respuestas a sus interrogadores, Rousseff apelará a su biografía como luchadora contra la última dictadura militar, que la mantuvo presa; a que nunca fue vinculada con actos de corrupción, y a que representa un modelo de inclusión social del que participaron muchos senadores que hoy, aliados a Temer, buscan destituirla.
“La presidenta está serena; ella se siente víctima de una injusticia, más que estar triste por esta jugada de traición del vicepresidente”, dijo la senadora Katia Abreu, quien pertenece al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) de Temer pero no está a favor de la destitución. “De todos modos, no perdemos la esperanza de que los que se declaran indecisos se abstengan y apoyen la propuesta de Dilma de, si es mantenida en el cargo, llamar a elecciones anticipadas y resolver la crisis política”, añadió.
Desde la acusación, Rousseff recibirá duros cuestionamientos. “Le quiero preguntar por qué le mintió al país en 2014 diciendo que la situación era otra; ella es la culpable de esta crisis que vivimos y estamos convencidos de que hubo delito de responsabilidad contra la ley fiscal en sus actos”, comentó José Medeiros, del Partido Social Demócrata (PSD), aliado a Temer.
“La declaración de Dilma será el punto alto de este juicio por lo que significa, pero no podrá modificar la prueba producida en su contra por los delitos de responsabilidad en la ley fiscal”, advirtió el senador instructor del caso, Antonio Anastasia, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). Este partido era el principal opositor de la coalición entre el PT y el PMDB, pero una vez que esa alianza se quebró se unió al último. De hecho, aportó, entre otros, al canciller José Serra al gobierno hasta ahora interino de Temer.
Rousseff está acusada de haber firmado tres decretos para anticiparle dinero del presupuesto a la Policía Federal, la Justicia laboral y el Ministerio de Educación, y de usar dinero de los bancos públicos para subsidiar el plan agrícola Zafra 2015.
Desde el jueves pasado, en los tres días de sesiones para escuchar a los testigos de las partes, el Senado vivió momentos de tensión, sobre todo por el intercambio de agresiones a los gritos entre legisladores.
Hasta ayer, las negociaciones eran frenéticas para disputar voto a voto, teniendo en cuenta que el último sondeo fue el de hace dos semanas, cuando venció 59 a 22 el acogimiento de la acusación para iniciar el proceso, que está conducido por el titular del Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema), Ricardo Lewandowski.
El senador brasileño Lindbergh Farias, del Partido de los Trabajadores (PT), estará en la primera línea de defensa de la presidenta suspendida, Dilma Rousseff, cuando declare ante el Senado, luego de haber sido, en 1992, un líder juvenil que llenó las calles a favor de un juicio político, contra el entonces mandatario Fernando Collor de Mello.
“La diferencia es abismal, no olvidemos que Collor cayó porque se descubrieron seis millones de dólares de empresas fantasmas para mantener a la familia presidencial; aquí no hay nada, hay una acusación falsa contable, Dilma no tiene cuenta en Suiza ni denuncias por corrupción”, dijo Farias.
En la víspera de su presentación ante el Senado, Dilma disfruta de un paseo en el Palacio de la Alvorada.
Dilma Rousseff: Lucho por mi pueblo y su bienestar
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró este lunes que al ejercer la presidencia de la República ha respetado fielmente el compromiso que asumió frente a la nación y a las personas que la eligieron
Dilma fue apartada de su cargo el pasado mes. Foto:Planalto
Foto: Planalto
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró este lunes que al ejercer la presidencia de la República ha respetado fielmente el compromiso que asumió frente a la nación y a las personas que la eligieron.
Durante su comparecencia ante el Senado de la República para presentar su defensa en el marco del impeachment en su contra, Rousseff destacó que siempre ha creído en la democracia como el estado de derecho, y siempre ha visto la Constitución de 1988 como una de las más grandes conquistas del pueblo brasileño, por lo que “jamás atentaría contra lo que yo creo o practicaría algún acto que sea contrario a los intereses de los que me eligieron”.
La líder de izquierda, que en 2014 fue reelecta como presidenta de Brasil por más de 54 millones de ciudadanos, defiende el respeto por la democracia y la voluntad del pueblo, además, rechaza la “injusticia de ser condenada incluso siendo inocente”.
