Ya, ya sé que el laurel es tan común en nuestras cocinas como el perejil, pero me ha llamado la antención que Hildebrand proponga usarlo en postres, algo que sí resulta bastante inusual en la tradición culinaria española. "Infusiona la nata para la pannacotta o las natillas con una hoja de laurel fresca. Pon una hoja de laurel en el arroz con leche. Añádelo a una compota de frutas secas o a frutas de otoño cocinadas al vino". Lo último me suena bien. Lo demás... habrá que ver.
Lavanda
Sí creías que esta planta sólo servía para contrarrestar el olor a cuco en los armarios, te equivocabas. Herbarium recomienda infusionar chocolate blanco fundido con sus flores, retirarlas y hacer trufas o usarlo en cualquier tipo de postre. Otra posibilidad: aromatizar azúcar o sal con flores de lavanda molidas.
Madreselva
Las flores de esta planta trepadora, de lo más común en nuestro país, sirven para aromatizar almíbar. No hay más que poner unas cuantas en un bol, cubrirlas con agua hirviendo, dejarlo de un día para otro, colar y usar ese agua para elaborar el sirope, que después podremos usar para ensaladas de frutas, helados, sorbetes o tartas.