La Abuela.
Había una abuela que siempre estaba triste y sola en casa. No sabía cuentos, ni juegos, ni canciones, ni nada para entretener a los niños. La pobre abuela no hacía nada más que coser y aburrirse. Un día que hacía mucho frío y llovía, la abuela oyó unos golpes en el cristal, era un pajarito que se estaba helando y tenía mucha hambre. La abuela le dejo entrar y le dio miguitas y leche, el pájaro se quedo todo el invierno con ella y estuvieron muy bien juntos.
Cuando llegó el verano y el pajarito se iba a ir, la abuela se echó a llorar. El pájaro la explicó que tenía que irse con sus compañeros, ella le explicó que los podía llevar al jardín. Ella les haría una fuente y les echaría comida. El pájaro fue a buscar a sus amigos y pasaban largos ratos en el jardín de la abuela que ya nunca estuvo sola. La abuela y y su jardín se hicieron famosos porque siempre estaba lleno de pájaros y la gente acudía a verlos y oírlos. La abuela hizo muchos amigos y siempre estaba alegre y optimista.