“Al ejercer la presidencia de la República he honrado el compromiso que asumí con mi país, con la democracia y el estado de derecho. He sido intransigente en la defensa de la democracia”, dijo.
Reconoció que tiene defectos como cualquier otra persona, pero entre ellos no está la deslealtad y cobardía, mucho menos la traición con los que luchan a su lado.
Dilma recordó que por muchos años sufrió la prisión, “ví a compañeros morir, yo tenía miedo de la muerte pero nunca cedí y resistí, no dejé de lado nada a pesar de recibir el peso de la injusticia sobre mis hombros”.
Destacó que pese a todas esas vicisitudes luchó por una sociedad libre de perjuicios y humillaciones, “por un Brasil soberano donde existiera la equidad y justicia”. Ante el logro de estos valores en su mandato, Rousseff enfatizó que frente a las acusaciones que se le hacen “no puedo dejar de sentir la injusticia y es por eso que igual que en el pasado estoy resistiendo”.
Dejó claro que su lucha no es por su cargo o apego al poder, sino por la democracia, la verdad y justicia. “Lucho por mi pueblo y su bienestar”.
En su discurso de defensa, comentó que tiene la consciencia totalmente tranquila y es por eso que asiste personalmente al Senado para darle la cara a quienes la juzgaron por crímenes que no cometió .
La mandataria separada dijo que ha quedado claro la parcialidad y la trama de quienes la señalan que no son más que pretextos para derrumbar a un Gobierno legítimo, para hacer viable un golpe a la Constitución.
Agregó que el verdadero resultado de todo este proceso será: más pobreza, más mortalidad infantil y la decadencia de los pequeños municipios de la nación.
Junto al expresidente brasileño Lula da Silva y algunos asesores, Rousseff se preparó para defenderse contra las acusaciones que pesan en su contra: alteraciones en el presupuesto del Estado sin permiso del Congreso y peticiones de créditos a bancos públicos.
El resultado final del impeachment se conocerá entre el martes 29 y miércoles 30 de agosto. De proceder la destitución, Michel Temer sería confirmado como presidente el resto del mandato hasta el 2018.
Al menos diez personas han sido detenidas la noche de este martes durante las protestas en apoyo a la suspendida presidenta brasileña Dilma Rousseff en la ciudad de Sao Paulo, informa el diario 'Folha de S. Paulo'.
Los partidarios de Rousseff bloquearon las principales avenidas del centro de la ciudad y prendieron fuego a contenedores de basura ante el bloque policial que impedía el avance de la marcha, por lo que los agentes de seguridad respondieron con bombas de gas lacrimógeno. Finalmente los detenidos fueron puestos en libertad.
Paulo WhitakerReuters
Este lunes otra manifestación a favor de la mandataria terminó con graves incidentes en Sao Paulo. Protestas similares también han tenido lugar en otras ciudades del país, como Brasilia y Río de Janeiro. Los manifestantes califican de "golpe de Estado" al proceso de 'impeachment' que se inició el jueves pasado en el Senado, y que debe terminar este 31 de agosto con la votación de los senadores para destituir o no a la mandataria, quien fue apartada del cargo el 12 de mayo pasado acusada de irregularidades fiscales.
Paulo WhitakerReuters
Este lunes Rousseff acudió al Senado para brindar testimonio en el marco del juicio político, donde aseguró que este proceso es "ilegítimo" y que solo va a "agravar la crisis brasileña". "No esperen que me quede callada como los cobardes que en el pasado con las armas y hoy con la retórica pretenden atacar a la democracia", ha manifestado la mandataria.
Para que Rousseff sea destituida permanentemente de la Presidencia será necesario que así lo decida una mayoría calificada de 54 votos, que equivalen a dos tercios de los escaños. Entonces el mandato, que vence el 1 de enero de 2019, será completado por el vicepresidente Michel Temer, quien actualmente desempeña las funciones de jefe de Estado.
Venezuela congela relaciones con Brasil por destitución de Rousseff
Caracas condenó "categóricamente" lo que consideró como un "golpe de Estado parlamentario".
