Pasó la Noche buena y la Navidad
admito mi lucha por sentirme bien
armar mi árbol navideño mi pasión
pese al desánimo sólo fue empezar
En cada esfera puesta, una lágrima
recordando a mi madrecita fallecida
hasta hace poco solía acompañarme
sentada en su silla atenta al desarrollo
Y se terminó el arreglo con su recuerdo
como si ella me diera ánimo a hacerlo
acotara ideas y me contagiara su risa
quedó diferente, sencillamente hermoso
A media noche conservamos su sitio
su silla vacía, tan vacía como mi alma
pasará la tristeza y sonreiré su recuerdo
Ella duerme en paz, en un mejor lugar.
Soledad Del Sol
24-12-2018