Por: EFE |
Foto: EFE y AFP
El gobierno venezolano de Nicolás Maduro anunció el retiro de su embajador y el congelamiento de sus relaciones con Brasil al condenar la destitución de la presidenta Dilma Rousseff.
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El Gobierno de Venezuela condenó este miércoles "categóricamente" lo que consideró como un "golpe de Estado parlamentario" consumado en Brasil con la decisión del Senado brasileño de destituir definitivamente de la Presidencia a Dilma Rousseff.
Asimismo, "en resguardo de la legalidad internacional y solidaria con el pueblo de Brasil", Venezuela "ha decidido retirar definitivamente a su Embajador en la República Federativa de Brasil, y congelar las relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno surgido de este golpe parlamentario", indicó en un comunicado la Cancillería.
El Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano anunció también el inicio de "un conjunto de consultas" para apoyar al pueblo de Brasil, "que ha visto vulnerado su sistema democrático y desesperanzado en sus conquistas socioeconómicas". (Lea también: 'Volveremos para continuar', dijo Dilma Rousseff tras su destitución)
Esta es una decisión con la que "peligrosamente se ha sustituido ilegítimamente la voluntad popular de 54 millones de brasileños, violentando la Constitución y alterando la democracia en este hermano país", señaló el despacho de la diplomacia venezolana en el escrito.
El Gobierno de Nicolás Maduro, uno de los más cercanos aliados de la Administración de Rousseff, acusó a "las oligarquías políticas y empresariales, que en alianza con factores imperiales consumaron el Golpe de Estado contra la Presidenta Dilma Rousseff".
La destitución de la política brasileña fue hecha bajo "artimañas antijurídicas bajo el formato de crimen sin responsabilidad para acceder al poder por la única vía que les es posible: el fraude y la inmoralidad", indicó en el texto. (Además: Siga las reacciones de la destitución de Dilma Rousseff)
Así las cosas, el país petrolero expresó su solidaridad con Rousseff, y "con los millones de mujeres y hombres que mediante el voto directo y secreto eligieron a la Presidenta". "Se ha ejecutado una traición histórica contra el pueblo de Brasil, y un atentado contra la integridad de la mandataria más honesta en ejercicio de la presidencia en la República Federativa de Brasil", añadió.
El Gobierno chavista reiteró la tesis de que la medida contra Rouddeff forma parte de una "embestida oligárquica e imperial contra los procesos populares, progresistas, nacionalistas y de izquierda, cuyo único fin es restaurar los modelos neoliberales de exclusión social". (Lea: 46 años después, Dilma vuelve a sentarse en el banquillo de acusados)
El fin último de este supuesto plan es acabar con "los modelos de genuina democracia y de integración unitaria de la Región alcanzados por los presidentes (Venezuela) Hugo Chávez, (Argentina) Néstor Kirchner, (Brasil) (Luiz Inácio) Lula da Silva, (Bolivia) Evo Morales, (Uruguay) Tabaré Vázquez y (Ecuador) Rafael Correa.
La presidenta destituida de Brasil, Dilma Rousseff, ha pronunciado su primer discurso tras la votación que tuvo lugar este 31 de agosto en el Senado del país y que aprobó el ‘impeachment’ contra la mandataria, informa Globo.
Dilma Rousseff ha comenzado su discurso saludando al expresidente brasileño y predecesor, Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva, y a todo el pueblo de su país. "Hoy el Senado Federal tomó una decisión que entra en la historia de las grandes injusticias", ha declarado la política brasileña, destacando que "condenaron a una inocente y llevaron a cabo un golpe parlamentario".
"Los políticos que desesperadamente buscan escapar del brazo de la justicia se apropian del poder a través de un golpe de Estado", ha aseverado Rousseff, manifestando que "es el segundo golpe de Estado que enfrento en mi vida" y es un "golpe parlamentar destapado hoy por una farsa jurídica" que "me derriba desde el cargo para el cual fue elegida por el pueblo".
La sesión del Senado de Brasil tenía por objetivo poner el punto final en el caso de la presidenta destituida del país. De los 81 senadores presentes, 61 han votado a favor y 20 en contra (0 se abstuvo). En esta sesión especial se necesitaban 54 votos a favor del 'impeachment' para que este finalmente se concretara.
Lula da Silva asumió como presidente de Brasil en enero de 2003, Néstor Kirchner lo hizo en la Argentina en mayo del mismo año. Comenzó entonces un ciclo democrático colectivo sin precedentes que... [+]
Siguiendo con la progresión de condena total en el caso hondureño y condena parcial en el caso paraguayo, esta vez las voces de protesta a nivel regional son más la excepción que la regla, atento al vuelco a la derecha en Sudamérica.
En Sao Paulo los simpatizantes de la expresidenta se enfrentaron con la Policía Militarizada, que lanzó gases lacrimógenos contra los manifestantes
Las protestas tras la destitución de Dilma Rousseff y su sustitución por Michel Temer, aprobada por el Senado brasileño, se multiplicaron en más de una decena de estados del país, aunque sólo en Sao Paulo se registraron incidentes.
Allí, en el mismo lugar donde pocas horas antes un grupo de contrarios a Rousseff había celebrado su destitución con bocinazos, un pastel y champán, los simpatizantes de la expresidenta se enfrentaron a la Policía Militarizada que intentó dispersar dos protestas contra el Gobierno de Temer.
Las dos concentraciones partieron desde las afueras del Museo de Arte de Sao Paulo (MASP), en el corazón financiero del país, en dirección al centro y, por tercera noche consecutiva, la policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
Algunos de los participantes en la protesta provocaron destrozos en escaparates, mobiliario urbano y una patrulla policial.
En Brasilia, cientos de simpatizantes del Partido de los Trabajadores se movilizaron, como vienen haciendo desde el pasado lunes, en apoyo a la ya expresidenta.
Una multitud la acompañó en el breve discurso de despedida que pronunció tras su destitución y entonaron el himno nacional frente al palacio de la Alvorada, la residencia presidencial.
A primeras horas de la noche, varios centenares se concentraron en la Explanada de los Ministerios, frente al Congreso, para expresar su solidaridad con Rousseff con gritos como “Fora Temer”.
Las protestas contra Michel Temer se reprodujeron también en Río de Janeiro, donde centenares de personas se manifestaron en el centro de la ciudad, y otras capitales del interior, como Porto Alegre, Salvador, capital de Bahía, y Vitoria (Espírito Santo).
La instancia especifica que la medida se realiza debido a la “preocupación y a las implicaciones regionales” que genera dicho evento político
El secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) Ernesto Samper, está realizando consulta a los cancilleres que integran el organismo a fin de tratar la destitución de la mandataria brasilera, Dilma Rousseff.
A través de un comunicado emitido por la instancia, se especifica que la medida se realiza debido a la “preocupación y a las implicaciones regionales” que genera dicho evento político.
La presidenta de Brasil, que fue acusada de maniobras fiscales irregulares, fue destituida este miércoles con 61 votos a favor y 20 en contra.
A continuación el texto íntegro:
LA DESTITUCIÓN DE LA PRESIDENTA, DILMA ROUSSEFF POR PARTE DEL SENADO DE BRASIL, GENERA PREOCUPACIÓN Y TIENE IMPLICACIONES REGIONALES CUYO EXAMEN JUSTIFICA UNA REUNIÓN EXTRAORDINARIA DE CANCILLERES.
EN ESTE SENTIDO, EL SECRETARIO GENERAL DE UNASUR, EX PRESIDENTE DE COLOMBIA, ERNESTO SAMPER PIZANO ESTÁ HACIENDO CONSULTAS CON LOS CANCILLERES DE LA UNIÓN.
El abogado defensor y exministro de Justicia, tras reiterar la inocencia de la exmandataria por el delito de responsabilidad fiscal, señaló que insistirá hasta anular la votación del Senado
José Eduardo Cardozo, el abogado de la actual expresidenta de Brasil Dilma Rousseff, anunció este miércoles que presentará por lo menos dos recursos ante el Tribunal Supremo en contra la decisión del Senado Federal de destituir a la presidenta electa constitucionalmente y de sustituirla por el vicepresidente Michel Temer, quien venía ocupando la presidencia interina desde el 12 mayo.
Poco después de que el Senado, por 61 votos a favor y 20 en contra, destituyera a la presidenta; el también exministro de Justicia alegó que denunciará ante la Tribunal Supremo de Justicia que Rousseff fue destituida sin justa causa y alegará que el derecho de defensa de la mandataria fue cercenado en diversas etapas del proceso que comenzó en diciembre de 2015, cuando la Cámara de Diputados aceptó los trámites para iniciar el juicio.
“Vamos a protestar contra las irregularidades formales del proceso y contra el cercenamiento de su derecho a la defensa por la decisión de los senadores de juzgarla antes de que la defensa se expresase”, afirmó Cardozo.
El exministro también denunció la actitud de varios senadores que afirmaron que no importaba lo que la defensa hiciera en favor de evitar la destitución porque nada cambiaría la decisión. “Eso es una ofensa sustantiva al debido proceso legal”, afirmó al respecto.
La mandataria, por su parte, en un acto público desde la ciudad capital de Brasilia, les dijo a sus seguidores: “En este momento no voy a decirles adiós. Estoy segura de que puedo decir ‘hasta pronto’”, expresó en una demostración más de su confianza hacia la justicia y la democracia. Así mismo anunció que ejercerá la más dura y enérgica oposición que “un golpista puede sufrir”.
Una práctica habitual de todos los Gobiernos de Brasil
La mandataria fue suspendida de sus funciones el 12 de mayo porque el Senado decidió juzgarla por presunta manipulación de las cuentas públicas en 2014 (año de su reelección) y a inicios de 2015, por lo que se le acusó de violar la Ley de Responsabilidad Fiscal, lo que la Constitución acepta como justificantes para una destitución presidencial.
Pero a lo largo del proceso, múltiples testigos, entre los que destaca Luiz Cláudio Costa, exsecretario ejecutivo del Ministerio de Educación, han afirmado que las acciones de Rousseff son una práctica común. Costa, por ejemplo, recordó que la emisión de decretos suplemantarios para esa cartera es una práctica adoptada desde 2008 por decisión del propio Tribunal de Cuentas de la Unión.
Cardozo se ha hecho eco de estas declaraciones y reiteró que Rousseff, no cometió ningún crimen que justifique su destitución porque las medidas por las que fue condenada son una práctica habitual en todos los gobiernos de Brasil. “Vamos a cuestionar la falta de justa causa para el proceso. No hay motivo”, afirmó.
Insistirá hasta que la decisión del Senado sea anulada
El defensor de Dilma Rousseff reconoció que algunos miembros del Tribunal Supremo se negarán a aceptar los recursos que él introduzca contra una decisión del Senado Federal y solo aceptarán apelaciones contra la forma en que se desarrolló el impeachment. Pero aún así, Cardozo señaló que dejará de insistir en que la votación sea anulada.
“Sé que hay algunos jueces que parten de una visión más tradicional de que no se puede revisar un juicio político destituyente, una visión, desde mi punto de vista, más antigua. Pero nosotros tenemos una visión más moderna”, afirmó.
Ningún poder aisladamente puede intervenir en otro sin romper con el Estado de Derecho e inaugurar un régimen de excepción.
El Partido Comunista Marxista-Leninista de Brasil (PCML-Br) comulga con esta idea. En su editorial de este miércoles explicó que el impeachment es un proceso que se constituye en contenido y forma, no de manera separada, por lo que ningún poder aisladamente podría intervenir en otro sin romper con el Estado de Derecho e inaugurar un régimen de excepción.
Al Poder Judicial le corresponde interpretar la ley y la conducta infractora tipificada; Al Senado Federal, como parte del Poder Legislativo, le correspondía el juicio político obediente al espíritu de la ley. Esto quiere decir que es necesario que los dos poderes (el Judicial y Legislativo) en juicios independientes emitan sentencias armónicas para finalmente poder intervenir en el tercer poder (en este caso el Ejecutivo) que se presume en desarmonía constitucional.
De allí que el PCML-Br calificara de “deplorable” la actuación del Tribunal Supremo Federal (STF), representante del Poder Judicial, porque al parecer considera que el impeachment es solo un acto interna corporis (una regulación intrínseca del Parlamento, es decir del Poder Legislativo) y con ello legitimar la usurpación de los poderes que solo le corresponde a él, así como la violación de los principios constitucionales.
EN CONTEXTO
El Senado de Brasil decidió no inhabilitar a Dilma Rousseff para el ejercicio de cargos públicos durante ocho años, como se tenía previsto si hacía efectiva su destitución como presidenta. En una votación separada, 42 senadores votaron a favor de permitir que Rousseff mantenga sus derechos políticos, 36 se manifestaron en contra y hubo tres que se abstuvieron.
Según la Constitución, un presidente destituido puede perder sus derechos políticos por ocho años. Esto le impediría ocupar cualquier puesto en el Gobierno e incluso enseñar dentro de las universidades.
Por Orlando Freire Santana | Desde La Habana | Diario de Cuba Tal como se esperaba, la izquierda radical de nuestro continente fue presa de una gran rabieta al conocerse que el Congreso brasileño había destituido definitivamente a la presidenta Dilma Rousseff. Sus voceros alegan que se trató de un golpe de Estado parlamentario y una maniobra de la oligarquía contra el pueblo de ese país.
Y, sobre todo, los Evo Morales, Nicolás Maduro, Rafael Correa, Daniel Ortega y por supuesto los gobernantes cubanos, insisten en que los acontecimientos de Brasil clasifican como un ataque a la democracia.
Ellos pasan por alto que la destitución de Dilma ha demostrado la buena salud que poseen las instituciones en el gigante sudamericano, donde ha funcionado adecuadamente la separación de poderes que sugirió el barón de Montesquieu en el siglo XVIII. Además, sobresale el hecho de que todo se hizo en los marcos de la Constitución de ese país Ojalá en todas partes el poder parlamentario pueda ser capaz de desalojar al poder ejecutivo cuando este incumpla con sus deberes.
La historiografía castrista prefiere ignorar —o cuando menciona el suceso lo tergiversa— que durante las luchas por la independencia nacional en el siglo XIX, los cubanos presenciaron algo parecido a lo acontecido ahora en Brasil, y que también se realizó en aras de defender la democracia: la destitución de Carlos Manuel de Céspedes del cargo de presidente de la República en Armas.
Quizás en aquel momento la decisión adoptada por la Cámara de Representantes reunida en la localidad oriental de Bijagual haya transcurrido en medio de un dramatismo mayor. Porque Céspedes tenía el mérito de haber iniciado la revolución, y su salida de la presidencia podía afectar la necesaria unidad que se precisaba para enfrentar al colonialismo español. Sin embargo, las fuerzas civilistas de la contienda emancipatoria no vacilaron cuando avizoraron intenciones dictatoriales en el hombre de La Demajagua. Sin dudas, ganó la democracia.
Pero los alabarderos de la izquierda radical se han hecho de la vista gorda ante situaciones que han tenido lugar en los últimos tiempos en América Latina, y que sí constituyen ataques descarnados contra la democracia. Se trata de cambios en la Constitución y las leyes de un país para favorecer a un determinado político o grupo de poder. Son los casos, entre otros, de Nicaragua, donde los sandinistas impusieron la posibilidad de elección indefinida del presidente de la República, con lo cual Daniel Ortega podría perpetuarse en el poder; o los intentos del Movimiento al Socialismo (MAS) en Bolivia para que Evo Morales se reelija una y otra vez.
¿Y qué podría decirse de los ataques a la democracia perpetrados por los gobernantes cubanos? Una muestra fehaciente fue el engendro constitucional de 2002, que declaró inamovible el actual sistema político existente en la Isla. En ese momento el castrismo se olvidó de la dialéctica marxista, y de las críticas que le había formulado a Francis Fukuyama por proclamar que la democracia liberal era el fin de la Historia. Ante el nerviosismo que les causó el Proyecto Varela auspiciado por Oswaldo Payá, las autoridades no vacilaron en desdecirse al enarbolar su variante comunista insular como el verdadero fin de la Historia.
La propia Constitución cubana es otro ejemplo de vulneración de los principios democráticos. Ese famoso artículo cinco, que señala "al Partido Comunista de Cuba, martiano y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, como la fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado", jamás tendría cabida en el seno de un Estado de derecho. Porque, ¿qué resta para los ciudadanos que no comulguen con las directivas de dicho partido? Están condenados, cuando menos, a ser ciudadanos de segunda categoría.
Habría que recomendarles a esos izquierdistas que hoy vociferan a raíz de la destitución de Dilma Rousseff, que consideren su techo de cristal antes de tirarle piedras al techo del vecino.
Hoy, el Senado Federal tomó una decisión que entra en la historia de las grandes injusticias. Los senadores que votaron por el impeachment escogieron lastimar la Constitución Federal. Decidieron por la interrupción de un mandato de una presidente que no cometió crimen de responsabilidad. Condenaron a una inocente y consumaron un golpe parlamentario.
Con la aprobación de mi apartamiento definitivo, políticos que buscan desesperadamente escapar del brazo de la Justicia tomaron el poder unidos a los derrotados en las últimas cuatro elecciones. No llegan al Gobierno por el voto directo, como yo y Lula hicimos en 2002, 2006, 2010 y 2014. Se apropian del poder por medio de un golpe de Estado.
Es el segundo golpe de Estado que enfrento en mi vida. El primero, el golpe militar, apoyado en la truculencia de las armas, de la represión y la tortura, se me presentó cuando era una joven militante. El segundo golpe parlamentario, acontecido hoy, a través de una farsa legal, me derriba del cargo para el que fui elegida por el pueblo.
Se trata de una clara elección indirecta, en la que 61 senadores sustituyen la voluntad expresada por 54.500.000 votos. Es un fraude, contra el que todavía vamos a recurrir a todas las instancias posibles.
Sorprende que la mayor acción contra la corrupción de nuestra historia, como consecuencia de medidas adoptadas y las leyes promulgadas a partir 2003 y profundizadas en mi gobierno, lleven justamente al poder a un grupo de corruptos investigado.
El proyecto nacional progresista, incluyente y democrático que represento está siendo interrumpido por una poderosa fuerza conservadora y reaccionaria, con el apoyo de una prensa partidista y venal. Se capturarán las instituciones del Estado para ponerlas al servicio del más radical liberalismo económico y el retroceso social.
Acaban de derrumbar a la primera mujer presidente de Brasil, sin ninguna justificación constitucional para este juicio político.
Pero el golpe no se acaba de cometer contra mí y mi partido. Este fue sólo el comienzo. El golpe golpeará indistintamente cualquier organización política progresista y democrática.
El golpe está en contra de los movimientos sociales y sindicales y contra los que luchan por los derechos en todas sus acepciones: el derecho al trabajo y la protección de las leyes laborales; derecho a una jubilación justa; derecho a la vivienda y a la tierra; derecho a la educación, la salud y la cultura; derecho de la juventud a protagonizar su historia; derechos de los negros, los indígenas, la población LGBT, mujeres; derecho a hablar sin ser reprimido.
El golpe es contra el pueblo y contra la nación. El golpe es misógino. El golpe es homofóbico. El golpe es racista. Es la imposición de la cultura de intolerancia, los prejuicios, la violencia.
Les pido a Brasil y los brasileños que me oigan. Hablo a los más de 54 millones que votaron por mí en 2014. Hablo a los 110 millones, que apoyan la elección directa como forma de elección de presidentes. Hablo fundamentalmente a los brasileños que, durante mi gobierno, superaron la pobreza, alcanzaron el sueño de la casa, comenzaron a recibir atención médica, entraron en la universidad y dejaron de ser invisibles a los ojos de la nación, pasando a tener derechos que siempre les fueron negados.
La incredulidad y el dolor que nos golpean en momentos como éste son malos consejeros. No desistan de la lucha.
Oigan bien: creen que nos ganaron, pero están equivocados. Sé que todo el mundo va a luchar. Habrá contra ellos la oposición más firme, incansable y llena de energía que un gobierno golpista pueda tener.
Cuando el presidente Lula fue elegido por primera vez en 2003, llegamos al gobierno cantando juntos que nadie debía tener miedo de ser feliz. Por más de 13 años, llevamos adelante con éxito un proyecto que promovió la mayor inclusión social y reducción de las desigualdades de la historia de nuestro país.
Esta historia no termina así. Estoy segura de que la interrupción de este proceso por el golpe de Estado no es definitiva. Volveremos. Para continuar nuestro viaje hacia un Brasil donde el pueblo es soberano.
Espero que sepamos unirnos en defensa de las causas comunes para todos los progresistas, independientemente de su afiliación partidaria o posición política. Propongo que luchemos todos juntos contra el retroceso, en contra de la agenda conservadora, en contra de la extinción de los derechos, por la soberanía nacional y el pleno restablecimiento de la democracia.
Dejo la presidencia como entré: sin haber incurrido en ningún acto ilegal; sin haber traicionado ninguno de mis compromisos; con dignidad y llevando en el pecho el mismo amor y admiración por los hombres y las mujeres brasileñas y la misma voluntad de seguir luchando por Brasil.
Viví mi verdad. Di lo mejor de mi capacidad. No huí de mis responsabilidades. Me emocioné con el sufrimiento humano, me conmoví con la lucha contra la pobreza y el hambre, combatí la desigualdad.
Me embarqué en buenas peleas. Perdí algunas, gané muchas y, en este momento, me siento inspirada en Darcy Ribeiro para decir: no me gustaría estar en el lugar de aquellos que se consideran vencedores. La historia será implacable con ellos.
A las mujeres brasileñas, que me cubrieron con flores y afecto, les pido que crean que se puede. Las futuras generaciones de brasileñas sabrán que la primera vez que una mujer ocupó la Presidencia de Brasil, el machismo y la misoginia mostraron sus caras más feas. Hemos abierto un camino de una sola vía hacia la igualdad de género. Nada nos hará retroceder.
En este momento, no voy les voy a decir adiós. Estoy segura de que se puede decir “hasta dentro de poco”.
Concluyo compartiendo con ustedes una maravillosa inspiración del poeta ruso Maiakovski:
“No estamos contentos, por supuesto,
Pero ¿por qué razón deberíamos estar tristes?
El mar de la historia es agitado
Las amenazas y guerras, habremos de atravesarlas,
Las romperemos por la mitad,
Cortándolas como corta una quilla”
Un fuerte abrazo a todos los brasileños, que comparten conmigo la creencia en la democracia y el sueño de la justicia.
Batalla contra impeachment se libra ahora en tribunales
Un amparo demandando la anulación de la sesión senatorial fue presentadoante la Corte Suprema por el abogado defensor José Eduardo Cardozo
Foto:Desconocido
BRASILIA.—La batalla desatada por el proceso de impeachment contra la depuesta presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se libra ahora en el Supremo Tribunal Federal (STF).
Un amparo demandando la anulación de la sesión senatorial que aprobó por mayoría calificadala separación definitiva de Rousseff de la Presidencia, el pasado 31 de agosto, fue presentado ayer ante la Corte Suprema por el abogado defensor José Eduardo Cardozo.
En la acción se pide también al STF la realización de un nuevo juicio político, no a partir del cuestionamiento de los méritos de la decisión de los senadores, sino tomando como premisa la presunta inconstitucionalidad del proceso.
Según explicó Cardozo, citado por la Agencia Brasil, uno de los cuestionamientos hechos pone en duda la adecuación de dos artículos de la Ley de Impeachment a la Constitución de 1988 y pide que sean declarados inconstitucionales.
El otro, se refiere a que el relator del caso en la Cámara alta, Antonio Anastasia, incluyó en la acusación contra Rousseff un decreto no mencionado en el informe aprobado en la Cámara de Diputados, lo cual supondría un cambio en una etapa del proceso en la que ya no es posible hacerlo, pues iría en perjuicio de la defensa.
Aquí no se trató de un simple cambio en la calificación jurídica de los hechos, sino que hubo una real modificación de los hechos, argumentó.
Por su parte, los principales promotores del proceso de impedimento de Rousseff, los partidos de la Social Democracia Brasileña, Demócratas, del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y Popular Social anunciaron que entrarían también con un recurso ante el Supremo Tribunal este viernes.
El líder del PSDB en el Senado, Cássio Cunha Lima, dijo que reclamarán la votación por separado de la casación del mandato de Dilma Rousseff, aprobada por 61 votos contra 20, y su inhabilitación del ejercicio de la función pública por un periodo de ocho años, que fue desestimada por el pleno de la Cámara alta. (PL)